Filosofía en español 
Filosofía en español

José Verdura Tenas 1929-1999

Funcionario de la administración pública española, nacido en Malgrat (Barcelona) el 13 de septiembre de 1929. Director literario, entre 1964 y 1969, de la editorial Nova Terra, en colaboración con Alfonso Carlos Comín (1933-1980), ambos vinculados al izquierdista extravagante FLP FOC. La editorial Nova Terra fue fundada el año 1958, en Barcelona, por la organización Juventud Obrera Cristiana (JOC), dependiente de Acción Católica Española, con el objeto de acercar la fe al ámbito obrero, en pleno “diálogo cristianismo marxismo” durante la Guerra Fría. Su apocalíptico lema era: “Y vi un cielo nuevo y una nueva tierra...” (Apoc. 21, 1.). Cesó sus actividades en 1978. En 1968 publica, en catalán y en español, el opúsculo de Manuel Sacristán, Sobre el lugar de la filosofía en los estudios superiores.

«Contra antifranquistas catalanes. Diecisiete antifranquistas catalanes, que según la prensa estaban afiliados al Frente de Liberación Popular, al Frente Obrero Catalán, a la Asociación Democrática Popular Catalana y a la nueva izquierda democrática, fueron juzgados en consejo de guerra el 22 de febrero. Entre los 17 hay 4 abogados: Rodolfo Guerra Fontaner, Juan Sarda, José Ignacio Urenda (seminarista de los jesuitas) y José Benet. También estaba entre ellos José Verdura, de “Pax Christi”. Benet fue puesto en libertad.» (España Popular, México D. F., 15 abril 1963, pág. 4.)

«Manifestantes detenidos. Esta mañana han pasado a disposición del Juzgado de Guardia, para ser puestos a su vez a disposición del Juzgado especial de Orden Público, Víctor Sen, estudiante; José María Sabater Cuellín, ingeniero; Ángel Pérez Moreno, profesor; José Verdura Tenas, director de una editorial; Alfredo de la Sierra Martínez, profesor mercantil, Gabriel Márquez Tena, obrero residente en Hospitalet; Manuel Linares Risque, obrero residente en Viladecans, y Rafael Ledesma Aguilar, detenidos ayer durante el intento de manifestación ilegal prohibida por las autoridades gubernativas, de ayer miércoles a última hora de la tarde. Cifra.» (ABC, Madrid, viernes 9 de diciembre de 1966, pág. 86.)

«Ocho detenidos durante la manifestación del miércoles. Serán puestos a disposición del Tribunal de Orden Público. En el sector de la avenida del Generalísimo, entre las plazas de la Victoria y de Calvo Sotelo, donde estaba convocada una manifestación declarada ilegal por la autoridad y en la hora en que se celebraba ésta, la policía procedió a la detención de ocho personas. Después del atestado policial, todas ellas pasaron a disposición del juez de guardia que, según noticias, previas las diligencias correspondientes las pondrá a disposición del Tribunal de Orden Público. Las ocho personas detenidas son: don José María Sabater Cuellín, ingeniero; don Ángel Pérez Moreno y Federico de la Sierra Rodríguez, profesores; don José Verdura Tenas, director de empresa; don Víctor San Samaranch, estudiante y don Gabriel Márquez Tena, don Rafael Ledesma Aguilar y don Manuel Linares Risque, obreros. Los detenidos fueron puestos anoche en libertad.» (La Vanguardia Española, Barcelona, viernes 9 de diciembre de 1966, pág. 29.)

«Barcelona: Ha sido levantado el secuestro de El problema universitari, de Aranguren. Por exhorto del Tribunal de Orden Público, de Madrid, según el sumario número 226, comparecieron en el juzgado de primera instancia número 14 de esta capital don José Verdura Tenas, director literario de Editorial Nova Terra y don Alfonso Carlos Comín Ros. Dicha diligencia se halla relacionada con el secuestro de la obra La estrategia sindical, original de un equipo de ocho autores: Trentin, Foa, Lettieri, Vergara, Quintana, García Delgado, López Muñoz y Comín, perteneciente a la colección “Trabajo y Sociedad” de la expresada editorial. El secuestro fue efectuado el día 16 de abril, con carácter previo, por la autoridad competente. Por auto del 19 de abril, el Tribunal de Orden Público ha confirmado el secuestro de dicha obra, lo que ha sido puesto en conocimiento del representante de la editorial, tomando declaración al señor Comín Ros como autor de “Hacia la política sindical en la empresa”, uno de los ocho trabajos contenidos en el citado libro. Por otra parte, se informa que ha sido notificado a don José Verdura Tenas el levantamiento del secuestro de la obra El problema universitari, obra del profesor don José Luis López Aranguren y perteneciente a la colección “Dossier Universitari” de dicha editorial Nova Terra. Dicho libro había sido objeto de secuestro preventivo el día 2 de febrero de este año. Un portavoz de la editorial anuncia que será puesto a la venta una vez cumplidos los trámites administrativos. Europa Press.» (La Vanguardia Española, Barcelona, martes 30 de abril de 1968, pág. 40.)

