Ángel Botana Barbeito 1839-1881

Médico español, obtuvo el grado de Doctor en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de España tras leer ante su Claustro, en el solemne acto de recibir la investidura, el discurso ¿Cuál es la educación física y moral de la mujer, más conforme a los grandes destinos que la ha confiado la Providencia? (un texto de 6.796 palabras). Desconocemos la fecha exacta de su nacimiento, pudo haber nacido en 1840 (lo que no repugnaría con los primeros vestigios de su presencia en la Facultad de Medicina de Santiago), pero mientras alguien se tome la molestia de buscar la fecha precisa, le supondremos de 1839. Supondremos también que era hermano de José Botana Barbeyto, residente en Pontevedra, “joven tan modesto como aplicado” que propone, en 1851, plantar sistemáticamente una planta oleaginosa, cuyo nombre no se dice, que requiere menos cuidados que el maíz y permite extraer de ella mucho aceite para alumbrado aunque no para cocina: “y ya que hablamos del Sr. Botana, diremos que él mismo ha encontrado el medio de dar a las conchas de algunos moluscos muy comunes en nuestro país, el aspecto del más bello nácar” (El Eco de Galicia, Santiago, 10 abril 1851). Veinticinco años después José Botana era conocido como el “inventor del nácar gallego” que preparaba un velador de concha nacarada para remitir a la Exposición universal de Filadelfia (El Heraldo Gallego, 11 de marzo de 1876, pág. 8).
En 1859 aparece el nombre Ángel Botana en la relación de suscriptores a la Piretología razonada, filosofía clínica aplicada al estudio de las fiebres y de las calenturas, por el Excmo. Señor D. José Varela de Montes, decano y catedrático de Medicina Clínica en la Universidad de Santiago (Santiago 1859, xxi+599 páginas).
1861 «En la universidad de Santiago acaban de hacerse ejercicios de oposición a las dos plazas de profesores clínicos vacantes en la misma. La primera trinca la formaban los Sres. D. Pedro Mosquera, Don Ignacio Caballero y D. Jesús Varela; la segunda los Sres. D. Ángel Botana, Don José Novoa y D. José Clérigo.» (La Correspondencia de España, Madrid, 12 diciembre 1861, pág. 3.)
1863 «Oposiciones. Conclusión. […] Por lo que dice a objeciones, se presentaron algunas muy oportunas, que fueron rebatidas felizmente. No sabemos si el Sr. Botana al decir que había observado poco orden en la exposición del Sr. Novoa, objetaba simplemente, o bien sentía en realidad lo que anunciaba; pero no podemos creer que el Sr. Botana sea nunca quien se vea ofuscado por la novedad, para llamarla falta de orden. Lo mismo pensamos del Sr. Torre, al emitir la idea de que en las ciencias de observación no podrá emplearse el método sintético, porque la síntesis, decía, es una verdad general que surge del conocimiento de otras particulares, mediante el raciocinio. Creemos no debe olvidarse que lo uno es la observación de los hechos, cuyas ideas, asociadas y ordenadas, constituyen la ciencia; y lo otro, muy diferente, la exposición de las mismas verdades: y si en lo primero el único método que puede emplearse es el analítico, en lo segundo los dos nos conducirán a la verdad; pareciéndonos más ventajoso el sintético, que produce sencillez, no exigiendo más verdades que las suficientes a probar el hecho general, mientras que en el otro no puede prescindirse de todo lo observado, supuesto no se sabe de donde emanan las pruebas. Como que desde un principio lo apreciado por nosotros es el mérito incontestable de los jóvenes opositores, manifestando con facilidad nuestro modo de sentir, si que nos fuese necesario rebuscar epítetos que lo realizasen a expensas de su misma depresión; he aquí, por qué las diferencias que quisimos establecer, son únicamente relativas al método diverso que cada uno había adoptado. Hecha esta observación ¿qué podremos decir del primer ejercicio del señor Botana, después de advertir que la análisis fue el medio que le condujo al fin propuesto? Sería repetir inútilmente lo que llevamos anunciado: era una caries vertebral, el caso práctico, sobre el que fundó su disertación, y sin olvidar nada de cuanto a él se refería, en el presente, consiguió que sus ideas no fuesen ofuscadas con las objeciones que le presentaron, por más que se hallaran adornadas de una aparente tendencia al convencimiento. […] Por fin el Sr. Botana terminó estos ejercicios refiriéndose el suyo a la tenotomía del esternocleidomastoideo. No fue muy extenso, pero hizo comprender perfectamente cuando era relativo a su objeto. Así finalizaron actos ante los que concurríamos tan gustosos y donde conseguían por mucho tiempo tenernos suspendidos de sus labios. Todos allí tenían que admirar: el sabio las ciencias; el razonamiento, el filósofo; el literato, el lenguaje; la inspiración el poeta: y hasta el ignorante se fijaría en el eco de las palabras de estos dignos opositores. Francisco Romero Blanco.» (El Eco Escolar, Santiago, 8 de enero de 1863, número 5, páginas 7-8.)
