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Concatenaciones circulares de las transformaciones lisado / conformado: Racionalidad abierta y cerrada
Distinguimos dos tipos de concatenaciones circulares de las transformaciones lisado / conformado [821-822] que podrán servir para definir los tipos de “racionalidad” de un campo: “racionalismo circular abierto” y “racionalismo circular cerrado” (o no abierto).
1. Racionalismo circular abierto. Tiene lugar cuando elegimos como terminus a quo a un campo que, tras el lisado de su estado morfológico (“anatómico”) previo, ha alcanzado un estado lisológico en su terminus ad quem, que, a su vez, pueda ser “encadenado” como terminus a quo de un proceso ulterior de conformación, cuyos términos no tienen por qué reproducir exactamente el estado conformado inicial, y aún hay razones de principio por las cuales habrá que pensar que los resultados de la transformación se desviarán significativamente de la transformación de partida.
El proceso de “holización revolucionaria” es el mejor ejemplo que podemos ofrecer al respecto, cuando tomamos como campo inicial de referencia la “sociedad política del Antiguo Régimen”. Un tipo de racionalización operada por la izquierda jacobina (la primera generación de la izquierda), que transformó el reino del Antiguo Régimen en una Nación política. En efecto:
Dado un campo estructurado como un todo atributivo morfológico T [24], como pudo serlo la sociedad política francesa de la época revolucionaria, la racionalización circular por holización implicaba dos fases:
(a) Una fase de regressus u holización analítica (lisado) que, arrancando de una estructura política previamente racionalizada “anatómicamente” (“brazos”, “estados”, “estamentos”, “jerarquías”) durante el Antiguo Régimen, resolvía el todo en sus elementos atómicos (á-tomo fue traducido, en forma de calco, por Boecio, por in-dividuo), los “ciudadanos iguales”.
(b) Una fase, que debía seguir a la anterior, de progressus (de holización sintética, de conformado o compactado) orientada a reobtener, a partir de los individuos iguales, no ya un conjunto amorfo de ciudadanos solitarios e independientes, sino un todo organizado (conformado o compactado) distinto del “todo organizado” durante el Antiguo Régimen, un todo organizado según la morfología del Nuevo Régimen republicano.
La “holización revolucionaria” [733], como encadenamiento circular de procesos de lisado y conformado, no podía constituir un círculo compuesto de dos “arcos” conmensurables. La racionalización circular tenía que acudir a procedimientos dialécticos auxiliares, tales como el de la anástasis [105] –orientada a detener el proceso de lisado manteniéndolo en los límites del individuo corpóreo (sin llegar, por ejemplo, a sus células)– y más aún, a los individuos ciudadanos franceses (lo que determinó la transformación, obtenida mediante acciones de extremada violencia y muy sangrientas, del Reino absoluto de Francia en la democrática Nación política francesa).
2. Racionalismo circular cerrado. Tiene lugar cuando elegimos como terminus a quo de la transformación un campo en estado lisológico que, en una transformación conformativa, encadene este proceso de lisado, que eventualmente reproduzca el estado lisológico originario. Este tipo de racionalización es el que encontramos en la explicación científica convencional del curso de evolución de los organismos vivientes: la explicación comenzará por el estado lisológico de la “sopa biogénica” (o bien, por el “cigoto lisológico” previo a la conformación morular, y a la morfogénesis ulterior) y continuará en el análisis del desarrollo del organismo hasta su descomposición y putrefacción, es decir, por el retorno al estado lisológico.
El mejor ejemplo que podemos ofrecer de este tipo de racionalización sería acaso la teoría del Big Bang, cuando ella se encadena con la teoría del Big Crunch. La teoría del Big Bang parte, en efecto, de un estado del mundo físico lisológicamente definido. Al menos, las hipótesis de un campo primitivo, considerado como un vacío cuántico, como un “éter de Planck”, sugieren el estado lisológico; y aún la singularidad del “punto” inicial de la “Gran Explosión”, que ocurre en la “nada” de un espacio vacío, puede interpretarse como un estado lisológico llevado al límite. El proceso de conformación [a partir de este estado lisológico], comienza en segundos, y de modo acelerado. Trascurridos 0,11 segundos la temperatura de la sopa cósmica ha bajado de 1011 grados a 3×1010 K, es decir, a treinta mil millones de grados; el pequeño número de partículas nucleares aún no se hallan ligadas a núcleos, pero con la caída de la temperatura es mucho más fácil (al cabo de los 0,11 segundos) que los neutrones más pesados se conviertan en neutrones más ligeros, que no al revés. Cuando han pasado 13,82 segundos el universo está a tres mil millones de grados Kelvin (3 x 109 K). Ya está bastante frío para que se formen [se conformen, en el curso del proceso de conformado] diversos núcleos estables, como el helio. A los tres minutos y dos segundos, el universo está a mil millones de grados Kelvin: en él ya se mantienen unidos los núcleos de tritio y helio-3. Poco después los núcleos del deuterio ya pueden mantenerse unidos… El universo seguirá expandiéndose y enfriándose, pero durante setecientos mil años no ocurrirá nada de mucho interés… Después de otros diez mil millones de años “aproximadamente”, dice Weinberg (las comillas son nuestras), los seres vivos comienzan a aparecer por el horizonte. Una vez conformado el universo, aunque nunca enteramente, nos enfrentaremos con el gigantesco proceso de su lisado, ya sea por la continuación de una expansión que vaya “diluyendo” cada vez más en el espacio inmenso sus materiales morfológicos en un polvillo inapreciable, ya sea por la iniciación de una fase de contracción que terminará en un gran “despachurramiento” (Big Crunch), que borrará también todas las formas, reproduciendo de algún modo el momento inicial del Big Bang.
Es difícil determinar en qué pueda consistir el racionalismo de este encadenamiento de transformaciones abiertas en su límite, es decir, enmarcadas por la Nada [67]. Cuando la serie de transformaciones se continúa, y sobre todo si la continuidad es cíclica (modelo Anaximandro), el racionalismo, como racionalismo material, acaso pueda ser identificado formalmente con la misma recurrencia indefinida invariante de las transformaciones. (La tesis del eterno retorno, tal como la formuló Nietzsche, no es necesariamente cíclica.) Sin duda, este racionalismo cosmológico abierto, en su caso límite (“enmarcado por dos vacíos, o Nadas”) sigue siendo un racionalismo por su circularismo formal; pero constituye la negación de la racionalidad cuando se le considera desde un punto de vista material (materialista), lo que nos inclina a concluir que las teorías del Big Bang y del Big Crunch sólo pueden interpretarse como una “transformación virtual” resultante del encadenamiento de las transformaciones de dos tipos: lisado virtual (tipo 2) y conformación débil (tipo 7).
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