Bibliografía
Exposición histórica crítica de los sistemas filosóficos modernos y verdaderos principios de la ciencia, por don Patricio Azcárate. Madrid 1862
Pocos son en verdad los trabajos que en España ven la luz, acerca de la filosofía, a pesar del movimiento que se deja sentir, y que ya se presenta como nuncio de más altos y trascendentales desenvolvimientos. Por esta razón son dignos del aprecio de toda persona imparcial, los esfuerzos que se hagan para extender entre nosotros la afición y el estudio de la filosofía. Sea pues, el que quiera el espíritu que en ellos domine, sea la que quiera la idea que a ellos presida, merecerán siempre nuestros aplausos, puesto que siempre son dignos de loa, los trabajos que se empleen en el cultivo de una ciencia tan poco apreciada entre nosotros.
Mas si en estos trabajos hallamos puntos de vista y tendencias verdaderamente científicas, estos aplausos subirán de punto, aún cuando quien de ellos sea digno, no reúna todas las dotes y condiciones que exigir debemos al filósofo. Estos son pues, los motivos porque no podemos escasear nuestros plácemes, a la obra que nos ofrece D. Patricio Azcárate, ya conocido en el mundo científico por su afición decidida a los estudios filosóficos, de que nos ha dado más de una honrosa prueba.
Por otra parte, el libro del Sr. Azcárate, cumple la misión que hoy debe proponerse entre nosotros el filósofo, y llena por decirlo así algunas de las exigencias de la filosofía en su estado actual. Desgraciadamente en España [211] no existe espíritu filosófico, es más, apenas se sabe de filosofía, y como esto es importantísimo y el Sr. Azcárate consagra dos partes de las tres de su obra, a exponer algunos de los principales rasgos del desenvolvimiento histórico filosófico, su obra será leída y gustada con aprovechamiento. Seguros estamos, pues, de que el Sr. Azcárate conseguirá su objeto, que formula en las siguientes palabras:
«Hoy menos que nunca, atendidas las actuales condiciones de la sociedad, es justo ni posible privar a la juventud de los estudios filosóficos, porque si en razón de creencias positivas cada nación, cada pueblo, cada individuo tiene las suyas, es preciso que por cima de todas estas creencias haya un principio que ligue todas las naciones, todos los pueblos, todos los individuos y sirva de guía a la humanidad, y este lazo común sólo lo puede dar la alta filosofía, que por lo mismo está a la cabeza de todas las ciencias en la mayor parte de las naciones de Europa, y no olvidada y casi prohibida como en la nuestra. Contribuir, en lo que podamos, a que salga de tan triste estado, ocupando entre las ciencias el rango que se merece, es el objeto de esta obra, en la que hacemos una exposición crítica de todos los sistemas filosóficos modernos y consignamos nuestras propias opiniones, para que la juventud comprenda la grandeza y extensión de la ciencia a que hemos consagrado algunas vigilias.»
Reciba, pues, el Sr. Azcárate nuestra enhorabuena, en tanto que hacemos lo posible, por dar una más extensa y razonada noticia de su obra.
M.
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