Filosofía en español 
Filosofía en español

Pensamiento

no figura

Diccionario filosófico marxista · 1946

Pensamiento

Producto superior de una materia orgánica particular, el cerebro (ver); proceso activo del reflejo de la realidad objetiva en las representaciones, los conceptos, los juicios, &c. El pensamiento se halla siempre ligado a una forma determinada del movimiento de la materia –la actividad del cerebro. Para el idealismo, el pensamiento deriva de un principio sobrenatural, autónomo e independiente de la materia –Dios, la idea absoluta, &c. Hace ya mucho tiempo que la ciencia ha refutado a los idealistas. La ciencia moderna ha demostrado que el pensamiento es una propiedad de la materia. A este respecto, la teoría materialista de la actividad nerviosa superior de los animales, debida al gran sabio ruso Pavlov (ver) y a su escuela, reviste gran importancia. Pavlov puso en evidencia que el cerebro es el asiento material de la actividad psíquica. “...La actividad psíquica”, escribe, “es el resultado de la actividad fisiológica de una masa determinada de la substancia cerebral...” Pavlov demostró igualmente que los animales superiores, especialmente los perros, son capaces de análisis y de síntesis, es decir, que pueden distinguir y ligar excitaciones aisladas. Los trabajos del académico Pavlov confirmaron la conocida tesis de Engels: “Tenemos en común con los animales, todos los modos de actividad del entendimiento”: la inducción, la deducción, la abstracción por lo tanto, el análisis de los objetos desconocidos, la síntesis, y, combinando la una y la otra, la experimentación. Por su naturaleza, todas esas maneras de proceder, observa Engels, “...son perfectamente semejantes en los hombres y en los animales superiores. Sólo difieren en grado (el grado de desarrollo del método en cada caso considerado)” (Engels, Dialéctica de la naturaleza, Ed. rusa). Sin esos elementos de la actividad psíquica, los animales no hubieran podido existir, no hubieran podido orientarse en las condiciones complejas del medio circundante.

Aunque reconociendo esos rasgos comunes, el materialismo dialéctico insiste en una diferencia de principio entre el pensamiento del hombre y la actividad psíquica de los animales: el pensamiento humano, forma superior, cualitativamente nueva de la actividad psíquica, nació gracias al trabajo, sobre la base del desarrollo social. El trabajo creó al hombre y a la actividad psíquica específicamente humana, la facultad de pensar. El pensamiento es un fenómeno social inconcebible al margen de la historia de la sociedad. Una de las diferencias esenciales entre el pensamiento humano y las formas superiores de la actividad psíquica de los animales, es el empleo de conceptos que fijan los resultados del trabajo de abstracción del pensamiento. Esta particularidad se explica por el hecho de que el hombre es un ser social que no sólo se adapta a la naturaleza, sino, sobre todo, la transforma y la domina gracias al trabajo. La necesidad de hacer progresar la producción social hizo nacer y ha desarrollado la facultad de abstraerse cada vez más profundamente, de penetrar la esencia de los fenómenos, las leyes de la naturaleza.

Una particularidad característica del pensamiento humano es su vínculo indisoluble con el lenguaje. El conocimiento, el pensamiento del hombre sólo es posible a través del lenguaje, lo que prueba la naturaleza social del pensamiento humano, a diferencia de la naturaleza puramente biológica de la actividad psíquica de los animales. El lenguaje, enseña el marxismo, es un medio de comunicación entre los hombres, debido a la necesidad de desarrollar la producción social y a la naturaleza social del trabajo, de la cual es condición indispensable. La doctrina de Pavlov sobre el segundo sistema de señalización, propiedad específica del hombre, pone en claro la base fisiológica del pensamiento humano y lo que lo distingue de la actividad psíquica de los animales. El lenguaje discursivo ha desempeñado un papel inmenso en el progreso del pensamiento humano. Ayudó a los hombres a separarse del mundo animal, a agruparse en sociedades.

Para el materialismo dialéctico, pensamiento y lenguaje son inseparables y no puede existir el pensamiento sin el lenguaje.

“La lengua constituye la realidad inmediata del pensamiento” (Marx). La realidad del pensamiento se materializa en la lengua.

El pensamiento tiene por base inmediata las percepciones y representaciones provocadas por la acción de la naturaleza sobre los órganos de los sentidos en el curso de la actividad práctica de los hombres. Ahí reside la fuente del pensamiento. Al margen de estas imágenes, percepciones, representaciones, el pensamiento se halla desprovisto de todo contenido. Esta concepción se opone al idealismo, que establece una separación entre el pensamiento humano y las imágenes y percepciones sensoriales, entre el pensamiento y el mundo objetivo que refleja. No obstante, el pensamiento no puede ser reducido a las representaciones e imágenes. El pensamiento generaliza los datos sensibles con ayuda de conceptos y categorías científicas, gracias a su facultad de abstraer. (Ver Abstracción científica).

