Filosofía en español 
Filosofía en español

Vicente García de Diego  1878-1978

Vicente García de Diego, Heraldo de Madrid, 1929 Catedrático de latín, filólogo, académico y editor español. Nace en Vinuesa (Soria), tercero de los ocho hijos de Juan José García de Leániz y Cayetana de Diego Pascual. Licenciado en Filosofía y Letras por Zaragoza, el 21 de abril de 1903 es nombrado «en virtud de oposición, Catedrático numerario de Latín del Instituto de Pontevedra, con el sueldo anual de 3.000 pesetas» (Gaceta de Madrid, 29 abril 1903).

«Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Reales órdenes. Ilmo. Sr.: S. M. el REY (Q. D. G.) ha tenido a bien trasladar, en virtud de concurso, a la Cátedra de Latín del Instituto de Burgos, con el sueldo anual de 3.000 pesetas, a D. Vicente García de Diego, actual Catedrático numerario de igual asignatura del Instituto de Pontevedra; cesando desde esta fecha en el último de los Institutos mencionados, conforme con lo dispuesto en el Real decreto de 31 de Julio de 1904. De Real orden lo digo a V. I. para su conocimiento y demás efectos. Dios guarde a V. I. muchos años. Madrid 28 de Mayo de 1907. R. San Pedro. Sr. Subsecretario de este Ministerio. Méritos y servicios de D. Vicente García de Diego. Licenciado en Filosofía y Letras, con nota de Sobresaliente en los ejercicios. Tiene cursadas en otros estudios veintiuna asignaturas, con igual calificación en todas ellas. Ha sido, durante dos cursos, Profesor de la Universidad libre de Burgos. Autor de varias obras de Latín, Castellano e Historia. Catedrático numerario, en virtud de oposición y Real orden de 21 de Abril de 1903, de Lengua latina.» (Gaceta de Madrid, jueves 30 mayo 1907.)

En su casa de Soria (ciudad de la familia desde generaciones, donde su padre fue gobernador militar) atendía en 1907 la niña Leonor Izquierdo, hija de un sargento de la guardia civil, donde ese año la conoció, al llegar al Instituto de Soria, Antonio Machado (poeta que dos años más tarde matrimonió con ella, recién cumplidos los quince, el 30 de julio de 1909; para algunos otro ejemplo de pedofilia).

En febrero de 1917 es nombrado catedrático numerario de Lengua latina del Instituto general y técnico de Valladolid, por traslado desde el Instituto de Burgos (Gaceta de Madrid, 11 marzo 1917), y dos años más tarde, no sin «apasionadas alegaciones» por medio, logra por concurso de traslado la cátedra de Lengua latina del Instituto del Cardenal Cisneros, en Madrid (Gaceta de Madrid, 10 julio 1919).

En 1923 figura entre los colaboradores de la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana.

En mayo de 1925 Wenceslao Roces, impulsor en Salamanca de El Estudiante. Revista de la juventud escolar española, le solicita una colaboración para su primer número («Sed jóvenes»). En 1926 ingresa en la Academia de la Lengua (A319), sucediendo a Adolfo Bonilla San Martín en el sillón A.

Colaborador del Centro de Estudios Históricos, cuando la República fue director del Instituto del Cardenal Cisneros. En mayo de 1933, Estampa hacía así propaganda republicana, un tanto ingenua, de «cómo se transforman los viejos Institutos de Segunda Enseñanza»:

«No solamente la Universidad y la Escuela primaria han tomado nuevos rumbos espirituales. También la Segunda Enseñanza se transforma rápidamente en sus procedimientos y en su manera de concebir la educación de la adolescencia. Los Institutos de España en donde, desde hace años, se esforzaba un núcleo de catedráticos entusiastas y competentes en luchar contra la inercia del Estado, han conseguido, con el nuevo régimen, poner en primer plano estas actividades que antes se ahogaban en la indiferencia o la incomprensión oficial. En Madrid han sido creados por la República cuatro nuevos Institutos, en los que un profesorado, inspirado por un espíritu novísimo y un amplio concepto de la educación, trabaja fervorosamente. Pero los viejos Institutos han sabido también ponerse a tono con el nuevo espíritu, transformando sus métodos, sus maneras y hasta el interior de su edificio. ¿Quién conoce ya estas galerías y este vestíbulo y esta escalera del Instituto del Cardenal Cisneros, donde antaño los muchachos, abandonados a sus instintos, jugaban a la pelota, se enzarzaban en riñas o se entretenían en ejercidos de epigrafía mural con loa carboncillos de dibujo? Todo está ahora limpio, ordenado y tranquilo. Sólo algún cartel, anunciador de algún acto de las asociaciones de estudiantes, turba la paz de los muros, y eso con una nota típicamente estudiantil, de estudio o de honesta diversión. Sólo hay un momento de bullicio en las galerías: el de salida de las clases. […] Esta intervención de los muchachos en la vida académica es una de las cosas más características del nuevo espíritu. Las asociaciones estudiantiles participan ahora en toda la vida del Instituto: desde la representación, que oficialmente se les ha concedido en los claustros de profesores, hasta los más nimios detalles de la organización. […] Todo esto en dos años. Una Comisión directiva, formada por tres catedráticos emprendedores, a quien el Ministerio encomendó la magna obra de regir el viejo Instituto madrileño, ha llevado a cabo su cometido con un entusiasmo y una escrupulosidad dignas del mayor encomio: el director, don Vicente García de Diego; el vicedirector, don Celso Arévalo, y el secretario, don Eloy Luis André, son los tres hombres que han realizado esta transfonnación. Gracias a ellos, y al calor que sus iniciativas han encontrado en todo el profesorado del centro docente, el Instituto del Cardenal Cisneros es hoy un centro de Segunda Enseñanza que conoce todos los nuevos procedimientos del Bachillerato, dentro, naturalmente, de los medios a que es preciso limitarse: la división de las clases en secciones, las excursiones científicas, los viajes de instrucción, las conferencias…» (Estampa, Madrid, 20 de mayo de 1933, págs. 19-20.)

1940 «Ministerio de Educación Nacional. Ordenes de 14 y 23 de febrero de 1940 procediendo a corrida de escalas en el Escalafón de Catedráticos de Institutos. […] Este Ministerio ha dispuesto se de la correspondiente corrida de escalas […] Tercera categoría: 16.400 pesetas […] D. Vicente García de Diego.» (Boletín Oficial del Estado, Madrid 1 marzo 1940.)

«Ministerio de Educación Nacional. Orden de 9 de noviembre de 1940, por la que se resuelve el expediente de depuración de don Vicente García de Diego, Catedrático del Instituto “Lope de Vega” de Madrid. Ilmo. Sr.: Visto el expediente de depuración instruido por la Comisión Depuradora C) de la provincia de Madrid, de acuerdo con lo dispuesto en el Decreto número 66 de 8 de noviembre de 1936 y disposiciones complementarias. Examinada la propuesta de la Comisión Superior Dictaminadora de expedientes de depuración y el informe de la Dirección General de Enseñanzas Superior y Media, Este Ministerio ha resuelto: La confirmación en su cargo de don Vicente García de Diego, Catedrático del Instituto “Lope de Vega”, de Madrid. Lo digo a V. I. para su conocimiento y efectos. Dios guarde a V. I. muchos años. Madrid, 9 de noviembre de 1940. Ibañez Martín. Ilmo. Sr. Director general de Enseñanzas Superior y Media.» (Boletín Oficial del Estado, Madrid 16 diciembre 1940.)

El 2 de diciembre de 1948, alcanzada la edad reglamentaria, se le declaró jubilado como catedrático numerario de latín del Instituto Nacional de Enseñanza Media “Cardenal Cisneros” de Madrid (BOE, 18 dic 1948). Un día antes, el ministro Ibañez Martín le había concedido el ingreso en la Orden Civil de Alfonso X el Sabio (BOE, 19 dic 1948).

Figura en «Los intelectuales españoles piden la amnistía para los presos y exilados políticos» (1959).

