Filosofía en español 
Filosofía en español

Academia de Ciencias Eclesiásticas

Fundada en Madrid en 1835


Escudo de la Academia Española de Ciencias Eclesiásticas: Isidori hispalensis collectio canonum

Institución que comienza su andadura con ese nombre el 4 de abril de 1835, como sucesora de la Real Academia de Sagrados Cánones, Liturgia, Historia y Disciplina eclesiástica (que se remonta a 1757, también conocida como Academia de San Isidoro, y que, “vacilante su estado con las vicisitudes políticas”, había renacido un año antes), mientras arreciaban vientos progresistas y positivistas: en la entrada “Ciencias eclesiásticas” se sigue con cierto detalle el interesante y curioso proceso de cristalización de ese rótulo en español.

Hasta mediados de 1836 se dice Real Academia, pero luego tuvo que desprenderse de tan regio título. En 1841 se redefine como Academia Española de Ciencias Eclesiásticas. Su sello, medalla o escudo de entonces, bien coronado, sigue mostrando un libro abierto con la inscripción: isidori hispalensis collectio canonum.

En abril de 1844 la autoridad política, en los inicios de la década moderada, ordena la suspensión de sus actividades, al resultar inconvenientes para mantener la delicada eutaxia ideológica del momento. Disuelta formalmente en 1847, sus papeles y documentos quedaron depositados en la Academia de Jurisprudencia y Legislación.

El diseño del sello utilizado por la Academia en sus últimas actuaciones es heredero del que, setenta años antes, describían así las Constituciones de la Real Academia de Sagrados Cánones:

Sello de Real Academia de Sagrados Cánones, Madrid 1784«Otrosí, para poder justificar los Individuos adonde les convenga los ejercicios, y demás actos positivos que hicieren en dicha Academia, si el Consejo se digna deferir a la propuesta súplica, se hace necesaria la facultad de que sus Secretarios den las correspondientes Certificaciones, las que sería facil falsificar, suplantar, o contrahacer, cuyos inconvenientes, y otros entendieron que se evitarían, si igualmente se dignase el Consejo conceder el uso de un Sello cierto, y privativo; para lo cual de varios, que de acuerdo de dichos Profesores se diseñaron, les pareció más propio de su instituto uno, cuya orla interior, compuesta de un ramo de oliva, y otro de palma, unidos en la parte inferior, y cerrada la superior con Corona Real, que demuestra la protección que se solicita, comprende un Escudo partido de lo ancho en la mitad superior, campo de oro cuajado de abejas, que figuran las que según nuestras historias se vieron salir de la boca de S. Isidoro en su infancia, y en él un bonete con borla verde, y un libro abierto con el título: isidori hispalensis collectio canonum, obra del Santo la más propia del intento, que descansa sobre otros dos cerrados, colocados en la mitad inferior del Escudo, campo verde, como privativo de la Facultad, los que indican las varias Obras de S. Isidoro, y diversos ejercicios literarios en que se emplea, y debe emplear el Cuerpo Académico; todo lo cual se explica, y cierra con el lema exterior: regia isidoriana historico-canonica matritensis academia, del cual diseño, o idea es fiel copia la que presento…» (Madrid 1773, pág. 6.)

No parece que el rebautismo sufrido en 1835 por la antigua Academia de Sagrados Cánones estuviera influido directamente por el proyecto de una Academia Real de Ciencias Eclesiásticas, escrito en 1806 por el presbítero Domingo de Dutari, y reavivado en 1823, a comienzos de la ominosa década, cuando mandaron imprimirlo póstumamente los sobrinos de aquel autor: aquellas ideas generales se habían concebido cuando en España no se podía contemplar como inminente la revolución.

Pero a comienzos de 1835, en plena guerra intestina por la insurrección de los carlistas, los clérigos y civiles impulsores de esta academia, en un entorno isabelino, rotas las relaciones con el Vaticano, buscaban ajustarse a la realidad del auge imparable de la izquierda liberal, triunfante política y militarmente (desde los cuarteles) sobre la derecha primaria fermentada en tantos conventos (como el de San Francisco de Abando de Bilbao, que fabricaba y guardaba armas y municiones de guerra por los días de la matanza de frailes de 17 de julio de 1834 en Madrid), poco antes de la supresión de los jesuitas, de los monasterios y conventos que no tuvieran doce religiosos profesos, de la venta de esos bienes, &c.

Francisco de Paula Borbón Borbón, 1794-1865Protector de esta Academia fue Francisco de Paula de Borbón (1794-1865), hijo de Carlos IV, hermano de Fernando VII y suegro en 1846 de Isabel II, en tanto que padre de doña Paquita. Aunque había recibido las órdenes menores, en 1815 cuelga los hábitos y prefiere ser capitán general de los ejércitos españoles. Está muy difundida la falsa especie, fabulada por masones decimonónicos y transmitida por historiadores y cuentistas, meros copistas apresurados de bulos despreciables, que le supone Gran Maestro del Oriente Nacional de España desde 1839. (Sí que fue masón su hijo Enrique de Borbón, muerto en 1870 en un famoso duelo a pistola celebrado en los Carabancheles, donde le mató su primo Antonio de Orleáns, duque de Montpensier.)

No deja de sorprender el olvido total de esta institución –ni siquiera una mención– en obras que deberían haberla recordado, como el Diccionario de Ciencias Eclesiásticas, Madrid 1883, s. v. Academia, tomo I, págs. 124-128; la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana, Barcelona 1908, s. v. Academia, tomo I, págs. 843-882; la Enciclopedia de la Religión Católica, Dalmau y Jover, Barcelona 1950, s. v. Academia, tomo I, cols. 112-114; el Diccionario de Historia Eclesiástica de España, CSIC, Madrid 1972, tomo I (tampoco en el Suplemento, Madrid 1987), &c.

 

1835 · 1836 · 1837 · 1838 · 1839 · 1840 · 1841 · 1842 · 1843 · 1844 · ref · bib


1833.0929 Regencia de María Cristina de Borbón 1840.1017

Guerra civil en España 1833-1839: la derecha primaria clerical carlista se alza en armas contra la izquierda liberal (Primera Guerra Carlista)

El papa Gregorio XVI (1831-1846) no reconoce a Isabel II: España distanciada del Vaticano hasta el Concordato de 1851.

Partido liberal moderadoPartido liberal progresista

1833.0929   Francisco Cea Bermúdez   1834.0115

En el Calendario manual y Guía de forasteros en Madrid para el año de 1834 figuran la Real Academia Española [de la Lengua], la de la Historia, la de las Nobles Artes con el título de San Fernando, la de Jurisprudencia teórico-práctica de Carlos III, la de Jurisprudencia teórico-práctica de Fernando VII, la Greco-latina denominada antes Latina Matritense, la de Teología dogmático-escolástica y la:

«real academia de sagrados cánones, liturgia, historia y disciplina eclesiástica.
 Excm. S. D. Manuel Fernández Varela con honores del Consejo de Estado de S. M., y comisario Apostólico general de las tres gracias Cruzada, Subsidio y Excusado, &c., Protector.
 D. Domingo Burgos, Rector de la Inclusa y Colegio de la Paz, Presidente.
 D. Francisco Martín y Simón, Vicerector del Colegio de Sordo-Mudos, individuo de las Reales Academias de Teología y Grecolatina, Vicepresidente.
 D. Prudencio Arce, Abogado de los Reales Consejos, Fiscal.
 Lic. D. Antonio Cabanilles, idem, ausente, Secretario.
 Dr. D. Manuel María Basualdo, idem, Vicefiscal.
 Lic. D. Josef Eugenio de Eguizabal, idem, Vicesecretario, Secretario interino.
 Lic. D. Juan Alen y Mur, Presbítero, Tesorero, Archivero y Bibliotecario.
 Esta Real Academia celebra sus sesiones en el Convento de PP. Mínimos de la Victoria.» (páginas 226-227.)

