Filosofía en español 
Filosofía en español


Tomo cuarto

Aprobación
Del Rmo. P. Maestro Fr. Sebastián Conde, Predicador General de la Orden de nuestro Padre San Bernardo, y de su Majestad Católica, &c.

Por comisión del señor Don Miguel Gómez de Escobar, Inquisidor Ordinario, y Vicario de esta Villa de Madrid, y su Partido, &c. he visto el cuarto Tomo del Teatro Crítico Universal, su Autor el Rmo. Padre Maestro Fr. Benito Gerónimo Feijoo Montenegro, Maestro General de la misma Congregación, Abad que ha sido, y es al presente del Colegio de San Vicente de Oviedo, graduado en la Universidad de dicha Ciudad, Catedrático de Santo Tomás, y de Sagrada Escritura, y actualmente de Vísperas de Teología, &C. Le he leído, no para censurarle, sino para la dulzura de leerle. Sucédeme con sus Obras lo que al Menor Plinio con las de un amigo suyo {(a) Plin. Min.}: In quibus (decía) censoriae nihil; laudis, & admirationis multa reperi. Obras experimentadas a prueba de bomba, tienen asegurada su firmeza. Por eso las del Autor no necesitan de censura, pues se han hecho fuertes a tantas enemigas hostilidades. Contra sus primeros Tomos se escribió muchísimo; ¿pero con qué provecho? Con el de haber vendido tantos, que ha sido preciso reimprimirlos. No sólo no consiguieron morderle, pero ni aún arañarle. Hasta ahora no he visto argumento que haya desquiciado alguno de los muchos con que prueba [XXVI] sus Discursos. Ya parece que arrepentidos los maldicientes han cesado; será por reconocer su trabajo infructuoso {(a) Alciat. embl. 164}:

: : : Frustra agitur vox irrita ventis,
Et peragit cursus surda Diana suos.

La Luna corre aunque los perros ladren: sigue su carrera burlando de su algazara: se hace sorda, porque sus ladridos no la hacen fuerza. ¿Fuera bueno que interrumpiese su curso, porque los gozquillos levantasen el grito? Bueno fuera escondiese sus luces, porque haya quien se disguste de las claridades. No es razón: siga el Autor sus Obras, que ya puede girar seguro, porque los Apologistas han tocado a silencio. Han hecho bien, pues gastan el aceite sin que al Crítico le manche. Son hinchadas nubes que se forman de hipocondríacos vapores; pero no hay que temer estos nublados: amenazan, y en el aire se quedan, porque el viento los disipa.

Qui observat ventum {(b) Eccles. II. V. 4} (dice el Eclesiástico), non seminat, & qui considerat nubes, numquam metet. Quien hiciere caso del aire, no hará labores; y quien se parare a considerar las nubes, no recogerá mieses. No se deja de sembrar por miedo de gorriones. Libro que corre sin apología, sin censura, sin que contra él se escriba, le tengo lástima; porque, ó no tiene novedad en la invención, ó es libro de que están llenos los libros. La envidia y la ignorancia suelen ser los fiscales de las grandes [XXVII] Obras: ¿cómo saldrán los hijos, cuando son los padres tan hermosos? Autor que no tiene Zoilos que le muerdan, Censores que le noten, e ignorantes que le desprecien, no se tenga por bueno; porque esto será el mayor defecto suyo.

Los mayores hombres, por serlo, padecieron no poco {(a) Beyerlink lit. L, fol. 76. A. C. D. I.}. Notaron de confuso a Platón. A Aristóteles llamaron el obscuro. Virgilio no se indultó de que dijesen mal de él. Cicerón no agradó a Demóstenes. Séneca es comúnmente motejado de Quintiliano {(b) Omnia apud eumd.}. A los dos Oráculos de la Jurisprudencia Bártulo, y Baldo, no perdonó la maldiciente ironía, llamando al uno Bato, y Bardo al otro. Hasta los Santos Padres padecieron, y se quejaron {(c) Nemo hominum scivit, quod Hieronymus ignoravit. Aug. apud eumdem. Ib. Epistol. ad Assellam Virgin. & Epistol. praepos. Tract. de locis, & nominibus Hebraeor. & ibi in Porl. supr. Josue, & alibi saepe.}. De San Gerónimo dice San Agustín, que ninguno llegó a saber lo que pudo olvidar; y se queja el Santo muchas veces de que le tocó la epidemia de la calumnia. Léase el Discurso Reflexiones sobre la Historia.