Cuando en 1864 lee ante el claustro de la Universidad Central el discurso de investidura como doctor –prefiere el tema 30 de los 40 propuestos por la Facultad: ¿Cuál es la educación física y moral de la mujer, más conforme a los grandes destinos que la ha confiado la Providencia?–, era profesor clínico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago. Organiza ese discurso en cuatro partes, una introducción y tres puntos, que encabeza con sendas citas de autores extranjeros, dos germanos –Leibniz (1646-1716) y Kant (1724-1804)– y dos gabachos, más recientes –la jansenista Madame Bernier (1803) y Louis-Aimé Martin (1782-1847)–:
Siempre he creído que si se reformase la educación de la juventud, se conseguiría reformar el linaje humano. (Leibniz.)
Los sentimientos que jamás se extinguen, son los que nacen alrededor de nuestra cuna, y la voz de los ancianos prueba que nuestras emociones primeras son también nuestros últimos recuerdos. (L'Aimé Martin.)
La ignorancia en que vive la mujer relativamente a sus deberes, y el abusar de su poder, hacen que pierda la más bella y preciosa ventaja, la de ser útil. (Mad. Bernier.)
El objeto de la educación es desarrollar a cada individuo en toda la perfección de que es susceptible. (Kant.)
Sigue y cita Ángel Botana el metodo de educación de la mujer propuesto por Francisco Alonso Rubio (1813-1894) en su reciente La mujer bajo el punto de vista filosófico, social y moral: sus deberes en relación con la familia y la sociedad (Madrid 1863), catedrático en Madrid de clínica de Obstetricia y enfermedades de la mujer y de los niños (la misma especialidad de la que más adelante había de ser catedrático Ángel Botana). No deja de recordar a “nuestras distinguidas escritoras Santa Teresa de Jesús, doña Oliva Sabuco, doña Beatriz de Galindo, doña María Isidra de Guzmán, doctora de la Universidad de Alcalá”, aquella modélica aunque irrepetible niña que con 17 años fue reconocida en 1785 por la Universidad de Alcalá como Doctora en Filosofía y Letras humanas y además como Catedrática honoraria de Filosofía moderna.
En 1865 toma partido Ángel Botana contra la camelística industria de las enfrentadas escuelas homeopáticas que estaban penetrando con éxito creciente en estratos de clientes adinerados y conscientes cada vez más imbéciles. Se decide reimprimir en Santiago el contundente informe que los médicos de Madrid habían elevado a las autoridades advirtiendo de la impostura de la homeopatía: Apreciaciones de los últimos esfuerzos hechos por los homeópatas de Madrid y de los resultados que han obtenido. Manifestación que hacen al buen sentido los médicos de Madrid que suscriben (Santiago 1865, 28 páginas), añadiendo la relación de profesores de Santiago que también objetan las pretensiones homeopáticas (cabe advertir que solamente un catedrático de la Facultad de Medicina de Santiago, Casimiro Torre, de Medicina legal y toxicología, no figura en esta relación):
«Los profesores de Santiago se adhieren a los sentimientos de los de Madrid. José Varela de Montes.– Ramón Otero.– José Andrey.– José Montero Ríos.– Francisco Freire Barreiro.– José María Otero.– José M. Morales.– Laureano García y García.– Rafael Costoya.– Ángel Botana.– Antonio Novoa Varela.– Domingo García Mosquera.– Juan García Baeza.– Francisco Javier Fernández.– Vicente M. de la Riva.– Rafael del Valle.– Ignacio Caballero.– Braulio F. Reino.– Maximino Teijeiro.– Juan Ramón de Barcia.– Manuel Corral y Delgado.– Francisco Seijas.– Eduardo García Somoza y Moreno.– Antonio Fernández Vaamonde.– Pedro Mosquera.– Jaime Martínez Porto.»
Al inaugurarse el curso 1866-1867, el último de José Varela de Montes como decano de la Facultad de Medicina, Ángel Botana ocupa ya el cargo administrativo de secretario de esa Facultad, compatible con el profesorado (es entonces el único catedrático supernumerario de la Facultad, figura creada por la Ley Moyano de 1857 –art. 221–, que precisamente desaparece ese curso: art. 30 del decreto 22 enero 1867). Ángel Botana será secretario de la Facultad de Medicina durante muchos cursos, y lo seguirá siendo después de haberse ya transformado en catedrático de Obstetricia y Patología especial de la mujer y de los niños, con antigüedad de 23 de noviembre de 1870 (número 243 en el escalafón de 1875, número 231 en el escalafón de 1876, &c.), aún en el curso 1878-1879, siendo decano José Andrey Sierra.