1834

0107 Se modifica el sistema de impresión, publicación y circulación de libros

«real academia de sagrados cánones. La Real Academia de Sagrados Cánones, Liturgia, Historia y Disciplina eclesiástica de San Isidoro establecida en el convento de Padres Mínimos de la Vitoria de esta corte, dará principio a sus sesiones literarias del presente año, mañana 15 del actual con un discurso inaugural que pronunciará el doctor D. Prudencio Arce. Este acto y los demás ejercicios en que se ocupa todos los miércoles del año, son públicos, verificándose por las tardes a las cuatro en el invierno y a las cinco en la primavera y verano.
Esta Academia fue instalada el año de 1757 por varios literarios aficionados a las ciencias eclesiásticas, y desde entonces hasta el día se ha ocupado incesantemente en ilustrar con sus discursos los diferentes ramos que abraza su instituto. Fijar las bellas máximas del cristianismo, promover el estudio de los venerables concilios, y derramar una juiciosa crítica en los anales de la Iglesia, han sido siempre las ideas de este cuerpo literario, teniendo por dignos colaboradores de sus importantes trabajos ilustrísimos prelados, magistrados sabios y literatos distinguidos por sus conocimientos en la Jurisprudencia civil y canónica. Vacilante su estado con las vicisitudes políticas, puede decirse que renace hoy día con la protección que reciben las letras del Gobierno de la Reina nuestra Señora, y de la especial que obtiene de su dignísimo Protector el Excmo. Sr. D. Manuel Fernández Varela. Con su acuerdo y dirección medita y prepara ocuparse en objetos de interés y utilidad para la instrucción pública, en cuyo obsequio y el de generalizar la afición hacia las ciencias Religiosas, ha determinado asimismo anunciar por este periódico con la correspondiente antelación, las materias que hayan de discutir y publicar con oportunidad análisis razonados de los discursos que considere la academia puedan llamar con preferencia la atención pública, no obstante la impresión que tiene mandada de un tomo de memorias. Este Instituto espera por tales medios, la cooperación de los literatos a quienes excita, para que inscribiéndose en su número contribuyan a los fines que se ha propuesto.» (La Revista Española, periódico dedicado a S. M. la Reina Gobernadora, nº 144, Madrid, martes 14 enero 1834.)

1834.0115   Francisco Martínez de la Rosa   1835.0607

0127 Que ni en el púlpito ni en el confesonario se extravíe la opinión de los fieles

«real academia de sagrados cánones. En la Real Academia de sagrados Cánones, disertará el miércoles 29 del actual, el Dr. D. Manuel María Basualdo, Profesor jubilado de mérito, sobre la proposición siguiente: “La moral religiosa está hermanada íntimamente con la filosofía, y ambas promueven la felicidad social, destronando las supersticiones que produce el extravío de la razón.” Argüirán a esta proposición los SS. académicos Don José Pérez Mellado, presbítero, y el secretario, a quienes corresponde de turno, y todos los demás Sres. concurrentes que gusten.» (La Revista Española, periódico dedicado a S. M. la Reina Gobernadora, nº 150, Madrid, martes 28 enero 1834.)

«real academia de sagrados cánones. Habiéndose indispuesto repentinamente el académico D. Manuel María Basualdo, no pudo desempeñar el ejercicio que se había anunciado para el miércoles 29 del pasado: y en su lugar el secretario interino D. José Eugenio de Eguizabal leyó un discurso acerca del “origen e institución de la Orden Militar y religiosa de los Templarios, sus progresos, examen de las causas que motivaron su extinción, y distribución que se hizo de los innumerables bienes que poseían.” El Ilustrísimo Sr. D. Felix Torres Amat, obispo electo de Astorga, que presidió la sesión ilustró el asunto con sabias y juiciosas observaciones. Restablecido ya el mencionado señor Basualdo, ha desempeñado el miércoles 4 del corriente el trabajo acerca del tema ya anunciado anteriormente, a saber: “La moral religiosa está hermanada íntimamente con la filosofía, y ambas promueven la felicidad social, destronando la superstición, que produce el extravío de la razón.» Se arguyeron de turno el presbítero D. José Pérez Mellado, D. José Infante Vallecillo, y los demás Sres. asistentes que gustaron, habiendo sido lucidísimo el acto, y brillante la concurrencia.» (La Revista Española, periódico dedicado a S. M. la Reina Gobernadora, nº 154, Madrid, viernes 7 febrero 1834.)

0207 Circular a los prelados del clero secular y regular del reino

«real academia de sagrados cánones. En la tarde del miércoles 19 del corriente el profesor jubilado de mérito Dr. D. Juan Miguel de los Ríos disertará sobre “la indiferencia, e intolerancia en materias religiosas.” Le argüirán de turno los Sres. D. José Pérez Mellado, presbítero, y D. Manuel María Basualdo, abogado del muy ilustre Colegio de esta corte.» (La Revista Española, periódico dedicado a S. M. la Reina Gobernadora, nº 159, martes 18 febrero 1834.)

«Tenemos a la vista una disertación leída en la Real Academia de sagrados cánones y disciplina eclesiástica de esta corte por el presbítero Dr. Don Antonio María de Bustio y Yela, socio de diferentes cuerpos literarios del Reino; y como en ella se inculcan los más sanos principios de la moral cristiana, se desenvuelven cuestiones puramente canónicas y sociales, y como brillan trozos de elocuencia que podrían servir de modelo a muchos de su carrera, no queremos negarnos al gusto de hablar de esta disertación del presbítero Bustio. En efecto, después de dar este benemérito eclesiástico una rápida ojeada por el estado en que hoy se encuentran las costumbres de los sacerdotes, comparándolo con el que tenían en los tiempos de los primeros Padres, y de demostrar con la escritura y los concilios, que el sacerdocio siendo todo lenidad y mansedumbre no debe como hijo del cielo entrometerse en las cosas de la tierra, ni mucho menos sublevarse contra el gobierno, dice: “Arma miliciae nostrae, non sunt carnalia, sed spiritualia. Nosotros debemos combatir el torrente de las pasiones, y alentar a los ciudadanos en favor de la justa causa, verbis et exemplo non cero armis. Clericus a canone est alienus, si sanguinem vel juste effundat ecclesia sanguinem non sitit. Lo que necesita la iglesia son pastores que copien la conducta del Pastor Divino: que sigan los pasos de los apóstoles: que apacenten el rebaño de Jesucristo con la misma dulzura que los primeros padres, en fin, que los sacerdotes sean como decía el salmista, inocentes de manos y limpios de Corazón.” Sentimos no poder alargarnos ni trascribir otros trozos de esta disertación: pero nos parece que por lo poco que se ha dicho se conocerán cuáles son las ideas que alimenta el presbítero Bustio. Por nuestra parte quisiéramos de corazón que fuesen como ellas las de todos los eclesiásticos que por desgracia se han pronunciado contra los derechos de la Reina Isabel II, y que en vez de predicar la rebelión y la carnicería, exclamasen con el Señor Bustio: “Regnum meum non est de hoc mundo”.» (La Revista Española, periódico dedicado a S. M. la Reina Gobernadora, nº 248, lunes 23 junio 1834.)

0715 Se suprime el convento de San Francisco de Abando de la villa de Bilbao
0717 Degüello de casi un centenar de frailes en Madrid
0718 Sobre los desordenes e inauditos atentados cometidos en la noche de ayer

En el Calendario manual y Guía de forasteros en Madrid para el año de 1835 figura vacante el cargo de Protector y el de Presidente: el protector y canónigo Manuel Fernández Varela (1772-1834; retratado en 1828 con la gran cruz de Carlos III por Vicente López) había muerto el 28 de septiembre; y el presidente Domingo de Burgos debió también morir en esos meses (rector de la Inclusa, tenía 57 años en 1819; aparece su nombre en el catálogo de socios de diciembre de 1835 como académico desde 1801 ya fallecido):

«real academia de sagrados cánones, liturgia, historia y disciplina eclesiástica.
 Sr. D. …………………… Protector.
 D. ……………………… Presidente.
 Dr. D. Francisco Martín y Simón, Vicerector del Real Colegio de Sordo-Mudos, Vicepresidente.
 Lic. D. Prudencio Arce, Abogado del ilustre Colegio, Fiscal.
 Lic. D. Antonio Cabanilles, idem, Secretario.
 Lic. D. Genaro Sanz, Abogado de los Tribunales supremos, Doctoral de la Real capilla de la Encarnación, Vicefiscal.
 Lic. D. Josef Eugenio de Eguizabal, Abogado de los Tribunales supremos, Vicesecretario.
 Dr. D. Manuel María Basualdo, Abogado del ilustre Colegio, Tesorero, Archivero y Bibliotecario.
 Esta Real Academia celebra sus sesiones en el Convento de PP. Agustinos calzados de S. Felipe el Real.» (páginas 209-210.)

