Filosofía en español 
Filosofía en español

Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana

Enciclopedia EspasaEl Espasa, o la Espasa, sinónimo de la enciclopedia más famosa de nuestra lengua, fruto ambicioso de la regeneración española de principios del siglo XX, fue desde los años treinta de esa centuria un monumento incomparable de la cultura hispánica, y la más copiosa y de las más prestigiosas obras de consulta del mundo durante el monopolio del soporte vegetal, antes de la consolidación del imperio de las ediciones digitales e internet.

La Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana comenzó a prepararse en 1905 y a publicarse en 1908. Hasta 1925 (los tomos 1 a 50) se editó en Barcelona (hasta 1911 por José Espasa e Hijos Editores, desde esa fecha por Hijos de J. Espasa). Desde 1926 (tomo 51) fue publicada por Espasa-Calpe S.A., de Madrid.

El cuerpo principal de la obra se publicó entre 1908 y 1930. Está formado por 70 tomos en 72 volúmenes (el tomo 18 y el 28 ocupan dos volúmenes denominados primera parte y segunda parte). Hasta 1915 (tomo 20: Enri-Espan) fueron apareciendo los tomos de manera correlativa, pero la preparación del tomo 21 (dedicado íntegramente a España, que no se publicó hasta 1923) determinó que en 1916 siguiese por la letra L (tomo 29), lo que obligaría más tarde al ajuste que supuso dividir en 1925 el tomo 28 en dos volúmenes.

Terminada la publicación de la enciclopedia, y sobre todo para incorporar la nueva realidad de la primera postguerra mundial (véase tal carácter post bellum en el Prólogo publicado en 1930) y de los agitados años veinte, se publicó un Apéndice (10 tomos, 1930-1933). Las fechas de publicación del cuerpo principal de la obra y de su apéndice son las siguientes:

1908  1 (A-Acd) - 3 (Ae-Alak)
19094 (Alal-Ally) - 6 (Ard-Azz)
19107 (B-Bell) - 9 (Bong-Bz)
191110 (C-Canaj) - 12 (Cas-Cq)
191213 (Ci-Cold) - 14 (Cole-Const)
191315 (Const-Craz) - 17 (Chari-Dellw)
191518-1ª (Dem-Dir) - 20 (Enri-Espan)
191629 (L-Leon) - 32 (Mae-Marh)
191733 (Mari-Mech) - 34 (Med-Micz)
191835 (Mich-Monz) - 37 (Mu-Neby)
191938 (Nec-Nully) - 40 (Or-Paku)
192041 (Pal-Pardz) - 42 (Pare-Pekz)
192143 (Pel-Pesz) - 45 (Pis-Poln)
192246 (Polo-Predz) - 48 (Pu-Qw)
192321 (España) / 49 (R-Reez) - 50 (Ref-Reuz)
192422 (España-Ezz) - 25 (Fui-Gibz)
192526 (Gic-Guac) - 28-1ª (Ho-Insus)
192628-2ª (Int-Kz) / 51 (Rev-Rom) - 53 (Sainte-Sta. Cruz)
192754 (Sta.Cubicia-Selh) - 58 (Subo-Talasz)
192859 (Talat-Teld) - 64 (Tre-Tumz)
192965 (Tun-Urz) - 69 (Vinie-Wef)
193070 (Weg-ZZ) / Apéndice 1 (A-Bech)
1931Apéndice 2 (Bed-Ceq) - Apéndice 5 (F-Hok)
1932Apéndice 6 (Hol-March) - Apéndice 7 (Mard-Oz)
1933Apéndice 8 (P-Ree) - Apéndice 10 (T-Zyz)

La Editorial Espasa, desde 1860

La editorial Espasa fue fundada por José Espasa Anguera (1840-1911) en la Barcelona de 1860. Al principio su actividad se redujo al ámbito local, publicando obras en catalán, pero la voluntad de crecimiento de la empresa determinó que tuviera que servirse de una lengua internacional y universal como la española. Contando con la colaboración de sus tres hijos, el ingeniero José Espasa Escayola (1873-1949), el médico Juan Espasa Escayola (1875-1930) y el abogado Luis Espasa Escayola (1876-1923), la casa Espasa abordó en 1905 la elaboración de la enciclopedia más ambiciosa y extensa del mundo, la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana.

En 1926, cuando la Editorial Hijos de J. Espasa ya había publicado 50 volúmenes de la Enciclopedia Universal Ilustrada, se produjo su fusión con Calpe (Compañía Anónima de Librería y Publicaciones Españolas, fundada en 1911), surgiendo Espasa-Calpe S.A., con domicilio en Madrid. Era ya entonces una de las principales editoriales de Europa, con proyección en Argentina y México. Desde su constitución la editorial Espasa-Calpe tiene a su cargo la edición del Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española. En 1927 abrió sus propias librerías, Casa del Libro, con establecimientos entonces en Madrid, Barcelona y Bilbao. En 1937 lanzó la Colección Austral. En 1992 el Grupo Planeta compró Espasa-Calpe (al Banco Bilbao-Vizcaya, por diez mil millones de pesetas).

José Espasa Anguera (1840-1911)Espasa (Casa Editorial). Biog. é Hist. Fundador de esta empresa fue don José Espasa Anguera, que nació en Pobla de Ciérvoles (Lérida) en 1840 y murió en Barcelona el 4 de julio de 1911. De muy humilde familia, adolescente aún, hubo de trasladarse a Barcelona, ya que su pueblo natal no le ofrecía ni siquiera medios de subsistencia. Primeramente trabajó como peón en el derribo de las murallas de la ciudad condal, y a los diez y ocho años aceptó una modesta plaza de repartidor de entregas, lo que fue para él una verdadera revelación, pues su talento natural y su intuición le hicieron pronto comprender el desarrollo de que era capaz aquél ramo. Con la tenacidad propia del hombre que tiene una idea fija, no tardó en dominar todo lo concerniente a la librería, y así, al cabo de dos años de un trabajo penosísimo, pues él mismo contaba que había subido a todos los pisos de la Barcelona de entonces para proponer subscripciones, no vaciló en arriesgar los escasos ahorros que a fuerza de privaciones hiciera, estableciendo por su cuenta un modesto centro de subscripciones (1860), que fue el origen de la actual casa. En este período (1860-77) y bajo la razón social Espasa Hermanos, dio la empresa los primeros pasos editoriales, publicando el Diccionari de la llengua catalana de Labernia (1864-65), presentado ya primorosamente, como también la Gramática catalana de Antonio Bofarull y Adolfo Blanch. Puede suponerse los obstáculos de toda suerte que tendría que vencer la naciente entidad para llevar a cabo sus propósitos; pero la energía, la actividad y el talento de don José Espasa hicieron el milagro, y en 1875 aparecía ya la magnífica edición de las Poesías catalanas de Federico Soler (Pitarra), la más notable de su época en España, tanto por la parte tipográfica como por la ilustración debida al dibujante Padró y a los mejores grabadores al boj que entonces existían.
 
Atento siempre a satisfacer los deseos del público, el señor Espasa no vaciló en sacrificios pecuniarios a fin de asegurarse la colaboración de los escritores más en boga en aquella época. En 1877 se modificó la razón social, quedando él solo al frente de la casa hasta 1881. De este periodo datan una serie de publicaciones literario científicas, especialmente El Mundo Ilustrado, una de las ilustraciones más notables de su época y que alcanzó gran difusión. A todo esto, la humilde imprenta de la calle de Robador, que sólo contaba con una máquina movida a brazo, había tenido que trasladarse, ante el creciente éxito de las publicaciones, a un local mayor, que no tardó también en resultar incapaz para el objeto a que se destinaba, contando ya con material moderno y abundante. En 1881, hallándose algo delicado de salud el señor Espasa y ante el creciente desarrollo de la empresa, se asoció con su hermano político, don Manuel Salvat, dando origen a la nueva razón social Espasa y Compañía (1881-97), que en 1886 dejó el espacioso local que ocupara en la calle de Aribau, para instalarse en el grandioso edificio de la calle de Cortes, construido ex profeso para talleres y oficinas. Alternando con las novelas por entregas y las publicaciones periódicas, la Casa Espasa hizo en aquella época numerosas ediciones monumentales como Los dioses de Grecia y Roma y La Tierra Santa, de Víctor Gebhardt; Egipto, de Ebers; Gil Blas de Santillana, de Lesage; En el África tenebrosa, El continente misterioso y El Congo; Emín Baid, de Stanley; Cristóbal Colón, de Asensio; México a través de los siglos, Diccionario Enciclopédico, de Donadiu, obras de Amicis, &c.
 
Ya por entonces había comenzado la publicación de las obras de medicina que, andando el tiempo, había de constituir la especialidad más importante de la casa, siendo varias de las obras editadas por ella declaradas de texto en distintas universidades españolas. Entre las primeras publicaciones de esta índole citaremos la Anatomía topográfica, de Tillaux, y la Medicina operatoria, de Malgaigne, siguiendo después otras muchas de Manquat, Gastón Lyón, Cardenal, Góngora, Corominas, Pozzi, Comby, Hartmann, Perls, Bertrán Rubio, García Solá, Eichhorst, Gowers y otros, todas las cuales alcanzaron numerosas tiradas, pues era raro el médico o el estudiante español e hispanoamericano que no acudiera a las obras de la Colección Espasa para ampliar sus conocimientos. En 1897 se separó el señor Salvat de la razón social, que giró hasta 1908 con el nombre de José Espasa, y desde esta fecha hasta la muerte del fundador con el de José Espasa e Hijos, siendo entonces cuando mayor desarrollo adquirió la empresa, eficazmente secundada por los hijos del fundador, don José, don Juan y don Luis Espasa Escayola, que, no obstante haber emprendido y terminado estudios universitarios, ante las necesidades de la empresa, se vieron obligados a consagrarse a ella.
 
Don José Espasa Escayola nació en Barcelona el 27 de Octubre de 1873, y después de terminar el bachillerato cursó las carreras de ingeniero industrial, mecánico y químico, que no ejerció, por sentirse atraído por la profesión que a tanta altura colocó su padre, del cual fué eficaz colaborador tan pronto como hubo terminado sus estudios.
 
Don Juan Espasa Escayola nació en Barcelona el 1º de Abril de 1875, siguió la carrera de médico hasta obtener el doctorado, y al igual que su hermano mayor, aunque un poco mas tarde, fué asociado al negocio editorial, para el que sentía gran vocación, dando gran incremento a la publicación de las obras de medicina.
 
Don Luis Espasa Escayola nació en Barcelona el 1º de Diciembre de 1876 y murió en la misma capital el 11 de junio de 1923; obtuvo el título de abogado a los veintiún años, pero lo mismo que sus hermanos, prefirió dedicarse a continuar la obra de su padre y, como ellos, se entregó con entusiasmo al engrandecimiento de la empresa.
 
A partir de principios del siglo XX, en que el delicado estado de salud de don José Espasa Anguera le permitía intervenir muy poco en la dirección de la casa, fueron asociados a la misma sus tres hijos, con lo que aquélla adquirió un rumbo distinto. Principalmente, se intensificó la producción de las obras de medicina, saliendo de sus talleres importantes tratados y manuales de Hallopeau, Achard, Arnozan, Martinet, Vibert, Unger, Max Rubner, Reishel, Schleich, Sota y Lastra, Comenge, Martínez Valverde y Peyrí, así como la serie de Manuales Testut y, sobre todo, la Terapéutica aplicada, de Robin; el Tratado de Medicina, Clínica y Terapéutica, de Ebstein y Schwalbe, y el Tratado de Cirugía Clínica y Operatoria, de Bergmann, Bruns y Mikulicz, agotada la tercera y editadas nuevamente varias veces las dos primeras. Hay que añadir a las anteriores, varias obras de Farmacia, Química, Veterinaria y Derecho, así como la monumental edición española de la Historia general de Francia, de Guizot.
 
Mientras tanto, don José Espasa Anguera se había alejado casi en absoluto del negocio editorial, que seguía cada vez con más impulso bajo la dirección de sus hijos.
 
Enciclopedia EspasaLa fecha de 1905 marca una nueva y trascendental transformación de la Casa Espasa, que dió comienzo entonces a la publicación de esta Enciclopedia, la obra de mayor importancia y de más vastas proporciones qué hasta ahora se haya emprendido en el mundo. Hasta la fecha van publicados 45 volúmenes, con un promedio de 1.500 páginas cada uno, magníficamente ilustrados con mapas y planos, láminas en colores y profusión de grabados intercalados, reproduciendo retratos, cuadros célebres, &c., y en su confección intervienen, además del cuerpo de redacción, 200 colaboradores fijos, sin contar más de 400 a los cuales se ha encargado uno o más artículos. Ver la lista de los colaboradores en el tomo XXI. En la parte gráfica trabajan numerosos cartógrafos, delineantes y dibujantes.
 
Aparte de la numerosísima biblioteca de consulta que consta de más de 10.000 volúmenes de ciencias, artes, historia y literatura, los redactores disponen de un abundantísimo y bien ordenado archivo, en el que se registran fechas y hechos concernientes a todos los acontecimientos y que son utilizados en su día, después de escrupulosa comprobación, para el desarrollo de la voz correspondiente, destinándose una cantidad mensual muy importante para la adquisición de nuevos libros, fotografías, dibujos, mapas, planos, &c., y principales publicaciones periódicas de Europa y América.
 
Para la impresión y tiraje cuenta con varias máquinas de componer del tipo más moderno y perfeccionado, y, en lugar de la modesta máquina de imprimir movida a brazo con que comenzó la casa, existen hoy ocho accionadas por electromotor, estando al servicio de las dos secciones 150 operarios. Hay que mencionar, además, la sección de plegado en la que se dispone de los medios mecánicos más completos. Esto, sin contar con que trabajan exclusivamente para la Enciclopedia Espasa varios talleres de imprenta, litografía, estereotipia, grabado y encuadernación, no sólo de Barcelona, sino también de Madrid.
 
Hoy la razón social Hijos de J. Espasa, fundada a la muerte de su señor padre, continúa dedicada con todas sus energías a la publicación de la Enciclopedia Universal Ilustrada.
(Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, Tomo XXII, Hijos de J. Espasa, Editores, Barcelona 1924, páginas 35-38.)

