Obras de Aristóteles Metafísica 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 Patricio de Azcárate

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Metafísica · libro noveno · Θ · 1045b-1052a

IV
Una cosa posible ¿es susceptible de no existir jamás,
ni en lo presente, ni lo porvenir?

Si lo posible es, como dijimos, lo que pasa al acto, evidentemente no es exacto decir: tal cosa es posible, pero no se verificará. De otra manera el carácter de lo imposible se nos escapa. Decir por ejemplo: la relación de la diagonal con el lado del cuadrado puede ser medida, pero no lo será, es no tener en cuenta lo que es la imposibilidad. Se dirá que nada obsta a que respecto a una cosa que no existe o no existirá haya posibilidad de existir o de haber existido. Pero admitir esta proposición, y suponer que lo que no existe, pero que es posible, existe realmente o ha existido, es admitir que no hay nada imposible. Pero hay cosas imposibles: es imposible medir la relación de la diagonal con el lado del cuadrado. No hay identidad entre lo falso y lo imposible. Es falso que estés tú de pie ahora, pero no es imposible.

Es evidente, por otra parte, que si existiendo A lleva consigo necesariamente la existencia de B, pudiendo existir A, necesariamente B puede existir igualmente. Porque si la existencia de B no es necesariamente posible, nada obsta a que su existencia sea posible. Supóngase, pues, que A es posible: en el caso de la posibilidad de la existencia de A, admitir que A existe no supone ninguna imposibilidad. Ahora bien, en este caso B existe [257] necesariamente. Pero hemos admitido que B podría ser imposible. Supóngase a B imposible. Si B es imposible, necesariamente A lo es igualmente. Pero antes A era posible; luego B es posible; luego siendo posible A, necesariamente B es posible si entre A y B hay una relación tal, que existiendo A, B necesariamente existe. Luego si A y B están en este caso, admitir entonces que B no es posible, es admitir que A y B no están entre sí como lo habíamos admitido. Y si siendo posible A, es necesariamente posible B, la existencia de A arrastra tras sí necesariamente la de B. En efecto, B es necesariamente posible cuando A es posible, lo cual significa: que cuando A existe en cualquier circunstancia y de cualquier manera que pueda existir, entonces B existe igualmente, y es necesario que exista en el mismo concepto que A.


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  Patricio de Azcárate · Obras de Aristóteles
Madrid 1875, tomo 10, páginas 256-257