1835

«La real Academia de ciencias canónicas de san Isidro [sic] ha elegido por unanimidad al serenísimo señor don Francisco de Paula para el cargo de su protector. S. A. se ha servido aceptar gustoso la protección de una academia, única de su clase en España, que cultiva las ciencias canónicas, uniendo la piedad y la erudición, al gusto y a la crítica.» (La Revista Española, periódico dedicado a S. M. la Reina Gobernadora, nº 451, Madrid, sábado 17 enero 1835.)

Entre febrero y marzo de 1835, aceptado por Francisco de Paula de Borbón el cargo de protector, se completó el rediseño nominal de la casa. Y si en enero ya habían decidido revestirse de cientificidad, “ciencias canónicas”, en abril ya habían cerrado su campo: “ciencias eclesiásticas”. Y nombrado nuevo presidente, Pedro Rico Amat (1801-1842), predicador y capellán de honor de la Reina.

«Se ha celebrado la apertura anual de la Real academia de ciencias eclesiásticas, en presencia de su protector el serenísimo señor infante don Francisco de Paula, que la ha presidido. S. A. fue recibido por el señor obispo de Charcas, decano, por el señor conde de Parsent y por una comisión de seis individuos. El secretario leyó una historia de la academia del año último, y el señor don Pedro Rico y Amat pronunció un discurso sobre las series históricas de las ciencias en España.» (Revista Española, mensajero de las Cortes, nº 40, Madrid, jueves 9 abril 1835, pág. 4.)

«Real academia de ciencias eclesiásticas de S. Isidoro. Sesión del día 29 de abril de 1835.= Proposición.= La indiferencia religiosa ninguna semejanza tiene con la tolerancia. Aquella es impiedad: esta virtud. Disertará para ejercicio de admisión D. Francisco Lorente. Impugnarán de turno los Sres. D. Genaro Sanz, D. Miguel María Acedillo y los demás concurrentes que gusten. A las cuatro de la tarde.» (Diario de Avisos de Madrid, miércoles 29 abril 1835, pág. 1.)

1834.0607   José María Queipo de Llano   1835.0914

Se suprime perpetuamente en todo el territorio de la monarquía la Compañía de Jesús (R. D. 4 de julio de 1835, Manuel García Herreros.)

Los monasterios y conventos de religiosos que no tengan 12 individuos profesos quedan desde luego suprimidos (R. D. 25 de julio de 1835, García Herreros.)

Que en el preciso término de un mes queden cerrados los monasterios y conventos suprimidos (R. O. 9 de septiembre de 1835, García Herreros.)

1835.0914   Miguel Ricardo de Álava   1835.0925

«Si hay algún establecimiento científico en que con tanto desinterés, como celo se promueva la verdadera instrucción eslo sin duda la academia de ciencias eclesiásticas de esta Corte, compuesta casi en su totalidad de personas, que todas brillan en la sociedad por sus talentos, conocida ilustración y rango; de continuo se anuncian en los periódicos las interesantes materias que en ella se ventilan, y en donde se acrisola la verdad, y se la presenta con sus verdaderos quilates: nuestras circunstancias hacen más remarcable esta saludable institución, puesto que ha de llegar la hora en que se denuncien los abusos que desfiguran el hermoso edificio de nuestra antigua Iglesia. Consecuente al anuncio de este periódico en el miércoles 16 del corriente se controvertió en ella el grave, y delicado punto de la conveniencia y utilidad que llevaría consigo el restablecimiento de la primitiva disciplina, respecto de la elección y confirmación de los Obispos, en cuya disertación el abogado en esta Corte D. Francisco de Paula Olcina, probó con una erudición exquisita aquellos extremos, señalando a continuación el medio como pudiera mejorarse aquella parte esencial de nuestra disciplina eclesiástica. La academia lo nombró su socio por unanimidad, previniendo se hiciese mención honorífica en el acta de su admisión; estimulando así las buenas disposiciones de este joven.» (Revista Española, mensajero de las Cortes, nº 205, lunes 21 septiembre 1835, pág. 4.)

1835.0925   Juan Álvarez Mendizábal   1836.0515

«Elecciones de la real academia de ciencias eclesiásticas de S. Isidoro.= Protector, Sermo. Sr. Infante D. Francisco de Paula de Borbón: presidente, Sr. D. Pedro Rico y Amat, auditor honorario de la Rota: vicepresidente, Sr. D. José Pérez de Rivas, abogado del colegio: Fiscal, Sr. D. José Olcina, capellán de honor de S. M.: secretario, Sr. D. Juan Miguel de los Ríos, socio de la matritense: vicefiscal, Sr. D. Manuel del Monte y Puente, abogado: vice-secretario, Excmo. Sr. vizconde de Gand y de Parcent, bachiller en leyes: tesorero, Sr. D. Genaro Sanz, doctoral de la Encarnación.» (Eco del Comercio, Madrid, lunes 5 octubre 1835, pág. 4.)

«El 27 del corriente celebró sesión pública la Real academia de ciencias eclesiásticas de San Isidoro, en la que disertó el académico doctor don Bartolomé Agustín Mestre, presbítero, impugnando de turno los señores Excmo. vizconde de Gand, y don Ramón Loreto Pardo. La proposición fue la siguiente: “El rigor de los cánones ilibertinos es un monumento de la ortodoxia y piedad de la iglesia española en sus tiempos primitivos”.» (Revista Española, mensajero de las Cortes, nº 244, viernes 30 octubre 1835, pág. 4.)

«real academia de ciencias eclesiásticas de san isidoro. Sesión del día 4 de noviembre.– Proposición: La inmunidad Real del clero depende de la potestad civil. Disertará el Académico D. José Pérez Mellado, presbítero. Impugnarán de turno los señores D. Ramón Loreto Prado, Dr. D. Bartolomé Agustín Mestre y los demás concurrentes que gusten. A las 4 de la tarde.» (Revista Española, mensajero de las Cortes, nº 249, miércoles 4 noviembre 1835, pág. 4.)

«La Real academia de ciencias eclesiásticas de San Isidoro, celebrará a las cuatro de la tarde de mañana 11, un certamen público sobre la siguiente proposición: Un secularizado por serlo, atendido el estado de las órdenes regulares, contrae un mérito religioso. Disertará el académico D. Simón Alumbrero, presbítero: impugnarán de turno los señores D. Bartolomé Agustín Mestre y D. José Pérez Mellado, presbíteros, y los demás concurrentes que gusten.» (El Español, Madrid, martes 10 noviembre 1835, pág. 3.)

«real academia de ciencias eclesiásticas de san isidoro. Sesión del día 25 de noviembre de 1835.– Proposición: Si los tiempos que precedieron al Mesías verdadero eran intolerantes, la venida de éste anunció y toda su vida comprobó con su doctrina el espíritu de tolerancia que le animaba. Disertará el académico jubilado de mérito D. Joaquín Lumbreras. Impugnarán de turno los señores D. simón Alumbrero, D. Miguel María Audillo y los demás concurrentes que gusten. A las 4 de la tarde.» (Revista Española, mensajero de las Cortes, nº 270, miércoles 25 noviembre 1835, pág. 4.)

Juan Miguel de los Ríos, secretario de la Academia de Ciencias Eclesiásticas, firma el 23 de diciembre de 1835 el Catálogo de los individuos de la Real Academia de Ciencias Eclesiásticas de San Isidoro de Madrid, que publicado a comienzos de 1836 confirma la vitalidad de la renovada institución en tiempos tan anticlericales.

1836

«real academia de ciencias eclesiásticas. El Sermo. señor protector presidirá la solemne apertura anual el domingo 10 a las doce de su mañana en el salón del ayuntamiento. El secretario don Juan Miguel de los Ríos leerá la historia anual, y el bibliotecario don Genaro Sanz pronunciará la oración inaugural, jurando en manos de S. A. los nuevos académicos.» (Revista Española, mensajero de las Cortes, nº 315, sábado 9 enero 1836, pág. 4.)