«García de Diego Vicente (1878) Filólogo. Latinista y filósofo [sic], eminente crítico literario, Vicente García de Diego nació en Vinuesa (Soria) el 2 de diciembre de 1878. Residiendo habitualmente en Soria, donde cursó el Bachillerato, estudió como alumno libre la carrera de Filosofía y Letras, licenciándose por la Universidad de Zaragoza. En 1903 ganó por oposición la cátedra de Latín y Castellano del Instituto de Pontevedra. De 1905 a 1916 lo fue de Latín en el de Burgos y en 1919, después de enseñar durante dos años en Zaragoza, se incorporó al cuadro de Catedráticos del Instituto Cardenal Cisneros de Madrid, centro del que fue Director de 1932 a 1942. Como profesor agregado de Universidad dictó cursos de Latín y dialectología española en la Universidad Central. Miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Director de la Revista “Dialectología y tradiciones populares” que publica dicho Consejo, ha trabajado en el Centro de Estudios Históricos y ha dirigido asimismo, la revista “Filología Española”. El 18 de marzo de 1926 fue elegido miembro numerario de la Real Academia Española de la Lengua y en 1943 fue nombrado Bibliotecario perpetuo de la Docta Corporación. Es corresponsal de la Academia Portuguesa, de la Real Academia Gallega y de distintas academias americanas. Es autor de un Diccionario Etimológico de voces naturales, primera obra de su género en el mundo. Es viudo de doña Eulalia López Mata y tiene diez hijos. obras principales: Notas sobre el Latín vulgar español (1904), Elementos de gramática histórica gallega (1927), Gramática histórica castellana (1914), Contribución al Diccionario etimológico español (1918), Manual de gramática castellana (1921), Método de latín (1932), Lengua y literatura españolas (1940), Etimologías españolas, Diccionario etimológico de voces naturales, &c.» (Diccionario Biográfico Español Contemporáneo, Círculo de Amigos de la Historia, Madrid 1970, vol. 2, pág. 690.)

Selección bibliográfica de Vicente García de Diego

1904 Elementos de gramática latina para uso de institutos y seminarios, Hijos de Santiago Rodríguez, Burgos 1904, 263 págs.

1906 Ejercicios de gramática castellana, Tipografía Regional, Tuy 1906, VII+332 págs.

1909 Elementos de gramática histórica gallega, Hijos de Santiago Rodríguez, Burgos 1909, 200 págs.

1911 Elementos de gramática histórica latina, Tip. El Castellano, Burgos 1911, 163 págs.

1912 Beato Juan de Ávila, Epistolario espiritual. Edición y notas de Don Don Vicente García de Diego, Ediciones de “La Lectura” (Clásicos Castellanos, 11), Madrid 1912, XXX-303 págs.

1913 Marqués de Santillana, Canciones y decires. Edición y notas de Don Vicente García de Diego, Ediciones de “La Lectura” (Clásicos Castellanos, 18), Madrid 1913, XXXIV-288 págs..

1914 Fernando de Herrera, Poesías. Edición y notas de Don Vicente García de Diego, Ediciones de “La Lectura” (Clásicos Castellanos, 26), 282 págs.

1917 Manual de gramática castellana, Tip. de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, Madrid 1917, 200 págs.

1922 Saavedra Fajardo, República literaria. Edición y notas de Don Vicente García de Diego, Ediciones de “La Lectura” (Clásicos Castellanos, 46), 228 págs.

1926 Problemas etimológicos. Discurso leído ante la Real Academia Española en el acto de su recepción por D. Vicente García de Diego y contestación de D. Ramón Menéndez Pidal, el día 7 de noviembre de 1926, Madrid 1926, 50 págs.

1927 Saavedra Fajardo, Idea de un príncipe político-cristiano representada en cien empresas. Edición y notas de Don Vicente García de Diego, Ediciones de “La Lectura” (Clásicos Castellanos, 76, 81, 87 y 102), Madrid 1927-1930, 4 vols.

Textos de Vicente García de Diego en el Proyecto Filosofía en español

1925 «Sed jóvenes»

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