1871 «Lista general de la suscrición nacional verificada por la comisión encargada de erigir un monumento a la memoria del Excmo. señor don Juan Prim y Prats. […] Suscrición del distrito universitario de Santiago. Universidad. Facultad de medicina. […] Don Ángel Botana, 1 peseta.» (La Iberia, Madrid, domingo 10 de diciembre de 1871, pág. 1.)
1875 «El día 1.° de Octubre se verificará la apertura de los estudios, en la cual pronunciará la oración inaugural el Sr. D. Ángel Botana, Catedrático de la facultad de Medicina, y las lecciones darán principio el 2 del propio mes.» (El Diario de Santiago, 25 de agosto de 1875, pág. 3.)
«Debido a la galantería del Excelentísimo Sr. Rector de la Universidad por lo cual le mostramos nuestro agradecimiento, hemos recibido ayer dos ejemplares del discurso dado por el Sr. D. Ángel Botana y Barbeito, Catedrático de Obstetricia y enfermedades de la mujer y del niño en la apertura de nuestra escuela. El tema de dicho discurso es el siguiente: que única la ciencia en el orden intelectual universal y múltiple en el intelectual humano, tiende siempre a la perfección moral y material del hombre.» (El Diario de Santiago, 6 de octubre de 1875, pág. 2.)
El discurso de apertura del curso 1875-1876 en Santiago, pronunciado por Ángel Botana, lleva por título Que única la ciencia en el orden intelectual universal y múltiple en el intelectual humano, tiende siempre a la perfección moral y material del hombre (Santiago 1875, 38 páginas). Sirvan estos párrafos para inducir su lectura al lector ocioso:
“Sin embargo, siendo en nuestros días el error panteísta el que, bajo distintas formas, aspira a infiltrarse al través de la filosofía, veamos de qué modo se ofrece en el idealismo subjetivo de Fichte, en el de Schelling y Hegel y en el ontologismo cosmológico de Krausse; porque aun cuando los límites de este trabajo no me permitan otra cosa que exponer los principios que proclaman, de alguna utilidad considero es advertir a nuestra juventud escolar en donde se halla ese funesto escollo.
Fichte, afirmando gratuitamente y sin pruebas, que no hay más ser real ni otro principio de todas las cosas que el yo puro, que se da a sí propio la existencia y que a la vez, por la absoluta e infinita actividad de que goza, da origen al no yo o al mundo exterior; pasa de un ser infinito a un ser finito y da al entendimiento por verdad un hecho que se halla en contradicción con lo que la razón y la experiencia enseñan; así como la errónea noción de que todos los seres que pueblan el universo son meras ilusiones fenomenales sin realidad objetiva, conduce a un escepticismo desesperante.
Schelling y Hegel al asegurar que todos los seres proceden respectivamente del absoluto y de la idea, crean la doctrina de la identidad real y sustancial del espíritu y del cuerpo, de la nada y del ser, de lo finito y de lo infinito, de Dios y del mundo. Afirman también que por medio de una intuición inmediata podemos conocer el ser absoluto y divino. Doctrina es esta tan contradictoria con el testimonio de nuestra experiencia interna como funestísima, porque, destruyendo la noción cristiana de Dios, lleva al más torpe ateísmo práctico; y lo es igualmente en el terreno especulativo y filosófico al considerar que Dios, como una evolución parcial del absoluto y de la idea, pasa por diferentes transformaciones hasta constituir un Dios personal completo y explícito. En fin, destruye la idea de la libertad humana por creer que todas las realidades se hallan sujetas a una ciega y fatal necesidad y conduce al escepticismo su afirmación de que solo una realidad aparente es la de los seres finitos.
Por último, para Krausse hay un yo abstracto indeterminado y ontológico muy semejante al yo puro de Fichte. Dice que este yo indeterminado se transforma por medio de la reflexión en determinado o sea en el yo que siente, piensa y quiere sin que se altere su esencia: que por la intuición inmediata (y aquí piensa como Schelling y Hegel) resulta el yo principio y origen de toda ciencia cuyo término es la visión del ser, Dios; y que en el trascendentalismo de aquella este ser es pensado como absoluto e infinito con tres grandes manifestaciones el espíritu, la naturaleza y la humanidad. De lo que deduce es la naturaleza humana una parte de la esencia eterna de Dios.
De esta ligerísima reseña se desprende que el dogma proclamado por las principales sectas del moderno panteísmo converge en la identificación real y sustancial de Dios y del mundo; y que este error filosófico hijo de un grosero materialismo al ser erigido en criterio para la investigación de la verdad, conduce necesariamente más allá de las incertidumbres de la duda al entendimiento que en el cultivo de las ciencias regula la educación, la política, la creencia religiosa, la legislación, la civilización, en fin, de toda sociedad constituida.”
