José Manuel Rodríguez Pardo | El alma de los brutos en el entorno del Padre Feijoo |
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El alma de los brutos en el entorno del Padre Feijoo. Capítulo 12
Biblioteca Filosofía en español, Fundación Gustavo Bueno
Pentalfa Ediciones, Oviedo 2008, páginas 381-412
«Escéptico. Verdaderamente es controversia difícil, y recelosa: difícil, porque como nosotros no podemos percibir las substancias en sí, sino inferirlas por el traje de sus accidentes, y operaciones, fácilmente nos equivocamos, atribuyendo muchas veces a superior virtud, lo que es sólo superior organización; y otras veces achacando a defecto de facultad, lo que es falta de primor en el órgano. Es recelosa, porque en que ni sientan, ni perciban los Brutos, nada arriesgamos los Hombres, y es opinión más cercana a los Dogmas de Fe; pero de conceder a las Bestias capacidad de idear, y conocer, se da ocasión a los menos religiosos, y advertidos para persuadirse, a que el alma del Bruto es inmortal, e igual en especie con la nuestra: o la nuestra mortal, y de no mayor dignidad que la suya.» Martín Martínez.
1. Criterios para la realización de una Historia Ontológica de la Filosofía
Para realizar nuestro fin de exponer sistemáticamente las Ideas y sistemas filosóficos que intervienen en esta polémica, tendremos siempre en cuenta, aunque nos movamos a veces más en el nivel del ejercicio que en el de la representación, las coordenadas que el materialismo filosófico define sobre una «Teoría de la Historia de la Filosofía» ya referidas anteriormente –para este epígrafe acudimos a las coordenadas planteadas por Gustavo Bueno en la Introducción de La metafísica presocrática. Pentalfa, Oviedo 1974, págs. 7-35 y en la Cuestión 2ยช de Cuestiones Cuodlibetales sobre Dios y la Religión, Mondadori, Barcelona 1989, «El conflicto entre la Religión y la Ciencia», págs. 43 y ss. No vamos a extendernos en este caso más allá de lo que Pereira y otros autores citados por él pretenden sistematizar. Simplemente, señalar que nuestra clasificación histórica coincide con la convencional distribución de tres períodos (Edad Antigua, Media y Moderna), aunque como es natural, sólo nos centraremos en la Edad Moderna, período en el que se inserta nuestra problemática.
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