«apertura de la academia de ciencias eclesiásticas. Presidencia del Sermo. Dr. Infante D. Francisco de Paula. Habiendo jurado en manos de S. A. los individuos últimamente admitidos, el secretario D. Juan Miguel de los Ríos leyó la historia de los trabajos de la corporación, y S. A. un elocuente discurso, en que manifestó la necesidad de procurar el aumento de las luces para coadyuvar a las miras progresivas del gobierno. Fue admitido con muestras de mucho entusiasmo. Procedióse después a la lectura de la oración inaugural, desempeñada por el Sr. D. Genaro Sanz. Invitados por el secretario los señores que hubiesen trabajado algo para felicitar a la academia en este día, el Sr. don Manuel Pascual Hernández leyó un soneto en que pintó sus glorias, y el vizconde de Gand un romance, en el cual, después de ensalzarla, la animaba a proseguir sus trabajos literarios, concluyendo con un elogio a S. A. Finalmente se cerró la sesión con un breve, pero enérgico discurso, en que el Sr. presidente D. Pedro Rico y Amat espresó la gratitud hacía S. A., de que estaba poseida la corporación por la protección y distinción que la dispensaba.»
«La Real academia de Ciencias Eclesiásticas de San Isidoro celebra sesión el día 13 de enero a las cuatro de la tarde. Disertará el académico vizconde de Gand, sobre la siguiente proposición: Interesa al decoro de la iglesia y a la dignidad del estado, que centralizados los fondos públicos corra a cargo del erario el sostenimiento del clero.» (El Español, Madrid, miércoles 13 enero 1836, págs. 4 y 3.)

El académico José de Jesús Muñoz está vivo…

«Real academia de ciencias eclesiásticas de san Isidoro: sesión del día 17 de febrero de 1836. Proposición: Una de las causas de la decadencia de la religión, y del clero, que hoy lloramos, y lloraron los siglos y naciones, es el abuso de la protección que le han dispensado las potestades y gobiernos civiles. Disertará el presbítero don José Oliveros y Aguilar para ejercicio de admisión, y la discutirán los señores don Rafael Gómez Nuñez, don Félix Sánchez del Arco, y los demás concurrentes que gusten. A las 4 de la tarde.» (Revista española, mensajero de las Cortes, miércoles 17 febrero 1836, pág. 3.)

Quedan declarados en venta todos los bienes que hubiesen pertenecido a las Comunidades y Corporaciones religiosas extinguidas (R. D. 19 febrero 1836)

«real academia de ciencias eclesiásticas. Tocando al local propio de esta Academia el derribo del convento de S. Felipe el Real, suspende sus sesiones públicas hasta obtener otro en que celebrarlas. Lo que se avisa al público.» (Diario de Madrid, jueves 25 febrero 1836, pág. 2.)

«real academia de ciencias eclesiásticas de san isidoro. Tocando al local propio de esta Academia el derribo del convento de san Felipe el Real, suspende sus sesiones públicas hasta obtener otro en que celebrarlas, y de que se dará noticia al público. Madrid 22 de febrero de 1836. Juan Miguel de los Ríos, secretario.» (Revista Española, mensajero de las Cortes, sábado 27 febrero 1836, pág. 4.)

«academia de ciencias eclesiásticas. Mañana 6 a las cuatro de la tarde, se reune la academia de ciencias eclesiásticas en su antiguo local de la Vitoria. El presidente de la misma, el doctor don Pedro Rico y Amat, leerá el elogio de san Isidoro, patrón de dicha academia.» (El Jorobado, Madrid, martes 5 abril 1836.)

«La real academia de Ciencias Eclesiásticas celebrará una sesión el día 20 del corriente a las cuatro de la tarde, en el convento que fue de la Vitoria. Su individuo D. Lorenzo Pastor defenderá la proposición siguiente: La nación puede disponer de los bienes de los regulares. La discutirán los señores vizconde de Gaud y D. Rafael de Liminiana.» (El Español, Madrid, lunes 18 abril 1836.)

«real academia de ciencias eclesiásticas. Interin obtiene esta corporación el local que en retribución del que le pertenecía tiene solicitado, traslada provisionalmente sus sesiones públicas al salón bajo de la casa Seminario, plazuela del duque de Alba, todos los miércoles a las cuatro de su tarde, empezando desde hoy.» (Diario de Madrid, miércoles 4 mayo 1836, pág. 1.)

1836.0515   Francisco Javier de Istúriz   1836.0814

«La academia de ciencias eclesiásticas se reunirá mañana 15 para ocuparse de la siguiente proposición: El gobierno actual debe facilitar por los medios más conformes a los principios de nuestra religión, la relajación del voto de castidad que prometieron guardar los regulares legos exclaustrados. Disertará el académico D. José de Paula Olcina, abogado en esta corte. Y la discutirán D. José Albert y D. Simón Alambrero, presbítero, y los demás concurrentes que gusten, a las cuatro y media de la tarde.» (El Español, martes 14 junio 1836.)

«La real academia de ciencias eclesiásticas, sita en la plazuela del Duque de Alba, en su sesión del día 13 del corriente, a las seis de la tarde, ventilará la siguiente proposición: No se altera el dogma católico porque los obispos usen de sus nativas facultades; pero se daña a la iglesia y al Estado por la usurpación que de ellas hizo Roma. Disertará el académico D. Simón Alumbrero, presbítero, y la discutirán los Sres. D. Agustín Severiano Fernández, D. Dionisio de la Guerra, y los demás concurrentes que gusten.» (El Español, martes 12 julio 1836.)

1836.0814   José María Calatrava   1837.0818

«La academia de ciencias eclesiásticas sita en la plazuela del Duque de Alba, ha ocupado sus dos últimas juntas en discutir la parte tan interesante que la ciencia numismática tiene en la averiguación de los sucesos históricos. En ambas ha leído para su admisión una memoria bastante erudita don Basilio Sebastián Castellanos, oficial de la real biblioteca. Es de desear que a esta ciencia se la dé toda la importancia que merece, como auxiliar que es de la historia, así como es la arqueología y otras. Tanto en el candidato como en los individuos de dicha academia se han notado conocimientos que no son generales en un ramo tan descuidado entre nosotros. El señor Castellanos, que tiene a su cargo en la real biblioteca los monumentos numismáticos ha mostrado el aprecio que hace de ellos y el profundo estudio con que se dedica a su conocimiento.» (Eco del Comercio, Madrid, lunes 15 agosto 1836.)

→ «Como Reina Gobernadora de España, ordeno y mando que se publique la Constitución política del año de 1812, en el ínterin que reunida la nación en Cortes manifieste expresamente su voluntad, o de otra Constitución conforme a las necesidades de la misma. En San Ildefonso a 13 de agosto de 1836. = Yo la Reina Gobernadora. = A don Santiago Méndez Vigo.» (Gaceta de Madrid, número extraordinario, 15 agosto 1836.)

«La academia de ciencias eclesiásticas, sita en la plazuela del Duque de Alba, de acuerdo con su Sermo. Sr. protector, ha señalado sesión pública general extraordinaria el miércoles 31 a las cuatro y media para jurar solemnemente la Constitución, pronunciando un discurso alusivo al objeto el Dr. D. Joaquín Lumbreras, catedrático de la universidad central.» (Eco del Comercio, Madrid, martes 30 agosto 1836.)

«La real Academia de ciencias eclesiásticas de San Isidoro, en sesión del día 7 de setiembre de 1836, que dará principio a las cuatro de la tarde, debatirá la siguiente proposición “No es incompatible con el estado de santidad que exige el sacerdocio, el que los clérigos sean casados.” Disertará el académico D. José Albert, y la discutirán los Sres. D. Basilio Sebastián Castellanos; D. Joaquín Alumbreras, y los demás concurrentes que gusten.» (El Español, Madrid, martes 6 septiembre 1836.)

«El día 14 del corriente habrá un ejercicio literario interesantísimo en la academia de ciencias eclesiásticas. El señor don Miguel María de Acedillo disertará sobre la proposición siguiente: “Atendida la larga viudez y desamparo de las sillas episcopales, y la conducta que el papa, como soberano y jefe espiritual, observa con el gobierno de Isabel II, debe restablecerse inmediatamente la antigua disciplina relativa a la confirmación de los obispos.” Nos complacemos de que en una corporación consagrada al estudio de la ciencia eclesiástica se trate de dilucidar verdades de tanta importancia en la situación política en que nos hallamos.» (Eco del Comercio, Madrid, martes 13 septiembre 1836.)

«Sobre la sesión de la Academia de san Isidoro del día 14 de setiembre de 1836»
(El amigo de la religión y de los hombres, Madrid, nº 2, págs. 7-13.)

