Filosofía en español 
Filosofía en español

Lo histórico y lo lógico

Conocimiento histórico y lógico

Importante problema filosófico que estudia la relación mutua entre el curso del conocimiento lógico y el curso del desarrollo histórico de la Sociedad en general y de la historia del conocimiento en particular. El auténtico conocimiento científico es el reflejo del proceso del desarrollo histórico de la Naturaleza y de la Sociedad. Todo fenómeno puede ser conocido correctamente sólo en su proceso de nacimiento, desarrollo y muerte, o sea, en su historia. Conocer un objeto significa reflejar la historia de su nacimiento y desarrollo. Por eso, lo lógico coincide en general e íntegramente con lo histórico. Pero esta coincidencia no significa, ni mucho menos, que el curso lógico del pensamiento debe reproducir la historia en toda su múltiple variedad concreta, en todos sus pormenores, con todos sus momentos casuales y no esenciales. Lo lógico es lo histórico depurado de esas casualidades, expresado en sus leyes más decisivas y esenciales. “Donde comienza la historia, escribía Engels, allí mismo debe comenzar también el curso del pensamiento, y su movimiento ulterior no constituirá otra cosa que el reflejo del proceso histórico que adopta una forma abstracta y teóricamente consecuente”. Un modelo admirable de análisis sobre la base de la unidad entre lo lógico y lo histórico es El Capital de Marx. Lenin escribe que en El Capital se da la historia del capitalismo y el análisis de los conceptos que resumen esta historia, es decir, que la sintetizan teóricamente. Así, por ejemplo, el análisis lógico de las formas del valor reproduce la historia del desarrollo del intercambio. En la lógica del materialismo dialéctico, las leyes del pensamiento, los conceptos, las categorías, su sistema y subordinación (subordinación, relación mutua, conexión e interdependencia) coinciden en general e íntegramente con la historia del pensamiento. “En la lógica, decía Lenin, la historia del pensamiento DEBE, en general e íntegramente, coincidir con las leyes del pensar”. La fórmula leninista del proceso dialéctico del conocimiento –“de la contemplación viva hacia el pensar abstracto y de éste hacia la práctica”– demuestra, que el proceso lógico del conocimiento de cualquier cosa, repite en forma sucinta y abreviada el proceso histórico del conocimiento que se desarrolla desde el conocimiento de lo directamente dado hacia el descubrimiento de los lados cada vez más profundos y esenciales de la Naturaleza y de la Sociedad. La teoría de la unidad entre lo lógico y lo histórico, en la filosofía marxista está dirigida contra la separación idealista y metafísica entre el pensamiento y la realidad, entre la teoría y la práctica, entre la lógica y la historia, y sirve de hilo metodológico rector en el conocimiento del mundo real.

Diccionario filosófico marxista · 1946:51-52

Lo histórico y lo lógico

Categorías filosóficas que caracterizan las relaciones entre el proceso del conocimiento lógico por una parte, y el desarrollo histórico de la sociedad en su conjunto y de la historia del conocimiento en particular, por otra. El conocimiento científico verdadero refleja la historia de la naturaleza y de la sociedad. Un fenómeno no puede ser comprendido si no es estudiado desde el punto de vista de su aparición, de su desarrollo y de su desaparición, o dicho de otro modo, en su evolución histórica. Comprender un objeto, es reflejar la historia de su aparición y de su devenir. Por consiguiente, lo lógico coincide en principio con lo histórico. Pero esta coincidencia no significa que el pensamiento debe reproducir la historia en toda su diversidad concreta, en todos sus detalles, con todos sus elementos fortuitos y secundarios. Lo lógico es lo histórico despojado de esas contingencias, tomado en sus caracteres esenciales y necesarios. “Allí donde comienza esta historia, escribía Engels, debe comenzar también el proceso discursivo, y el desarrollo ulterior de éste no será más que la imagen refleja, en forma abstracta y teóricamente consecuente, de la trayectoria histórica...” (Marx, Engels, Obras escogidas, t. I, p. 343, Ed. esp., Moscú). El Capital de Marx ofrece un ejemplo brillante del análisis fundado sobre la unidad de lo lógico y de lo histórico. Lenin escribe que ese libro contiene la historia del capitalismo y el análisis de las nociones teóricas que las generalizan. Así, el análisis lógico de las formas del valor reproduce la historia del desarrollo del cambio. En la lógica dialéctica, las leyes del pensamiento, los conceptos, las categorías, su sistema y su subordinación (sus relaciones recíprocas, sus vínculos y su interdependencia) coinciden en lo esencial con la historia de las ideas. “En lógica, escribía Lenin, la historia de las ideas debe, en principio, coincidir con las leyes del pensamiento” (Cuadernos filosóficos, Ed. rusa). El proceso dialéctico del conocimiento va de la contemplación viva al pensamiento abstracto, y de este último a la práctica. Esto muestra que la marcha lógica del conocimiento de una cosa reproduce en forma sucinta y condensada el curso histórico del conocimiento que va del conocimiento de lo inmediato al descubrimiento de los aspectos esenciales, siempre más profundos, de la naturaleza y de la sociedad. La tesis marxista de la unidad de lo lógico y de lo histórico está dirigida contra el idealismo y la metafísica, que separan el pensamiento de la realidad, la teoría de la práctica, la lógica de la historia; y ofrece un método seguro para conocer el mundo real.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:237-238

