Filosofía en español 
Filosofía en español

Culto a la personalidad

no figura

Diccionario filosófico marxista · 1946

no figura

Diccionario filosófico abreviado · 1959

Culto a la personalidad

Ciega inclinación ante la autoridad de algún personaje, ponderación excesiva de sus méritos reales, conversión del nombre de una personalidad histórica en un fetiche. La base teórica del culto a la personalidad radica en la concepción idealista de la historia, según la cual el curso de esta última no es determinado por la acción de las masas del pueblo, sino por los deseos y la voluntad de los grandes hombres (caudillos militares, héroes, ideólogos destacados, &c.). Es propio de diversas escuelas idealistas atribuir un valor absoluto al papel de las personalidades eminentes de la historia (Voluntarismo, Carlyle, Jóvenes hegelianos, Populismo). El marxismo examina el papel de la personalidad, del dirigente, en estrecho vinculo con el curso objetivo de la lucha de clases, con la actividad histórica de las masas del pueblo. Ni siquiera la experiencia del más genial de los dirigentes puede sustituir la experiencia colectiva de millones de personas. El culto a la personalidad es profundamente adverso al marxismo-leninismo, que por su propia naturaleza, es la ideología de las inmensas masas trabajadoras, con cuyas manos se transforma la sociedad capitalista en comunista. De ahí que el P.C.U.S. desenmascare con tanta intransigencia el culto a la personalidad imperante en vida de Stalin, que ocasionó graves daños a la teoría y la práctica del socialismo. Aunque el culto a la personalidad de Stalin no pudo cambiar la naturaleza del socialismo, constituyó un lastre serio para el desenvolvimiento de la sociedad soviética. La lucha del P.C.U.S. y su Comité Central contra el culto a la personalidad de Stalin y sus consecuencias ha establecido las condiciones para dar nueva vigencia a las normas de la vida del Partido y del Estado soviético y desarrollarlas, para el ulterior avance de la democracia socialista. El Partido Comunista se guía por la idea de que la teoría y la práctica del culto a la personalidad obstaculizan la justa educación de las masas, frenan el crecimiento de su iniciativa, debilitan en cada individuo el sentido de responsabilidad por la causa común (la revolución socialista, la construcción del comunismo), influye negativamente en el desarrollo de la ideología comunista. En la práctica, el culto a la personalidad socava los principios democráticos de los partidos comunistas y de la sociedad socialista. Sólo podrá asegurarse el éxito de la lucha contra el culto a la personalidad, tanto en la sociedad socialista como en los Partidos comunistas, si se desarrollan por todos los medios la democracia, los Principios leninistas de la construcción del Estado y del Partido.

Diccionario filosófico · 1965:97-98

Culto a la personalidad

Inclinación ciega ante el prestigio de alguna personalidad, exageración de sus méritos reales, fetichización de la personalidad histórica. La base teórica del culto a la personalidad es el enfoque idealista y voluntarista de la historia, consistente en que la marcha de la historia no la determinan las leyes objetivas ni la actividad de las masas populares, sino los deseos y la voluntad de los grandes hombres (caudillos militares, héroes, eminentes ideólogos, &c.). Las diversas escuelas del idealismo se caracterizan por la absolutización del papel de las personalidades destacadas en la historia (Voluntarismo, Jóvenes hegelianos, Populismo). Por su naturaleza, el culto a la personalidad es profundamente hostil a la doctrina marxista, que estudia el papel de la personalidad del líder en estrecha ligazón con la marcha objetiva de la lucha de clases y la actividad histórica de las masas populares. La experiencia incluso del dirigente más genial no puede sustituir la experiencia colectiva de millones de gentes. El marxismo-leninismo condena todo culto a la personalidad y la inclinación supersticiosa ante las autoridades. El éxito de la lucha contra las manifestaciones del culto a la personalidad en la sociedad socialista y en los partidos comunistas se asegura con el desarrollo máximo de la democracia, observándose los principios leninistas del desarrollo del Estado y del partido. La lucha del PCUS contra el culto a la personalidad halló su expresión, en particular, en la condena resuelta del culto a la personalidad de Stalin y en la superación de sus consecuencias.

Diccionario de filosofía · 1984:98