«En la sesión del día 5 en la academia de ciencias eclesiásticas, el doctor D. Miguel María de Acedillo leyó una memoria, en la que entre otras cosas propuso, a que si no contestaba Roma satisfactoriamente a la nota enérgica que se le pase, había dos medidas con que podría el gobierno remediar la viudez de nuestra iglesia. Primera: La propuesta por el grande Antonio Arnaud a Luis XIV de Francia con ocasión de haber negado el Papa Inocencio XI las bulas de confirmación a dos obispos. Segunda: La celebración de un concilio nacional. El señor Lumbreras tomó la palabra para manifestar en una enérgica peroración, que si Roma niega las bulas de los obispos, se le niegue también el producto de las demás bulas y dispensas con que sostenemos su engrandecimiento temporal, y quitándole, el por cuanto vos contribusteis, ellos contribuirán: medio para S. S. más enérgico que el de encargar proponer la reforma a los mismos que deben ser reformados.» (Eco del Comercio, Madrid, martes 11 octubre 1836.)

«el amigo de la religión y de los hombres. Cuaderno 3.º Publicación semanal. Este cuaderno contiene un extenso artículo sobre el poder supremo de la cristiandad, que es una investigación filosófica, y verdadera refutación de las doctrinas erróneas sobre la potestad del pontífice; el examen crítico de la sesión del 14 del corriente de la academia de ciencias eclesiásticas; manual del cristiano; el catecismo de los filósofos. Los señores suscritores pasarán a recoger este cuaderno a los puntos en donde se han suscrito. Signe abierta la suscricion en la librería de D. Juan Sanz, calle de Carretas, y en la imprenta calle del Humilladero, núm. 14. Los números sueltos se venden a 2 rs. en los mismos puntos.» (Diario de Madrid, jueves 20 octubre 1836, pág. 4.)

«academia de ciencias eclesiásticas. Sesión del 14 de octubre de 1836.»
(El amigo de la religión y de los hombres, Madrid, nº 3, págs. 30-32.)

«Habiéndose denunciado ante el señor alcalde constitucional don Luis de Mata y Araujo por don Juan Miguel de los Ríos, como comisionado especial por la academia de ciencias eclesiásticas de san Isidoro de esta corte un folleto titulado el amigo de la religión y de los hombres, número 2, folios 7 y 12, se procedió a celebrar el sorteo de los señores jueces de hecho que habían de componer el jurado, y tocó a los siguientes; don Matías Velasco, don Joaquín Ezquerra, don Mariano Rollan, don José Víctor y Santibañez, don Pedro Sainz de Baranda, don Felipe López Valdemoro, don Joaquín Lumbreras, don Vicente Romeral y don Bernardo Antonio Hidalgo, quienes por unanimidad declararon haber lugar a la formación de causa. Madrid 7 de noviembre de 1836. = Clemencin.» (Eco del Comercio, Madrid, domingo 20 noviembre 1836.)

«Publicaciones periódicas. el amigo de la religión y de los hombres. El jurado ha declarado absuelto por unanimidad el segundo cuaderno del Amigo de la Religión, denunciado por la academia de ciencias eclesiásticas. Los señores suscritores que no le hayan recogido pueden verificarlo desde mañana. Para compensar en cierto modo el retraso que sufre la publicación del octavo cuaderno, saldrá en toda la presente semana adornado con una hermosa lámina litografiada por uno de los mas hábiles artistas de esta corte, la que se dará gratis a los señores suscritores.» (Diario de Madrid, martes 6 diciembre 1836)

1837

«La academia de ciencias eclesiásticas traslada la sesión de este día a la tarde de mañana jueves en el lugar acostumbrado, frente de los ministerios.» (Diario de Madrid, miércoles 15 febrero 1837.)

«La academia de ciencias eclesiásticas tiene junta extraordinaria mañana lunes a las cuatro de la tarde en el salón frente de los Ministerios, para tratar de un asunto de la mayor importancia a la corporación.» (Diario de Madrid, domingo 9 abril 1837.)

«La academia de ciencias eclesiásticas celebra sesión pública en el local del piso principal del extinguido convento de S. Felipe el Real. Disertará el académico D. José María Encina acerca de “La confirmación y consagración de los obispos, a quien perteneció en los primeros siglos de la iglesia, y si convendría restablecer la antigua disciplina.” La discutirán los Sres. Don Simón Alumbrero y Don Basilio Sebastián Castellanos, y los demás concurrentes que gusten, a las seis de la tarde.» (Diario de Madrid, miércoles 5 julio 1837.)

1837.0818   Baldomero Espartero   1837.1018

«La academia de ciencias eclesiásticas principia sus sesiones el miércoles 30 del corriente a las seis de la tarde. Se disertará sobre la proposición siguiente: “¿Ha sido justa la inmunidad predial o exención de contribuciones de que ha gozado el clero?”.» (Diario de Madrid, martes 29 agosto 1837.)

1837.1018   Eusebio Bardají Azara   1837.1216

«La academia de ciencias eclesiásticas ha elegido para su junta de gobierno el año próximo los sujetos siguientes:
  Presidente.- D. Pedro Rico y Amat.
  Vice-presidente.- Marques de Ceballos, conde del Asalto.
  Censor.- D. Juan Miguel de los Ríos.
  Secretario.- Sr. vizconde de Gand y Parsent.
  Bibliotecario.- D. Genaro Sanz.
  Vice-censor.- Don Eugenio Hernández Borbón.
  Vice-secretario.- D. Jacinto Salas y Quiroga.» (Diario de Madrid, sábado 9 diciembre 1837.)

1837.1216   Narciso Heredia y Begines   1838.0906

«academia de ciencias eclesiásticas. Esta academia celebra junta general extraordinaria hoy jueves en su sala de sesiones en el convento de S. Felipe el Real, para tratar de la apertura del próximo año, a las cuatro de la tarde.» (Diario de Madrid, jueves 28 diciembre 1837.)

1838

El cambio del nombre de la antigua institución que se había ejercitado en 1835 merecía unos nuevos Estatutos, que fueron aprobados el 7 de febrero de 1838:

«Título I. Denominación y objeto de la Academia. Artículo 1.º La Academia se intitula de Ciencias Eclesiásticas. Su principal objeto es adquirir un exacto conocimiento de ellas examinando la antigua y nueva disciplina de la Iglesia y las causas de su variación por medio de la investigación crítica de la historia eclesiástica, con especial aplicación a la Iglesia Española.» (Estatutos de la Academia de Ciencias Eclesiásticas, Madrid 1838, pág. 13.)

1838.0906   Bernardino Fernández de Velasco   1838.1209

«Academia de ciencias eclesiásticas. Mañana miércoles 5 del corriente celebra junta jeneral para la elección de oficios. Lo que avisa a los señores académicos para que se sirvan asistir a las cuatro de la tarde en el piso principal del ex-convento de S. Felipe el Real.» (Diario de Madrid, martes 4 diciembre 1838.)

1838.1209   Evaristo Pérez de Castro   1840.0719

1839

«La academia matritense de ciencias eclesiásticas celebra la sesión de apertura del presente año el día 9 de enero a las cinco de la tarde en su nuevo local sito calle del León, núm. 34 nuevo, cuarto principal, en la que después de las memorias de secretaría y tesorería leerá un discurso el señor presidente don Joaquín Lumbreras.» (Diario de Madrid, miércoles 9 enero 1839.)

«Academia de ciencias eclesiásticas. Hoy jueves 24 del corriente disertará don Dionisio de la Guerra sobre el tema siguiente: “La potestad que Jesucristo concedió a su iglesia es enteramente diversa e independiente de lo civil:” en su nuevo local, calle del León número 34, cuarto principal, a las cuatro de la tarde.» (Diario de Madrid, jueves 24 enero 1839.)

«academia de ciencias eclesiásticas. Hoy miércoles disertará don Pascual María sobre la proposición siguiente: “La Liturgia se compuso en idioma vulgar, y no perdería de su majestad si se celebrase con lengua del país”: a las cuatro de la tarde, calle del León número 34, cuarto principal.» (Diario de Madrid, miércoles 30 enero 1839.)

«Ayer ha seguido y todavía no ha terminado la interpelación del señor Argüelles sobre la herejía, de que han acusado los canónigos de su iglesia al señor Ortigosa, obispo electo de Málaga, y tocó el orden de la palabra al señor ministro de Gracia y Justicia. […] Aun llevando la cuestión a este terreno, impropio de una interpelación y de un congreso legislativo, podría decirse al señor Aguayo que el argumento que resulta de la degradación de sujetar a un obispo electo a un simple canónigo nombrado gobernador de la mitra de Sevilla ha quedado en pie; pero esta cuestión debe considerarse por el aspecto político, y de este modo se vería: 1.º la singularidad de formar un proceso en el año de 1839 por olor y sabor de herejía, olida y saboreada en unas palabras que la academia de ciencias eclesiásticas de Madrid ha calificado por el contrario de ortodoxas en el más alto grado, cuyo paladar y olfato no pueden ser recusados por el cabildo: 2º…» («Senado.», Eco del Comercio, miércoles 6 febrero 1839.)

