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Metafísica · libro noveno · Θ · 1045b-1052a
VII En qué caso hay y en qué caso no hay potencia
Necesitamos fijar cuándo un ser es o no es, en potencia, otro ser, porque no hay potencia en todos los casos. Y así, ¿la tierra es o no el hombre en potencia? Tendrá más bien este carácter [261] cuando se haya hecho esperma, y quizá ni aún entonces será el hombre en potencia. En igual forma, la salud no lo recibe todo de la medicina y del azar; pero hay seres que tienen esta propiedad. Y son los que se llaman sanos en potencia. El tránsito de la potencia al acto para el pensamiento puede definirse: la voluntad realizándose sin encontrar ningún obstáculo exterior: aquí, por el contrario, para el ser que es objeto de curación habrá potencia, si no hay en el mismo ningún obstáculo. De igual modo la casa existirá también en potencia, si no hay nada en ella y si nada hay en la materia que se oponga a que una casa sea construida. Si no hay nada que añadir, ni quitar, ni mudar, la materia será la casa en potencia. Lo mismo sucederá con todos los seres, que tienen fuera de sí mismos el principio de su producción; y lo mismo con los que, teniendo en sí este principio, existirán por sí mismos, si nada exterior se opone a ello. La esperma no es aún el hombre en potencia; es preciso que esté en otro ser y que experimente un cambio. Cuando ya, en virtud de la acción de su propio principio, tenga este carácter; cuando por fin tenga la propiedad de producir, si nada exterior se opone a ello, entonces será el hombre en potencia; pero es preciso para esto la acción de otro principio. Así, la tierra no es todavía la estatua en potencia; es preciso que se convierta en bronce para tener este carácter.
El ser que contiene otro ser en potencia es aquel de quien se dice, no que es esto, sino que es de esto: un cofre no es madera, sino de madera; la madera no es tierra, sino de tierra. Si es así, si la materia que contiene un ser en potencia es aquella con relación a la cual se dice: este ser es, no este otro, sino de este otro, la tierra no contendrá el ser en potencia sino de una manera secundaria: y así no se dice que el cofre es de tierra o que es tierra, sino que es de madera, porque la madera es el cofre en potencia: la madera en general es la materia del cofre en general; tal madera es la materia de tal cofre. Si hay algo que sea primero, alguna cosa que no pueda referirse a otra, diciendo es de esto, esta será la materia primera: si la tierra es de aire; si el aire no es fuego, sino de fuego, el fuego será la materia primera, el esto{356}, la sustancia. En esto es en lo que [262] difieren lo universal y el sujeto; el uno es un ser real, pero no el otro: de este modo el hombre, el cuerpo, el alma son los sujetos de las diversas modificaciones; la modificación es lo músico, lo blanco. Cuando la música es una cualidad de tal sujeto, no se dice que él es música, sino músico; no se dice que el hombre es blancura, sino que es blanco; que es marcha o movimiento, sino que está en marcha o en movimiento, como se dice que el ser es de esto. Los seres que están en este caso, los seres primeros, son sustancias; los otros no son más que formas, el sujeto determinado; el sujeto primero es la materia y la sustancia material. Con razón no se dice cuando se habla de la materia, y lo mismo sucede respecto de las modificaciones, que son de esto; porque la materia y las modificaciones son igualmente indeterminadas.
Hemos visto cuándo debe decirse que una cosa contiene otra en potencia y cuándo que no la contiene.
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{356} Τοδε τι. En este pasaje no hay precisión de explicar rigurosamente esta expresión; no se trata de la esencia, de la figura sensible, sino del sujeto, de lo que se dice esto, de lo que se refiere a otra cosa. Es, en [262] una palabra, salvo una ligera modificación, el τοδε de antes en su oposición con εκεινινον. Si se entendiese por τοδε τι el ser determinado, se caería en un error, porque Aristóteles dice al fin de este pasaje, que la materia y las cualidades son completamente indeterminadas, αμφω γαρ αóριστα, designado por la palabra materia lo que acaba de llamarse τοδε τι.
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