El infiltrado anticomunista Sergio Vilar, a sueldo del Congreso por la Libertad de la Cultura (John Clinton Hunt, agente especial de la CIA, había aprobado en octubre de 1966 el proyecto Protagonistas de la España democrática, a través de Pablo Martí Zaro, al que destinaron entonces 72.000 pesetas), le convierte en uno de los 95 “protagonistas de la España democrática”, entre “la izquierda” de “Cataluña”:

Josep Verdura

—Tú eres de familia muy humilde…

—Sí. Mi padre es albañil. Mi madre hacía de portera en la fábrica en la que vivíamos.

—¿Qué has estudiado?

—Yo sólo he ido a la escuela primaria; todo lo demás lo he adquirido a base de lecturas.

—¿A qué edad empezaste a trabajar?

—A los 14 años, en la oficina del Instituto Nacional de Previsión, y allí estuve hasta el servicio militar. Después fui a Montepíos, hasta que me echaron a la calle con motivo de mi detención en mayo de 1962. Entonces yo estaba en el FLP, es decir en el FOC (Frente Obrero de Cataluña) que es como se llama en Barcelona. Se preparaba una manifestación de solidaridad con las huelgas de Asturias. Pero a mí me detuvieron el día antes, cuando iba por la calle…

—¿Consejo de guerra?

—Sí, y sumarísimo, con la acusación de “rebelión militar por asimilación” que es lo que ahora se diría asociación ilegal o manifestación ilícita, &c. Total, que pasé un mes en la Modelo de Barcelona, ocho meses en Carabanchel pendientes del juicio… El fiscal me pedía 8 años y me condenaron a 3. Nos llevaron a la prisión de Soria, y cumplí año y medio, gracias a unos indultos (fue cuando murió Juan XXIII). Salí de la cárcel en octubre de 1963.

—Como casi todos los que habéis pasado por el “Felipe” tú seguramente eres católico a la vez que marxista.

—Yo ahora diría que más bien no soy católico. Me encuentro en una situación de ruptura con la estructura eclesiástica. Evidentemente, mis planteamientos son marxistas. Sin embargo, antes de dejar la iglesia, tampoco me molestaba el planteamiento marxista del mundo; y si no el filosófico, al menos el planteamiento socioeconómico.

—Tu ruptura con la Iglesia, ¿está asociada con tu proceso de adquisición de conocimientos marxistas o…?

—No, yo diría que no. Es puramente una incompatibilidad, o sea, diría que casi es una ruptura por razones de clase. Es el hecho de identificar toda la estructura eclesial con la estructura capitalista, que es la que intento combatir. En la base no hay nada más que eso. Creo que a la Iglesia se le pueden hacer críticas durísimas. Todo eso de ahora, la encíclica de Pablo VI (con su lenguaje neocapitalista, con su “manera” de dirigirse a los ricos, &c.), puede ser interesante. Pero eso no es más que un paso mínimo comparado con todo lo que la Iglesia ha supuesto de freno de la evolución del mundo a lo largo de toda su historia. Es un grano de arena que apenas cuenta. La Iglesia tendría que hacer milagros para descargarse de todo lo que ha supuesto de lastres… Esa es la razón fundamental de mi ruptura.

—¿La convivencia que llevaste en la cárcel, significó algo…?

—Un caso que puede ilustrar muy bien eso es precisamente el de la cárcel. Allí, con la gente con la que convivimos más fueron los comunistas. Es la gente que “acostumbra” a estar más en la cárcel. Nosotros éramos tres o cuatro católicos. Y nos encontrábamos en la contradicción de que aquellas personas, que ideológicamente tenían que ser enemigas nuestras, eran en realidad los mejores compañeros, la gente con la que vivíamos en íntima comunidad. Entonces se daba la paradoja de que el director de la prisión, que era del Opus Dei, era un tío que pedía una colaboración en nombre de la religión común que compartíamos con él.

