Tratado décimo
Del primer precepto del Decálogo
Habiendo ya propuesto lo perteneciente a las materias que son como preámbulas del Decálogo, daremos principio a la declaración de éste, por la explicación del primero de sus diez preceptos, que prescribe el culto debido a un solo Dios; y siendo oficio propio de la virtud de la Religión dirigirnos en él, ante todas cosas atenderemos a explicarla con la doctrina del Angélico Doctor, que trata de ella 2. 2. desde la q. 81.
- Capítulo I. De la virtud de la Religión
- Punto I. Esencia, y actos de la Religión
- Punto II. De la Devoción
- Punto III. De la Oración
- Punto IV. A quiénes se puede orar; y quiénes pueden, y deben orar
- Punto V. Por quienes se puede orar
- Capítulo II. De la Adoración de Dios, y de sus Santos
- Punto I. De la esencia, y división de la Adoración
- Punto II. De la adoración de latría
- Punto III. De la hyperdulia, y dulia
- Punto IV. Del culto que se ha de dar a los Santos canonizados, y beatificados, y a otras personas que murieron con opinión de santidad
- Punto V. Del culto de las sagradas Imágenes, y Reliquias
- Punto VI. Del culto que se ha de dar a las vestiduras, y vasos sagrados, y demás cosas destinadas al culto divino
- Capítulo III. De los vicios opuestos a la Religión
- Punto I. De la superstición
- Punto II. De la idolatría, y adivinación
- Punto III. De varios modos de adivinación
- Punto IV. De la vana observancia
- Punto V. De la magia
- Punto VI. Del maleficio
- Capítulo IV. De la tentación de Dios, sacrilegio, y blasfemia
- Punto I. De la tentación de Dios
- Punto II. Del sacrilegio
- Punto III. De la blasfemia
[ Compendio moral salmaticense · Pamplona 1805, tomo 1, página 265 ]