1876 «Oraciones inaugurales. Hemos tenido el gusto de recibir los discursos inaugurales del presente año académico de las siguientes Universidades: […] El de la de Santiago (curso de 1875 a 1876) leído por el Dr. D. Ángel Botana Barbeito, Catedrático de Obstetricia, enfermedades de la mujer y del niño y de sus clínicas, y cuyo tema es: Que única la ciencia en el orden intelectual universal y múltiple en el intelectual, humano tiende siempre a la perfección moral y material del hombre.» (El magisterio español, 30 noviembre 1876, pág. 2.)
1877 «Los señores que constituyen el gremio de Médicos-Cirujanos, se servirán concurrir a la hora de nueve de la mañana del día 2 de Julio (lunes) al edificio de Fonseca y local núm. 2, con el objeto de proceder al juicio de agrarios. Santiago, junio 30 de 1877. Los síndicos: Ángel Botana.– Timoteo Sánchez Freire.» (El Diario de Santiago, 30 junio 1877, pág. 2.)
1878 «Ha sido nombrado comendador de número de Isabel la Católica el catedrático de Medicina de la Universidad de Santiago, Sr. D. Ángel Botana Barbeito.» (El Diario de Lugo, 20 diciembre 1878, pág. 2.)
«Ha sido agraciado con una encomienda de número de Isabel la Católica don Ángel Botana Barbeito, catedrático de la facultad de medicina en la universidad de Santiago.» (La Correspondencia de España, 21 diciembre 1878, pág. 2.)
1879 «Ayuntamiento de Santiago. He aquí los nombres de los Señores elegidos y proclamados Concejales: D. Ángel Botana Barbeito, 401 votos. D. José Vázquez Quirós, 361. D. José Peón López, 290. D. Manuel Blanco Navarrete, 280. D. Justo Iglesias Núñez, 267. D. Gerardo Cernadas, 249. D. Ramón Eleizegui Ituarte, 248. D. Manuel Palmeiro Clavareti, 234. D. José María Blanca, 230. D. Abelardo Nieto Rodríguez, 223. D. Vicente Taboada Castro, 199. D. Daniel Rey Montes, 171 votos.» (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, 14 de mayo de 1879, pág. 3.)
«Han sido elegidos, Primer teniente de Alcalde, D. Joaquín Rodríguez Ferreiro. Segundo, D. Eliseo de la Parte. Tercero, D. Ángel Botana. Cuarto, D. Gerónimo Macho. Quinto, D. José Vázquez Quirós. Síndicos, D. Justo Iglesias Núñez y D. José de Andrés Rodríguez.» (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, 1 de julio de 1879, pág. 3.)
«He aquí la lista de los señores que componen el actual Ayuntamiento: Alcalde Presidente, D. Francisco Sainz Herrero.– Primer Teniente, D. Joaquín Rodríguez Ferreiro; segundo, D. Eliseo de la Parte y Moscoso; tercero, D. Ángel Botana Barbeito; cuarto, D. Gerónimo Macho Velado; quinto, D. José Vázquez Quirós. Concejales: D. Vicente Abollo, D. Timoteo Sánchez Freire, D. José Sierra Yáñez, D. José Peón López, D. Demetrio Casares, D. Manuel Blanco Navarrete, D. Manuel Valenciano, D. Gerardo Cernadas, D. Ramón Eleizegui Ituarte, D. Alfredo de Andrés Moreno, D. José Iglesias Vidueiro, don Manuel Palmeiro Claparezti, D. José María Blanca, D. Abelardo Nieto Rodríguez, D. Vicente Taboada Castro y D. Daniel Rey Montans. Procurador síndico primero, D. Justo Iglesias Núñez; segundo, D. José de Andrés Rodríguez.» (La Ilustración gallega y asturiana, 20 de julio de 1879, pág. 11.)
«Ayer se reunió el Ayuntamiento en sesión ordinaria. Cualquiera creería al ver ocupados casi todos los sillones que nuestra Corporación se proponía tratar un asunto de grandísima importancia. No fue así: reducíase al nombramiento de un individuo para la Comisión de Beneficencia que la componían 6 concejales debiendo ser 7: asistieron 19 y obtuvieron votos, D. Ángel Botana 10, D. Manuel Valenciano 8 y D. Eliseo Laparte 1. Casi análoga votación hubo en la designación de otro individuo para la Comisión de Instrucción pública solo que en la última fueron 9 contra 8 y dos votos que indistintamente obtuvieron otros concejales sin duda emitidos por los respectivos candidatos que no se votaron a sí mismos. Tenemos pues dibujada una gran división en nuestra Corporación Municipal, la cual lejos de debilitar su acción ha de producir beneficios, pues sabido es que todo cuerpo deliberante necesita una oposición si ha de dar señales de vida. solo que aquí la minoría puede convertirse en mayoría el día menos pensado, y esto es lo que no ha de gustar a algunos. Por de pronto tenemos entendido que los 6 concejales que actualmente componen la Comisión de Beneficencia que en lo sucesivo deberá presidir D. Ángel Botana en razón de ser Teniente Alcalde, van a presentar la dimisión. Nosotros les rogaríamos que por más que hayan sufrido esta derrota permanezcan en sus puestos porque al fin es una derrota honrosa.» (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, 25 de noviembre de 1879, pág. 3.)