Espasa CalpeEspasa-Calpe. Con la fusión de estas dos importantes sociedades se ha convertido esta razón social en una de las editoriales más poderosas de Europa, tanto por la abundancia de los medios técnicos y económicos de que dispone, como por su vasta organización, que se ha extendido no sólo a toda España, sino a buena parte de Hispanoamérica. Espasa-Calpe comenzó a funcionar el 1º de enero de 1926, poseyendo ya un catálogo, aportado por ambas casas, que pasaba de 1.500 obras y que en los cinco años transcurridos ha aumentado considerablemente, pues para ello posee la Sociedad los magníficos talleres establecidos en Madrid (Ríos Rosas, 24), que cuentan con los elementos más modernos en materia tipográfica, así como con secciones de fotograbado y huecograbado, encuadernación, &c., servidas por operarios especializados. Espasa-Calpe, en este lapso de tiempo, ha dedicado principalmente su actividad a la publicación de la Enciclopedia, terminada ya, que hasta ahora constituye la obra más importante de esta Editorial, habiendo aparecido desde su constitución 21 tomos y 4 del Apéndice. Aparte de esto, que por sí solo ya representa un gran esfuerzo, Espasa-Calpe ha publicado un sinnúmero de obras pertenecientes a la Colección Universal, que ya ha rebasado con creces el número 1.200; Colección contemporánea; Los Humoristas; Los Poetas; Arte; Grandes Viajes Clásicos y Modernos; Libros de Aventuras; Libros de la Naturaleza; Libros de invenciones e industrias; Biblioteca de Ideas del siglo XX, dirigida por José Ortega y Gasset; Vidas de Españoles del siglo XIX; Actualidades científicas y políticas; Catecismos del Agricultor; las obras de Keyserling; diversas guías de turismo; Obras de medicina, &c. Como obras de mayor envergadura, ha publicado esta casa la Nueva Geografía Universal, de E. Granger, Dantín Cereceda y J. Izquierdo Croselles; el primer volumen de la Historia del Arte, dirigida por Bartolomé J. Cossio y José Pijoan (1931). Además, Espasa-Calpe ha adquirido el derecho de traducción en español de la magnífica Historia Universal, publicada en alemán bajo la dirección de Walter Goetz, cuyo primer tomo (VII) ha aparecido. También está en curso de publicación un Diccionario Enciclopédico Abreviado en tres volúmenes, y un Diccionario Geográfico, en cuatro, y tiene en preparación dos obras que harán época en los anales de la edición española: la Historia de España y la Historia de la literatura española, las dos dirigidas por el ilustre filólogo y director de la Academia Española Ramón Menéndez Pidal, con la colaboración de los más eminentes especialistas. Debido a este considerable desarrollo de su actividad, Espasa-Calpe ha debido ampliar su organización y tiene ya montadas delegaciones en la Argentina, Cuba y Méjico, lo que le permite ponerse en contacto directo con aquellos públicos hispanoamericanos, a los que hace llegar así más fácilmente la producción intelectual española, al mismo tiempo que ha emprendido una labor de gran trascendencia patriótica y cultural empezando a editar en sus talleres lo más selecto de las letras americanas. (Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, Tomo IV (Apéndice), Espasa-Calpe S.A., Madrid 1931, páginas 1274-1277.)

Prólogo al Apéndice en 1930…

Desde 1928 los tomos de la Enciclopedia eran repartidos con una tarjeta en su interior en la que se anunciaba la preparación del Apéndice y se solicitaba la colaboración de los lectores:

«Memorandum. Al lector: Próxima ya la terminación de la Enciclopedia Espasa, e iniciada la preparación del Apéndice, que habrá de ser cima que la complemente y tamiz que la depure, librándola así de posibles omisiones o deficiencias inevitables en obra de tanta complejidad y extensión, nuevamente solicitamos el concurso cordial de los lectores, rogándoles nos den a conocer cualquier descuido o confusión que en la Enciclopedia hayan observado u observen, aun cuando sea, al parecer, de escasa trascendencia. Nuestro afán es, en indudable coincidencia con los señores subscriptores, que hasta el límite humanamente alcanzable, nada empañe el brillante y sólido prestigio de la obra, alcanzado, en su base esencial, gracias al favor y constante estímulo de los propios lectores, cuya colaboración solicitamos para coronar dignamente el común esfuerzo. Espasa Calpe S.A. Las observaciones y notas deben enviarse a la Dirección de la Enciclopedia Espasa (Cortes, 579. Apartado 552. Barcelona).»

Transcribimos el Prólogo al Apéndice de la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana (Apéndice, tomo I, Espasa-Calpe S.A., Madrid 1930, páginas VII-VIII):

«Con verdadera satisfacción nos dirigimos a nuestros suscriptores, los que por espacio de veinticinco años han coadyuvado eficazmente en nuestra empresa, convirtiéndose muchas veces en colaboradores entusiastas de esta Enciclopedia.
 
Ello nos compensa sobradamente los esfuerzos realizados para dar feliz término a nuestra empresa de dotar a los países de lengua española de una Enciclopedia que pudiera superar a todo lo hecho hasta el presente, empresa que fue calificada por algunos de quimérica, pero en la que siempre tuvimos una fe ciega.
 
No nos toca decir a nosotros si hemos conseguido por completo todo lo que nos proponíamos, aunque el favor constante y creciente del público podría darnos a entender que sí; pero lo que podemos asegurar es que no hemos perdonado medio ni reparado en sacrificios de toda índole para que así fuese.
 
También hemos de hacer patente desde aquí nuestro agradecimiento a la redacción y colaboración de la Enciclopedia, sin cuya competencia y actividad no hubiésemos podido dar cima a esta obra.
 
Como ya indicábamos en la circular repartida con el último tomo de la Enciclopedia, la publicación del Apéndice se llevará a cabo con igual regularidad que la de aquélla, de modo que en breve ha de quedar terminado, y con ello nuestros lectores poseerán el instrumento más completo de consulta que se conoce.
 
Principalmente nos proponemos en este Apéndice: llenar las omisiones en que hayamos podido incurrir en la obra, de una parte, rectificar ciertos errores que existan, de otra, y completar lo que, por razón del tiempo transcurrido, haya sufrido cambio o modificación, especialmente en lo que se refiere a biografía y geografía.
 
Al lado de esta labor de complemento, existe otra, también de importancia, como es la de dar a conocer a nuestros lectores los hechos e ideas nuevos que se han producido, ya que la guerra ha creado en poco tiempo valores y modalidades, que sería imposible no consignar aquí.
 
Teniendo en cuenta la complejidad que representa el hacer un Diccionario Enciclopédico, por su extensión y por la variedad de materias que forzosamente ha de contener, el Apéndice es imprescindible en obras de este género; pero en nuestro caso lo es aún más, porque, publicada ya buena parte de la Enciclopedia al estallar la guerra europea, estarían, pasados algunos años, muy en desacuerdo los primeros tomos con los últimos. No queremos decir con esto que esos primeros tomos resulten atrasados con respecto de los posteriores, pues en ellos se halla consignado todo lo que entonces existía, pero, por las circunstancias apuntadas, podría parecerlo, y esto es lo que nos proponemos evitar con el Apéndice.
 
Así, pues, lo que, naturalmente, ha de necesitar más complemento es aquella parte de la Enciclopedia publicada antes de 1914 e incluso en los cuatro o cinco siguientes, pues si bien el estado actual del mundo fue engendrado por la guerra, sus consecuencias no comenzaron a notarse hasta algún tiempo más tarde. En cambio, a partir del tomo LI casi no habrá necesidad de complemento, porque dicho tomo y los siguientes fueron redactados ya con arreglo a las nuevas normas que el post-bellum impuso. Los Editores

…pero en 1931 se proclama la República en España

En el tomo 4 del Apéndice debía figurar actualizada la voz España, pero 1931, fecha de su publicación, había sido año demasiado agitado, huida del Borbón y proclamación de la República incluida. Los redactores de la Enciclopedia optaron por la prudencia:

«* España. Geog. e Hist. La gravedad de los sucesos acaecidos en nuestro país, sobre todo en los últimos tiempos de la Dictadura del general Primo de Rivera y después de la caída de ésta y de la Monarquía; la proclamación de la República; los continuos movimientos sediciosos desde la implantación del nuevo régimen, muy naturales por otra parte en todo cambio político de la trascendencia del actual, la nueva estructura que, probablemente, se dará al país; la pugna, en fin, de clases, y los numerosos y contradictorios Estatutos regionales que procuran hallar su molde en la nueva Constitución, son factores que nos obligan a aplazar la redacción del artículo España, que será desarrollado al final del Apéndice en forma de suplemento, con objeto de poder dar a nuestros lectores una historia completa de este período, quizás el más grave por que ha pasado España, que comprenderá desde los últimos tiempos de la Dictadura hasta la aprobación de la nueva Constitución.» (Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, Tomo 4 (Apéndice), Espasa-Calpe S.A., Madrid 1931, página 1272.)

En 1933 la situación seguía bastante confusa, pero apremiaba el compromiso con los suscriptores: el suplemento dedicado a España ocupa las páginas 1329-1531 del tomo 10 del Apéndice:

«España. El número de años transcurrido desde que se publicó el volumen de la Enciclopedia dedicado a España justifica la publicación del presente suplemento, donde, sin insistir en lo que por su naturaleza no sufre modificación apreciable o de hecho sólo la ha experimentado en muy pequeña escala, se continuarán los datos políticos, estadísticos, históricos y culturales de todas clases y se completarán algunas materias que, por diversas razones, quedaron menos estudiadas. En el orden de materias y divisiones de este artículo se ha procurado copiar exactamente el sistema seguido en el aludido tomo; procedimiento cuyas ventajas son obvias, ya que siguiéndole se facilita en gran manera la comparación de los nuevos datos con los antiguos y la posibilidad de un estudio integral de cualquiera de las materias que se incluyen. Por razón de las circunstancias por que ha atravesado España en el último decenio, las secciones que han sido objeto de especial preferencia son las que atañen a Estadística, Organización del Estado, Historia y Derecho.» (Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, Tomo 10 (Apéndice), Espasa-Calpe S.A., Madrid 1933, página 1329.)

Avanzada la II República aparece el primer Suplemento

En 1935, cuando la república burguesa española ya había sufrido las intentonas revolucionarias socialcomunistas y anarquistas de 1934, se publicó el Suplemento anual de 1934, que se presentaba con el siguiente prólogo (Suplemento anual 1934, Espasa-Calpe S.A., Madrid 1935, páginas XI-XIII):

«Son muchos los suscriptores de la Enciclopedia que se han dirigido a esta Administración preguntando si con la salida del último tomo del Apéndice dábamos por terminada definitivamente la publicación de la obra, ya que, a su entender, por muy completa y al día que resulte una enciclopedia existen ciertos temas que necesitan una renovación continua, so pena de que, pasados algunos años, quede aquélla anticuada, sobre todo en estos tiempos de tan prodigiosa actividad intelectual y social.
 
Claro está que hay otros temas, de los que puede decirse que han sido agotados por completo, y sobre éstos no habrá que insistir.
 
De otra parte, el ejemplo de publicaciones similares que, además del apéndice correspondiente, han creído conveniente continuar su contacto con el público por medio de suplementos periódicos, ha influido también en nuestro ánimo tanto como el ruego de esos suscriptores que desean poseer con la Enciclopedia una obra actual y viva.
 
Para ello nos ha parecido preferible la publicación de un Suplemento Anual, que ofrece sobre el mensual la ventaja de permitir la mejor comprobación de las diversas informaciones, la garantía de que los temas no han sido tratados a la ligera y una mayor unidad de plan. De otro modo se correría el peligro de que el Suplemento pudiera convertirse en una revista puramente informativa, cuando nuestro objeto es muy otro.
 
Nos proponemos con este Suplemento Anual evitar que la Enciclopedia pueda quedar nunca anticuada, renovando los temas que lo requieran, continuando la enumeración de los temas históricos, tan apasionantes y complejos, de nuestros días, dando cabida a todo aquello que constituya una verdadera novedad, siempre que por su interés y trascendencia lo exija así.
 
Habrá varias secciones rigurosamente fijas como, por ejemplo, la de Geografía e Historia y la Biografía y Necrología, sin que esto quiera decir que haya de haber repeticiones. Así, para la Geografía e Historia seguiremos el criterio de registrar los hechos y modificaciones más importantes ocurridos en el lapso de tiempo transcurrido entre la publicación de los artículos correspondientes en el Apéndice y la aparición de este primer tomo del Suplemento Anual, y en los tomos sucesivos este período comprenderá un año completo, o sea desde el 1º de enero hasta el 31 de diciembre.
 
Por lo que se refiere a la Biografía, nos ha parecido conveniente no ampliar ni repetir ninguna, por importante que fuese, sin que esto quiera significar que ninguno de estos personajes quede ya eliminado para siempre de nuestras páginas, ya que sus actividades quedarán registradas en diversas secciones que tengan mayor o menor conexión con ellos. Así, la continuación de la biografía de los políticos podrá encontrarse en la historia del país a que pertenezca; la de los escritores, en la sección literaria; la de los artistas, en los varios temas de arte que se desarrollen, &c. Sólo publicaremos, pues, biografías rigurosamente nuevas y notas necrológicas.
 
Se comprende que por la variedad de las materias tratadas en la Enciclopedia no puedan ser todas objeto de nueva ampliación en cada tomo del Suplemento, sino que han de ser repartidas en diferentes años, teniendo principalmente en cuenta su importancia y la necesidad de modernizarlas.
 
Por esta razón el Suplemento no puede constituir un mero registro de voces por orden alfabético. Muchos de los temas tratados en este tomo no aparecerán en el próximo, en el que, en cambio, se registrarán otros, o bien completamente nuevos, o bien como ampliación de lo que ya se haya dicho. Para mayor comodidad del lector hemos adoptado un sistema mixto entre el orden alfabético y el de materias, de modo que cada asunto tendrá su desarrollo completo en un solo artículo, subdividido, si es necesario, en varios epígrafes, cuya busca será facilitada por el índice alfabético y sistemático que publicamos al final, de modo que el lector podrá hallar en seguida y sin dificultad lo que le interese de cualquier materia.
 