«academia de ciencias eclesiásticas. Hoy jueves 14 del corriente disertará don José Antonio Gutiérrez sobre la siguiente proposición: “El gobierno de la iglesia es una monarquía pura”. Después de concluida la sesión publica se constituirá la academia en junta general. La pública dará principio a las cuatro de la tarde.» (Diario de Madrid, jueves 14 febrero 1839.)

31 agosto 1839: Abrazo de Vergara, entre Espartero y Maroto

«Academia de ciencias eclesiásticas. Hoy miércoles defenderá el presbítero don Simón Alumbrera la siguiente proposición: “Don Valentín de Ortigosa, obispo electo de Málaga, hizo bien en recurrir a la audiencia de Sevilla: su recurso fue legal, y el fallo de la audiencia justo”.» (Eco del Comercio, Madrid, miércoles 30 octubre 1839.)

1840

Comienza a publicarse en Madrid, el primero de marzo de 1840, El Católico, periódico Religioso y Social, Científico y Literario, dedicado a todos los Españoles, y con especialidad al Clero, amantes de la Religión de sus mayores y de su Patria, que inmediatamente va ofreciendo a sus lectores crónicas de las sesiones de la Academia de Ciencias Eclesiásticas.

«Estaba anunciado que el académico García Ruiz sostendría esta proposición: El romano Pontífice, sucediendo a S. Pedro en todos sus derechos, tiene el primado de honor y jurisdicción en toda la iglesia.» (→ Academia de Ciencias Eclesiásticas de San Isidoro. Sesión del miércoles 11 de marzo, El Católico.)

«Dijimos en nuestro número del viernes que había quedado pendiente la discusión […] especialmente la infalibilidad: el disertante trató de probar esta, como lo hizo, a nuestro ver.» (→ Academia de Ciencias Eclesiásticas de San Isidoro. Sesión del miércoles 18 de marzo, El Católico.)

«Academia de ciencias eclesiásticas. En la sesión próxima del miércoles 1.º de abril, a las cuatro de la tarde, se leerá un discurso dirigido a probar que los reyes y soberanos, no están sujetos a ninguna potestad eclesiástica, por orden de Dios en las cosas temporales, y que no pueden ser depuestos directa ni indirectamente por la autoridad de las llaves de la iglesia, ni absueltos sus subditos del juramento de fidelidad y obediencia. Calle del León, número 34, cuarto principal.» (Diario de Madrid, martes 31 marzo 1840.)

«Deseoso un joven cursante en instituciones canónicas de ser admitido en la academia, defendía esta proposición […]. Llegada la hora ocupó su puesto D. N. Antequera, que así se llamaba el joven, y leyó una disertación en que pretendía probar su propuesta. Después de una regular introducción en la que manifestó sus buenos deseos, la escasez de sus conocimientos, especialmente en materias eclesiásticas, y su atrevimiento en querer alternar con sujetos tan instruidos y tan superiores, proponiéndose en esto solo aprender a su lado, pasó a demostrar lo cierto de la proposición.» (→ Academia de Ciencias Eclesiásticas de San Isidoro. Sesión del miércoles 1.º de abril.)

«El panegírico de San Isidoro de Sevilla que debía pronunciarse en la academia de ciencias eclesiásticas el miércoles 22 del corriente, se ha trasladado al siguiente miércoles 29 del mismo.» (Diario de Madrid, miércoles 22 abril 1840.)

«Academia de ciencias eclesiásticas. Hoy miércoles 20 del corriente se discutirá la cuestión siguiente: “¿Estando extrañado por el gobierno un prelado, podrá ejercer la autoridad entre los diocesanos?” A las cinco de la tarde.» (Diario de Madrid, miércoles 20 mayo 1840.)

«Academia de ciencias eclesiásticas. Hoy miércoles 3 del corriente se discutirá la cuestión siguiente: “¿Cuál ha sido el poder legítimo que los príncipes cristianos y los magistrados civiles han ejercido en el conocimiento de las causas criminales de los obispos“ A las cinco de la tarde.» (Diario de Madrid, miércoles 3 junio 1840.)

1840.0720   Antonio González González   1840.0812

1840.0812   Valentín Ferraz   1840.0820

1840.0820   Modesto Cortázar   1840.0911

1840.0911   Vicente Sancho   1840.0916

1840.0916   Baldomero Espartero   1841.0510

1840.1017     Isabel II     1868.0930

1840.1017   Espartero, Regente del Reino   1843.0723

«Academia de ciencias eclesiásticas. Hoy miércoles 25 del corriente se discutirá la siguiente proposición: “Jesucristo dio a su esposa la iglesia gobierno formado ¿la ha dado facultad para variarlo? o más bien, ¿ha empeñado su omnipotencia para que sea siempre el mismo sin permitir jamás la menor variación sustancial?” A las cinco de la tarde.» (Diario de Madrid, miércoles 25 noviembre 1840.)

1841

1841.0510   Joaquín María Ferrer   1841.0520

1841.0520   Antonio González González   1842.0617

Decreto de supresión y unión de parroquias (Espartero, 11 diciembre.)

1842

Proyecto de ley para emancipar la Iglesia de España de su dependencia de Roma, leído en las Cortes por Alonso, ministro de Gracia y Justicia (20 enero).

1842.0617   José Ramón Rodil Campillo   1843.0509

1843

«ACADEMIA DE CIENCIAS ECLESIASTICAS
con la advocación de san isidoro arzobispo de sevilla.

Esta Academia celebra sus sesiones todos los miércoles del año, no siendo festivos, en la calle del León, número 34, cuarto principal.
Protector. Sermo. Sr. Infante D. Francisco de Paula.
Junta de Gobierno o Directiva de la Academia.
  Excmo. Sr. D. José Alonso, Presidente.
  D. Joaquín Aguirre, Vicepresidente 1º
  D. Basilio García, ídem 2.º
  Lic. D. Cándido Manuel de Nocedal, Censor.
Revisores teóricos.
  Lic. D. Juan Gualberto López de Cerain.
  D. Juan Manuel Álvarez.
Revisores prácticos.
  D. Felipe Diez Robledo.
  D. Mariano Luis Prieto.
  D. José Pulido Espinosa, Bibliotecario.
  D. Aniceto Terrón y Meléndez, Tesorero.
  D. José Antonio Gutiérrez, Secretario.
  D. Manuel Ruiz de Quevedo, ídem.» (Guía de forasteros en Madrid para el año de 1843, pág. 240.)

1843.0509   Joaquín María López   1843.0519

1843.0519   Álvaro Gómez Becerra   1843.0723

1843.0723   Isabel II, mayor de edad   1868.0930

1843.0723   Joaquín María López   1843.1120

1843.1120   Salustiano Olózaga   1843.1129

1843.1205   Luis González Bravo   1844.0503

1844

«ACADEMIA DE CIENCIAS ECLESIASTICAS
con la advocación de san isidoro arzobispo de sevilla.

Esta Academia celebra sus sesiones todos los miércoles del año, no siendo festivos, en la calle del León, número 34, cuarto principal.
Protector. Sermo. Sr. Infante D. Francisco de Paula.
Junta de Gobierno o Directiva de la Academia.
  Excmo. Sr. D. Manuel Joaquín Tarancón, Presidente.
  Excmo. Sr. Dr. D. José Muñoz Maldonado, Vicepresidente 1º
  Sr. D. Eugenio Fernández de Borbón, ídem 2.º
  Sr. D. Mariano García Ruiz, Censor.
  Sr. D. José Antonio Gutiérrez, Revisor 1º.
  Sr. D. José Pulido, Revisor 2º.
  Sr. D. Alfredo Adolfo Camus, Bibliotecario.
  Sr. Dr. D. Aniceto Terrón y Meléndez, Tesorero.
  Sr. D. Joaquín Escario, Secretario 1º.
  Sr. Dr. D. Manuel Sánchez Ugarte, ídem 2.º» (Guía de forasteros en Madrid para el año de 1844, págs. 241-242.)

«La academia española de ciencias eclesiásticas celebra la solemne apertura de sus sesiones para el año de 1844 el día 17 del actual a las seis de la noche. Pronunciará el discurso inaugural el Excmo. Sr. Dr. D. José Muñoz Maldonado, primer vicepresidente de la academia.» (Gaceta de Madrid, 14 enero 1844.)

