Filosofía en español 
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Internacional de los Trabajadores de la Enseñanza

1919-1929: Diez años de lucha internacional en la Enseñanza


Al servicio de la burguesía

En 1874, en el Congreso de la Enseñanza de Saint-Imier, se constituyó el primer embrión del grupo internacional de la enseñanza, el que llegó a contar con 350.000 adherentes. Su último congreso se realizó en París en 1910. La guerra imperialista le dio un golpe mortal. Bien que su importancia no fue nunca considerable, la oficina internacional se ocupaba de recoger y de publicar la documentación relativa a la situación de la escuela primaria y del personal docente, de organizar el intercambio de publicaciones y de visitantes, &c.

Al día siguiente de la guerra, toda reconstitución del viejo organismo se hizo imposible, debido a la actitud del secretario de la oficina internacional, el belga Cnudde, quien no quería, a ningún precio, sentarse a la misma mesa que los “boches” y soñaba con la formación de una “Internacional”, reservada únicamente a los maestros de la entente.

Más afortunados fueron los católicos: viendo que la guerra había destruido la Asociación Mundial de Maestros, de Maestras y de Hogares de Educación Católica, fundada por ellos en Venecia en 1909, iniciaron la reconstrucción. En 1921 surgía la Sociedad de Todos los Santos, organización de lucha dirigida por los jesuitas y enteramente sometida a un Consejo superior dictatorial; en 1923 (en Constanza) la Representación de la Enseñanza en la Liga Católica Internacional: la finalidad declarada de estos grupos, –cuyo estudio es demasiado descuidado por los educadores sindicalistas– es “resistir a las tempestades de nuestro tiempo”, es decir, de combatir toda tentativa de renovación social y de hacer pasar a niños, padres y educadores bajo el espantajo del papa, proclamado “el único agente de Cristo sobre la tierra y, por esta razón, el único jefe y educador infalible de todos los hombres”.

La burguesía tiene directamente bajo su comando diversas organizaciones internacionales menos importantes; una de ellas es la Internacional de la Enseñanza Secundaria, que lleva a cabo una propaganda abierta por la Sociedad de Naciones entre los educadores secundarios “llamados a preparar a los niños destinados a gobernar las naciones”.

Bajo los auspicios de la Oficina International del Trabajo en la Liga de las Naciones, encontramos la Liga International de la Enseñanza, que ha celebrado un Congreso en Roma, en Setiembre de 1926: ¡¡allí, bajo el alto patronato del rey Víctor Manuel y del histrión Musolini, se han discutido las Cuestiones de Educación Moral...!!

Nace la Internacional Sindical

La iniciativa de reagrupar a los trabajadores de la enseñanza sobre el terreno sindical pertenece a la Federación Unitaria de la Enseñanza de Francia. En 1919, en nuestro Congreso de Tours, Anatole France exclamaba:

“Deseo de todo corazón que bien pronto venga a reunirse en el seno de la Internacional una delegación de maestros de todas las naciones, para preparar en común una enseñanza universal y para buscar los medios de sembrar en las jóvenes inteligencias las ideas de donde saldrán la paz del mundo y la unión de los pueblos.”

En el mismo Congreso, Marthe Bigot presentaba la moción que orientaba a toda la Federación hacia el trabajo internacional.– En 1920, en nuestro Congreso de Burdeos, el “Sindacato Magistrale Italiano” enviaba una delegada, la compañera Abigáil Zanetta; una serie de cartas de Alemania, de Austria, de Bélgica y de España permitían esperar una favorable acogida; se designaba una directiva provisoria internacional y se adoptaban los principios siguientes:

“Finalidad primordial: estudio de un sistema de educación racional sobre las bases de una información internacional.

“Finalidades inmediatas: a) el pacifismo, documentos originales; b) la preparación del internacionalismo.”

La preocupación sindical, sin duda alguna, no estaba claramente planteada todavía; la idea pacifista no estaba precisada y fortificada por la noción de la lucha de clases; la organización iba a disgregarse, pero el embrión de la Internacional sindical iba a vivir y a desarrollarse: nacía ya una fuerza nueva que debía envolver el mundo mostrando a la burguesía estupefacta la alianza revolucionaria del trabajador manual y del trabajador intelectual, sellada desde entonces sobre todo el globo.

Primer Congreso: París 1922. Fundación de la Internacional de Maestros

El 14 y 15 de agosto se reúne en París el Congreso de constitución definitiva; ante todo, este Congreso nos permite constatar una amplia vida internacional, probada por la presencia de delegados de cuatro naciones: Francia, España (Asociación General de Maestros), Italia y Luxemburgo (Sindicato de los Trabajadores de la Enseñanza).