Nuestro objeto es, tanto el de poner al día los artículos primitivos como el de anotar todos los hechos nuevos que se sucedan.
 
La historia moderna de los diversos países y de sus hombres más célebres; exploraciones y viajes; los descubrimientos científicos más recientes, siempre que hayan sido rigurosamente comprobados, y, en fin, todo aquello que pueda mantener viva la curiosidad del lector ilustrado.
 
Para el desarrollo de este plan contamos con un cuerpo de colaboración escogidísimo, habiendo procurado en cada caso encargar a un especialista de solvencia la redacción del tema correspondiente.
 
Otra novedad que ofrecernos a nuestros lectores es la de que los artículos vayan firmados, aunque sólo con las iniciales, siendo fácil encontrar su correspondencia con el nombre completo con sólo consultar la lista de colaboradores.
 
Nos proponemos dedicar preferente atención a los asuntos americanos, y ya estamos en tratos con valiosas personalidades de los diversos países, que han de traducirse pronto en una colaboración efectiva.
 
Sin embargo, por la amplitud con que se tratan habitualmente los temas, por la abundancia de ellos y por la novedad de algunos otros, así como por la forma de ser tratados en general, aspiramos a que nuestro Suplemento sea algo más que un mero complemento de la Enciclopedia. Indispensable para los antiguos suscriptores de ésta, es también un valioso elemento de cultura para el público ilustrado en general, pues no sólo amplía y renueva el cuerpo de la Enciclopedia, sino que registra hechos e ideas nuevos, y sus artículos, como antes indicamos, aun en el caso de ser una continuación del correspondiente de la obra, es también a la vez un tema independiente de aquél, y en su conjunto un registro rigurosamente científico y documentado de lo más saliente ocurrido durante el año, lo mismo en el terreno histórico que en el de las ideas.
 
Finalmente, nos permitimos llamar la atención de nuestros lectores acerca de la variedad de la ilustración, que hemos procurado sea una cosa viva y actual.»

Este suplemento de 1934 ofrecía, además, la relación de colaboradores que lo habían realizado (página XV). Muchos nombres ya aparecían, como es natural, en las relaciones de 1923:

Colaboradores de este tomo

Álamo (Reverendo Padre Manuel). (M. A.). Religioso Benedictino de Silos.
Alcobé Arenas (Eduardo). (E. A.). Catedrático de Física de la Universidad de Barcelona.
Álvarez Brugués (Luis). Pintor y Dibujante.
Álvarez-Castrillón (Manuel). (M. A. C.). Doctor en Ciencias, Académico de la de Ciencias de Barcelona.
Aranzadi (Telesforo de). (T. de A.). Catedrático de Antropología (Jubilado) de la Universidad de Barcelona.
Blanco Sánchez (Rufino). (R. B. Y S.). Catedrático (jubilado) de la Escuela Superior del Magisterio.
Brugués (Casimiro). (C. B.). Profesor de Farmacia (jubilado) de la Universidad de Barcelona.
Buen y del Cos (Odón de). (O. de B.). Director del Instituto Oceanográfico de Madrid.
Buigas Sans (Carlos). (C. B. S.). Ingeniero luminotécnico.
Carreras Artau (Joaquín). (J. C. A.). Catedrático del Instituto Balmes de Barcelona.
Ciervo (Joaquín). (J. C.). Publicista.
Coroleu (Wifredo). (W. C.). Médico y escritor, Secretario Perpetuo de la Academia de Medicina de Barcelona.
Font y Fargas (José). (J. F. F.). Publicista.
Fuster (Gaspar). (G. F.). Cultivador colonial.
Gárate (Justo). (J. G.). Médico del Hospital Civil de Bilbao.
González (Antonio). (A. G.). Abogado.
Herrera (Emilio). (E. H.). Ingeniero militar y aeronáutico.
Joaniquet (Aurelio). (A. J.). Abogado y publicista.
Lantier (Raimundo). (R. L.). Director del Musée des Antiquités Nationales, de Saint Germain en Laye (Francia).
Marquerie Monpin (Alfredo). (A. M. M.). Crítico y poeta.
Maseras (Alfonso). (A. M.). Escritor.
Massaguer (Enrique). (E. M.). Publicista.
Orts Climent (Tomás). (T. O. C.). Escritor.
Otero (Gustavo Adolfo). (G. A. O.). Escritor y cónsul de Bolivia en Barcelona.
Palmés (Reverendo Padre Fernando María). (F. P.). Religioso jesuita, profesor de Psicología del Colegio Filosófico de San Ignacio en Avigliana (Turín).
Permanyer (José). (J. P.). Publicista.
Pitollet (Camilo). (C. P.). Escritor y profesor de La Sorbona de París.
Ramos (Antonio O.). (A. O. R.). Escritor.
Revesz (Andrés). (A. R.). Escritor de asuntos internacionales.
Robert (Juan B.). (J. B. R.). Abogado y escritor náutico.
Ruiz (Reverendo Padre A. Sebastián). (A. S. R.). Religioso benedictino de Silos.
Salazar (Adolfo). (A. S.). Compositor y musicógrafo.
San Miguel de la Cámara (Maximino). (M. S. M. de la C.). Catedrático de Geología de la Universidad de Barcelona.
Santa María (Juan). (J. S.). Floricultor.
Serra (Jaime). (J. S.). Cartógrafo y dibujante.
Tellado (José). (J. T.). Abogado.
Terradas (Esteban). (E. T.). Ingeniero.

…que resisten la guerra, el franquismo y la restauración borbónica

Deseaban los editores que los suplementos tuvieran periodicidad anual (habían descartado el ritmo mensual, pues no querían convertirlos en una revista), pero las circunstancias impidieron cumplir tales propósitos. El segundo suplemento se publicó en plena Guerra Civil, en el Madrid republicano. Y hasta 1944 no aparecieron los dos volúmenes que cubren ese difícil periodo 1936-1939. La institución de los suplementos de la Espasa ha logrado superar el primer siglo de edad de la obra, entrando bien en el siglo XXI (en 2011 apareció su volumen 37), y resistirán mientras sus vetustos suscriptores los hagan económicamente sostenibles. Ofrecen informes temáticos de valor muy desigual.

En 1983 publicaron un volumen llamado Index, que ofrece un índice de los suplementos publicados hasta 1980, y en 1996 un nuevo Apéndice A-Z, que ocupa un solo volumen. En buena medida eran parches para intentar mantener viva una obra que, a pesar del progreso de la tecnología al servicio de la información, la documentación y las artes gráficas, era ya imposible sustituir por otra que, de verdad, mantuviese el carácter de exhaustividad enciclopédica al que podía aspirarse a comienzos del siglo XX.

Ofrecemos la relación de los complementos de la Enciclopedia Espasa, por fecha de publicación:

1935  Suplemento 1934
1938Suplemento 1935
1944Suplemento 1936-1939 (1º y 2º)
1948Suplemento 1940-1941
1950Suplemento 1942-1944
1953Suplemento 1945-1948
1955Suplemento 1949-1952
1957Suplemento 1953-1954
1960Suplemento 1955-1956
1961Suplemento 1957-1958
1964Suplemento 1959-1960
1966Suplemento 1961-1962
1968Suplemento 1963-1964
1970Suplemento 1965-1966
1973Suplemento 1967-1968
1975Suplemento 1969-1970
1978Suplemento 1971-1972
1980Suplemento 1973-1974
1981Suplemento 1975-1976
1982Suplemento 1977-1978
1983Suplemento 1979-1980 + Index 1934-1980
1985Suplemento 1981-1982
1987Suplemento 1983-1984
1989Suplemento 1985-1986
≈1991Suplemento 1987-1988
≈1992Suplemento 1989-1990
1993Suplemento 1991-1992
≈1995Suplemento 1993-1994
1996Apéndice A-Z
≈1997Suplemento 1995-1996
1999Suplemento 1997-1998
2001Suplemento 1999-2000
2003Suplemento 2001-2002
2004Apéndice 1934-2004 (8 vols.) + El siglo de la Espasa
2005Suplemento 2003-2004
2007Suplemento 2005-2006
2009Suplemento 2007-2008
2011Suplemento 2009-2010

Durante el siglo XX la Enciclopedia Espasa llegó a sumar 120 volúmenes (72 del cuerpo principal + 10 del apéndice + 31 suplementos 1934-1998 + 1 de Index + 1 de apéndice A-Z + 1 atlas), y sus editores pregonaban que sumaba más de 165.000 páginas, 200 millones de palabras, 197.000 ilustraciones en negro, 4.500 láminas a color, 5.000.000 citas bibliográficas y 100.000 biografías. En el siglo XXI van aparecidos seis volúmenes de suplementos (1999-2010), más otros ocho de un segundo Apéndice 1934-2004, y otro conmemorativo (El siglo de la Espasa, DL 2004, Madrid 2005, 514 páginas); y van 135 volúmenes…

Las reimpresiones que durante un siglo mantuvo su editor en catálogo lo eran de los tomos publicados durante el primer tercio del siglo XX. Como es natural muchos de los artículos pronto tuvieron un interés más bien arqueológico, pero otros, siempre teniendo en cuenta la fecha, ofrecen mucha información que no siempre se encuentra en obras más recientes. Debe advertirse además que, como es natural en obra tan extensa, los errores son abundantes, y constituye un buen entretenimiento perseguir gazapos que, procedentes del Espasa, reaparecen una y otra vez de la mano de autores poco cuidadosos que no contrastan los datos y creen en su ingenuidad cuanto está impreso.

En pleno auge ideológico de la mal llamada «memoria histórica», larvada en España por la oposición durante el segundo mandato de Aznar y que había de granar en tiempos del nefasto Zapatero, Espasa Calpe, alertada por el auge de las enciclopedias electrónicas en cederrón durante los finiseculares años noventa, y sobre todo por la imparable adaptación del género a internet (wikipedia nació en enero de 2001), intentó un quiebro que diera continuidad al gran negocio que venía suponiendo vender toneladas y toneladas de papel impreso encuadernado de su obra casi centenaria, publicando en 2004, sobre soporte vegetal, los ocho tomos de un segundo Apéndice 1934-2004 de la Enciclopedia Espasa y presentando el nuevo conjunto global de la obra como compuesto por 90 volúmenes: los 72 del cuerpo original de la obra del primer tercio del siglo XX, los diez del primer apéndice y estos ocho dispuestos en los albores del siglo XXI. Es decir, el nuevo Apéndice 1934-2004 buscaba enlazar directamente con la obra que quedó culminada en los primeros años de la República, en un frustrado renacimiento comercial de la nueva Espasa en 90 volúmenes, donde los miles y miles de páginas de los suplementos publicados durante las décadas del franquismo y las tres primeras de la restauración borbónica quedaban sustituidos por un nuevo apéndice que borraba la historia y la continuaba donde la había dejado interrumpida la República. Puede verse un análisis parcial de este nuevo apéndice en:

→ Gustavo Bueno Sánchez, «Los doscientos setenta y dos filósofos del Apéndice 1934-2004 de la Enciclopedia Espasa», El Catoblepas, nº 34, página 24, diciembre 2004.

«Bicicleta» o la evolución de las novedades tecnológicas

bicicleta Espasa

Uno de los artículos más famosos de la Enciclopedia Espasa es el dedicado a la Bicicleta, publicado en 1910 (tomo 8, páginas 745-761). Cuenta con 47 láminas y está organizado en las siguientes secciones: Historia, Teoría de la bicicleta, Transmisión del movimiento, Cambio de desarrollo, Rueda libre, Construcción de algunos órganos principales de la bicicleta, Usos de la bicicleta en el ejército, Modo de montar en bicicleta y de conservar la máquina e Higiene de la bicicleta. Imagínese el lector qué podría haberse escrito sobre la bicicleta entonces, mientras busca ese tomo octavo, y al leer el artículo podrá volver a confirmar que la realidad supera la imaginación más desbordada.

La Enciclopedia Espasa se mantuvo durante todo el siglo XX en el catálogo de los libros nuevos que ofrecía su editor, que reimprimió varias veces volúmenes redactados muchas décadas atrás. De manera excepcional algunos artículos merecieron pequeñas modificaciones, que incluso han pasado desapercibidas a hermeneutas espasitas y en las que no suelen reparar esos lectores poco cuidadosos que no dedican sus ocios a comparar las distintas reimpresiones. Un ejemplo curioso se encuentra precisamente en el mencionado artículo Bicicleta, en el que, a partir de una fecha por determinar, se cambiaron unas pocas líneas: se dejó de instar al jinete de la novísima máquina a ir provisto de revólver o pistola. Transcribimos a doble columna las dos versiones de los epígrafes finales del famoso artículo:

Bicicleta

Versión «clásica»

Versión «moderna»

 

Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana, Tomo 8, Hijos de J. Espasa, Barcelona 1912, páginas 760-761.

Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana, Tomo 8, Espasa-Calpe S.A., Madrid 1979, páginas 760-761.

 

Modo de montar en bicicleta
y de conservar la máquina

Es preciso, ante todo, que el que monta no tenga miedo a las caídas. Es además conveniente que los brazos no estén rígidos. Hay varios sistemas de montar; los más usados consisten en servirse del pedal, o mejor montar teniendo la máquina entre piernas. Para apearse, lo más cómodo es hacerlo por el pedal; algunos lo hacen por detrás y también apoyando el pie en una acera próxima. El eje del pedal ha de estar al tercio de la longitud de la planta del pie a contar desde los dedos. Al mover los pedales conviene que la punta del pie se halle dirigida un poco hacia abajo. Para sostenerse, si la máquina se inclina hacia un lado, basta girar el manillar de modo que la máquina tienda a desviarse hacia el mismo lado.

La máquina ha de conservarse limpia de polvo, barro y orín. El polvo se quita con un plumero y luego una gamuza seca; si hay barro hay que lavar antes. Es conveniente que la gamuza esté impregnada de petróleo. Las transmisiones y gorrones deben estar bien engrasados. En verano puede emplearse grasa como lubrificante. De tiempo en tiempo es conveniente limpiar todas las piezas con petróleo. Para efectuar las operaciones de desmontar y montar la máquina es conveniente o disponerla al revés, con las ruedas hacia arriba, o mantenerla en un soporte especial. Para reparar el neumático, una vez visto en qué punto del mismo está el defecto, se limpia cuidadosamente la cámara neumática y el trozo de caucho que ha de tapar el agujero, se engoman los dos en las caras que han de estar en contacto y se aplican luego cuidadosamente.

