Bartolomé Mastrio 1602-1673 OFMConv
1725 «Por estas razones muchos insignes Aristotélicos niegan la esfera del fuego, en tanto número, que Mastrio, aunque la defiende, confiesa que ya son más los que en esta cuestión siguen a Cárdano, que a Aristóteles, tom. 4 Philos. disp. 4, ad lib. de Coelo, quaest. 2, art. 1. Y los Astrónomos universalmente tienen por fantástica esa esfera.» (Benito Jerónimo Feijoo, Apología del Escepticismo Médico, Oviedo 1 de Septiembre de 1725.)
1726 «A la desigualdad entitativa de las almas, no hay recurso; pues en la sentencia común de los Filósofos, todas las almas racionales en su perfección física son iguales. Bien sé que algunos citan a S. Agustín por la sentencia contraria en el lib. 15 de Trinit. cap. 13, pero yo en aquel capítulo no hallo que S. Agustín toque siquiera el punto. También sé que la Facultad Parisiense condenó una proposición, que afirmaba no ser la alma de Cristo Señor nuestro más perfecta que la alma del alevoso Judas. A lo que responde el noble Escotista Mastrio, que aquella condenación, como no está confirmada por la Sede Apostólica, no debe hacernos fuerza. Y es así; pero convengo en que tal proposición se deba borrar en cualquiera libro que se halle, porque es disonante; y respecto de los idiotas, que en las almas no distinguen claramente lo físico de lo moral, escandalosa. Mas esto no perjudica en manera alguna a la verdad de la común sentencia, que asienta la total igualdad física de las almas.» (Benito Jerónimo Feijoo, “Defensa de las mujeres”, Teatro crítico universal, tomo 1, discurso 16, XII:78, 1726.)
1771 «Y supuesto que el Santo Doctor dice, en el Prólogo de su Suma, que la escribió para Jóvenes principiantes, que hasta aquel tiempo carecían de un Cuerpo de Teología metódica, y ordenada, parecía conveniente que no se usase de otros libros para este estudio, mas que de la Suma de Santo Tomás, en las Aulas de esta Universidad; y en sentir de muchos hombres doctos, acaso sería este el mejor consejo; pero considerando, por otra parte, que la doctrina sola de la letra de Santo Tomas podrá ser alimento de mucha sustancia, para los que empiezan el estudio de la Teología, y que los más no lo podrán actuar bien, y con utilidad, aún con el subsidio de los Maestros, nos parece más acertado el que al estudio de la letra de Santo Tomas, y lo mismo digo de San Anselmo, y el sutil Doctor, se añada un Comentador, aquel que pareciese más a propósito, para el más acomodado, y fácil estudio de los Jóvenes, v. g. el Gonet para la Cátedra de Santo Tomas; el Aguirre, para la de San Anselmo; y el Mastrio para la de Escoto.» (Plan de Estudios de la Universidad de Salamanca, aprobado por el Consejo, Madrid, 16 de Octubre de 1771, Madrid 1772, pág. 85.)