El materialismo dialéctico combate la tesis simplista que reduce el pensamiento a los procesos puramente fisiológicos. El pensamiento es una propiedad cualitativamente nueva de la materia, propiedad diferente de los procesos fisiológicos. Sin ninguna duda, en el porvenir, el pensamiento será referido a movimientos moleculares y químicos del cerebro, es decir, que será explicado por ellos. De todos modos, no se habrá agotado así su esencia, su especificidad cualitativa.

El pensamiento desempeña un papel inmenso en la vida social. Permite a los hombres conocer las leyes objetivas de la naturaleza y de la sociedad y obtener provecho de ellas en su actividad práctica. (Ver igualmente Conocimiento).

Diccionario filosófico abreviado · 1959:402-403

Pensamiento

1. Producto superior de la materia dotada de una organización especial, el cerebro; proceso activo en que el mundo objetivo se refleja en conceptos, juicios, teorías, &c. El pensamiento surge en el proceso de la actividad productiva social de los hombres y hace posible el reflejo mediato de la realidad, permite descubrir las conexiones sujetas a ley de la misma. Los mecanismos fisiológicos materiales del pensamiento fueron investigados por Pávlov, quien expuso en su teoría del segundo sistema de señales los resultados obtenidos. Sin embargo, no es posible explicar plenamente el pensamiento –pese a que está indisolublemente unido al cerebro– por la actividad de un aparato fisiológico. La aparición del pensar se halla vinculada, ante todo, al desarrollo social, no a la evolución biológica. El pensamiento es un producto social tanto por las particularidades de su origen, como por su manera de funcionar y por sus resultados. Ello se explica por el hecho de que existe sólo en indisoluble unión con el trabajo y con el habla, que se dan exclusivamente en la sociedad humana. De ahí que el pensamiento del hombre se produzca en estrechísima conexión con el hablar y sus resultados se fijen en el lenguaje. Son propios del pensar, asimismo, procesos como los de abstracción, análisis y síntesis, el planteamiento de determinados problemas y el encontrar los procedimientos de su resolución, la formulación de hipótesis, ideas, &c. El proceso del pensar tiene siempre como resultado una idea determinada. La facultad que el pensamiento posee de reflejar de manera generalizada la realidad se traduce en la capacidad del hombre para formar conceptos generales. La elaboración de conceptos científicos se enlaza a menudo con la formulación de las correspondientes leyes. La facultad del pensamiento para reflejar de manera mediata la realidad se manifiesta en la capacidad del hombre para el razonamiento, la inferencia lógica y la demostración. Esta facultad amplía extraordinariamente las posibilidades del conocer; hace posible, partiendo del análisis de los hechos accesibles a la percepción inmediata, llegar a lo que no está al alcance de la percepción mediante los órganos de los sentidos. Los conceptos y sus sistemas (teorías científicas) fijan (generalizan) la experiencia de la humanidad, forman una concentración de conocimientos del hombre y un punto de partida para la cognición ulterior de la realidad. El pensamiento humano es objeto de estudio de diversas ciencias (fisiología de la actividad nerviosa superior, lógica, cibernética, psicología, gnoseología, &c.), mediante distintos métodos. Entre las investigaciones experimentales, en los últimos tiempos han alcanzado gran importancia los métodos de modelación del pensamiento bajo la forma de dispositivos cibernéticos. En la vida de cada ser humano, el pensamiento no existe como proceso puramente intelectual, sino que se halla indisolublemente vinculado a otros procesos psíquicos, es decir, no existe aislado de la conciencia global del hombre. El idealismo tiende siempre a separar de la materia (cerebro humano, lenguaje, actividad práctica de la sociedad) el pensamiento, y si reconoce el nexo aludido, procura presentar el pensamiento de los individuos aislados como algo derivado de ciertos principios espirituales situados por encima de la materia y de la conciencia de los hombres aislados (por ejemplo, Hegel). La filosofía burguesa contemporánea, representada por el neopositivismo, niega el pensamiento como algo que exista realmente. Siguiendo al behaviorismo y reduciendo toda la experiencia del hombre a los hechos directamente observados; el neopositivismo declara el pensamiento, junto a la materia (a diferencia del lenguaje, que siempre aparece como hecho sensorialmente perceptible), una ficción. El neopositivismo ignora el hecho de que el lenguaje es el medio de expresión, la forma de existencia del pensamiento. Por medio del análisis de éste, se estudian las propiedades del cerebro, que se caracterizan como pensamiento.

