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Metafísica · libro séptimo · Ζ · 1028a-1041b
XVII Algunas observaciones sobre la sustancia y la forma sustancial
¿Qué es la sustancia y en qué consiste? Vamos a decirlo. De esta manera haremos, por decirlo así, otro principio; porque saldrá probablemente de esta indagación alguna luz relativamente a esta sustancia, que existe separada de las sustancias sensibles.
La sustancia es un principio y una causa; de este punto de vista debemos partir. Preguntar el porqué, es preguntar siempre, por qué una cosa existe en otra. En efecto, si se indaga por qué el hombre músico es un hombre músico, o equivale a indagar lo que se acaba de expresar, es decir, por qué el hombre es músico, o bien se indaga otra cosa. Indagar por qué una cosa es una cosa, es no indagar nada. Es preciso que el porqué de la cosa que se busca se manifieste realmente; es preciso, por [237] ejemplo, que se haya visto que la luna está sujeta a eclipses. En los casos en que se pregunta por qué un ser es el mismo, por qué el hombre es hombre, o el músico músico, no cabe más que una respuesta a todas estas preguntas, no hay más que una razón que dar, a menos, sin embargo, de que no se responda: es, porque cada uno de estos seres es indivisible en sí mismo, es decir, porque es uno; respuesta que se aplica igualmente a todas las preguntas de este género, y que las resuelve en pocas palabras. Pero se puede preguntar: ¿por qué el hombre es tal animal? En este caso, evidentemente no se trata de indagar por qué el ser que es un hombre es un hombre, y sí de indagar por qué un ser se encuentra en otro ser. Es preciso, sin embargo, que se vea claro que se encuentra en él, pues de no ser así, la indagación no tendría objeto. ¿Por qué truena?, porque se produce un ruido en las nubes. En este ejemplo lo que se busca es la existencia de una cosa en otra, lo mismo que cuando se pregunta: ¿por qué estas piedras y ladrillos son una casa?
Es, pues, evidente que lo que se busca es la causa. Pero la causa, bajo el punto de vista de la definición, es la esencia. En ciertos casos la esencia es la razón de ser; como sucede probablemente respecto a la cama y a la casa; ella es el primer motor en otros, porque también es una causa. Pero esta última causa sólo se encuentra en los hechos de producción y destrucción, mientras que la causa formal obra hasta en el hecho de la existencia.
La causa se nos oculta, sobre todo, cuando no se refieren los seres a otros seres: si no se ve por qué el hombre es hombre, es porque el ser no es referido a cosa alguna, porque no se determina que es tales cosas o tal cosa. Pero esto es preciso decirlo, y decirlo claramente, antes de indagar la causa; porque si no sería a la vez buscar algo y no buscar nada. Puesto que es preciso que el ser por cuya causa se pregunta tenga una existencia cierta y que se refiera a otro ser, es evidente que lo que se busca es el porqué de los estados de la materia. Esto es una casa, ¿por qué?, porque se encuentra en ella tal carácter, que es la esencia de la casa. Por la misma causa, tal hombre, tal cuerpo es tal o cual cosa. Lo que se busca, por tanto, es la causa de la materia. Y esta causa es la forma que determina el ser, es la esencia. Se ve, que respecto de los seres [238] simples no ha lugar a pregunta ni respuesta sobre este punto, y que las preguntas que se refieren a estos seres son de otra naturaleza.
Lo que tiene una causa es compuesto, pero hay unidad en el todo; no es una especie de montón, sino que es uno como la sílaba. Pero la sílaba no es solamente las letras que la componen, no es lo mismo que A y B. La carne tampoco es el fuego y la tierra solamente. En la disolución, la carne, la sílaba, cesan de existir, mientras que las letras, el fuego y la tierra subsisten. La silaba es, por tanto, algo más que las letras, la vocal y la consonante, son también otra cosa; y la carne, no es sólo el fuego y la tierra, lo caliente y lo frío, sino que es también otra cosa{326}.
¿Se admitirá como una necesidad que esta otra cosa sea también o un elemento o un compuesto de elementos? Si es un elemento, repetiremos nuestro razonamiento de antes: lo que constituirá la carne será este elemento con el fuego y la tierra, y otra cosa además, y de esta manera se irá hasta el infinito. Si es un compuesto de elementos, evidentemente ya no se compone de uno solo, sino de muchos; de lo contrario, sería el elemento componiéndose a sí mismo. El mismo razonamiento que hacemos respecto de la carne, se puede hacer en cuanto a la sílaba.
La causa en cuestión es, al parecer, algo que no es elemento, y que, si embargo, es la causa de que aquello sea carne y esto sea una sílaba, y lo mismo en los demás casos. Ahora bien, esta causa es la sustancia de cada ser, porque ésta es la causa primera de la existencia. Pero entre las cosas las hay que no son sustancias; sólo son sustancias los seres que existen por sí mismos, y cuya naturaleza no está constituida por otra cosa que por ellos mismos. Por consiguiente, esta naturaleza que es en los seres, que es no un elemento sino un principio, es evidentemente una sustancia{327}. El elemento es aquello en que se divide un ser; es una materia intrínseca{328}. Los elementos de la sílaba son A y B.
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{326} Véase el lib. I, 7.
{327} La forma esencial.
{328} Véase en el lib. V, 3, las diversas acepciones de la palabra elemento.
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