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Metafísica · libro quinto · Δ · 1013b-1025a
IV Naturaleza
Naturaleza{190} se dice en primer lugar de la generación de todo aquello que crece, por ejemplo, cuando se pronuncia larga la primera sílaba de la palabra griega; luego la materia intrínseca de donde proviene lo que nace; y además el principio del primer movimiento en todo ser físico, principio interno y unido a la esencia. Y se llama crecimiento natural de un ser, el aumento que recibe de otro ser, ya por su adjunción, ya por su conexión, ya, como los embriones, por su adherencia con este ser. La conexión difiere de la adjunción en que, en este último caso, no hay más que un simple contacto, mientras que en los demás casos hay en los dos seres algo que es uno, y que en lugar de un contacto, produce su conexión, y hace de estos dos seres una unidad bajo la relación de la continuidad y de la cantidad, pero no bajo la relación de la cualidad. Se dice además naturaleza la sustancia bruta, inerte y sin acción sobre sí misma de que se compone y se forma un ser físico. Así el bronce es la naturaleza de la estatua y de los objetos de bronce, y la madera lo es de los objetos de madera, y lo mismo de los demás seres; esta materia prima y preexistente constituye cada uno de ellos. Como resultado de esta consideración, se entiende también por naturaleza los elementos de las cosas naturales; y así se explican los que admiten por elemento el fuego, la tierra, el aire, o el agua o cualquiera otro principio análogo, y los que admiten muchos de estos elementos, o todos ellos a la vez. Finalmente, bajo otro punto de vista, la naturaleza es la esencia de las cosas naturales. En esta acepción la toman los que dicen que la naturaleza es la composición primitiva, o con Empédocles, [156]
...que ningún ser tiene realmente una naturaleza, Sino que a la mezcla y a la separación de las cosas mezcladas, Es todo lo que hay y lo que los hombres llaman naturaleza{191}.
Por esta razón, según ellos, de todo objeto que es naturalmente, o que ya deviene o se hace, y que posee en sí el principio natural del devenir o del ser, no decimos que tiene una naturaleza, cuando aún no tiene esencia y forma. Por tanto, la reunión de la esencia y de la materia constituye la naturaleza de los seres. Esto sucede con la de los animales y la de sus partes. Pero es preciso decir, que la materia primera es una naturaleza, y que puede serlo desde dos puntos de vista; porque puede ser o primera relativamente a un objeto, o absolutamente primera. Para los objetos cuya sustancia es el bronce, el bronce es el primero relativamente a estos objetos; pero absolutamente hablando, es el agua quizás, si es cierto que el agua es el principio de todos los cuerpos fusibles. Y es preciso añadir, que la forma y la esencia son también una naturaleza, porque son el fin de toda producción. Finalmente, por metáfora, toda esencia toma en general el nombre de naturaleza, a causa de la misma de que hablamos, porque la naturaleza es también una especie de esencia.
Se sigue de todo lo que precede, que la naturaleza primera, la naturaleza propiamente dicha, es la esencia de los seres, que tienen en sí y por sí mismos el principio de su movimiento{192}. La materia no se llama en efecto naturaleza, sino porque es capaz de recibir en sí este principio; y la generación, así como el crecimiento, sino porque son movimientos producidos por este principio. Y este principio del movimiento de las cosas naturales reside siempre en ellas, ya sea en potencia, ya en acto.
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{190} Φυσις.
{191} Sturtz. Empedoclis carmina, pág. 517.
{192} Aristóteles asienta también en otra obra este carácter esencial: «Las cosas que existen naturalmente, tiene todas en sí el principio del movimiento o del reposo, unas el del movimiento en el espacio, otras el del crecimiento y de perecimiento, otras el del cambio. Por lo contrario, una litera, un traje, todas las cosas de este género, todo lo que es producto del arte no tiene en sí el principio de su cambio, y por esta causa estos objetos son de piedra, de tierra, o una mezcla de estos elementos; y esta causa accidental es para ellos el principio del movimiento y del reposo. La naturaleza es un principio, una causa que imprime el movimiento y el reposo, causa inherente a la esencia misma del objeto, no causa accidental.» Phys. auscult., II, 1, Bekk., pág. 192.
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