Lo histórico y lo lógico

Categorías filosóficas que señalan importantes peculiaridades del proceso de desarrollo y también la relación entre el desenvolvimiento lógico del pensamiento y la historia del objeto, la historia del proceso mismo. Lo histórico expresa el proceso real del origen y de la formación de un objeto dado; lo lógico, la relación –las leyes del enlace y de la interacción entre sus aspectos– que existe ya desarrollada. Los histórico= es, respecto a lo lógico, lo que el proceso de desarrollo respecto a su resultado, en el cual los nexos que se van estableciendo sucesivamente en el decurso de la historia real han alcanzado “plena madurez y forma clásica” (Engels). Lo histórico y lo lógico se encuentran en unidad dialéctica, que incluye en sí el momento de la contradicción. Su unidad se expresa, en primer lugar, en el hecho de que lo histórico contiene en sí lo lógico en la medida en que todo proceso de desarrollo contiene su orientación objetiva, la necesidad propia que conduce a un determinado resultado. Si bien al iniciarse el proceso, todavía falta lo lógico como expresión de la estructura desarrollada del objeto, la sucesión de las fases recorridas por el proceso coincide en líneas generales con la relación (concatenación lógica) en que se hallan los componentes del sistema en desarrollo, y el proceso culmina con la formación del objeto específico determinado. En segundo lugar, la unidad de lo histórico y lo lógico se expresa en el hecho de que la correlación y la interdependencia entre las partes del todo desarrollado reproducen la historia del origen de dicho todo, la historia en la formación de su estructura específica. El resultado contiene, en forma “superada”, el proceso de su formación: lo lógico contiene en sí lo histórico. Mas, aunque la unidad de lo uno y lo otro es de un valor decisivo para comprender la correlación entre la historia del objeto y el resultado de esta última, lo histórico y lo lógico coinciden sólo en líneas generales, dado que en el objeto que ha alcanzado “plena madurez y forma clásica” quedan sin sentido y se pierden todo lo casual, todo lo transitorio, todas las oscilaciones del desarrollo inevitables en el proceso histórico. Lo lógico es lo histórico “corregido”, pero tal “corrección” se efectúa “en consonancia con las leyes que da el mismo proceso histórico real” (Engels). De ahí se desprende la diferencia que existe entre los procedimientos lógico e histórico de representar la realidad en el pensamiento. Su diferencia no constituye simple y exclusivamente una diferencia en los fines subjetivos de la investigación: tiene su base objetiva. Debido, precisamente, a que en la realidad misma el proceso de desarrollo y su resultado no coinciden aunque formen una unidad, son inevitablemente distintos por el contenido los procedimientos histórico y lógico de investigación. Es objeto de la investigación histórica descubrir las condiciones y premisas concretas del desarrollo de tales o cuales fenómenos, de su sucesión histórica, de su paso de unos estadios históricamente necesarios a otros. El objeto de la investigación lógica consiste en descubrir el papel que desempeñan los distintos elementos del sistema en la composición del todo desarrollado. Pero como quiera que el todo desarrollado sólo conserva las condiciones y los momentos de su evolución que expresan su carácter específico, la reproducción lógica del todo desarrollado resulta ser la clave que permite descubrir su historia verdadera. “La anatomía del hombre es la clave de la anatomía del mono” (Marx). Por otra parte, los límites que diferencian estos dos procedimientos de investigación son condicionales, variables, pues lo lógico, en última instancia, es lo histórico mismo, sólo que despojado de su forma concreta, presentado bajo un aspecto de generalización, teórico; inversamente, lo histórico es lo lógico mismo, aunque revestido de la carne y sangre del desarrollo histórico concreto. La dialéctica de lo histórico y lo lógico es de gran importancia para la lógica dialéctica, que descubre las leyes generales del conocer, la lógica del movimiento del pensar en el proceso del conocimiento de la realidad.

