Revista Cubana de Filosofía
La Habana, mayo-diciembre de 1955
Vol. III, número 12
página 20

El Barón de Montesquieu (1689-1755)

Hace doscientos años que murió Charles de Sécondat, más conocido en los círculos intelectuales y políticos por su patronímico nobiliario de Barón de Montesquieu, famoso, sobre todo, por su notable contribución a la filosofía de la política –L’Esprit des Lois. Mas hay que detenerse a pensar si, en la actualidad, el humano sentido de su pensamiento fundamental podría ser aplicado a una realidad en la cual la masa y la fuerza parecen ser los ingredientes principales y decisivos. Pues, desde el advenimiento de las masas a la vida activa en el orden social (para no hablar de «rebelión», que tanto enerva a ciertos catones de izquierda), el admirable principio del equilibrio de los Tres Poderes, tal como aparece expuesto y defendido en la magna obra de Montesquieu, tendría muy escasa o ninguna eficacia. Porque se trata de una de las obras básicas del liberalismo, ya en franca retirada en estos días de intransigentes «derechas» e «izquierdas». A la incierta luz de la presente realidad, el Espíritu de las Leyes es casi una pieza de museo, que las mentes sutiles pueden saborear como un grato recuerdo. De todos modos, será siempre oportuno y agradable, si se tiene en cuenta que una obra de este género está llamada, por su misma calidad, a traspasar la linde de la historia y a convertirse en magistral lección perenne.

H. P. Ll.

< >

www.filosofia.org Proyecto Filosofía en español
© 2007 www.filosofia.org
Revista Cubana de Filosofía 1950-1959
Hemeroteca