Cuando se emprende una excursión en bicicleta es necesario llevar consigo un farol, una bomba, un neumático, una camisa de dormir (de seda), medias y pañuelos, una camiseta, un revólver y un mapa. Es práctico llevar varios botones y el dinero y el reloj en un cinturón, al cual irá sujeto la pistola o revólver.

En las carreras modernas el ciclista va precedido de una motocicleta, alcanzándose así velocidades mucho mayores. El efecto de los entrenadores es cortar el aire y producir una aspiración del mismo delante del ciclista, aparte de evitar a éste la fatiga cerebral que exige el cuidar de conservar la velocidad lo más constante posible, en cuyas condiciones el trabajo realizado en un tiempo dado es mínimo. Distínguense los corredores en dos clases, los «sprinters» y los «stayers». Los primeros tienden a alcanzar la mayor velocidad, los segundo a hacer el mayor recorrido. A los últimos se les llama también «de fondo».

Modo de montar en bicicleta
y de conservar la máquina

Para montar en bicicleta es preciso no tener miedo, sujetar el manillar con flexibilidad y mirar al frente y no al suelo. Es más fácil sostenerse con cierta velocidad, que yendo despacio.

La forma más corriente de montar es poner el pie izquierdo sobre el pedal correspondiente y dar con el derecho, apoyado en el suelo, varios envites a la máquina; luego se pasa la pierna derecha sobre la rueda trasera y el pie busca su pedal. Los hombres cómodos o poco ágiles y el elemento femenino, con su bicicleta especial, se montan á caballo y apoyando un pie en el suelo, en el bordillo de la acera, &c., dan el impulso inicial con el otro pie colocado sobre el pedal, previamente situado éste en el punto más alto de la circunferencia que describe. Para apearse, se suelen usar procedimientos inversos. Sobre el pedal debe apoyarse solamente el tercio anterior del pie. Si la máquina se inclina hacia un lado, basta girar levemente el manillar hacia ese mismo lado; pero hay que tener en cuenta que, al dar las vueltas, la máquina se inclina siempre naturalmente hacia el interior de la curva, y que esa inclinación, si no se lleva velocidad excesiva, no debe rectificarse, pues se cambiaría la dirección de la marcha que se desea.

La bicicleta ha de conservarse limpia de polvo, barro y orín. El polvo se quita con un plumero o un trapo suave; el barro, lavando con chorro de agua, y el orín se evita limpiando sistemáticamente con petróleo o gasolina las partes no pintadas. De vez en cuando es conveniente limpiar todas las piezas con petróleo. Para efectuar las operaciones de desmontar y montar la máquina, cambiar la cubierta, &c., se coloca la bicicleta del revés, apoyada en el manillar y el sillín. Para reparar el neumático, una vez localizado el punto en que se encuentra el pinchazo, se limpian la cámara y el trozo de goma que ha de tapar el agujero, se untan ambos con disolución en las caras que han de estar en contacto y se aplican luego cuidadosamente.

La bicicleta debe ir provista siempre de farol, bomba, disolución y goma para parches, algunas herramientas fundamentales (llave inglesa, alicates, &c.), y si se sale de excursión, una cámara de repuesto y varios eslabones para la cadena de transmisión.

En los recorridos largos, si son varios los ciclistas, conviene ir uno detrás de otro para ahorrar energías y sucederse en el puesto de cabeza para repartir el mayor esfuerzo requerido. Por eso, en algunas carreras, el ciclista va precedido por una motocicleta, porque ésta corta el aire y evita a aquél el esfuerzo cerebral que exige el cuidar de mantener una velocidad lo más constante posible. Se distinguen dos clases de ciclistas: los sprinters y los stayers. Los primeros tienden á alcanzar la mayor velocidad, los segundos, á efectuar el mayor recorrido; en España se los suele llamar, más propiamente, corredores de velocidad y de fondo.

 

Higiene de la bicicleta

Según el médico inglés Herschell, el ejercicio de montar en bicicleta hecho con moderación es saludable, pero sin ella es muy peligroso. Es indispensable una máquina bien construida, el sillín ha de ser cómodo para evitar irritaciones (prostatitis); el manillar no ha de ser muy bajo, debiendo estar el ciclista casi vertical, para lo cual las manecillas y el sillín se disponen generalmente a igual altura. El desarrollo no debe ser excesivo; 6 m. en terreno plano y 5 en montañoso, pueden considerarse como límites, que para señoras deben disminuirse en un 20 por 100. El piñón libre es recomendable siempre que se lleve freno. La bicicleta es de utilidad para los enfermos que necesitan actividad en la respiración, debiendo practicarse el ejercicio en el campo. Es también saludable para los nerviosos en las mismas condiciones. Practicado sin moderación el ejercicio de la bicicleta es de los más funestos. Los cansancios repetidos ocasionan hipertrofia y otras enfermedades del corazón, dándose el caso de que algunos de los más afamados corredores se han visto libres del servicio militar por esta causa. Un afecto del pulmón puede ser origen de hemorragias. Cuando existe enfisema debe proscribirse la bicicleta por la dificultad en la respiración. Cuando los riñones no funcionan bien, el uso de la bicicleta puede ocasionar accidentes. Es saludable a los neurasténicos, cuando se practica su ejercicio en el campo. En todos los casos conviene que el que se dedica a este ejercicio consulte á un médico sobre la conveniencia del mismo. Debe considerarse como un ejercicio penoso y sumamente perjudicial el montar un triciclo destinado al transporte de objetos, sobre todo por gente joven. En algunos sitios está prohibido. El ciclista debe tomar alimentos de digestión fácil, evitar el uso del alcohol, tomando mejor caldo como estimulante, mezclado con extracto de carne. Cuando existe cansancio excesivo o agotamiento, el mejor remedio es el reposo tranquilo, como la siesta. En las motocicletas el vestido debe ser grueso aun en verano, bien ajustado, de paño, y deben protegerse los ojos con lentes. No deben recorrerse más de 150 kilómetros por día en terreno llano, ni a más velocidad de 15 kms. por hora.

Higiene de la bicicleta

El deporte de la bicicleta practicado con moderación es saludable, pero sin ella es muy peligroso. El sillín ha de ser cómodo para evitar irritaciones (prostatitis); el manillar no ha de ser muy bajo, debiendo estar el ciclista casi vertical, para lo cual las manecillas y el sillín se disponen generalmente á igual altura. El desarrollo no debe ser excesivo; 6 m. en terreno plano y 5 en montañoso pueden considerarse como límites, que para señoras deben disminuirse en un 20 por 100. El piñón libre es recomendable siempre que se lleve freno. La bicicleta es de utilidad para los enfermos que necesitan actividad en la respiración; pero debe practicarse su ejercicio no en la ciudad, sino en el campo. Es también saludable para los nerviosos en las mismas condiciones. Los cansancios repetidos ocasionan hipertrofia y otras enfermedades del corazón, dándose el caso de que algunos de los más afamados corredores se han visto libres del servicio militar por esta causa. Un afecto del pulmón puede ser origen de hemorragias. Cuando existe enfisema debe proscribirse la bicicleta por la dificultad en la respiración. Cuando los riñones no funcionan bien, el uso de la bicicleta puede ocasionar accidentes. Es saludable á los neurasténicos cuando se practica su ejercicio en el campo. En todos los casos conviene que el que se dedica á este ejercicio consulte á un médico sobre la conveniencia del mismo. Debe considerarse como un ejercicio penoso y sumamente perjudicial el montar un triciclo destinado al transporte de objetos, sobre todo por gente joven. En algunos sitios está prohibido. El ciclista debe tomar alimentos de digestión fácil, evitar el uso del alcohol, tomando mejor caldo como estimulante, mezclado con extracto de carne. Cuando existe cansancio excesivo o agotamiento, el mejor remedio es el reposo tranquilo, como la siesta. En las motocicletas el vestido debe ser grueso aun en verano, bien ajustado, de paño, y deben protegerse los ojos con lentes. No deben recorrerse más de 150 kilómetros por día en terreno llano, ni a más velocidad de 15 kms. por hora.

 

«Concordancias» o como demorar 17 años la publicación de un artículo

El redactor o colaborador de la Enciclopedia Espasa encargado de elaborar la entrada dedicada a las concordancias (que entonces lo eran por antonomasia de la Biblia, pues de hecho no existían aún concordancias de otros textos) no logró terminar su artículo en 1912, cuando se publicó el tomo 14 que alfabéticamente debía contener ese término. Pero tampoco renunció a publicar tal entrada, privando a la enciclopedia de una exposición que, sin duda, estaba preparando cuidadosamente, y se sirvió del recurso de prometer al lector tales explicaciones bajo otro rótulo que, por orden alfabético, habría de publicarse más adelante: Concordancias de la Biblia… ver Escrituras.

Tempus fugit, y cuando hubo que cerrar la entrada dedicada a las Escrituras sagradas, que apareció en el tomo 20, en 1915, tampoco tenía ultimada su explicación de las concordancias. El agobiado redactor recordó la promesa y la renovó, pero le volvió a suceder lo mismo, una y otra vez. Al final, ¡diecisiete años después!, y tras un total de seis demoras sucesivas, en las que ingeniosamente siempre supo ir encontrando otra entrada cada vez más postergada en el orden alfabético, las cinco eruditas columnas dedicadas a las Concordancias de la Sagrada Escritura, maduradas durante tanto tiempo, encontraron acomodo en la voz Testamento, tomo 61, en 1928. ¿Cuántos lectores coetáneos a la publicación de la Espasa sufrieron con ansiedad los sucesivos retardos? ¿Cuántos habrán fallecido a lo largo de aquellos años, angustiados por tanta espera, sin saber que la Espasa acabaría por cumplir lo prometido? ¿Cuantos lectores de esta enciclopedia, a lo largo de más de un siglo, habrán recorrido el siguiente itinerario por siete tomos distintos de la obra?:

Concordancias

1912 Enciclopedia Espasa, tomo 14, página 993, al final del artículo Concordancia:

Concordancias de la Biblia. Bibl. V. Escrituras (Sagradas)

1915 Enciclopedia Espasa, tomo 20, página 977, al principio del artículo Escrituras Sagradas:

Escrituras Sagradas. El título de Escrituras Sagradas comprende los mismos tratados a cuestiones que suelen estudiarse en la Introducción general a las Sagradas Escrituras, y son: […] y 7º Los principios y normas de la hermenéutica o exégesis que han de guiar para la exacta interpretación del texto sagrado, donde entra el estudio histórico de la exégesis a través de los siglos, de los principales comentarios que se han escrito, de los medios que sirven para la recta interpretación, como son las concordancias… De estas cuestiones, la mayor parte, por su importancia y substantividad, merecen ser tratadas separadamente: […] la séptima en Exégesis.

1924 Enciclopedia Espasa, tomo 22, página 1512, artículo Exégesis bíblica:

Exégesis bíblica. V. Hermenéutica.

1925 Enciclopedia Espasa, tomo 27, página 1205, artículo Hermenéutica:

Hermenéutica. Arte de interpretar textos para fijar su verdadero sentido. Se aplica especialmente a la interpretación de lo que es simbólico. V. Interpretación y Sagradas Escrituras.

1926 Enciclopedia Espasa, tomo 28-2ª, página 1835, al final del artículo Interpretación:

Interpretación. Rel. V. Sagradas Escrituras.

1926 Enciclopedia Espasa, tomo 52, página 1246, dentro del artículo Sagrado:

Sagradas Escrituras. Rel. Por otros nombres, Sagradas Letras, Escritura, Biblia. Son los escritos inspirados que forman el Antiguo y el Nuevo Testamento. La vasta y compleja materia comprendida con este título se trata en los varios artículos de esta Enciclopedia: Biblia, Escrituras Sagradas, Evangelios, Pentateuco, Reyes (Libro de los), Sabiduría (Libro de la) y sobre todo en Testamento (Antiguo y Nuevo), donde se halla desarrollado especialmente lo relativo a Concordancias, Exégesis o Hermenéutica, Inspiración, Interpretación, Versiones, &c.

1928 Enciclopedia Espasa, tomo 61, páginas 155-158, dentro del artículo Testamento:

Testamento… → Concordancias de la Sagrada Escritura

Relación de redactores y colaboradores desvelada en 1923

«De la enorme lista de colaboradores que figura al principio del tomo XXI de la Enciclopedia se puede asegurar que […] la mayor parte no han escrito casi nada para la Enciclopedia, y que los demás se han limitado a redactar alguna nota breve o mandar algún material por si podía aprovecharse. Pero a los intereses de la propaganda convenía dar sensación de grandiosidad en todo, ya que la magnitud de la obra sugiere por sí misma un numeroso cuerpo de redacción y colaboración.» (José Pérez Hervás, Espakalpe, Barcelona 1935, pág. 139.)