1880 «A las ocho de la noche de mañana será obsequiado con una serenata el Sr. D. Ángel Botana, Presidente de la Comisión de Beneficencia. Orden de las piezas que se han de ejecutar. 1. Pasodoble (Satruville) por Migette. 2. Redova (Eliane) por Diplace. 3. Terceto de Atila, por Verdi. 4. Wals (María Rosa) por Boisson. 5. Duo de tiple y barítono de Fóscari (de Verdi). 6. Polka (La graciosa) por Diplace. Pasodoble.» (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, 28 de febrero de 1880, pág. 3.)
«Santiago. Las próximas funciones de Semana Santa se llevarán a cabo con esplendor y pompa pocas veces visto. Las cofradías se disponen a que las procesiones sean lucidísimas. […] Llevará el estandarte en el rosario que saldrá el viernes de Dolores de la iglesia de San Miguel, el Sr. D. Ángel Botana Barbeito.» (La Ilustración gallega y asturiana, 8 de marzo de 1880, pág. 12.)
«Nuestro respetable amigo el Sr. Don Ángel Botana Barbeito es el encargado de llevar el Estandarte en la procesión de la Virgen de los Dolores, que saldrá mañana a las cuatro y media de la tarde, de la parroquial de San Miguel. Dadas las numerosas simpatías con que dicho Señor cuenta en esta población, es de suponer que dicho acto religioso será lucidísimo.» (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, miércoles 17 de marzo de 1880, pág. 4.)
«Ayer tarde recorrió las calles de Santiago la procesión de la Virgen de los Dolores. Llevaba el estandarte el señor D. Ángel Botana, distinguido Catedrático de medicina de esta Universidad, al que acompañaban con vela muchos devotos de la virgen y amigos suyos. Al llegar a la plaza del Toral, empezaron a caer algunas gotas de agua y la parsimonia de la procesión trocose en apresurada marcha, a fin de guarecer el precioso vestido de la Virgen debajo de los soportales de la Rua Nueva, lo que a duras penas se consiguió, por las dimensiones de la imagen. Las calles y ventanas de las casas de la carrera se hallaban atestadas de gentes. Pronto cesó la lluvia y pudo seguir su curso la procesión aunque con paso más apresurado que al principio.» (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, sábado 20 de marzo de 1880, pág. 3.)
«Ha sido nombrado comisionado subalterno de investigación y ventas de bienes nacionales del partido de Ferrol, D. Andrés Botana y Barbeito.» (El Correo Gallego, Ferrol, domingo 18 julio 1880, pág. 2.)
1881 «La sesión que celebró hoy el Ayuntamiento de Santiago en la que tomaron posesión los nuevos Concejales quedó constituida la corporación de la manera siguiente: Alcalde Presidente, D. Felipe Gutiérrez de la Peña y Tostado.– 1° Teniente Alcalde, D. Manuel Herrero; 2° Teniente Alcalde, D. Gerardo F. Geremías; 3° Teniente Alcalde, D. Ángel Botana; 4° Teniente Alcalde, D. José Vázquez Quirós; 5° Teniente Alcalde, D. Francisco Vilas Noya. Procurador síndico 1°, D. Modesto Fernández Pereiro; Procurador síndico 2°, D. Manuel Blanco Navarrete. Concejal Interventor, D. Norberto Calle. Regidor núm. 1, D. José Peón López; 2. D. Manuel Blanco Navarrete; 3. D. Fernando Cardalda Corral; 4. D. Gerardo Cernadas; 5. D. Ramón Eleizegui Ituarte; 6. D. Manuel Palmeiro Clavarite; 7. D. José María Blanca; 8. D. Abelardo Nieto Rodríguez; 9. D. Vicente Taboada Castro; 10. D. Pedro Gamallo; 11. D. Joaquín Pensado Mosquera; 12. D. Daniel Rey; 13. D. Modesto Fernández Pereiro; 14. D. Manuel Casas Chico; 15. D. Norberto Calle; 16. D. Bernardo A. Portela Pérez; 17. D. Valeriano Pastrana; 18. D. Ángel Latorre Aldrey. Se acordó que las sesiones ordinarias se celebren los lunes a las siete de la tarde.» (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, 1 de julio de 1881, pág. 3.)
