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Pensamiento Crítico

Pensamiento Crítico 21

Alemania occidental

Pensamiento Crítico, La Habana, octubre de 1968, número 21, cubierta + páginas 1-4.

Presentación

Cuando en medio del eco de los disparos hechos por los fascistas contra la cabeza del líder Rudi Dutschke los estudiantes antiautoritarios berlineses arreciaron su lucha contra el monopolio de prensa Springer, habían aprendido en carne propia una verdad sufrida mil veces y mil veces culpablemente olvidada por el movimiento revolucionario contemporáneo: la burguesía tira a matar. El terror blanco es implacable, no se puede confiar en el imperialismo, como decía Che, “pero ni tantico así: ¡nada!”. Citar ejemplos recientes –Indonesia, Viet Nam– podría aparentemente justificar el maniqueísmo sobre el que descansa todavía, como en una suerte de bálsamo compartimentado y culpable, la buena conciencia de muchos: el tercer mundo, es el tercer mundo. Buscar en la misma historia alemana otros ejemplos puede resultar mucho menos adormecedor, en fin, dos nombres: Karl Liebknecht, Rosa Luxemburgo. No se trata ahora de forzar un paralelo, sino de constatar una enseñanza: la burguesía se desnuda cuando se siente realmente amenazada. El soborno se troca en fusil, la libertad de opinión en gas tóxico, la “manipulación de las conciencias” en “manipulación de los cuerpos de los revolucionarios” hacia las cárceles y los cementerios, la tolerancia represiva en represión, a secas.

La importancia del movimiento estudiantil antiautoritario está dada, entre otros, por tres hechos, a saber: su carácter internacional –singularmente europeoccidental y norteamericano–, el planteamiento de los problemas de la revolución, y por ende de la relación teoría práctica, al margen de, y en oposición a, la izquierda tradicional integrada; y muy especialmente debido a la represión de que ha sido objeto por parte de la burguesía, como consecuencia de su rechazo total a las reglas del juego que ésta había logrado imponer hasta ahora.

Sus insuficiencias y debilidades residen sobre todo en problemas de organización, estrategia, táctica y composición, en los que reside también, paradójicamente, parte de su fuerza. PENSAMIENTO CRÍTICO inicia con este número, Alemania occidental, una serie que abarcará también Italia, Estados Unidos y Francia. Intentamos sobre todo dar a conocer las posiciones de aquellos grupos, grupúsculos e ismos, que se han destacado prácticamente en la acción que conmovió y conmueve la sociedad del capitalismo tardío. Los textos, producto por primera vez en mucho tiempo en Europa y norteamérica de un pensamiento sobre la acción, reflejan en oportunidades el carácter caótico de la misma; son a veces contradictorios entre sí, y no expresan, en ningún caso, más que la opinión de las personas u organizaciones que los firman, opinión avalada en más de una ocasión por una previa decisión definitoria: haber puesto el pellejo por delante.

El ciclo se inicia con Alemania occidental porque fue allí donde se produjeron los primeros hechos, prácticos y teóricos, que colocarían al movimiento como uno de los centros del interés mundial y que se convertirían pronto en un detonador de acontecimientos similares en otros países. Los textos que reproducimos, especialmente el extenso ensayo de Rudi Dutschke, constituyen un serio intento de analizar la situación crítica del mundo actual desde una perspectiva inevitablemente enmarcada en las condiciones sociales en que se producen: las del capitalismo tardío en Alemania occidental. Es imprescindible también tener en cuenta la relación en extremo específica que en este país tienen el pensamiento marxista y la historia del movimiento revolucionario. Las condiciones sociológicas e históricas otorgan a la perspectiva una óptica diferente a la nuestra en varios puntos de capital importancia para el movimiento revolucionario, de los que el problema del partido –que allí se inscribe en un debate, una tradición, y una situación actual radicalmente diferente de la nuestra– puede ser un ejemplo. Es imprescindible destacar, por otra parte, que el movimiento es todavía incipiente y que en el largo trecho que falta por recorrer para destruir al imperialismo y construir otro mundo se definirán, contra el único juicio definitivo, el verdadero valor de las prácticas y las múltiples reflexiones posibles. Fue otro alemán quien demostró, hace más de cien años, que la gran transformadora no es la crítica, sino la Revolución. Se llamaba: Carlos Marx.

Índice del número 21

Carlos Donolo, Alemania Occidental: sociedad y política, 5-16

Giorgio Backhaus, Génesis y características de la izquierda revolucionaria en Alemania, 17-16

Rudi Dutschke, Las contradicciones del capitalismo tardío, los estudiantes antiautoritarios y su relación con el Tercer Mundo, 67-148

John W. Cooke, La Revolución y el Peronismo, 149-170

Bela Kun, ¿Por qué venció la Revolución proletaria en Hungría?, 171-190

Jean Paul Sartre, El intelectual frente a la revolución, 191-206

Fidel Castro, Manifiesto Nº 1 del 26 de Julio al pueblo de Cuba, 207-220

Fidel Castro, Manifiesto Nº 2 del 26 de Julio al pueblo de Cuba, 221-227

Libros recibidos, 228 + contracubierta

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