«Una cosa nos permitiremos notar, y es que cuestiones como la de este día quisiéramos que se ventilaran en otro terreno. Parécenos, y no somos únicos en este parecer, que la proposición era defendible en el terreno de la filosofía, más amena y más contrapuesta al filosofismo del siglo pasado; mas en la altura de las circunstancias. Se trató en el resbaladizo de la teología, tocándose cuestiones inmensas, dificilísimas, tales como los de gracia y libre albedrío […]. Nos hemos impuesto el deber de censores de la academia con el ánimo, o de que concluya para siempre, o de verla convertida en una verdadera academia de ciencias eclesiásticas; por eso hacemos estas indicaciones, y confiamos que no las despreciará, mucho más cuando sabemos cuánto anhela y trabaja para su completa organización y reforma.» (→ Academia española de ciencias eclesiasticas. Sesión del miércoles 7 de febrero, El Católico, 10 febrero 1844.)

Título de Académico profesor en favor de Dr. Don Miguel Requejo; Academia Española de Ciencias Eclesiásticas, Madrid 12 febrero 1844
«Academia Española de Ciencias Eclesiásticas. La Academia, teniendo en consideración los méritos literarios del Doctor Dn. Miguel Requejo le ha nombrado Académico profesor en la sesión celebrada el día 7 de Febrero de este año: y espera de su celo coadyuvará al esplendor de corporación tan ilustre al hacerse digno del honor que le dispensa. Y para que conste los infrascritos Secretarios le espiden el presente título autorizado con el sello de esta Academia y las firmas de la Junta de Gobierno en Madrid a 12 de Febrero de 1844..
El Presid[en]te de la Acad[emia], Ant[oni]o, Arzob[isp]o el[ec]to de Toledo.V[ice]-Presidente, José Muñoz Maldonado. – El Secretario 1º. Dr. Manuel M. Sánchez Ugarte. – El Secretario 2º. Dr. Antonio Mª de Prida.El Censor, Mar[ian]o G[arcí]a Ruiz. Título de Académico profesor en favor del Dr. Dn. Miguel Requejo.»
En el verso: «Reg[istra]do lib. 3. Fol. 129.» Tamaño del diploma: 410×305 mm.

«¡Con qué satisfacción oíamos a los jóvenes académicos! Aun hay virtud entre los jóvenes en medio de los embates que agitan el siglo, en el fondo de los escándalos que han presenciado. […] Para nuestra juventud, con pocas excepciones, la revolución y la filosofía infanda, su precursora, han sido una escuela práctica y de escarmiento, una lección de desgracia, una enseñanza de pesimismo, y ella lo aprovecha, y no es lejano el instante en que dirá no, la precipitación, la perfidia, la saña, el furor, la irreligión con otras malas pasiones precipitaron a nuestros mayores legándonos solo lágrimas y devastación y caos.» (→ Academia española de ciencias eclesiasticas. Sesión del jueves 22 de febrero, El Católico, 26 febrero 1844.)

«academia española de ciencias eclesiásticas. Crónicas de la academia española de ciencias eclesiásticas. Con este epígrafe se publicará dos veces al mes el extracto de las sesiones que celebra esta academia. Reorganizada de un modo digno de su instituto, desea generalizar por cuantos medios están a su alcance las sanas doctrinas que profesa. Se suscribe en Madrid por 2 rs. al mes en la librería de Pérez, calle de Carretas, y en la portería de dicha academia, calle de León, núm. 34, cuarto principal.
Hoy miércoles el Sr. D. Matías Arauz disertará sobre el siguiente tema: “Supuesto el estado actual de la Iglesia de España, ¿cuáles serán las bases que podrán designarse para la celebración de un concordato que termine pacífica y amistosamente las diferencias que existen entre nuestro Gobierno y la Santa Sede apostólica?” Calle de León, núm. 34, a las siete de la noche.= Manuel Sánchez Ugarte, secretario primero.» (Gaceta de Madrid, miércoles 6 marzo 1844.)

«Desde este mes deberá empezar a publicarse en esta corte un periódico con el título de Crónicas de la academia española de ciencias eclesiásticas. Saldrá dos veces al mes, publicando un extracto de los discursos que pronuncien los eclesiásticos, los magistrados y los jóvenes que componen el catálogo de sus socios: tarea que está cometida a una comisión de la academia, con anuencia y conocimiento de sus respectivos autores. El tamaño de las Crónicas guardará relación con el interés que hubiese ofrecido cada sesión, siendo excelente su papel, y su impresión correcta y esmerada.» (El Heraldo, Madrid, jueves 7 marzo 1844, p. 4.)

«La academia española de ciencias eclesiásticas ha acordado que una comisión de su seno, compuesta de los señores arzobispo de Toledo, presidente, D. José Muñoz Maldonado, vice-presidente, y D. Manuel Sánchez Ugarte, secretario primero, pase al Real Sitio de Aranjuez, a tener el honor de felicitar a S. M. la Reina Madre.» (La Posdata, periódico joco-serio, Madrid, martes 19 marzo 1844, p. 4.) (El Heraldo, Madrid, martes 19 marzo 1844, p. 4.)

«academia española de ciencias eclesiásticas. En atención a encontrarse ausentes un número crecido de Sres. académicos por haberse agregado a la comisión que a nombre de la academia ha de felicitar en Aranjuez a la excelsa Reina Madre Doña Cristina de Borbón, se suspende la sesión de este día, que deberá tener lugar el sábado 30 del corriente. El secretario segundo, Antonio María de Prida.» (Gaceta de Madrid, jueves 21 marzo 1844.)

«Hemos visto el primer número de las Crónicas de la academia española de Ciencias eclesiásticas, periódico utilísimo, donde se hace una reseña fiel y exacta de las luminosas discusiones que tienen lugar en esta ilustrada corporación. Las importantes cuestiones que en la academia se dilucidan, y particularmente la muy interesante que está avocada sobre cuáles serán las bases que podrán designarse para la celebración de un concordato que termine pacífica y amistosamente las diferencias que existen entre nuestro Gobierno y la Santa Sede apostólica, hacen subir el interés de esta publicación, que no dudamos llenará cumplidamente los deseos de la academia y de los amantes de las ciencias; porque entre los señores que componen la comisión de redacción vemos con placer que figura nuestro amigo D. Alfredo Adolfo de Camus, tan práctico e inteligente en esta clase de trabajos.» (Gaceta de Madrid, sábado 23 marzo 1844.)

«academia española de ciencias eclesiásticas. Hoy sábado 30 del corriente continúa la discusión pendiente sobre el siguiente tema: “Supuesto el estado actual de la Iglesia de España, cuáles serán las bases que podrán designarse para la celebración de un concordato que termine pacífica y amistosamente las diferencias que existen entre nuestro Gobierno y la Sede apostólica.” A las siete y media de la noche, calle del León, num. 34·= El secretario primero, Manuel Sánchez Ugarte.» (Gaceta de Madrid, sábado 30 marzo 1844.)

«Después de un intervalo de veinte y cuatro días, continuó el suspendido debate sobre cuáles serán las bases para formar un concordato con la Santa Sede, atendido el estado de nuestra Iglesia.» (→ Academia española de ciencias eclesiasticas. Sesión del sábado 30 de marzo, El Católico, 2 abril 1844.)

«Aunque ayer se dijo ya lo bastante en nuestro periódico acerca de la sesión del sábado en la academia de ciencias eclesiásticas, parécenos sin embargo no será inoportuno añadir dos palabras sobre algunas que se permitió el Sr. vice-presidente Muñoz Maldonado.» (→ Impugnación al Sr. D. José Muñoz Maldonado, El Católico, miércoles 3 abril 1844.)

«academia española de ciencias eclesiásticas. Hoy miércoles día 10 del corriente se discutirá el tema siguiente: Influencia del cristianismo en la civilización de los pueblos. Los Sres. académicos pueden usar de la palabra para hacer las observaciones que gusten. A las siete y media de la noche, calle del León, núm. 34. = Manuel Sánchez Ugarte, secretario primero.» (Gaceta de Madrid, 10 abril 1844, pág. 4.)

«Con mal precedente dio principio la de este día, pues que hallándose la mesa casi desierta, pero muy animado el salón por el mucho concurso de académicos y del público, un socio preguntó el motivo que había para que aun no se hubiese publicado el número 2.º del impreso que da la academia con el título de Crónicas de la misma.» (→ Academia española de ciencias eclesiasticas. Sesión del miércoles 10 de abril, El Católico, 13 abril 1844.)