«Se ha hablado mucho estos días de lo ocurrido con la detención de unas latas de gas, y algunos extrañaron que nosotros no dijésemos algo acerca del particular. Hemos procurado inquirir lo que hubiese de verdad, y aunque el asunto es delicado y a nuestras palabras pudiera dárseles una interpretación torcida dada la amistad que nos une con el señor Caneda, vamos a satisfacer la curiosidad pública relatando el hecho tal cual nos lo contó un amigo que debemos suponer enterado. Helo aquí. El día 8 de Julio próximo pasado a eso de las once de la mañana, una Comisión compuesta de los Sres. D. Ángel Botana, Teniente Alcalde del Ayuntamiento, D. Modesto Fernández Pereiro primer Síndico y D. Francisco Espino auxiliar de la secretaria por una parte, y de la otra D. Manuel Álvarez Ripoll, D. Pedro Ferreiro y un guardia de Consumos, que venían practicando la operación del aforo o cala que ha tenido lugar al cesar en 30 de Junio último el arrendatario D. Julio Astray y encargarse de la administración del Impuesto el Excelentísimo Ayuntamiento pasaba por la calle de los Laureles y al ver en un balcón de su casa habitación al D. Julio, el Sr. Botana con tono amistoso le interrogó en los siguientes términos: ¿Qué tenemos por ahí D. Julio, hay algo que apuntar? --Pues nada, suban Vds. y con eso podrán hacerse cargo de una cajas de gas que están en las cuadras, contestó el D. Julio. Con lo que el Sr. Botana y demás individuos de la Comisión saludándole amistosamente continuaron su camino hacia la Puerta de la Peña sin duda pensando en el artículo 257 de Instrucción vigente de Consumos que dice: “Toda administración de Consumos al cesar está obligada a abonar a la que suceda lo que haya percibido por derechos y recargos de las especies gravadas que deje existentes en los Establecimientos públicos de venta.” Lo referido hasta aquí pasaba como se deja dicho el 8 de Julio; el 9 quedo cerrada y terminada la cala y por lo tanto la Comisión citada disuelta. Llega el día 1.° de agosto, esto es, 21 días después, y al conducir a las cinco de la tarde en un carrillo de mano unas 12 o 14 cajas de gas procedentes de las cuadras de don Julio que eran objeto de una transacción hecha por su hijo político D. Camilo Troncoso, dos municipales, creemos que llamados Ramón Cordido y Pedro Silva, se lanzan sobre las cajas y se incautan de las mismas gritando ¡comiso! ¡comiso! llevándoselas no sabemos dónde, por más que se asegura no faltó quien en aquellos momentos le dijese sustancialmente a aquellos dos guardadores de la ley el contenido del art. 30 de la referida instrucción que dice: “Habiendo fielatos exteriores el movimiento de las especies gravadas será libre dentro del casco de la población.” Como dado el primer paso lo demás viene de suyo, sucedió que al transcurrir próximamente una hora, no sabemos de orden de quien, las casas del arrendatario y de su hijo político se vieron rodeadas por infinidad de guardias de Consumos, agentes municipales, y de orden público, continuando el escándalo y la vejación hasta el día siguiente a las dos de la tarde, esperando según de público se decía usos para penetrar y registrar las casas números 13, 15, 17 y 19. Es decir que lo que la Comisión de aforo a pesar de la invitación del arrendatario no ha querido ver y apuntar para el objeto de la cala porque la ley excluye las casas particulares, tres señores municipales y no sabemos quiénes más, detienen el libre tráfico, se llevan los géneros que circulan por el casco de la población, rodean y se proponen penetrar por medio de la fuerza en las mismas casas que espontáneamente habían sido ofrecidas en el acto de las operaciones de la cala. Lo demás que se proponían hacer aquellas gentes apostadas en las calles de los Laureles y Jazmines ni se sabe ni es posible adivinarlo, solo se puede asegurar que aquellos grupos de hombres diseminados cautelosamente en medio de la noche en las bocas calles y puertas, inspiraban serios temores a los pacíficos habitantes de esta ciudad.» (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, sábado 6 de agosto de 1881, pág. 2.)
Ángel Botana deja viuda a Ángela Botana en la madrugada del lunes 12 de septiembre de 1881 (viudez que mantendrá 28 años hasta morirse el 31 de octubre de 1909). La mortal enfermedad le llega en agosto, mientras veranea en su quinta de San Julián de Illobre (a poco más de dos leguas de Santiago), y no resultó agradable que algunos periódicos apresurados adelantasen varios días su óbito:
«Hállase enfermo en su quinta de San Julián de Illobre el ilustrado Catedrático de esta Escuela de Medicina Dr. Don Ángel Botana Barbeito. Deseamos a tan apreciable amigo el pronto restablecimiento de su salud.» (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, lunes 29 agosto 1881, pág. 3.)
«Han fallecido: […] en Santiago, el doctor D. Ángel Botana, catedrático de obstetricia de aquella universidad.» (La Correspondencia de España, Madrid, sábado 3 de septiembre de 1881, pág. 2.)
«Santiago, 1. Ayer ha fallecido el doctor don Ángel Botana, catedrático de Obstetricia y su clínica en aquella Universidad. En la facultad de medicina de aquel centro universitario queda un vacío difícil de llenar y en la buena sociedad compostelana muchos y muy gratos recuerdos del distinguido médico e ilustradísimo tocólogo» (El Correo Gallego, Ferrol, domingo 4 de septiembre de 1881, pág. 2.)