—¿Qué era lo que os decía, más o menos?

—Una de las conversaciones que recuerdo con él fue en el sentido de: “porque vosotros los católicos tenéis la obligación de dar testimonio de vuestro catolicismo. De la misma manera que los comunistas aquí dan testimonio de su credo político, vosotros tenéis el deber de cumplir con vuestros convencimientos religiosos”. Una de las cosas que se convertía en cuestión política era el hecho de ir o no ir a tomar la comunión. Claro, nosotros, por ética, por un mínimo de compañerismo con los comunistas, a quienes se les imponía la misa, por un mínimo de solidaridad, claro, no podíamos estar con los que les obligaban… Quizá el inicio de mi ruptura con la Iglesia es ese. Después, haciendo un poco de traspolación a nivel de la calle en todo el país, encuentras que eso se produce constantemente. El hecho de pertenecer a la Iglesia te sitúa al lado de los que son tus enemigos políticos. Eso es lo que te obliga a decir basta.

—En cierto modo, pues, el paso por la cárcel fue algo positivo para ti…

—En la cárcel yo viví una comunidad perfecta. Todos se sentían solidarios de todos. Cuando había comida comíamos todos; cuando se terminaba, se acababa para todos. La gran moral de los viejos militantes del Partido Comunista era impresionante: gente que prácticamente se había pasado toda la vida en la cárcel. Había un amigo, al que me parece que le llamábamos el “Padre Martínez”, una especie de apóstol laico, del PC, que era un hombre que se había pasado 19 años en Burgos: ¡Diecinueve, un año detrás de otro! Pues bien, salió, se casó con una mujer que también había estado en la cárcel mucho tiempo, y al cabo de dos o tres años, cuando tenían un hijo, volvieron a detenerle y le condenaron a 16 años más. El hecho de encontrar a hombres de esta categoría, capaces de darlo todo por la lucha, te hacía pensar que uno era una cosa muy pequeña… Nos decíamos: “uno está preocupado porque le han condenado a 3 años, y ahí está él que se ha pasado 19 en la “sombra”, y ahora vuelve, y está con una gran moral”. Cuando te encontraba en el patio te cogía por los hombros y te decía: “¿Qué hay compañero? ¿Qué pasa? ¡Nada, ánimo, la victoria es nuestra!” Con una moral de lucha extraordinaria. Claro, eso también me hacía reflexionar: porque por la educación que había recibido, los comunistas eran “los malos”, y resultó que allí descubrí dónde estaba la auténtica calidad humana.

En la cárcel, Verdura coincidió con otras personas hoy conocidas en la vida del país: Urenda, Angel Abad de Barcelona; Nicolás Sartorius y Paco Montalvo, de Madrid; todo el expediente de Ormazábal, Ballesteros, gente del ETA.

—Déjame precisar una cosa de mi situación respecto a la Iglesia: lo que no me gustaría dejar sentado es que mi ruptura es definitiva. Quiero decir que es una ruptura circunstancial, motivada por una situación de estructura.

—O sea que podríamos decir que tú conservas un cierto espíritu religioso…

—Sí, naturalmente en crisis. Admito todavía un planteamiento teológico como válido, en crisis, pero la crisis total es con la Iglesia.

Al salir de la cárcel a Verdura no le readmitieron en Montepíos, y se puso a trabajar en la oficina de un amigo. En la editorial en que está ahora, con la que ya había colaborado, le pidieron que fuera el director literario. Puso pegas diciendo que el cargo tenía que ocuparlo un intelectual. Pero le argumentaron en el sentido de si un intelectual realmente llevaría a la editora por el camino que ellos deseaban, es decir, el de un enfoque netamente obrero. “Entonces, a pesar de que consideraba que era una faena propia de un intelectual, yo la acepté porque en aquel momento no había el tío que pudiese hacerse cargo de ella, y contando siempre con el trabajo de equipo. Sin el equipo yo no hubiese funcionado.”

Verdura lamenta, lógicamente, no haber pasado por la Universidad. Ha llegado a formarse, no obstante, un buen nivel intelectual, aunque ahora se encuentra en una situación un poco ambigua: sin duda es un obrero, pero el hecho de desempeñar las funciones de director de una editorial le hace encontrarse un poco “añadido” en el mundo sindical.

José Verdura es un gran tipo humano, de recia personalidad, consciente de sí mismo, realista, y probablemente por ello a veces se encuentra un poco cansado de ciertos “utopistas” que “funcionan” en la oposición. También podría hablarse del cansancio de la clandestinidad. Lamenta el falso estar “más a la izquierda que nadie”, la postura que algunos adoptan de “jefes indiscutibles” y su irrealismo en el planteamiento de la lucha política.