Los artículos de la Espasa no llevan firma, pero en 1923 (tomo 21, página I-XI) los editores decidieron hacer públicos los nombres que formaban su Cuerpo de Redacción y los de quiénes venían ejerciendo como Colaboradores. Relación de 33 y 614 nombres que transcribimos literalmente:

Cuerpo de Redacción

Aranzadi, Telesforo de. Catedrático de Antropología en la Universidad de Barcelona.
Artamendi, José G. de. Escritor.
Ballester, José María. Escritor.
Barnils, Pedro. Filólogo.
Bosch y Gimpera, Pedro. Catedrático de Historia Universal antigua y media de la Universidad de Barcelona.
Brugués, Casimiro. Doctor en Ciencias Químicas y catedrático.
Canibell, Eudaldo. Técnico de Artes gráficas y bibliófilo.
Castañer, Pablo. Doctor en Filosofía y Letras.
Castillo, Gonzalo del. Catedrático de Derecho político comparado en la Universidad de Barcelona.
Coroleu, Wifredo. Doctor en Medicina.
Domenge, Miguel. Teniente coronel de Ingenieros y escritor.
Durán, Heriberto. Comandante de Ingenieros y escritor.
Espiau, Tomás. Capitán de la Marina mercante.
Faura y Sans, Mariano, Pbro. Catedrático de la Escuela Superior de Agricultura y auxiliar de Ciencias Naturales en la Universidad de Barcelona.
Gil Silvestre, Ángel. Abogado y escritor.
Girona y Trius, Pedro J. Catedrático de la Escuela Especial de Agricultura de Barcelona.
Gispert, Federico María de. Abogado y escritor.
González Llubera, Ignacio. Catedrático de la Universidad de Belfast, Irlanda.
Iglesias, Dalmacio. Doctor en Derecho.
Iglesias, Emigdio. Ingeniero-Director de la «Constructora Naval» en Cádiz.
Marfil, Mariano. Ex Subsecretario de la Presidencia del Consejo de Ministros y escritor.
Masriera, Arturo. Doctor en Filosofía y Letras, publicista y catedrático.
Massaguer, Enrique. Publicista y traductor de lenguas vivas.
Molina, Domingo. Abogado y escritor.
Orts Climent, Tomás. Escritor.
Pérez Hervás, José. Publicista, crítico de Arte y traductor de idiomas.
Rioja Martín, José. Catedrático de Zoografía de animales inferiores y moluscos, de la Universidad Central.
Rossell, Pedro Mártir. Catedrático de la Escuela Superior de Agricultura de Barcelona.
Salvador Borrás, Juan. Perito agrícola y ayudante de la Sección Agronómica de Cataluña.
Serra Hunter, Jaime. Catedrático de Historia de la Filosofía en la Universidad de Barcelona.
Terradas é Illa, Esteban. Ingeniero.
Pintor y dibujante: Luis Alvarez Brugués.
Cartógrafo y litógrafo: Jaime Serra.