«Ha fallecido en Santiago el doctor D. Ángel Botana, catedrático de Obstetricia y su Clínica en aquella universidad.» (El Diario de Lugo, miércoles 7 de septiembre de 1881, pág. 2.)
«Santiago. Ha fallecido el Dr. D. Ángel Botana, catedrático de Obstetricia y su clínica en aquella universidad. En la facultad de Medicina de aquel centro universitario queda un vacío difícil de llenar y en la buena sociedad compostelana muchos y muy gratos recuerdos del distinguido médico e ilustradísimo tocólogo» (La Ilustración gallega y asturiana, jueves 8 de septiembre de 1881, pág. 3.)
«Anteayer noche hubo junta de médicos con motivo de la enfermedad que sufre el no menos reputado Catedrático de Medicina de esta Universidad don Ángel Botana que ha sido trasladado a esta ciudad desde su posesión de Illobre. A dicha junta asistieron 9 facultativos.» (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, sábado 10 de septiembre de 1881, pág. 2.)
«Esta mañana, y cuando circulaba la noticia del fallecimiento del Sr. D. Ángel Botana, ocurrido a la madrugada, y se condolía todo el vecindario de esta desgracia, pues el Sr. Botana era persona muy conocida y estimada por sus prendas personales y por su ciencia, vino a aumentar el general sentimiento la de la muerte de Doña Celestina Pérez, hermana de nuestros queridos amigos D. Olimpio y D. Cándido del Comercio de esta ciudad, ocurrida a consecuencia de un ataque agudo, en la villa de Caldas, donde se hallaba a la sazón. Como si no fuesen bastantes estas desgracias, exhaló el último suspiro el joven estudiante de Medicina D. José Arias y Claret, hijo de nuestro querido amigo D. Felipe que no hace mucho tiempo vio bajar al sepulcro a otro hijo, también estudiante de la Universidad.» «† El señor don Ángel Botana Barbeito, Catedrático de la facultad de Medicina de la Universidad literaria de Santiago, individuo de la Excma. Corporación municipal de esta ciudad, Comendador de la Orden de Isabel la Católica, ha fallecido. El Excmo. Ayuntamiento, Excmo. Sr. Rector de la Universidad, la viuda del finado, hermanos, hermanos políticos, tíos, sobrinos, y demás parientes y amigos, suplican a todas las personas de su amistad se sirvan encomendar su alma al Todopoderoso, acompañar su cadáver de la casa mortuoria, Algalia de arriba 36, al Cementerio general a las ocho de la noche de hoy, y asistir a los funerales que tendrán lugar en la parroquial de S. Miguel los días 13 y 14 del corriente a saliente de Coro. No se recibe duelo.» (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, lunes 12 de septiembre de 1881, págs. 2 y 3.)
«Lucido era el acompañamiento que ayer rendía el último tributo al ilustrado catedrático de la Universidad D. Ángel Botana, tercer Teniente Alcalde de esta Ciudad. Después de los acogidos en el Hospicio, que en dos filas precedían al féretro, seguían los numerosos amigos del finado, cerrando el cortejo fúnebre el Ayuntamiento que presidía el quinto Teniente de Alcalde D. Francisco Vilas. Seguía luego la música municipal tocando marchas fúnebres. Las cintas eran llevadas por los Catedráticos Fernández y Iñiguez Comesaña y los dos amigos del finado D. José Seijas Moreno y d. Laureano Coton. El duelo universitario lo formaban el Excelentísimo Sr. D. Antonio Casares Rector de la Universidad y los Catedráticos D. Francisco Freire y D. Manuel Mariño, este último del Seminario. Un numeroso gentío se agolpaba por las calles a dar el último adiós al ilustrado ginecólogo que tan querido y considerado era por todas las clases de la sociedad.» «Hemos oído comentar que el Claustro universitario no haya asistido en Corporación al depósito y entierro del que en vida fue individuo del mismo D. Ángel Botana. Parece que no es costumbre el hacerlo pero se nos figura que debía establecerse. El Ayuntamiento asistió esta mañana en Corporación a los funerales del señor Botana que se celebraron en la parroquial de San Miguel. Vimos allí a casi todos los profesores de la Universidad e instituto, muchos particulares y todos los acogidos de las casas de Beneficencia, de cuya Comisión era Presidente el finado que había conseguido durante su gestión dotar de grandes mejoras y beneficios no solo en lo que se refiere a los establecimientos sino también al trato que los acogidos recibían.» (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, martes 13 de septiembre de 1881, págs. 2 y 3.)
«Ha fallecido en Santiago el catedrático de medicina D. Ángel Botana, el alumno de la misma facultad D. José Arias y Claret y la señorita D.ª Máxima Orense, hermana del diputado electo por Cambados D. Rafael A. Orense.» (El Correo Gallego, Ferrol, jueves 15 septiembre 1881, pág. 3.)