Diccionario filosófico · 1965:220-221

Lo histórico y lo lógico

Categorías filosóficas que revelan importantes particularidades del proceso de desarrollo, así como la correlación entre el desarrollo lógico del pensamiento y la historia real del objeto. Lo histórico expresa los procesos estructurales y funcionales del surgimiento y formación del objeto dado. Lo lógico fija las correlaciones, leyes, conexiones e interacciones de sus aspectos que existen en el estado desarrollado del objeto. Lo histórico se relaciona con lo lógico como el proceso de desarrollo con su resultado, en el cual las conexiones formadas consecuentemente en el curso de la historia real han alcanzado la completa madurez. Lo histórico y lo lógico se encuentran en unidad dialéctica, que incluye el elemento de la contradicción. Su unidad consiste, en primer lugar, en que lo histórico contiene en sí lo lógico en la medida en que todo proceso de desarrollo supone la orientación objetiva, la necesidad que conduce a un resultado determinado. Aunque al comienzo del proceso, lo lógico, como expresión de la estructura desarrollada del objeto, todavía falta, la consecutividad de las fases del proceso coincide en lo fundamental con la relación (conexión lógica), en la que se encuentran los componentes del sistema desarrollado, o sea, el proceso, diríase, lleva en sí su propio resultado. En segundo lugar, la unidad de lo histórico y lo lógico se expresa en que la correlación y la interdependencia de los aspectos de un todo desarrollado reflejan de modo peculiar la historia del devenir de ese todo, la historia de la formación de su estructura específica. El resultado contiene en sí el movimiento que lo ha engendrado: lo lógico encierra en sí lo histórico. Pero, aunque la unidad de lo histórico y lo lógico tiene una significación decisiva para comprender la correlación entre la historia del objeto y su forma desarrollada, ellos coinciden tan sólo en general, pues en el objeto que ha alcanzado su plena madurez, se hace innecesario y se pierde todo lo casual y pasajero, todos aquellos zigzags del desarrollo que son inevitables en el proceso que transcurre realmente. Lo lógico es lo histórico “corregido”, pero esta “corrección” se realiza en consonancia con las leyes que dicta el mismo proceso histórico real. De ahí, la diferencia entre los modos lógico e histórico de reflejo de la realidad en el pensamiento. La diferencia entre estos modos de investigación no se reduce simple y únicamente a la diferencia de los fines subjetivos de la misma, pues tiene su base objetiva. Precisamente porque en la realidad misma no coinciden el proceso y el resultado, aunque se encuentran en unidad, es inevitable la diferencia entre los contenidos de los modos histórico y lógico de investigación. La tarea de la investigación histórica consiste en revelar las condiciones concretas y las formas de desarrollo de unos u otros fenómenos y la consecutividad de sus transiciones de unas fases históricamente necesarias a otras. La tarea de la investigación lógica consiste en revelar el papel que algunos elementos del sistema desempeñan en la composición del todo desarrollado. Pero como el todo desarrollado conserva sólo aquellas condiciones y elementos del desarrollo que expresan su carácter específico, la reproducción lógica del todo desarrollado constituye la llave para revelar su verdadera historia. “La anatomía del hombre es la llave para la anatomía del mono”. (Marx). Al mismo tiempo, los límites que diferencian estos dos modos de investigación son condicionales y movibles, pues lo lógico es, en definitiva, lo histórico mismo, pero despojado de su forma concreta y representado en forma teórica, sintetizada; y, por el contrario, lo histórico es lo lógico mismo pero revestido en forma concreta de desarrollo histórico. La dialéctica de lo histórico y lo lógico expresa un aspecto esencial de la lógica dialéctica, la cual descubre las leyes generales del conocimiento de los procesos objetivos de desarrollo.

Diccionario de filosofía · 1984:211-212