A los productores de la Empresa Segarra
(Vall de Uxó, 28 de mayo de 1942.)
Voy a ser breve; la austeridad del trabajo no debe ser profanada con largos discursos. Nosotros, que venimos luchando por la unidad de los hombres de España, que deseamos que entre el trabajador-empresario y el trabajador-obrero no haya más que un sentimiento: el de hermandad, nos sentimos orgullosos al encontrarnos con Empresas como ésta, y es cuando, con el corazón elevado, aseguramos que en España empieza a amanecer.
¡Arriba España!