Filosofía en español 
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Punto séptimo · Del precepto negativo: exterius non negare fidem

P. ¿Se da precepto negativo que obligue semper, et pro semper a no negar exteriormente la fe? R. Que se da sin duda. Consta de la formidable sentencia de Jesucristo referida por S. Mateo cap. 10. Qui autem negaverit me coram hominibus, negabo et ego eum coram patre meo. Por esto, el que negase ser Cristiano, Pontificio, Papista, &c. negaría exteriormente la fe; porque el que niega expresamente estos dictados, niega expresamente ser uno de los hijos fieles de la Iglesia; y así pecaría gravemente contra el dicho precepto. Entiéndese no obstante, cuando los negase en cuanto son distintivos de la Religión católica, no si sólo se toman como expresiones de la nación o patria; pues entonces no sería negar la Religión, sino la patria, o nación.

P. ¿Es lícito para evitar la muerte ofrecer incienso a los Ídolos, arrodillarse delante ellos, o darles otro culto? R. Que no; porque aun cuando falte el asenso interno, siempre es negar exteriormente la fe; y si esto no es negarla, apenas podrá proponerse caso alguno en que se niegue. Ni en esta materia puede admitirse disimulación material, siempre que las acciones externas denoten de sí culto y veneración. Por esta causa reprobó la Iglesia [182] repetidas veces ciertos ritos de la China, por los cuales se pretendía dar el culto externo a Confucio hombre venerado entre los Chinos, y el interno a Jesucristo.

Argüirás contra esto. Eliseo permitió a Naaman que se arrodillase en el templo de Remmon a la presencia de este Ídolo. Y Dios parece que alaba 4 Reg. Cap. 10 la disimulación de Jehu en aparentar, quería sacrificar a Baal, luego &c. R. a lo primero, que Eliseo sólo permitió a Naaman Siro pudiese acompañar a su Señor al templo de su Ídolo, sirviéndole en él políticamente, a la manera que una sierva cristiana pudiera hacerlo con su señora mahometana, sin mezclarse en manera alguna en su falsa religión. A lo segundo decimos, que Jehu pecó en su simulación, y sólo es alabado de Dios, por su celo en acabar con los falsos profetas de Baal, y destruir su culto.

P. ¿Se da en este precepto parvidad de materia? R. Que no, y así siempre es culpa grave en su género negar la fe exteriormente, aun en lo más leve, y sólo podrá ser culpa venial por falta de perfecta deliberación; como si uno sin ésta citase al Génesis por el Éxodo, o un capítulo de este libro por otro distinto, lo que si hiciese por no ocurrirle puntualmente a la memoria no pecaría gravemente, ni aun levemente haciéndolo ex lapsu linguae, o por olvido.

[ Compendio moral salmaticense · Pamplona 1805, tomo 1, páginas 181-182 ]