Colaboradores

Abad, José T. Escritor uruguayo.
Abadal, Rvdo. P. Juan de, S.J. Profesor de Teología y de Historia Eclesiástica.
Abril, Manuel. Escritor y crítico de Arte.
Aguilera y Arjona, Alberto. Escritor y político.
Aguirre, José. Director del Museo Etnográfico Vasco de San Sebastián.
Álamo, Rvdo. P. Basilio, O.S.B. Escritor.
Álamo Alonso, Manuel. Publicista.
Alarcón, Maximiliano. Catedrático de árabe en la Escuela de Comercio de Barcelona.
Albareda, Rvdo. P. Anselmo, O.S.B. Profesor de Arqueología y Literatura.
Albocacer, Rvdo. P. Fray Agustín, O.M.C. Escritor.
Alcocer, Rvdo. P. Fray Rafael, O.S.B. Escritor.
Alegría, José. Abogado.
Aleu, J. Litógrafo.
Algarra y Postius, Jaime. Catedrático de Economía Política y Hacienda Pública en la Universidad de Barcelona.
Almeida Braga, Carlos da. Escritor brasileño.
Alonso, Hilario. Meteorólogo.
Alonso Rodríguez, Honorio. Abogado.
Alós, Ramón de. Abogado y sigilógrafo.
Altadill, Julio. Cronista de la provincia de Navarra.
Alvarez González, Manuel. Ingeniero de minas.
Alvarez Sereix, Rafael. Cartero honorario é ingeniero geógrafo.
Alvarez Ude, José. Catedrático de Geometría descriptiva en la Universidad Central.
Allué, Miguel. Director del Instituto de Zaragoza.
Amengual, Bartolomé. Economista y publicista.
Amo, Bruno del. Escritor taurino.
Anselmo Próspero, Hermano. Director del Colegio de los Hermanos de la Doctrina Cristiana de la Bonanova, Barcelona.
Antignac, Teófilo. Traductor de Lenguas.
Antón, Manuel. Catedrático de la Universidad Central y director del Museo Antropológico.
Arboleda, Vicente J. Cónsul de Colombia en Barcelona.
Arco, Ángel del. Historiador y Jefe del Cuerpo de Arqueólogos y Bibliotecarios.
Arco, Ricardo del. Catedrático y cronista de la Provincia de Huesca.
Armas y Cárdenas, Sr. de. Escritor cubano.
Arnáiz, P. Gregorio, O.P. Escritor.
Arnau y Artigas, Alfonso. Capitán de la Marina mercante.
Arosemena, Julio A. Escritor panameño.
Arquedas, Alcides. Escritor y diplomático boliviano.
Arriaga, E. D. Publicista.
Arriola, Inocencio. Escritor y diplomático mejicano.
Arrubla, Gerardo. Escritor colombiano.
Artigas, Manuel. Director de la Biblioteca Nacional Filipina.
Artiñano y Galdácano, Pedro Miguel de. Ingeniero industrial.
Azcona, José María. Escritor.
Azpeitia y Moros, Florentino de. Ingeniero de minas.
Babin, Rvdo. Fr. Esteban, O.S.B. Escritor.
Balot, Arturo. Licenciado en Filosofía y Letras.
Bambaren, Dr. Carlos A. Médico y escritor peruano.
Banús, Carlos. General de división, correspondiente de la Real Academia de la Historia.
Baradat, Claudio. Ingeniero industrial.
Baradat, Juan. Ingeniero industrial.
Barado y Font, Francisco. Escritor militar.
Barberena, Santiago. Abogado é ingeniero salvadoreño.
Bardavíu Ponz, Vicente, Pbro. Escritor.
Barjau Pons, Francisco. Catedrático de Lengua arábiga, en la Universidad de Barcelona.
Baró, Fernando. Ingeniero de montes, catedrático de la Escuela Especial de Ingenieros de Montes.
Baró, Teodoro. Abogado, literato y periodista.
Barrado, Augusto. Musicógrafo.
Barzanallana, Manuel G. Abogado y publicista.
Bascones, Rogelio. Escritor peruano.
Bassegoda y Musté, Buenaventura. Arquitecto y catedrático auxiliar de la Universidad de Barcelona.
Bataller, F. R., Pbro. Doctor en Ciencias Naturales.
Bayod, Dr. Martín. Farmacéutico de Cámara de Su Majestad.
Beltrán y Villagrasa, Pío. Catedrático, numísmata y publicista.
Bermúdez, José A. Presbítero colombiano.
Bertendona, Francisco de. Restaurador de cuadros antiguos.
Beruete, Aureliano de. Director del Museo del Prado.
Berrueta, Juan D. Secretario del Instituto de Salamanca.
Biada y Biada, Dr. Médico y escritor.
Bisbal, P. Luis. M.S.C. Escritor.
Blanco Sánchez, Rufino. Catedrático de la Escuela Superior del Magisterio.
Blanch y Benet. Doctor en medicina y académico.
Blanqué, Manuel. Médico y farmacéutico.
Blay Pigrau, Andrés. Escritor y médico paraguayo.
Blázquez, Antonio. Intendente de división.
Bofarull, Francisco de. Archivero y publicista.
Bolíbar Coronado, Rafael. Literato venezolano.
Bonilla y San Martín, Adolfo. Catedrático de Psicología Superior en la Universidad Central.
Bover, Rvdo. P. José María. S. J. Profesor de Sagrada Escritura.
Buen, Odón de. Catedrático de Mineralogía y Botánica en la Universidad de Madrid.
Burch, Conde de. Diplomático peruano.
Busquets, Juan. Artífice.
Busquets y Gurina, José. Secretario y profesor de la Escuela Especial de Comercio.
Caballé, Rvdo. P. Domingo, O.S.B. Director del Observatorio de Montserrat.
Cabarrús, Luis Fernández de Angulo Semprún, Vizconde de Rambouillet, Conde de. Abogado.
Cabot, Emilio. Artista y arqueólogo.
Cabrera, Felipe Blas. Catedrático de Electricidad y Magnetismo en la Central.
Cabrera, Francisco. Escritor.
Cabrera Latorre, Ángel. Disecador del Museo de Ciencias Naturales de Madrid.
Calpena y Ávila, Reverendo Padre Luis. Orador sagrado.
Calvo, Ignacio. Escritor.
Canales Casero, Ángel. Escritor.
Canella y Secades, Fermín. Ex rector de la Universidad de Oviedo.
Cantuer, P. Julián, C.M.F. Misionero del Corazón de María en el Brasil.
Cárdenas, Juan. Escritor.
Cardó, Dr. Carlos, Pbro. Canónigo y escritor.
Cardoner y Vidal, Baltasar. Ex profesor auxiliar de Derecho canónico en la Universidad de Barcelona.
Carracido, José R. Catedrático de Farmacia y rector de la Universidad Central.
Carranza, Ramón. Contraalmirante y escritor.
Carrasco, Pedro. Catedrático de Física matemática en la Universidad Central.
Carré Aldao, Eugenio. Escritor.
Carreras Artau, Tomás. Catedrático de Ética en la Universidad de Barcelona.
Carreras Candi, Francisco. Abogado e historiador.
Carrió, Fray Salvador, O.F.M. Escritor.
Carvallo, P. Jesús. Naturalista.
Casa Canterac, José Losada Canterac, Conde de. General de brigada.
Casades y Gramatxes, Pelegrín. Abogado y arqueólogo.
Casal, Conde de. Escritor.
Casares, Antonio. Naturalista.
Casas, Ramón. Pintor.
Cascales Muñoz, José. Escritor.
Cascón, Rvdo. P. Miguel, S.J. Escritor.
Castaing, Sofía. Escritora argentina.
Castañeda y Alcober, Vicente. Archivero-bibliotecario del Consejo de las Ordenes Militares.
Castellanos, Joaquín. Escritor argentino.
Castellanos, María Luisa. Escritora.
Castelló, Salvador. Avicultor.
Castro, Rvdo. P. Antonio, S.J. Escritor uruguayo.
Catalina y Cobo, Mariano. Arqueólogo y catedrático.
Cayuela, Arturo María, S.J. Profesor de Humanidades.
Cazurro y Ruiz, Manuel. Catedrático de Historia Natural y de Fisiología e Higiene en el Instituto de Barcelona.
Cebrián Mezquita, Luis. Poeta e historiador.
Cejador, Evaristo. Abogado.
Celestino, José. Hermano marista y escritor.
Cirera y Salse, Luis. Doctor en Medicina.
Clavell, Reverendo P. Mariano, S.J. Profesor de Filosofía.
Clavijo y Carrasco, Francisco. Escritor.
Colina, José Manuel de la. Escritor peruano.
Colomé, Rvdo. P., O.S.B. Publicista y arqueólogo.
Coll y Salieti, Narciso. Técnico de Artes gráficas.
Coll y Toste, Cayetano. Historiador portorriqueño.
Comas, Dr. Médico radiólogo.
Comas y Solá, José. Director del Observatorio Fabra de Barcelona.
Comba y García, Juan. Profesor de indumentaria del Real Conservatorio de Música y Declamación.
Condeminas Mascaró, Francisco. Vicedirector de la Escuela Especial de Náutica y catedrático del Instituto de Barcelona.
Cordero, Luis. Botánico ecuatoriano.
Córdova, Sixto, Pbro. Escritor.
Corriveau, José Eugenio. Literato canadiense.
Cortejón y Lucas, Clemente, Presbítero . Director del Instituto de Barcelona.
Cortés, Eusebio. Literato colombiano.
Cortés, Narciso Alonso. Catedrático y director del Instituto de Valladolid.
Costa, Rvdo. P. Agustín, O.S.B. Profesor de Filosofía y Humanidades.
Cotarelo y Mori, Emilio. Secretario de la Real Academia de la Lengua.
Cuello y Calón, Eugenio. Catedrático de Derecho penal en la Universidad de Barcelona.
Curiel, Rvdo. P. Fausto, O.S.B. Profesor de Historia y bibliotecario.
Curt-Hosseus, Dr. Karl. Catedrático argentino.
Cusf, Rafael. Botánico y farmacéutico.
Cutrina, J. Técnico relojero.
Christensen, Juan. Literato argentino.
Dalmau, Rvdo. P. José Má, S.J. Profesor de Sagrada Escritura.
D'Arcy, Rvdo. P. Mateo, S.J. Profesor de Teología escolástica.
Dedeu, Rvdo. P. Antonio, S.J. Profesor de Filosofía y de Moral.
Delgado, Luis. Archivero de Alcalá de Henares.
Delmás, P. Francisco Javier, S. M. Escritor.
Delpont, Jules. Literato rosellonés.
Déniz, Rvdo. P. Aniceto, S. J. Profesor.
Deschamps, Enrique. Literato e historiador dominicano.
Devoto, Luis. Literato chileno.
Díaz, Rvdo. P. Antonio, C.M.F. Escritor.
Díaz Casabuena, Marcelino. Teniente coronel de Artillería.
Díaz Pérez, Viriato. Literato paraguayo, jefe del Archivo general de Asunción.
Diego, José de. Literato portorriqueño.
Díez, Manuel. Literato y cronista de León.
Díez Canedo, Enrique. Literato.
Doménech, Ignacio. Técnico culinario.
Domínguez, Rvdo. P. Dionisio, S.J. Profesor de Filosofía.
Domínguez Berrueta, Juan. Catedrático de Matemáticas del Instituto de Salamanca y musicógrafo.
Do Porto, Luis. Profesor de Geografía.
Dos Fuentes, Marqués de. Diplomático.
Dubois, Antonio. Sociólogo.
Dueso, Rvdo. P. José, C.M.F. Escritor y Director del Iris de Paz.
Durán y Durán, Manuel. Dibujante y escritor.
Dusmet, Mariano. Director del Museo de Artillería.
Echandia, Marqués de. Director de la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos.
Echegaray, Carmelo. Cronista de las Provincias Vascongadas.
Echevarría, Emilio. Ingeniero industrial.
Eduardo Vives, Alberto. Literato chileno.
Elizondo, Rvdo. P., O.M.C. Escritor.
Elorrieta y Artaza, Octavio. Profesor de la Escuela Especial de Ingenieros de Montes.
Elorrieta y Artaza, Tomás. Catedrático de Derecho Político en la Universidad de Salamanca.
Escuder Bartolí, Manuel. Jefe de Estadística del Ayuntamiento de Barcelona.
Espinosa, Juan. Literato ecuatoriano.
Estrada, José. Dibujante.
Fabra, Pompeyo. Filólogo.
Fábrega y Cortés, Magín. Vicerrector y catedrático de Derecho en la Universidad de Barcelona.
Fabregat, Antonio. Escritor deportivo.
Farfán, Carlos. Escritor y taquígrafo.
Fernández, Enrique W. Literato colombiano.
Fernández, Jorge. Literato argentino.
Fernández, Rvdo. P. Santiago, C.M.F. Escritor.
Fernández Alonso, Benito. Escritor y cronista de la provincia de Orense.
Fernández Blanco, Joaquín. Literato chileno.
Fernández Coria, José. Literato argentino.
Fernández Guardia, Ricardo. Literato costarricense.
Fernández Núñez, Manuel F. Abogado y profesor.
Fernández Pradel, Jorge, S.J. Literato chileno.
Fernández Reyero, José, Pbro. Escritor.
Ferrá, Miguel. Historiador y archivero.
Ferrer, Rvdo. P. Anselmo, O.S.B. Director de la Escolanía de Montserrat.
Ferrer de Franganillo, Manuel. Ingeniero.
Ferrer y Robert, Antonio. Abogado y sociólogo.
Ferreres, Rvdo. P. Juan Bautista, S.J. Escritor canonista y profesor de Moral.
Fiallo Cabral, Arístides. Literato dominicano.
Fierro, Rvdo. P. Rodolfo, S. J. Escritor.
Figuera, Luis. Arquitecto.
Flores Caamaño, Alfredo. Literato ecuatoriano.
Florit, José María. Conservador de la Real Armería.
Folch Andreu, Rafael. Catedrático de Farmacia de la Universidad Central.
Folch y Torres, Joaquín. Director del Museo Arqueológico de Barcelona.
Font de Rubinat, Pablo. Abogado y bibliófilo.
Font y Fargas, José. Maestro nacional y periodista.
Font y Sagué, Norberto, Pbro. Geólogo.
Fontseré y Riba, Eduardo. Catedrático de Mecánica racional de la Universidad de Barcelona y director del Observatorio Meteorológico.
Fors, Luis R. Literato argentino.
Fort, Ignacio. Profesor de Magnetismo terrestre.
Fortuny, Antonio, Pbro. Escritor.
Francés, José. Escritor y crítico de Arte.
Frangenillo, Rvdo. P. Pelegrín, S.J. Naturalista.
Fredrich Domec, Luis. Escritor militar.
Fuente, Ricardo. Bibliotecario del Ayuntamiento de Madrid, escritor y cronista.
Fuente y Castillo, Antonio de la. General de división y escritor.
Furlong, Rvdo. P. Guillermo, S.J. Escritor norteamericano.
Fuster, Rvdo. P. Fernando, S. J. Prefecto de Estudios del Colegio Máximo de Sarriá.
Gache, Alberto I., Literato argentino, cónsul de la República Argentina en Barcelona.
Gálvez, José. Literato peruano. Ex cónsul del Perú en Barcelona.
Gancedo, Alejandro. Naturalista y escritor argentino.
García, Rvdo. P. Matías, O.P. Profesor de Teología.
García Acné, Carlos. Escritor.
García de Diego, Vicente. Catedrático de Latín del Instituto de San Isidro de Madrid.
García del Valle, José. Literato portorriqueño.
García Nieto, Rvdo. P. Luis, O.F.M. Escritor.
García Pardo, José. Periodista.
García Pérez, Rvdo. P. Agustín. Misionero del Sagrado Corazón de Jesús y escritor.
García Prieto, Bernardo. Literato salvadoreño.
Gaspar Remiro, Mariano. Catedrático de Lengua hebrea de la Universidad Central.
Gavilán, Juan. Literato chileno.
Gazulla, Rvdo. P., O.D.M. Escritor.
Getino, Rvdo. P. Luis, O.P. Escritor.
Gil, Rvdo. P. Hilarión, S.J. Escritor y director de El Siglo de las misiones.
Gil, Rodrigo. Ingeniero geógrafo.
Ginard de la Rosa, N. Literato.
Givanel y Mas, Juan. Literato y cervantista.
Goday Casals, José. Arquitecto.
Gómez, Julio. Bibliotecario del Conservatorio de Madrid y musicógrafo.
Gómez Aguado. Doctor en Medicina.
Gómez Moreno y Martínez, Manuel. Catedrático de Arqueología arábiga en la Universidad Central.
González Cando, Luis. Literato y autor dramático.
González Guinán, Francisco. Literato venezolano.
González Hontoria, Manuel. Diplomático y escritor.
González Palencia, Ángel. Escritor.
González Quijano, Arturo. Literato cubano.
González Rigabert, Federico. Escritor.
Graells, Guillermo. Escritor y sociólogo.
Granell, Miguel. Director del Colegio Nacional de Sordomudos y Ciegos.
Guarro, Francisco. Literato y doctor en Derecho.
Gudiol, José, Pbro. Director del Museo Arqueológico Episcopal de Vich.
Guerra, Rvdo. P. Juan Antonio. Consultor general de la Congregación de Misioneros de la Purísima Sangre.
Guillén García, Guillermo J. de. Ingeniero industrial.
Guirola, P. J. Literato guatemalteco.
Guitart, Rvdo. P. Ernesto, S.J. Sociólogo y profesor del Colegio del Sagrado Corazón de Barcelona.
Gummá, Alfredo. Abogado y geógrafo.
Guzmán, Federico de. Literato Colombiano.
Henao, Jesús María. Académico colombiano.
Heras, Rvdo. P. Enrique. S.J. Profesor y escritor.
Heredia, Rvdo. P. Vicente Beltrán de, O.P. Escritor.
Hernández Catá, Alfonso. Literato.
Hernández Luquero, Nicasio. Escritor.
Hernández Pacheco, Eduardo. Catedrático de Geología geognóstica y estratigráfica de la Universidad Central.
Hernández Sanz, Francisco. Historiador y periodista.
Herrera, Rvdo. P., S.J. Escritor.
Herrero Ducloux, Enrique. Vicedirector del Museo del Plata.
Herrero Miguel, A. Escritor.
Hesse, Carlos A. Profesor de Ciencias, chileno.
Holm, Fritz. Arqueólogo norteamericano.
Hollerung, Carlos. Catedrático de la Escuela Superior de Comercio de Brassó, Hungría.
Homs, Eladio. Pedagogo.
Hurtado Pérez, Publio. Historiador y académico correspondiente en Cáceres de la Real Academia de la Historia.
Ibero, Rvdo. P. José María, S.J. Profesor de Filosofía.
Igual, José de. Escritor.
Inglada Ors, Vicente. Comandante de E.M. Ingeniero jefe de la Estación sismológica de Toledo.
Inmaculada, Rvdo. P. Carmelo de la, O. C. D. Profesor.
Iriondo y de la Vara, Vicente. Literato cubano.
Janariz, Rvdo. P. Damián, C.M.F. Escritor.
Janer, Enrique de. Abogado.
Janer, Ignacio de. Bibliófilo.
Jardí y Borrás, Ramón. Catedrático auxiliar de la Facultad de Ciencias de Barcelona.
Jiménez, Rafael T. Literato chileno.
Jiménez Castellanos, Adolfo. General de brigada y escritor.
Jiménez Luque, Baldomero. Escritor.
Jori, Ramón. Delineante y litógrafo.
José Celestino, Hermano Marista. Escritor.
Juan José, Hermano de las Escuelas Cristianas. Escritor.
Junvent, Olegario. Pintor y escenógrafo.
Kerehjartó, B. Matemático húngaro.
Labra, Rafael María de. Político y escritor.
Laburu, Rvdo. P. José A. de, S.J. Profesor de Filosofía y director del Laboratorio Biológico del Colegio de Oña, Burgos.
Lafora, Juan. Escritor.
Laguía y Lliteras, Juan. Literato y sociólogo.
Lahitte, Eduardo. Literato argentino.
Lamana, Manuel. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos.
Lambert, Rvdo. P., O.S.B. Escritor.
Lampérez y Romea, Vicente. Arquitecto, ex director de la Escuela Superior de Arquitectura.