Es infinito el número de los necios, y es muy raro el que no tiene acompañada la necedad de un dictamen caprichudo. Estos, sin ser capaces de tomar la pluma para escribir, la mojan para borrar. Les falta la inteligencia, y como dice un docto, quieren que todos escriban sin un ápice de falta {(d) Beyerl. ut supr. fol. 75}: Qui enim ipsi nihil scribunt, Illiades ab aliis [XXVIII] requirunt. Y Juvenal {(a) Juven. Satyr. 7. vers. 100}:

Hinc ablita modi millesima pagina surgit
Omnibus, & crescit multa damnosa papyro.

Por esto, pues, me parece que siendo por todos los hombres de gusto y de fondos tan estimadas estas Obras del Rmo. P. M. Feijoo, a quien se disgustare de ellas se le puede contar en el catálogo de los de aquella línea. Su lectura es amenísima, y nada enfadosa; porque la concisión de los Discursos, la energía de los argumentos deleita tanto, que dejan siempre al gusto deseoso. Creo le conviene puntualmente lo que Plinio dice {(b) Plin. Paneg. á Trajano}: Non sat est invenire praeclarè, enunciare magnificè : : : sed disponere aptè, figuratè, & variè; hoc nisi eruditis negatum est. Y Casiodoro {(c) Casiodoro}: Eloquens est ille, qui scit invenire praeclarè, enuntiare magnificè, disponere apertè, figuratè, & variè. Todo le conviene, como constará a quien sin pasión lo mirare. El estilo es claro, suave, elocuente: la disposición admirable: el uso de las figuras con la mayor naturaleza: lo vario (en que está lo deleitoso) se ve: con que no se puede negar ser por todos atributos elocuente y erudito.

Del panal de miel, dijo Sofrón Siracusano, que era obra admirable de la naturaleza {(c) Sophron}: Admirandum naturae opus; y la razón que da, no es porque sea dulce, sabroso, ni porque sea útil; sino porque siendo de tanta variedad de flores, cuantas [XXIX] son las abejas que oficiosas la chupan para su fábrica, resulta un compuesto de tanta perfección, que lo que cada una fabrica no se distingue de lo que la otra trabaja: Non quia dulcis favus, non quia sapidus, non quia utilis; sed quia unus ita fabrè a multis apiculis perfectus, ut ab una appareat fabricatus. Un panal de miel es cada libro del Rmo. P. M. Feijoo: cada Discurso se forma de flores distintas; pero resulta una perfección tan armoniosa, que es obra admirable de la naturaleza: Admirandum naturae opus: cada Discurso tiene su título distinto; pero en la igualdad, en la hermosura, en lo delicado del argumento, en el artificio, en lo sabroso, en lo útil, en lo dulce, todos puntualísimamente se parecen. Dígase, pues, de su libro, lo que Casiodoro dijo de otro {(b) Casiod.}: Habent haec distributa praeconium, conjuncta miraculum. Por todo es mucha razón se le de la licencia que solícita. así lo siento, salvo, &c. En este Monasterio de Santa Ana de Madrid, Orden de nuestro Padre San Bernardo, a 21 de Mayo de l730.

Maestro Fr. Sebastián Conde


{Feijoo, Teatro crítico universal, tomo cuarto (1730). Texto según la edición de Madrid 1775 (por D. Blas Morán, a costa de la Real Compañía de Impresores y Libreros), tomo cuarto (nueva impresión, en la cual van puestas las adiciones del Suplemento en sus lugares), páginas XXV-XXIX.}