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Metafísica · libro séptimo · Ζ · 1028a-1041b
II Dificultades relativas a la sustancia
La existencia de la sustancia parece manifiesta, sobre todo en los cuerpos, y así llamamos sustancias a los animales, a las plantas y a las partes de las plantas y de los animales, así como a los cuerpos físicos, como el fuego, el agua, la tierra, o cualquiera de los seres de este género, sus partes y lo que proviene de una de sus partes o de su conjunto, como el cielo; finalmente, las partes del cielo, los astros, la luna, el sol. ¿Son éstas las únicas sustancias? ¿Hay además otras, o bien ninguna de éstas es sustancia, y pertenece este carácter a otros seres? Esto es lo que debemos examinar.
Algunos creen, que los límites de los cuerpos, como la superficie, la línea, el punto, y también la mónada, son sustancias, más sustancias, si se quiere, que el cuerpo y el sólido. Además, unos creen que no hay nada que sea sustancia fuera de los seres sensibles{275}; otros admiten varias sustancias, y son sustancias ante todo, según ellos, los seres eternos; y así Platón dice, que las ideas y los seres matemáticos son por lo pronto dos sustancias, y que hay una tercera, la sustancia de los cuerpos sensibles. Espeusipo{276} admite un número mucho mayor de ellas, siendo la primera, en su opinión, la unidad; después aparece un principio particular para cada sustancia, uno para los números, otro para las magnitudes, otro para el alma, y de esta manera multiplica el número de las sustancias. Hay, por último, algunos filósofos, que consideran como una misma naturaleza las ideas y los números; derivándose, en su opinión, de ellos todo lo demás, como las líneas, las superficies, hasta la sustancia del cielo, y hasta los cuerpos sensibles.
¿Quién tiene razón, quién no la tiene?, ¿cuáles son las [202] verdaderas sustancias? ¿Hay o no otras sustancias que las sensibles? Y si hay otras, ¿cuál es su modo de existencia? ¿Hay una sustancia separada de las sustancias sensibles? ¿por qué y cómo? ¿o bien no hay más que las sustancias sensibles? Tales son las cuestiones que es preciso examinar, después de haber expuesto lo que es la sustancia.
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{276} La escuela jónica y la escuela atomística.
{277} Sobrino y heredero de Platón, Jenócrates, según Asclepio, participaba de la opinión de Espeusipo. Schol. in Arist., pág. 740.
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