Laplana, Rvdo. P. Marcelino, C.M.F. Escritor.
Larra, Fernando. Escritor.
Lázaro, Blas. Naturalista y decano de la Facultad de Farmacia de Madrid.
Lazúrtegui, Julio de. Escritor.
Leizaola, Jesús María de. Literato.
Leymis, Oscar. Literato brasileño.
Lezica, Carlos E. Literato argentino.
Liñán y Heredia, Conde de Doña Marina, N. José de. Abogado y escritor.
López, Reverendo P. Atanasio, C.M.F. Escritor.
López, Reverendo P. Francisco, C.M.F. Escritor.
López, Rvdo. P. Tirso, O.S.A. Escritor.
López de Vicuña, Fray Gregorio, O.F.M. Escritor.
López y Lleras, Rudesindo. Escritor colombiano y catedrático de la Universidad Pontificia de Comillas.
Lozano, Francisco. Teniente coronel de Ingenieros.
Luna, Luis de. Abogado y juez de primera instancia.
Lunas Almeida, Jesús. Escritor.
Lynch, Julio A. Literato argentino.
Llagostera, Luis. Médico y publicista.
Llanos, Julio. Literato argentino.
Llatas, Alvaro. Catedrático de la Escuela de Ingenieros de Barcelona.
Lliurella, Pedro. Ingeniero agrónomo.
Llongueras, Juan. Director del Instituto de Gimnástica Rítmica y Plástica.
Maciá, Isidro. Licenciado en Filosofía y Letras y escritor.
Machado, Manuel. Escritor.
Macho-Quevedo, Emilio de. Abogado y escritor.
Maffiote, Luis. Escritor.
Magallón, Manuel. Del Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos.
Malagarriga, Juan. Escritor.
Maluquer, José. Ingeniero electricista.
Manich, Julián. Perito textil.
Manzoni, Cosme J. Literato paraguayo.
Maraury, Roberto. Escritor.
Marcet, Rvdmo. P. Antonio, O.S.B. Abad coadjutor de Montserrat.
Marcet, Rvdo. P. Adeodato F., O.S.B. Naturalista y profesor de Matemáticas.
Marcet, Jaime. Doctor en Ciencias Naturales.
Marconell, Emilio, Pbro. Escritor.
March, Rvdo. P. José María, S.J. Profesor y Escritor.
Marín, Diego. Escritor y administrador de la Alhambra de Granada.
Marín, Manuel. Oficial de Telégrafos.
Mariscal, Nicasio. Académico y bibliotecario de la Real Academia Nacional de Medicina.
Markanovic-Klajin, Dionisio. Escritor yugoeslavo.
Marquina, Rafael. Literato.
Martí, Carlos. Periodista cubano.
Martínez, Francisco. Abogado y secretario de la Diputación de Pamplona.
Martínez, Rvdo. P. Francisco A., O.P. Escritor.
Martínez, Matías. Historiador.
Martínez, Rafael. Literato mejicano y ex cónsul general de Méjico en Barcelona.
Martínez Páez, A. Literato uruguayo.
Marxuach, Rvdo. P. Francisco, S.J. Profesor de Teología.
Mas y Laglera, José. Escritor.
Maseras, Alfonso. Literato.
Massé, Raúl. Profesor de Idiomas.
Massó y Llorens, Manuel. Ingeniero industrial.
Mateos, Dr. Juan, Pbro. Escritor.
Maura y Gamazo, Gabriel. Jurisconsulto e historiador.
Melean, Trifón. Literato boliviano.
Mélida, José Ramón. Catedrático de Arqueología de la Universidad Central y Director del Museo Arqueológico Nacional.
Méndez Bejarano, Mario. Catedrático y Consejero de Instrucción Pública.
Mendoza, Rvdo. P. Miguel, S.J. Escritor.
Menéndez, Rvdo. P. Albino, O.P. Escritor.
Menéndez Pidal, Luis Ramón. Catedrático de Filología románica en la Universidad Central.
Mesanza, Fray Andrés, O.P. Literato colombiano.
Mhartin Guix, Enrique. Escritor.
Miguez y Cela, Fermín. Abogado.
Mínguez, Manuel. Escritor.
Miquel y Planas, Ramón. Bibliófilo y publicista.
Mira y López, E. Doctor en Medicina.
Miró y Ferrer, Gabriel. Literato.
Moneva y Pujol, Juan. Catedrático de Derecho canónico en Zaragoza.
Monleón, Juan de. Escritor.
Monner y Sans, R. Catedrático de Literatura en el Colegio Universitario de Buenos Aires.
Montclar, Fray Fidel. Prefecto Apostólico del Caquetá, Colombia.
Montero, José,. Literato.
Montesinos, Antonio. Coiffeur de dames, peluquero de postizos y redactor de revistas de peluquería.
Montobbio, Joaquín. Escritor genealogista.
Montolíu, Manuel. Filólogo y literato.
Mora, Manuel. Catedrático de Bellas Artes de Barcelona.
Morales de los Ríos, A. Literato brasileño.
Morales San Martín, Bernardo. Historiador y literato.
Morenas de Tejada, Gonzalo. Escritor y arqueólogo.
Moreno, P. Julián, Pbro. Escritor.
Morillo, Alejandro. Literato paraguayo.
Moutón y Ocampo, Luis. Abogado.
Múgica, Gregorio de. Literato y publicista.
Muncunill, Rvdo. P. Juan, S.J. Profesor de Teología.
Múnera, Rvdo. P. José, S.J. Profesor y escritor.
Muñoz, A. Médico del Hospital de la Princesa de Madrid.
Muñoz Morillejo, Joaquín. Pintor y escritor.
Mustafá Bey-Ibrahin de Courten. Escritor israelita.
Mutis, Aurelio. Literato colombiano.
Nadal, Rvdo. P. Antonio, S.J. Profesor de Filosofía.
Nadal, Joaquín María. Abogado y publicista.
Navarrete, N. Literato venezolano.
Navarro Larriva, León. Publicista.
Navas, Juan López-Valdemoro y de Quesada, Conde de Donadio de Casasola y Conde de las. Bibliotecario de la Real Casa y catedrático de Paleografía de la Universidad Central.
Navás, Rvdo. P. Longinos, S.J. Naturalista, profesor del Colegio del Salvador, de Zaragoza.
Nervo, Amado. Literato mejicano.
Nieto, Luis. Literato costarricense.
Nino, Rvdo. P. Bernardino, O.F.M. Literato boliviano.
Noguer, Rvdo. P. Narciso, S.J. Sociólogo.
Nogués, Gabriel. Filólogo y doctor en Filosofía y Letras.
Nubiola, Pedro. Médico, catedrático de Obstetricia Clínica de la Facultad de Medicina de Barcelona.
Olias, Antonio. Bibliófilo.
Oliva, Víctor. Bibliófilo y tipógrafo.
Oliver, Miguel de los Santos. Abogado, escritor y periodista.
Oller y Rabassa, José. Especialista en Otorrinolaringología.
Ongpin, Alfonso T. Literato filipino.
Opisso, Alfredo. Médico, historiador y periodista.
Ortega Costa, Juan. Abogado.
Ortega, Rvdo. P. Ángel. O.M.F. Escritor.
Ortiz, Fernando. Catedrático de Derecho y literato cubano.
Orts Ramos, Ramón. Literato y capitán de la Marina mercante.
Orts Ramos, Tomás. Escritor y periodista.
Ossorio y Gallardo, Carlos. Publicista, archivero y bibliotecario.
Otaño, Rvdo. P. Nemesio, S.J. Musicógrafo.
Padilla, Mariano. Escritor.
Padró, Antonio. Comandante de Artillería y escritor militar.
Palacios, Rvdo. P. Luis, O.S.B. Escritor.
Palacios Martínez, Julio. Profesor de Termología de la Universidad Central.
Palmés, Rvdo. P. Fernando María, S.J. Profesor de Filosofía.
Palomo, Luis. Publicista.
Páramo, Rafael. Ingeniero geógrafo.
Pardo de Tabera, Trinidad H. Literato e historiador filipino.
Pardo de Zela, Francisco. Literato y cónsul del Perú en Barcelona.
Pareja Serrada, Antonio. Escritor.
Parpal, Cosme. Catedrático de Psicología superior de la Universidad de Barcelona.
Pasco, Patricio. Escritor.
Paso, Antonio. Literato y autor dramático.
Payró, Roberto J. Literato argentino.
Paz Soldán, Juan Pedro. Literato peruano.
Pedrell, Felipe. Musicógrafo y compositor.
Peiró, Rvdo. P. Salvador, S.J. Profesor de Filosofía.
Peña, Antonio María. Literato y archivero.
Peralta, Manuel María de. Diplomático y literato costarricense.
Pérez, Dionisio. Escritor y periodista.
Pérez, Rvdo. P. Justo, O.S.B. Escritor.
Pérez Acosta, Rvdo. P. Fernando, S.J. Literato paraguayo.
Pérez Constantí, Pablo. Historiador y literato.
Pérez Sarmiento, José María. Literato colombiano.
Pestico, Juan F. Naturalista venezolano.
Peyrí y Rocamora, Jaime. Dermatólogo y catedrático.
Pí y Suñer, Augusto. Catedrático de Fisiología humana de la Universidad de Barcelona.
Picabia, N. Ingeniero industrial.
Picón Febrés, G. Catedrático y literato venezolano.
Pinard de la Boullaye, Rvdo. P. Enrique, S.J. Profesor del Colegio de Enghien, Bélgica.
Pintado Alcubilla, Benito. Coronel subinspector de Carabineros y escritor militar.
Pirozzini, Carlos. Director del Museo de Bellas Artes de Barcelona.
Plans Freyre, José. Catedrático de Mecánica celeste en la Universidad Central.
Poch y Noguer, José. Escritor.
Ponce de León, B. Escritor y publicista.
Pons, Rvdo. P. Jaime, S.J. Escritor.
Pons y Fábregues, Benito. Historiador y literato.
Portell, Rvdo. P. Luis, O.F.M. Escritor.
Postius, Rvdo. P. Juan, C.M.F. Escritor.
Pou, Reverendo Padre José María, O.S.F. Escritor.
Pou, Emilio. Teniente coronel de Artillería y escritor.
Power, Daniel. Escritor.
Prado, Rvdo. P. Germán del, O.S.B. Escritor.
Prat Gaballi, P. Profesor de publicidad en la Cámara de Comercio y Navegación de Barcelona.
Puig Adam, Pedro. Doctor en Ciencias exactas.
Puig Campillo, Antonio. Historiador y literato.
Puig de la Bellacasa, Reverendo P. Joaquín, S.J. Profesor de Filosofía.
Puigoriol, Jaime. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos.
Pujiula, Rvdo. P. Jaime, S.J. Director del Laboratorio de Biología del Colegio Máximo de Sarriá, Barcelona.
Pujol, Amadeo, Pbro. Escritor.
Pujol y Germá, Francisco de P. Abogado.
Puyol, Julio. Historiador y sociólogo.
Quera, Rvdo. P. Manuel, S.J. Escritor.
Quintero Atauri, Pelayo. Catedrático, historiador y vicecónsul de Colombia.
Rafael Verhulst, Rvdo. P. Enrique de, S.J. Ex catedrático de Matemáticas de la Universidad de Barcelona y profesor del I.C.A.I. de Madrid.
Rafael Verhulst, Rvdo. P. Ramón, S.J. Escritor.
Ragasol, Eduardo. Abogado.
Rahola, Carlos. Escritor.
Ramírez Tomé, Alfredo. Publicista.
Ramos y Cobos, Manuel. Bibliotecario de la Universidad de Barcelona.
Rato, José María de. Escritor.
Rebaudy, A. Literato paraguayo.
Reig, José. Publicista.
Renuncio, Rvdo. P. Vicente, C.SS.R. Escritor.
Reparaz, Gonzalo de. Literato y periodista.
Répide, Pedro de. Literato y periodista.
Restal Cortés, Julio. Literato chileno.
Restelli, Ernesto. Abogado y publicista argentino.
Restrepo, Rvdo. P. Daniel, S.J. Historiador colombiano.
Retana, Wenceslao E. Literato y filipinólogo.
Rey Pastor, Julio. Catedrático de Ciencias de la Universidad Central.
Reyero, Rvdo. P. Elías, S.J. Escritor.
Reyes, Fernando. Ingeniero industrial.
Ribelles Comín, José. Literato.
Riber, Lorenzo, Pbro. Literato.
Ribera Villaró, Juan. Profesor de la Escuela Normal de Maestros de Tarragona.
Ribera y Rovira, Ignacio L. Publicista.
Riera, Ignacio. Capitán de la Marina mercante.
Ríos de Lampérez, Blanca de los. Escritora y publicista.
Riquer, Alejandro de. Literato, pintor y dibujante.
Risco, Rvdo. P. Alberto, S.J. Literato boliviano.
Rivas Groot, José María. Historiador y literato colombiano.
Rocafort, Ceferino. Escritor y espeleólogo.
Rocosa, N. Doctor en Medicina.
Rodríguez, Benigno. Naturalista y catedrático del Museo de Pesca.
Rodríguez Altunaga, Rafael. Diplomático y literato cubano.
Rodríguez Codolá, Manuel. Literato y periodista.
Rodríguez Navas, Manuel. Filólogo.
Rodríguez Pinilla, H. Doctor en Medicina y catedrático de Hidrología médica de la Universidad Central.
Rodríguez Solís, E. Profesor del Conservatorio de Madrid y literato.
Romero, Rvdo. P. Ignacio, C.M.F. Escritor.
Romero de Torres, Enrique. Historiador y literato.
Ros Ráfales, Ramiro. Catedrático de Dibujo del Instituto de Guadalajara.
Rosa y López, Simón de la. Bibliógrafo.
Rovira, Rvdo. P. Juan, S.J. Profesor de Sagrada Escritura.
Rovira, Prudencio. Historiador y literato.
Rozo, Darío. Ingeniero civil colombiano.
Rubió y Balaguer, Jorge. Doctor en Filosofía y Letras.
Ruiz Amado, Rvdo. P. Ramón, S.J. Abogado y pedagogo.
Ruiz de Samaniego, Rvdo. P. Félix, C.SS.R. Escritor.
Ruiz y Pablo, Ángel. Literato.
Salazar, Adolfo. Musicógrafo y compositor.
Salcedo Ruiz, Ángel. Auditor general del Ejército e historiador.
Salvador, José María. Doctor en Filosofía y Letras.
Samaniego, José María. Comandante de Ingenieros, escritor y periodista.
Sánchez, Rvdo. P. Miguel, S.S. Escritor.
Sánchez Cantón, F.J. Subdirector del Museo del Prado.
Sánchez Diezma, Jesús. Catedrático de Derecho administrativo de la Universidad de Barcelona.
Sanjinés, Alfredo. Literato venezolano.
San José, Rvdo. P. Basilio, C.D. Subprior del Colegio de Teología de Badalona.
San José, Rvdo. P. Benito de, C.P. Escritor.
San José, Rvdo. P. Bruno de, O.P. Vicerrector del Puttempally Seminary Vesapoly-Havancove, India Británica.
San José, Diego. Literato.
San Juan de la Cruz, Rvdo. P. José de, C. D. Vicario del Colegio Teresiano de Palafrugell, Gerona.
Sanmartí, Primitivo. Filólogo y publicista.
Sans Huelín, Guillermo. Capitán de Artillería e ingeniero geógrafo.
Sans Quintana, Joaquín. Técnico de industrias artísticas de celuloide y similares.
Santandreu, Rvdo. P. José, C.M.F. Escritor.
Santiago Gadea, Augusto de. Escritor.
Sarasola, Rvdo. P. Luis de, O.F.M. Escritor.
Sarmiento, Miguel. Literato y periodista.
Sarria, Rvdo. P. Casiano, O.F.M. Escritor.
Sa Valle, R. de. Literato brasileño.
Segarra, Rvdo. P. Francisco, S.J. Profesor de Teología.
Segura, Antonio. Marino.
Sentenach, Narciso. Arqueólogo y director del Museo Nacional de Reproducciones Artísticas.
Seris, Homero. Escritor de asuntos norteamericanos.
Serra y Pagés, Rosendo. Folklorista.
Serrano, César. Capitán de artillería.
Serrano Blanco, Luis. Literato boliviano.
Serrat, José. Ingeniero industrial.
Siaca Pacheco, R. Secretario del P. Ejecutivo de Puerto Pico.
Silvari, Rafael. Publicista.
Simó, Reverendo Padre Romualdo, O.S.B. Profesor de Teología dogmática en el Colegio de San Anselmo de Roma.
Simonena, Rvdo. P. Marcelino, O.S.B. Historiador.
Sintes, Francisco F. Ingeniero electricista.
Slaby, Rodolfo. Profesor y escritor checo.
Sodiro, Rvdo. P. Luis, S.J. Literato ecuatoriano.
Solano, Mariano. Técnico de Artes gráficas.
Soler, Reverendo Padre Bonifacio. O.S.B. Profesor de Historia, Teología y Liturgia.
Soler, Enrique. Catedrático de Farmacia de la Universidad de Barcelona.
Soler, José María. Literato salvadoreño.
Soler, Luis María. Literato y diplomático.
Solís de Ovando, J. Literato chileno.
Soroa, José María de. Coronel de Ingenieros e ingeniero agrónomo.
Suñol, Rvdo. P. Gregorio María, O.S.B. Profesor de canto gregoriano y liturgia.
Tárrega, Francisco. Profesor de la Escuela Especial de Industrias de Barcelona.
Teixidor, Rvdo. P. Luis, S.J. Profesor de Teología.
Tejera, Lorenzo de la. Abogado.
Terán, Manuel I. Literato y médico nicaragüeño.
Thayer Ojeda, Luis. Literato chileno.
Thomas, Eudaldo y José. Técnicos de artes gráficas.
Tobar, Carlos R. Catedrático y diplomático ecuatoriano.
Tobar Borgoñó, Carlos María. Ingeniero ecuatoriano.
Toledo Herraste, Luis. Literato guatemalteco.
Tormo y Monzó, Elías. Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central y profesor de la Historia del Arte.
Torre Isunza, Pedro. Escritor.
Torroella, Juan Bautista. Abogado.
Torroja, José María. Ingeniero de minas.
Torroja, Juan. Ingeniero de montes y catedrático.
Tous, José. Ingeniero industrial.
Trías, Juan de Dios. Catedrático de Derecho internacional en la Universidad de Barcelona.
Ubach, Rvdo. P. Buenaventura, O.S.B. Profesor de Lenguas orientales en Roma.
Unanua, Miguel. Escritor.
Urbaneja, Alberto. Literato venezolano.
Urbano, Rvdo. P. Luis, O. P. Escritor.
Urbina, Luis C. Literato mejicano.
Urquieta, Felipe L. Musicógrafo peruano.
Urquijo, Julio de. Filólogo e historiador.
Urteaga, Horacio H. Historiador peruano.
Utrillo, Miguel. Pintor, crítico de Arte e ingeniero.
Valdenebro, José María. Escritor.
Valencia, Rvdo. P. Eugenio, O.M.C. Escritor.
Valentí Camp, Santiago. Publicista.
Valladar, Francisco de P. Arqueólogo y conservador del Museo de Granada.
Vallés y la Mata, Eulalia. Profesora de la Escuela Normal de Barcelona.
Vanrell, Juan. Médico y escritor.
Vargas Ugarte, Rvdo. P. Rubén, S. J. Literato peruano.
Vega Inclán, Marqués de. Historiador y literato.
Velasco, Carlos. Literato cubano.
Viada y Lluch, Luis Carlos. Escritor.
Vidal, Rvdo. P. Antonio, Sch. P. Escritor.
Vidal, Rvdo. P. Luis, S.J. Escritor y profesor.
Vidal Jové, J. F. Licenciado en Derecho.
Vila, Rvdo. P. Federico, C.M.F. Escritor.
Vilar, Rvdo. P. Juan, S.J. Escritor.
Vilaseca y Anguera., Salvador. Médico, bacteriólogo y geólogo.
Villalba, Luis, Pbro. Musicógrafo.
Villar, Emilio H. del. Naturalista y geógrafo.
Villar, Rogelio del. Musicógrafo, compositor y profesor del Real Conservatorio de Música y Declamación de Madrid.
Villate, Rvdo. P. Miguel, C.M.F. Escritor.
Villaverde, Francisco. Ingeniero industrial.
Vives Escudero, Antonio. Catedrático de Numismática en la Universidad Central.
Wanguemert, Félix. Profesor.
Yerovi, Leónidas A. Literato ecuatoriano.
Zabalza, José. Teniente general del Ejército y literato.
Zarco Cuevas, Rvdo. P. Julián, O.S.A. Bibliotecario del R. M. de El Escorial.
Zurita, Alejandro Héctor. Literato ecuatoriano.

