Filosofía en español 
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Punto tercero · De la forma de la Eucaristía

P. ¿Cuál es la forma de la Eucaristía? R. Que las palabras que el Sacerdote debidamente proferiere; de manera [39] que las de la consagración del pan son éstas: Hoc est enim corpus meum. Todas son de esencia, a excepción del enim, cuya omisión unos tienen por culpa grave, y otros por leve, no dejándose por desprecio. La forma de la consagración del cáliz consiste asimismo en estas palabras: Hic est enim calix sanguinis mei novi, & aeterni testamenti, mysterium fidei, qui pro vobis, & pro multis effundetur in remissionem peccatorum. Según muchos de los Tomistas todas estas palabras, exceptuando el enim, son de precepto. Otros por el contrario sólo quieren lo sean las siguientes: hic est sanguis meus, o hic est calix sanguinis mei. Mas todos convienen en asentar la grave obligación de proferir todas las dichas palabras, a excepción del enim, según ya queda dicho; pues a lo menos pertenecen todas a la integridad del Sacramento.

P. ¿Consagraría verdaderamente el Sacerdote, que dijese: hic est corpus meum? R. Con distinción; porque o el hic se toma como adverbio, o como pronombre. Si lo primero no consagraría; porque entonces se daría variación substancial. Por la razón contraria sería válida la consagración, si lo segundo, pues el error sólo era gramatical. Lo mismo decimos de otras variaciones de esta clase.

P. ¿Se dicen las palabras de la consagración por el Sacerdote sólo historice, o recitative, o juntamente assertive, y significative? R. Que se dicen de ambos modos; porque si sólo las dijese del primero, el pronombre hoc no podría designar la materia presente, sino la que Cristo consagró en la Cena; y así para demostrar la presente materia, y juntamente que aquellas palabras fueron dichas por Cristo, debe proferirlas, no sólo recitative, sino también significative. Ni vale decir: que si se profieren las palabras significative, no se pueden verificar de la sangre éstas: qui pro vobis & pro multis effundetur; así porque ya no se derrama, como porque denotan derramarse por otros, y no por el Sacerdote que las pronuncia; porque a esto se responde, que el effundetur, se verifica por razón de la representación, en cuanto en el Sacrificio se representa el tiempo de su institución; esto es: pridie quam pateretur su Autor. Ni el Sacerdote deja [40] de ser comprehendido en el pro vobis effundetur; porque representa dos personas, es a saber: la de Cristo, y la propia; y si en nombre de la primera dice: pro vobis effundetur, no se excluye asimismo, en cuanto persona privada.

P. ¿Qué se significa en la forma de la consagración por los pronombres hoc o hic? R. Que no se significa alguna substancia determinadamente singular, sino la contenida bajo estas especies, vage sumptam; porque ni se significa determinadamente la substancia del pan o vino, ni determinadamente la substancia de Cristo. El sentido pues de las palabras de la consagración es este: Contentum sub his speciebus, quod ante consecrationem non est determinate corpus, nec sanguis Christi, in fine prolationis verborum est determinate, in hostia corpus, & in calice sanguis Christi.

P. ¿Qué se pone en la Eucaristía ex vi verborum? R. Que en la hostia sólo se pone el cuerpo de Cristo praecisive de vivo o muerto; porque aunque de facto se ponga vivo, no es formalmente ex vi verborum, sino porque de facto lo está en los Cielos. Solamente pues el cuerpo de Cristo se pone ex vi verborum en la hostia. Por unión natural se pone también el alma; por concomitancia la sangre; por la unión hipostática el Verbo Divino; y por razón de la inseparabilidad las otras dos Personas Divinas asisten en este Sacramento con un modo especial. También lo están identice los atributos divinos.

Del mismo modo en el cáliz ex vi verborum se pone la sangre; por concomitancia el cuerpo con todo lo demás que queda dicho acerca de la hostia. P. ¿Qué significa este nombre transubstanciación? R. Que significa: conversionem totius substantiae panis & vini in substantiam corporis & sanguinis Christi, remanentibus accidentibus panis & vini, sine subjecto. Los accidentes que permanecen son el olor, el color, sabor, cantidad, cualidad, acción, y pasión; pues las especies de pan y vino conservan, como lo experimentamos dichos accidentes; se mueven por agente extrínseco y se corrompen. Véase S. Tom. 3 p. q. 77. art. 5 y 6, donde propone el cómo obran los expresados [41] accidentes. De lo aquí dicho se deduce que la substancia del pan y del vino no se aniquila por la consagración; porque la aniquilación propiamente tal es in nihilum redigi, lo que no se verifica respecto de la substancia del pan, y vino, que se convierte en la substancia de Cristo. Nada pues de la substancia del pan o vino permanece en la Eucaristía, como lo enseña la Iglesia contra los herejes, sino que en su lugar sucede la verdadera y real presencia de Cristo, que está todo en todas, y en cada una de las partes de este Sacramento, y así se le debe culto de latría, como enseña el Tridentino: Sess. 13. Can. 3. No nos detenemos en otras cuestiones más propias para subtilizar los ingenios, que necesarias para la práctica; y más cuando no las permite la brevedad de una Suma.

[ Compendio moral salmaticense · Pamplona 1805, tomo 2, páginas 38-41 ]