2. En psicología, el pensamiento es el proceso de interacción entre el sujeto cognoscente y el objeto cognoscible; es la forma básica que regula la forma de orientarse el sujeto en la realidad. El pensamiento propiamente dicho es creador; surge en situaciones en que, para resolver los problemas, es indispensable adquirir nuevos conocimientos que permitan modificar las condiciones circundantes con el fin de satisfacer unas necesidades. Los productos del pensar constituyen modelos psíquicos (Psique) de la realidad, modelos que figuran en el plano gnoseológico como imágenes de los objetos. El pensamiento es una premisa necesaria de cualquier otra actividad, pues ésta es el resultado “desenvuelto” y reelaborado de aquél. El pensamiento experimenta una compleja evolución, crea formas derivadas de la actividad intelectual –procesos de percepción, de representación, hábitos de distinto género, &c.–. A medida que estas formas se consolidan, el pensamiento se apoya en ellas para resolver nuevos problemas, más complejos. La forma elemental del pensamiento se da también en los animales. En la fase humana, la aparición del trabajo da origen al pensamiento verbal, específicamente humano, que se separa de la práctica en calidad de actividad teórica. Gracias al desarrollo del segundo sistema de señales, el pensamiento en su forma superior se traslada al plano interno de actividades. En tal caso, el objeto pueden constituirlo no las cosas reales, sino sus modelos psíquicos. Los resultados subjetivos de semejante pensamiento son modelos de la realidad estructurados con la participación del lenguaje. Se modelan no sólo las relaciones entre sujeto y objeto, sino, además, las relaciones entre objetos diferentes. En el aspecto gnoseológico, estos modelos se presentan como conceptos, juicios y razonamientos que reflejan las leyes que rigen el movimiento de los objetos, algunos de sus aspectos y propiedades, a menudo inaccesibles a la percepción inmediata, los nexos e interdependencias esenciales. Los productos objetivos del pensamiento verbal, insertándose en el quehacer práctico, se consolidan en las correspondientes transformaciones de los objetos reales. Constituyen la experiencia histórico-social que la generación nueva asimila mediante la enseñanza. Se distinguen pensamientos productivos, creadores (Psicología de la creación) y reproductivos (Memoria, Hábito). Estos dos tipos de pensamiento se hallan estrechamente unidos entre sí: el productivo se transforma en reproductivo, y éste se convierte en una de las premisas del pensamiento creador.

Diccionario filosófico · 1965:355-357

Pensamiento

Proceso activo de reflejo del mundo objetivo en conceptos, juicios, teorías, &c., vinculado con la solución de unos u otros problemas; producto superior de la materia específicamente organizada: el cerebro. Encontrándose en ligazón indisoluble con el cerebro, el pensamiento no puede ser explicado por completo con la actividad del aparato fisiológico. El pensamiento no está enlazado sólo con la evolución biológica, sino también con el desarrollo social. El pensamiento surge en el proceso de la actividad productiva de los hombres y asegura el reflejo mediatizado de la realidad. Tiene una naturaleza social tanto por las peculiaridades de su surgimiento como por el modo de funcionamiento y los resultados. Esto se explica porque el pensamiento existe sólo en relación con la actividad laboral y el habla, típicos únicamente de la sociedad humana. Por eso, el pensamiento del hombre se realiza en estrechísima ligazón con el habla, y sus resultados se fijan en el lenguaje. Son propios del pensamiento procesos tales como la abstracción, el análisis y la síntesis, el planteamiento de determinadas tareas y la búsqueda de las vías de su cumplimiento, la promoción de hipótesis, ideas, &c. El resultado del proceso de pensamiento siempre es una u otra idea. La capacidad del pensamiento de reflejar en forma sintetizada la realidad se expresa en la capacidad del hombre de formar conceptos generales. La formación de conceptos científicos está asociada a la formulación de las leyes correspondientes. La capacidad del pensamiento de reflejar en forma indirecta la realidad se expresa en la capacidad del hombre para los actos de deducción, conclusión lógica o demostración. Esta capacidad amplía sobremanera las posibilidades del conocimiento. Permite conocer, partiendo del análisis de los hechos accesibles a la percepción directa, lo que es inaccesible a la percepción con ayuda de los órganos de los sentidos. Los conceptos y sus sistemas (teorías científicas) fijan (generalizan) la experiencia de los hombres y el punto de partida para seguir conociendo la realidad. El pensamiento del hombre lo estudian distintas ciencias (la fisiología de la actividad nerviosa superior, la lógica, la cibernética, la psicología, la gnoseología, &c.), las cuales se valen de diferentes métodos. Últimamente, entre las investigaciones experimentales han adquirido una gran importancia los métodos de estudio del pensamiento en forma de su modelado con ayuda de distintos dispositivos cibernéticos. El idealismo siempre ha tratado de separar el pensamiento de la materia (del cerebro humano, del lenguaje, de la actividad práctica de la sociedad) y cuando reconoce tal ligazón, procura presentar el pensamiento como algo derivado de ciertos principios espirituales que están por encima de la materia y la conciencia de los hombres por separado (por ejemplo, Hegel). La filosofía burguesa moderna, por ejemplo, el neopositivismo, empezó a negar el pensamiento como algo realmente existente. Siguiendo al behaviorismo y reduciendo toda la experiencia del hombre sólo a los hechos observables directamente, el neopositivismo proclama ficción al pensamiento, conjuntamente con la materia (a diferencia del lenguaje, que siempre constituye un hecho perceptible por los órganos de los sentidos). El neopositivismo obvia el hecho de que el lenguaje es un medio de expresión y una forma de existencia de la idea. En realidad, a través del análisis del lenguaje se estudian las propiedades del cerebro que se definen como pensamiento.

Diccionario de filosofía · 1984:330-331