Comunicado de Mariano García Ruiz (14 abril 1844)
Cierre de la Academia de Ciencias Eclesiásticas, El Católico, 15 abril 1844.

«Según leemos en el Católico parece que por orden de la autoridad política se han suspendido las conferencias semanales que se celebraban en la academia de ciencias eclesiásticas. La irritación de los ánimos con motivo de las cuestiones políticas y otros de interés interior de esta sociedad le han obligado a tomar esta medida. Nosotros esperamos, que convencida la mayoría de los socios de las ventajas de una discusión elevada, y moderada a la vez, ajena a mezquinos intereses y pequeñas cuestiones de partido, hará que esta suspensión sea lo mas corta posible.» (El Heraldo, Madrid, martes 16 abril 1844, pág. 4.)

«El Corresponsal del domingo y el Reparador de anoche, copian el estracto que de la sesión de la Academia de ciencias eclesiásticas dimos el sábado; pero nuestros colegas añaden dos párrafos, los dos últimos, que no son nuestros. Les rogamos pues se sirvan rectificar este error y no hacernos decir lo que no hemos dicho. Suum cuique.» (El Católico, miércoles 17 abril 1844, pág. 130.)

1844.0503   Ramón María Narváez   1846.0211

«Por lo demás motivos de gran consuelo hemos tenido en varios sucesos que han marcado el primer semestre del año 1844. Hemos visto inaugurarse con risueños auspicios la academia española de ciencias eclesiásticas de Madrid. La sesión inaugural celebrada en 17 de enero es un testimonio de que la revolución no ha concluido en España con los seguidores de las doctrinas sanas y católicas. La presencia de los Excmos. e Ilmos. Sres. arzobispo electo de Toledo y Patriarca de las Indias animaba aquella escogida asamblea, y el discurso del Excmo. Sr. D. José Muñoz Maldonado anunciaba cuán diferentes serían las doctrinas y los procedimientos en este año de los que se habían observado en los últimos anteriores. Y bien pronto las sesiones que iban semanalmente celebrándose, nos revelaban que no nos habíamos engañado en nuestras esperanzas. Delicadas e interesantes cuestiones se debatieron en estas sesiones, y todas con tino, y todas en el más buen sentido. Una de ellas fue la del diezmo en la sesión del 22 de febrero: abogóse en su favor, no con ambages, no con temor a las preocupaciones de la época, sino con valor y claridad, con el lenguaje de la convicción, con la solidez y firmeza que dan la razón y la justicia. Sentimos que causas desagradables, y no bastante conocidas, hayan introducido la división y el disgusto entre los socios académicos, y que hayan motivado la suspensión de las sesiones, mandada por la autoridad política a mediados de abril. Mas si esta asamblea hubiese tenido que ser un semillero de discordias, es preferible que se hayan cerrado, aunque prematuramente, sus sesiones, en tanto que para España amanece el día en que pueda solidarse la paz y el orden en todos los ramos del estado. Tenemos el consuelo de que en este semestre no podemos anunciar nuevas persecuciones, nuevos encarcelamientos, nuevas causas formadas a los individuos del clero español. Al contrario, encontramos algún acto reparador.» (A.[ntonio] P.[alau], «Reseña histórica. España», Revista católica [dirigida por Antonio Abad Palau Termes], Barcelona, agosto 1844, tomo V, págs. 114-115.)


Referencias

1847 «Academia de ciencias eclesiásticas, o de San Isidoro. Esta Academia llamada en su origen de Sagrados Cánones e Historia Eclesiástica de San Juan Nepomuceno, fue creada en virtud de real cédula expedida en 13 de agosto de 1757: en 1767 cambió este nombre por el de canónica-eclesiástica, y en setiembre de 1769 tomó el de histórico-canónica de San Isidro [sic]. Posteriormente, en 1773, añadió las denominaciones de cánones, liturgia, historia y disciplina eclesiástica; y por último en 1837 adquirió el nombre por el que hoy se le conoce. Su objeto era el que indican las diversas denominaciones que ha tenido: los ejercicios, que al principio consistían en conferencias, explicación, repaso sabatino, historia y argumentos, se redujeron después a la discusión entre los académicos y las personas que gustaban concurrir a estos actos. Tan fecunda esta Academia en vicisitudes como en nombres, varió hasta nueve veces sus estatutos, hasta que por orden del Gobierno fue disuelta y depositados todos sus papeles y documentos en la Academia de Jurisprudencia y Legislación.» (Pascual Madoz, Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España…, Madrid 1847, vol. 10, pág. 827.)

1851 «Academia de Ciencias eclesiásticas llamada de San Isidoro. […] Las sesiones de la academia están en suspenso desde 1844 hasta fin de 1850 en que escribimos este artículo.» (Mellado, Enciclopedia moderna, 1851, t. 1, col. 191.)

1884 «Otra Real Orden de 12 de Febrero de 1836 dispuso la reunión de las Academias de Derecho existentes en Madrid (las de Carlos III y Fernando VII) en una sola, que se tituló de la Purísima Concepción, como lo efectuaron, excepto la de Ciencias eclesiásticas de San Isidoro, que siguió hasta el año académico de 1846 a 1847 (Memoria leída en la sesión inaugural de 19 Octubre 1847). Esta Academia, de que es sucesora la Real de Jurisprudencia, se creó en 1835 y tiene dilatado abolengo, pues data de la de Sagrados Cánones eclesiásticos de San Juan Nepomuceno, fundada en 13 de Agosto de 1757, a la que sucedió una Academia bajo la misma advocación en 1767 y a esta la histórico-canónica de San Isidoro, sustituida a su vez en 1773 por la de Cánones, Liturgia, Historia y Disciplina eclesiástica (Arrazola, Enciclopedia española de Derecho y Administración.- Academia). Pero la era que comenzó en 1835 fue altamente gloriosa para dicha Corporación, pues según dice un ilustrado académico, cuya opinión es en este punto irrecusable, era libre, “se habían roto las férreas ligaduras con que a aquel Instituto tenía amarrado el absolutismo” (Memoria leída por el Sr. Liñán en la sesión regia celebrada el 15 de Noviembre de 1880).» (José Maluquer Salvador, Reseña histórica de la Real Academia Matritense de Jurisprudencia y Legislación, Imprenta de Redondo y Xumetra, Barcelona 1884, págs. 16-17.)


Bibliografía

1835. Memoria de la sesión celebrada en la Real Academia de Ciencias Eclesiásticas de San Isidoro, el 4 de abril de 1835, con el motivo de tomar posesión del protectorado de ella el Sermo. Sr. Infante de España D. Francisco de Paula Antonio de Borbón, Academia de Ciencias Eclesiásticas de San Isidoro, Madrid 1835, 17 págs.

1836. Acta de la sesión de apertura anual celebrada por la Real Academia de Ciencias Eclesiásticas de San Isidoro de esta Corte en 10 de enero de 1836, Academia de Ciencias Eclesiásticas de San Isidoro, Madrid 1835, 26 págs.

Catálogo de los individuos de la Real Academia de Ciencias Eclesiásticas de San Isidoro de Madrid [a fecha 23 de diciembre de 1835], Madrid 1836.

1838. Estatutos de la Academia de Ciencias Eclesiásticas de San Isidoro de esta corte del 7 de febrero de 1837, precedidos de la Lista de sus individuos, Madrid 1838, 23 páginas.

Antonio María de Bustio, Discurso panegírico del célebre español San Isidoro, Arzobispo de Sevilla, Patrono de la Academia de Ciencias Eclesiásticas de esta corte, pronunciado y presentado a la misma en la sesión pública del 4 de abril de 1838 por su individuo el presbítero…, Imprenta de D. Miguel de Burgos, Madrid 1838, 15 págs.

1841. Agustín Severiano Fernández, Panegírico de San Isidoro arzobispo de Sevilla, Patrono de la Academia de Ciencias Eclesiásticas de Madrid, Imprenta de Don León Amarita, Madrid 1841, 23 páginas. (Leído por el autor, como individuo de número de la Academia de Ciencias Eclesiásticas, en la sesión pública de 3 de abril de 1839.)

Constituciones y reglamento interior de la Academia Española de Ciencias Eclesiásticas formadas por la Comisión nombrada al efecto por la misma, Madrid 1841, 20 páginas.

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