—Pero hay que seguir, amigo Verdura; tienes 39 años, eres un hombre joven. En el futuro, ¿a qué partido pertenecerás? ¿al socialista? ¿al comunista?

—Quizá sí, quizá sí. En este momento, claro, tenemos los problemas de la clandestinidad. Si pudieran verse más claramente las formulaciones de cada uno de los partidos… Ahora, yo sinceramente creo que una de las pocas cosas que tienen posibilidades es el PC. Si alguna vez puedo optar, evidentemente será esa la opción. Si hoy tuviese que votar, tal como están hoy las cosas en España, yo votaría el PC, en eso no hay en mí ninguna clase de duda.

Sergio Vilar, Protagonistas de la España democrática.
La oposición a la dictadura 1939-1969,
París 1968, páginas 320-323.

«Jefatura Superior de Policía. Nota informativa. Barcelona 1 febrero 1969. Editorial Nova Terra. Si bien en sus principios dicha Editorial era de un matiz marcadamente religioso-católico, […] en la actualidad y desde la incorporación a la misma de, sobre todo, ALFONSO COMIN ROS y JOSE VERDURA TENAS, la producción de la mencionada entidad se orientó en un sentido totalmente político y de ideas ‘marxistas’, significándose que para ello cuentan con la colaboración de numerosos sacerdotes y religiosos, de ideas marcadamente progresistas, liberales y separatistas y conocidos de actividades de dicho aspecto, tanto en sus respectivas Parroquias, como en la Abadía de Montserrat y otras órdenes religiosas. Muchos de estos religiosos, son socios fundadores de la Editorial y asimismo accionistas en efecto de la misma, perteneciendo en gran parte al Monasterio montserratino, con el cual está estrechamente vinculada. Como consecuencia de la ingente producción por dicha Editorial de obras filo-comunistas y separatistas, los directivos de la misma, temiendo llegar a definir la misma como una Entidad Política, se han dividido en dos vertientes, una más moderada, que abogaban por una acción más discreta de la Editorial en el sentido político […] y en otra vertiente que participan de la idea de que la actividad se oriente en un sentido abierto de oposición al Régimen, formando al pueblo en la ideología marxista-comunista por ellos propagada, estando integrada por VERDURA y COMIN (ambos totalmente extremistas en este sentido y conocidos filo-comunistas).» (Archivo del Gobierno Civil de Barcelona, caja 508, apud Lidwina M. van den Hout-Huijben, El rojo crítico, Groninga 2015, pág. 37.)

A principios de 1969 se decreta en España el estado de excepción, que supone un freno a la relativa libertad editorial que había supuesto la Ley de Prensa de 1966. En el expediente número 1307, abierto por el Ministerio de Información y Turismo a la editorial Nova Terra, se destaca el activismo de los sacerdotes Jorge Bertrán Quintana y Casimiro Martí Martí, junto a José Verdura y Alfonso Comín Ros, “todos los cuales sustentan una línea política de avanzada tendencia libertaria”. Desde el ministerio se aconseja a Nova Terra desprenderse de Verdura y de Comín, como así sucede. Despedidos de Nova Terra, Comín y Verdura se integran a la Editorial Estela (1958-1971) y, tras su cierre, intervienen en la puesta en marcha de Editorial Laia (1972-1989).

«Decret. En ús de les facultats atribuïdes a l'Alcaldia per l'article 21 de la Llei reguladora de les bases de règim local, l'article 51 de la Llei municipal i de règim local de Catalunya è de la Llei especial de Barcelona, disposo: Designarei Sr. Josep Verdura Tenas representant d'aquest Ajuntament al Consorci per a la Normalització Lingüística, en substitució de l'Im. Sr. Ernest Maragall i Mira. Barcelona, 3 de desembre de 1997. L'alcalde, Joan Clos Matheu. (Ref. 4733).» (Gaseta municipal de Barcelona, 30 desembre 1997, número 35, pág. 1681.)

En febrero de 1998 fue uno de los 23 galardonados con la Medalla de Honor de Barcelona 1997, distinción instituida entonces, siendo alcalde Juan Clos, del Partido Socialista de Cataluña.

