Filosofía en español 
Filosofía en español


Santiago Galindo Herrero

No lo entiendo

Según sus propias declaraciones, Santiago Carrillo, secretario general del «Partido Comunista Español», lleva en España desde el mes de febrero. Ha entrado y salido, también según lo que afirma, diversas veces del territorio nacional para realizar otros tantos viajes a distintos países.

Según lo que sé, con toda certeza, ha realizado, al menos, un viaje en avión de Madrid a Barcelona en el puente aéreo. Y a lo que parece, ha recorrido distintas localidades españolas

El «Partido Comunista» es, oficialmente, ilegal en España, pero notas informativas han dado cuenta con regularidad de diversas reuniones de personas que se declaraban pertenecientes a él, haciendo constar sus nombres y apellidos y el cargo que ostentaban en la organización. No han faltado colaboraciones en periódicos y revistas de dirigentes del partido en los que, tras la firma, aparecía su filiación y jerarquía política.

Diversas personas con responsabilidad oficial han repetido, mientras, que el «Partido Comunista» es ilegal en España y, lo que es más, que no se reconocería oficialmente su existencia.

Santiago Carrillo hizo una conferencia de Prensa, con gran asistencia de miembros del partido y de redactores y fotógrafos de Prensa, incluso de televisión, que fueron con sus cámaras e impedimenta.

Inesperadamente, un día cualquiera, es detenido Santiago Carrillo con varios de sus colaboradores comunistas. Según nos dicen, fue de la Comisaría a la Dirección General de Seguridad, de la Dirección General de Seguridad a la Comisaría, de la Comisaría al desaparecido Juzgado de Orden Público, y, por último, a prisión.

Sus partidarios organizaron, a la pocas horas –quizá tres o menos–, una pintada masiva de las calles madrileñas con el «Carrillo, libertad», fijaron carteles con su efigie y se manifestaron públicamente.

Hubo enfrentamientos, algunos graves, entre miembros del partido y colaterales y las Fuerzas del Orden Público.

Escritores y artistas lanzan un manifiesto a favor de Carrillo, que publicaron los medios informativos. Madrid y otras capitales españolas se llenan de propaganda de Carrillo y del «Partido Comunista», realizando así una labor efectiva de presencia.

Santiago Carrillo, que fue instalado en la enfermería de la prisión, según una agencia de Prensa, fue autorizado el día de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, suponemos que en conmemoración de tan cristiana fiesta, para recibir a sus familiares.

Los abogados de los detenidos informaron de que iban a pedir la revocación del auto de procesamiento y la libertad provisional, y que se encontraban muy esperanzados.

A los siete días de su ingreso en prisión, Santiago Carrillo, que antes no podía entrar en España, es puesto en libertad provisional, con la que su situación de permanencia es legalizada. Con ello podrá pasearse y exhibirse sin problemas, o, al menos, sin problemas que parece antes podía haber tenido.

Ninguna organización, asociación, partido o grupo político de la derecha, el centro o la izquierda, nos ha ilustrado sobre el tema, o ha pedido ilustración a quienes, por su posición, podrían darla.

Ni juzgo, ni valoro, ni magnifico los hechos. Los narro nada más. Y eso precisamente, su simple enumeración, es lo que me hace que diga, para, no decir otra cosa: «No lo entiendo». S. G. H.