«† El Excmo. Ayuntamiento, Excmo. Sr. Rector de la Universidad, la viuda del finado, hermanos, hermanos políticos, tíos, sobrinos y demás parientes y amigos, dl señor don Ángel Botana Barbeito (Q. E. G. E.), dan gracias a todas las personas que se dignaron asistir a los funerales de entierro y honras, y conducción de su cadáver y que por olvido involuntario no hubiesen recibido esquela.» (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, viernes 16 de septiembre de 1881, pág. 3.)
Hermeneutas de las interioridades de la corporación municipal compostelana del momento quizá puedan explicar por qué en el entierro del tocólogo catedrático y tercer teniente alcalde de la ciudad, el cortejo fúnebre municipal estuvo presidido por el quinto teniente alcalde…
«Por el ministerio de fomento se ha dispuesto que se provea por traslación la cátedra de Obstetricia vacante en la Universidad de Santiago por fallecimiento del distinguido Profesor D. Ángel Botana.» (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, 24 de diciembre de 1881, pág. 3.)
1883 «† Segundo aniversario. El señor doctor don Ángel Botana Barbeito ha fallecido el 12 de Septiembre de 1881. R. I. P. Su viuda la señora Doña Ángela Botana Caamaño, hermanos, hermanos políticos, tíos, primos, sobrinos y más parientes, ruegan a todos sus amigos se sirvan encomendarle a Dios en sus oraciones y asistir al Acto fúnebre que por el eterno descanso se su alma se celebrará el miércoles 12 a las nueve de la mañana en Iglesia conventual de S. Francisco. No se reparten esquelas.» (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, 10 de septiembre de 1883, pág. 3.)
1903 «† XXII Aniversario del Doctor Señor don Ángel Botana Barbeito, que falleció el 12 de Septiembre de 1881. R. I. P. La viuda, señora doña Ángela Botana Caamaño; sus hermanos, hermanos políticos, primos y más parientes; Suplican a sus amigos se sirvan encomendar a Dios el alma del finado y asistir al Acto fúnebre que por su eterno descanso se celebrará mañana 11 del corriente, a las ocho y media, en la iglesia conventual de San Francisco, por cuyo favor les anticipan las gracias. Santiago, 10 de Septiembre de 1903.» (El Eco de Santiago, 10 septiembre 1903, pág. 3.)
1906 «† XXV Aniversario del Doctor Señor don Ángel Botana Barbeito, que falleció el 12 de Septiembre de 1881. R. I. P. La viuda, señora doña Ángela Botana Caamaño; sus hermanos, hermanos políticos, primos y demás parientes; Suplican a sus amigos se sirvan encomendar a Dios el alma del finado y asistir al Acto fúnebre que por su eterno descanso se celebrará mañana, 12 del corriente, a las nueve en la iglesia conventual de San Francisco, por cuyo favor anticipan las gracias. Santiago, 11 de Septiembre de 1906.» (El Eco de Santiago, 11 septiembre 1906, pág. 3.)
1909 «† La Señora Doña Ángela Botana Caamaño, viuda de Botana, falleció el 31 de octubre de 1909. R.I.P. su Director espiritual R. P. Marquina, su hermano, hermanos políticos, sobrinos, primos y demás parientes. Ruegan a las personas de su amistad se dignen asistir a los actos fúnebres que por su eterno descanso, tendrán lugar los días 4 y 5 del actual, en la iglesia conventual de San Francisco, a las 9 de la mañana. Santiago, 3 de Noviembre de 1909.» (El Eco de Santiago, 3 noviembre 1909, pág. 3.)
1911 «† XXX Aniversario del señor don Ángel Botana Barbeito, que falleció el 12 de Septiembre de 1881. R. I. P. Mañana martes se celebrará en la iglesia conventual de San Francisco, un Acto fúnebre por su eterno descanso. Todas las misas que ese día se celebren en dicho templo, serán aplicadas por su alma. Santiago, 11 de Septiembre de 1911.» (El Eco de Santiago, 11 septiembre 1911, pág. 3.)
1914 «† XXXIII Aniversario del señor don Ángel Botana Barbeito, que falleció el 12 de Septiembre de 1881. R. I. P. El viernes 11 del corriente, se celebrará en la iglesia conventual de San Francisco un Acto fúnebre, por su eterno descanso. Todas las misas que ese día se celebren en dicho templo, serán aplicadas por su alma. Santiago, Septiembre de 1914.» (El Eco de Santiago, 9 septiembre 1914, pág. 3.)
★ Textos de Ángel Botana Barbeito en el proyecto Filosofía en español
1864 ¿Cuál es la educación física y moral de la mujer, más conforme a los grandes destinos que la ha confiado la Providencia?, Madrid 1864, 32 páginas.
1875 Que única la ciencia en el orden intelectual universal y múltiple en el intelectual humano, tiende siempre a la perfección moral y material del hombre, Santiago 1875, 38 páginas.