«† Josep Verdura i Tenas. Morí a Barcelona a l’edat de 70 anys, el dia 23 de Novembre de 1999. Tota la familia ho comunica a llur amics i coneguts. La cerimónia tindrá lloc avui, dia 24 de Novembre, a les 12,15 hores, al Tanatori de Collserola.»
«Consorci per a la normalització lingüística. Josep Verdura i Tenas. Representant de l’Ajuntament i exdirector del Centre de Normalització Lingüística de Barcelona. Els representants institucionais, l’equip directiu, els treballadors del Consorci per a la Normalització Lingüística i els companys del Centre de Normalització Lingüística de Barcelona expressen el seu sentiment de condol per la seva pérdua. Barcelona, 23 de novembre de 1999.» (La Vanguardia, Barcelona, miércoles 24 de noviembre de 1999, pág. 30.)

«Un acto celebra el ‘milagro” de los 30 años de Enlace. El milagro no es que haya sobrevivido Distribuciones de Enlace (ahora el socio mayoritario es Grup 62), sino que editores o representantes de las ocho editoriales que la fundaron en 1970 se reunieran el miércoles en Barcelona para celebrar el 30º cumpleaños de la empresa. Cuatro de ellos han muerto (Josep Verdura, Carlos Barral, Magín Tusquets y Alfonso Carlos Comín) y tres editoriales han desaparecido (Cuadernos para el Diálogo, Estela-Laia y Fontanella), pero los que asistieron al encuentro se divirtieron casi tanto como cuando hace 30 años se unieron para juntar fuerzas y luchar contra la dictadura.Fue un caos de lo más divertido y cada uno contó a su manera la historia de aquella distribuidora que lanzó Ediciones de Bolsillo, publicó un libro colectivo sobre la censura y sufrió ataques como cuando incendiaron su sede de la calle de Bailén y se quemaron muchos libros.» (El País, Madrid, viernes 22 diciembre 2000.)

«Hacía pocos años que había terminado la Guerra Española, y la cruz y la espada reinaban sobre las ruinas de la República. Uno de los vencidos, un obrero anarquista recién salido de la cárcel, buscaba trabajo. En vano revolvía cielo y tierra. No había trabajo para un rojo. Todos le ponían mala cara, se encogían de hombros, le daban la espalda, con nadie se entendía, nadie lo escuchaba. El vino era el único amigo que le quedaba. Por las noches, ante los platos vacíos, soportaba sin decir nada los reproches de su esposa beata, mujer de misa diaria, mientras el hijo, un niño pequeño, le recitaba el catecismo. Mucho tiempo después, Josep Verdura, el hijo de aquel obrero maldito, me lo contó. Me contó esta historia. Me lo contó en Barcelona, cuando yo llegué al exilio, me lo contó: él era un niño desesperado que quería salvar a su padre de la condenación eterna, pero el muy ateo, el muy tozudo, no entendía razones. “Pero, papá –le preguntó Josep, llorando–, pero, papá… si Dios no existe, ¿quién hizo el mundo?”. Y el obrero, cabizbajo, casi en secreto, dijo: “¡Tonto, tonto! ¡Al mundo lo hicimos nosotros, los albañiles!”. Ciudad de México, viernes 9 de noviembre de 2012.» (Eduardo Galeano, “El trabajo y la dignidad humana”, El País, Madrid, 13 abril 2015.)

Bibliografía de José Verdura Tenas

1959 Traducción de Henri Godin, Primeros pasos hacia el amor, Nova Terra (Grano de Mostaza 3), Barcelona 1959, 145 págs.

1961 Traducción de Daniel Planque, La castidad conyugal, virtud positiva: estudio de pastoral, Nova Terra (Colección Navidad), Barcelona 1961, 211 págs.

1963 Traducción de Albert Gelin, Los pobres de Yavé, Nova Terra (Presencia 9), Barcelona 1963, 151 págs.

1966 Versión de Georges Lasserre, La empresa socialista en Yugoslavia. Gestión obrera, cooperativas, gestión social, Nova Terra (Síntesis 20), Barcelona 1966, 187 págs.

1967 Traducción al catalán de Ramón Tamames, Espanya: segon pla de desenvolupament?, Nova Terra (Síntesis 27), Barcelona 1967, 274 págs.

1978 Traducción del francés de Jacqueline Kahn-Nathan, Sobre la sexualidad, Laia (EB 262), Barcelona 1978, 409 págs.

1986 Traducción al catalán de Howard Fast, Des del futur, Laia (El Nus 56), Barcelona 1986, 189 págs.

1988 Traducción de E. M. Cioran, La caída en el tiempo, Laia, Barcelona 1988, 160 págs.

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