Filosofía en español 
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Bendición del Primado

Bendición del Primado / Acción Española / marzo 1937

Con palabra de espíritu y bendición, abre las páginas de este número de ACCIÓN ESPAÑOLA Su Eminencia el Cardenal Arzobispo de Toledo, Primado de España.

No es nueva su presencia. Suscriptor desde la primera hora, el pensamiento de ACCIÓN ESPAÑOLA encontró en el Cardenal voz que lo proclamase en una solemne ocasión de Hispanidad: el Congreso Eucarístico de Buenos Aires. Allí, ante gentes venidas de todas las tierras; ante gentes, también, incapaces de comprender la unidad de destino de la tierra de España, el Primado proclamó, con voz de severa fortaleza y doctrina, el valor de la Hispanidad; mayor, por gracia del Sacramento, que la misma grandeza del primer Imperio romano. El texto de aquel discurso, acogido con máximo honor en nuestra revista, se incorporaba más tarde, como apología, a la defensa en que Maeztu había logrado el texto fundamental de nuestro movimiento.

Esperemos que la bendición del Arzobispo no sea sólo para la obra ya hecha, sino que aliente nuevas y cada vez mejores empresas. Empresas que, al servicio de la Hispanidad, lejos de aquella versión temporal, desmedulada y fría que quiso dársenos de nuestro Catolicismo, tengan el ímpetu caliente e imperial de nuestro señor Santiago.

El Cardenal Primado, príncipe de la Iglesia y apologista de la Hispanidad, ha de ser también máximo capitán en estas empresas.

Transcripción

«En estos momentos gravísimos de la historia patria Acción Española hace un alto en su brillante camino, y, ante las ruinas acumuladas por una revolución inhumana y loca, da una ojeada de síntesis a esta obra de colaboración, sabia y tenaz, que han realizado en pocos años un puñado de selectos para orientar el espíritu de la raza. Al escribir esta cuartilla no tengo más que una palabra de aliento que valorizó aquel prócer del pensamiento español y cristiano que fue Ramiro de Maeztu, alma de esta revista. El espíritu. Si el espíritu español y cristiano hubiese prevalecido, la revolución materialista no hubiera llegado a clavarnos su zarpa hasta la entraña viva. Y si ese espíritu español y cristiano no informa nuestro esfuerzo de restauración será inútil todo esfuerzo. Dios y España. El espíritu de religión y raza, fundidos en uno, que es la esencia de nuestra historia. He aquí el ideal único para labrar el futuro de la patria.»

[Transcripción del autógrafo del Cardenal Gomá tomada de Eugenio Vegas Latapie, Los caminos del desengaño. Memorias políticas II (1936-1938), Tebas, Madrid 1987, capítulo 33: 'Antología de Acción Española', páginas 148-153.]