José Pérez Hervás, chantaje y damnatio memoriae

EspakalpeJosé Pérez Hervás (1880), redactor de la obra y hasta 1934 «director artístico de la Enciclopedia Espasa», militante destacado del Partit Republicá d'Esquerra, publica en 1935, desde la kultura con k, el libro Espakalpe. La gran ladronera, El gran timo, Los “famèlics de dalt”, Sic vos non vobis (Centro Enciclopédico de Cultura, Barcelona 1935, 319 páginas), donde denuncia, entre otras cosas, la utilización fraudulenta de materiales de otras enciclopedias en la Espasa. Además, desde el Centro Enciclopédico de Cultura, entidad que desde una década antes se dedicaba a la venta de libros y colecciones a plazos, se promueve que editores presuntamente afectados por la gran ladronera reclamasen a la sociedad más anónima de España.

«Pronto aparecerá “ESPAKALPE”, libro original del escritor D. José Pérez Hervás, ex director artístico de la Enciclopedia Espasa. Histórico, anecdótico, ariete formidable contra el anonimato de la Sociedad anónima más anónima que hay en España. Pida usted índice de materias y capítulo de muestra, gratis. Precio del libro, 5 pesetas.» (Heraldo de Madrid, miércoles 6 de marzo de 1935, pág. 13.)

«Dos individuos, detenidos cuando iban a hacer víctima de una estafa a una Sociedad editora. Desde hace algún tiempo, una editorial establecida en Madrid venía siendo víctima de una campaña de difamación, organizada por unos individuos llamados José Pérez Hervás, antiguo empleado de dicha casa, y Manuel Navarro Felma, agente vendedor de la misma; so pretexto de una supuesta reclamación económica que nunca llevaron a los Tribunales. Esta campaña culminó hace días con la amenaza de estos sujetos de lanzar al público un libro donde se ataca a los consejeros de la citada editorial. Dicho libro sería destruido si se les entregaba más de 40.000 duros que habían pedido reiteradamente para cesar en la campaña. Estos hechos fueron denunciados a la Policía, y seguidamente partieron dos agentes para Barcelona, que, puestos de acuerdo con los jefes policíacos de aquella ciudad, comenzaron sus trabajos. El funcionario D. Horacio Iglesias se instaló en un hotel de la plaza de Cataluña, fingiéndose personalidad víctima de la amenaza de los chantajistas. Celebró varias entrevistas con los individuos, los cuales le llevaron a la calle de Cortes para mostrarle, en una oficina que habían montado, 4.000 ejemplares del libro que pensaban lanzar a la venta. Dicho agente les dijo que hablaría con los demás consejeros, para encontrar la fórmula de que el citado libro no saliera a la calle. Quedaron citados en un establecimiento público para el día siguiente. Don Horacio Iglesias entregó a los dos complicados 32.000 pesetas en billetes, que habían sido previamente reseñados ante notario. Además, hizo entrega de un cheque por valor de 20.000 pesetas, y firmó con ellos un documento, por el que se comprometía a entregar 160.000 más y proporcionar a los dos sujetos determinados empleos. Pérez Hervás y Navarro Felma recogieron los ejemplares del libro, y cuando se disponían a entregarlos, fueron detenidos y puestos luego a disposición del Juzgado, que ordenó su ingreso en la Cárcel Modelo de Barcelona. La identificación de estos individuos ha permitido saber que Navarro fue un anarquista de acción, relacionado en tiempos con el célebre Rull, que ha estado procesado por calumnia y excitación a la rebelión, y que tuvo relación con elementos de la F. A. I. Pérez Hervás no ha logrado la nacionalidad española, pues durante la guerra de Filipinas se pasó al enemigo, en cuyo Ejército obtuvo altos grados.» (ABC, Madrid, 25 de mayo de 1935, pág. 35.)

«Pronto aparecerá ESPAKALPE libro original, del escritor don José Pérez Hervás, ex director artístico de la Enciclopedia Espasa. Histórico, anecdótico, ariete formidable contra el anonimato de la Sociedad Anónima más anónima que hay en España. Pida Vd. índice de materias y capítulo de muestra, gratis. Precio del libro 5 Ptas.» (La Vanguardia Española, Barcelona, martes 3 de septiembre de 1935, pág. 4.)

«Una aclaración. Se nos ruega la publicación de esta nota: “Con fecha 25 de mayo publicamos en estas columnas un suelto en el que se hacían ciertas afirmaciones contra el escritor don José Pérez Hervás. Hoy, mejor informados, debemos decir que la Audiencia de Barcelona ha revocado el auto de procesamiento que el Juzgado de instrucción número 11 había dictado contra el mencionado escritor, por supuestas amenazas a una Sociedad editorial muy conocida en España. Asimismo debemos hacer constar que si bien es cierto que dicho escritor perteneció en su juventud al ejército filipino, "no se pasó al enemigo", sino que se quedó en el país en el mismo momento de ser evacuadas las islas por nuestras tropas y ocupadas por los norteamericanos”.» (El Siglo Futuro, Madrid, miércoles 9 de octubre de 1935, pág. 23.)

No debe extrañar, por tanto, que la “Sociedad anónima más anónima que hay en España”, después de la guerra, quizá antes de que Beria fuese eliminado de la segunda edición de la Gran Enciclopedia Soviética (obligando a sus redactores a recrecer los artículos dedicados al obispo Berkeley y al mar de Bering para sustituir las tres páginas que venían glosando al otrora dirigente), borrasen la encomiástica entrada que habían publicado en 1921 los Hijos de J. Espasa sobre su redactor (donde perdonaban su circunstancia de traidor y enemigo de la patria en Filipinas, antes de militar unos años en la Compañía de Jesús, y toleraban una auto halagüeña exaltación de su numen poético: tomo 43, página 727). En efecto, la damnatio memoriae del chantajista frustrado obligó a Espasa-Calpe S. A. a reordenar varias páginas, y a sustituir el retrato que Luis Álvarez había realizado del enemigo por un dibujo de Galdós muerto, por Victorio Macho…

Espasa, tomo 43, páginas 724-725, versión clásica y modernaEspasa, tomo 43, páginas 726-727, versión clásica y modernaEspasa, tomo 43, páginas 728-729, versión clásica y moderna

Luis Silva-Villar (1954) y Susana Silva Villar (que dedica su tesis doctoral a Pérez Hervás), han publicado un interesante artículo sobre este asunto –«Pérez Hervás: borrado del mapa, y del Espasa», Estudios de Lingüística del Español 36 (2015), páginas 485-495–, en el que reivindican al autor de Espakalpe.

Una crítica desde Argentina en 1957

Josefa Emilia Sabor, Manual de fuentes de información, Editorial Kapelusz, Buenos Aires 1957, páginas 38-40 (dentro del capítulo III, «Las enciclopedias modernas»):

«La más importante de las enciclopedias en español es la Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana (Barcelona, Espasa, 1905-33, 70 v. en 72 y 10 v. de apéndice. Suplemento anual, 1934-. Barcelona, Espasa-Calpe, 1935-.)
Según las manifestaciones de su prólogo, se pensaba dar a esta enciclopedia una extensión media, conjugando tres condiciones, indispensables para asegurar su permanencia: universal, completa y uniforme. Se reconoce en dicho prólogo la deuda con otras enciclopedias, especialmente con las alemanas, cuyos artículos han sido traducidos, ampliados y adaptados por especialistas españoles. La enciclopedia trata de reparar además, dice, un olvido injustificable, y que es el de las demás enciclopedias con respecto a la obra de España y de las naciones hispanoamericanas.
La principal característica de esta obra, llamada generalmente Enciclopedia Espasa, es lo ambicioso de su plan, sobre todo si se considera que los antecedentes enciclopédicos en lengua española carecen de importancia. Es eminentemente histórica-popular, y por esa razón es especialmente útil para cualquier biblioteca, sobre todo de carácter general. Enciclopedia de país latino, no debe extrañar que las humanidades –en especial la historia, la literatura y la biografía– constituyan su parte más importante, aun cuando el aspecto técnico y sobre todo el científico, no hayan sido descuidados. La ordenación de la enciclopedia es alfabética, salvo en sus apéndices, de los que se hablará más adelante, y se calcula que incluye más de 8 millones de voces diferentes. Registra la etimología de las palabras y sus equivalentes en francés, inglés, alemán, italiano, portugués, catalán y esperanto.
La lista de su cuerpo de redactores figura en los distintos volúmenes, y en ellas aparecen a veces figuras muy importantes del pensamiento español, sobre todo en la primera época, pero los artículos no están firmados. La extensión y profundidad de éstos no es siempre uniforme en relación con la importancia del punto tratado, y con el paso de los años una misma materia ha ganado o perdido importancia en los distintos períodos. En algunas ocasiones los artículos adquieren, por su extensión y lo completo de su desarrollo, el carácter de verdaderas monografías.
La importancia de esta enciclopedia en materia biográfica es muy grande, y ya en su primera parte se señalaban cerca de 30.000 biografías hasta ese momento inéditas. Lamentablemente, los nombres de los biografiados no están en lengua vernácula, lo cual disminuye su valor como elemento de identificación.
En materia bibliográfica su riqueza es extraordinaria, calculándose que registra varios millones de citas, pudiendo observarse, sobre todo en el cuerpo principal de la obra, gran abundancia de citas de fuentes alemanas. Las bibliografías que figuran al pie de los artículos son en general nutridas, buenas y variadas.
En su aspecto material, está bien impresa y bien ilustrada. En el momento en que se inició su publicación, el material gráfico –fotografías, láminas en negro y color, planos, mapas geográficos, geológicos, históricos y estadísticos, reproducciones de cuadros y obras de arte, &c.– era excepcional, y ninguna enciclopedia podía compararse a ella, sobre todo en la cantidad de las ilustraciones. Con el paso de los años esta situación no se ha mantenido, y en los últimos suplementos se nota una notable disminución de la calidad y el buen gusto.
La ordenación de la enciclopedia y su presentación son correctas y facilitan su manejo. El sistema de referencias y llamadas es incompleto y a veces inexacto.
De los suplementos se han editado los que comprenden los años 1934-1952, impresos en 1935-55. La calidad del material y su interés es inferior al del cuerpo central de la obra. En su planteamiento se ha introducido una modificación importante, puesto que no son alfabéticos, sino que están ordenados por grandes grupos de materias. Un índice alfabético facilita la búsqueda y el manejo.
La enciclopedia Espasa es, como ya se ha dicho, la más importante de las enciclopedias en español, e indispensable en cualquier biblioteca, muy especialmente en los países que hablan esa lengua. El hecho de que ninguna de las que existen en ese mismo idioma pueda disputarle por ahora la primacía, hace lamentar algunas de sus características. La primera de ellas es la dispersión de su material. El cuerpo central de la obra, el apéndice y los suplementos anuales, exigen a menudo una búsqueda en más de 7 índices diferentes. Si la enciclopedia no va a ser rehecha en un solo alfabeto por mucho tiempo, como todo lo hace suponer, sería de gran utilidad la confección de un índice total. Pero apartándose de este problema de facilidad de manejo, queda en pie otro aún más importante, ya que afecta al fondo de la obra. La enciclopedia ha sido iniciada hace 50 años. Necesita ser revisada íntegramente y reestructurada, aligerada de mucho material inútil, de muchas ilustraciones ya anticuadas. Una de sus riquezas mayores, su caudal bibliográfico, ha envejecido y debe ser puesto al día. Necesita también una mayor objetividad en el trato de algunos temas, objetividad de la que se ha ido alejando cada vez más con el paso de los años. Su preocupación por los países no hispánicos y por los temas hispanoamericanos, declarada en su prólogo y puesta muy de manifiesto en los primeros volúmenes, se ha debilitado, y los últimos suplementos indican un interés casi exclusivo por lo español. Baste como ejemplo decir que en el suplemento 1942-1944, editado en 1950, en el artículo Música se han dedicado 20 páginas a España y 1 a todos los países restantes. Y es lástima que así sea, porque amenazada su universalidad, su interés irá disminuyendo.»

Algunas referencias sobre la enciclopedia Espasa

1912 Arturo Masriera Colomer (1860-1929), catedrático de Psicología, Lógica y Ética, escribe desde Reus (16 febrero) a Marcelino Menéndez Pelayo (Epistolario, tomo 22, nº 65):

«…la Enciclopedia Espasa, de la cual soy director desde el tomo I, de los XIII publicados. Si sus ocios lo consienten, le ruego vea V. las voces Bibliografía, Aristóteles, Calderón, Campoamor, Cancionero, Celestina, y, sobre todo Cervantes, que he redactado yo exclusivamente, y por ellas podrá ver hasta dónde llegan mi devoción y admiración por V. y como procuro utilizar todos los elementos de crítica y metodización bibliográfica que V. ha acumulado en todas sus obras…»

1915 Luis Urbano Lanaspa (1882-1936), sabio dominico asesinado en 1936, reseña el tomo 19 (Ech-Enre) en La Ciencia Tomista (34:144, sep-oct 1915), y censura la ausencia de «Einstein».

1994 Philippe Castellano, hispanista francés discípulo de Jean-François Botrel, defiende en la Universidad de Rennes su tesis doctoral: L'Enciclopedia Espasa, 1907-1933. Histoire d'une entreprise d'édition espagnole. Versión española de Caty Orero Sáez de Tejada: Enciclopedia Espasa. Historia de una aventura editorial, Espasa Calpe, Madrid 2000, 582 páginas.

 
Artículos de la Enciclopedia Espasa en el proyecto Filosofía en español

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