En la memoria del primer Congreso –véase el boletín nº 1, del 7 de octubre de 1922– se da cuenta del debate sobre la orientación sindical, en los siguientes términos: “Se realiza un interesante debate y un cambio de ideas sobre la orientación que debe seguir la Internacional de la Enseñanza y sobre el trabajo que ella debe llevar a cabo. Finalmente se vota, por unanimidad, la autonomía de la Internacional de la Enseñanza respecto a las internacionales políticas o sindicales.

2º Congreso: Bruselas 1924. Congreso de extensión: la I.E. deviene la I.T.E.

El segundo congreso se reúne en Bruselas el 9, 10 y 11 de agosto de 1924; en él se hace constar en primer lugar, la adhesión de cuatro nuevas, secciones:

–La Central del personal docente socialista de Bélgica, con tres mil miembros.

–La Unión de Maestros de Portugal.

–La Federación de Maestros y Trabajadores de la Instrucción Pública de Bulgaria, con tres mil quinientos miembros.

–La Federación de los Trabajadores de la Enseñanza de la Unión Soviética, con quinientos veinte mil adherentes.

La organización adopta el título de INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES DE LA ENSENANZA (I.T.E.), se da sus propios Estatutos, inspirados en principios firmemente proletarios y adopta orientaciones precisas sobre el papel de la Escuela y la posición del trabajador docente en la sociedad capitalista. Tres condiciones de adhesión, clara y nítidamente especificadas, manifiestan el carácter de organización única de lucha de clase que desde entonces ha conservado escrupulosamente la I.T.E.:

a) Lucha de clases por la liberación de la clase obrera.

b) Lucha contra el imperialismo y contra los peligros de guerra, así como contra el fascismo mundial.

c) Reconocimiento y aceptación de la disciplina internacional.

Así quedaba sólidamente cimentada la base sobre la cual iban a colaborar, en plena fraternidad, las secciones nacionales afiliadas a la Internacional Sindical Roja y las secciones nacionales adheridas a la Internacional Sindical de Ámsterdam (Bélgica, España, Luxemburgo). De las tres condiciones expresadas, solamente la tercera necesitaba una mayor precisión. Pero, es preciso recordar que en el boletín de la Internacional, de noviembre de 1926, después de cinco años de experiencia de la “disciplina internacional”, el camarada H. Clément, miembro del Comité Ejecutivo de la I.T.E. y a la vez secretario de la Sección luxemburguesa de nuestra Internacional y del partido socialista de Luxemburgo, escribía lo siguiente:

“La colaboración entre los sindicatos de maestros afiliados a Ámsterdam y a Moscú no es utópica, pues los hechos demuestran que desde hace varios años ya, los sindicatos de maestros de las dos tendencias trabajan lado a lado en el seno de nuestra Internacional en perfecta armonía y animados del único deseo de llevar a cabo una buena tarea... las divergencias de puntos de vista no han adoptado jamás un carácter personal y han sido solucionadas amigablemente. Bien que el número de colegas que se reclaman de tendencias comunistas sea preponderante, nunca hemos sido obligados a sufrir las decisiones mayoritarias. ¿Para qué turbar esta buena armonía, si mañana vendrán nuevas secciones a engrosar nuestros rangos”?

3º Congreso: París Bruselas 1925. Congreso de organización sobre el plano internacional

El 24 y 25 agosto, en París, luego el 26 y 27 en Bruselas, huyendo del Gobierno inhospitalario del Cartel de las Izquierdas de Francia, se reunieron los delegados del Tercer Congreso de la Internacional.

En este Congreso tomaron parte los representantes de siete secciones nacionales (España ausente) y asistían en total quince países, comprendidos Argelia, Túnez y Annam. Se comprueban además las vinculaciones que se esbozan entre nosotros y los Estados Unidos, el Uruguay, las Indias Neerlandesas, la China. En esta atmósfera de estrecha solidaridad internacional, se vota una resolución capital para la unidad sindical, se adopta por unanimidad una moción sobre la educación denunciando el carácter de clase de la escuela capitalista y se cumple un trabajo sindical considerable. Al mismo tiempo, dos delegaciones de maestros de Occidente visitan la Unión Soviética bajo el patronato de la I.T.E.

Para todos los educadores clarividentes y de buena fe, la I.T.E. aparecía como la Internacional sindical activa y fecunda, llamada a reunir a todos los trabajadores conscientes de la enseñanza. Desgraciadamente, a esta opinión de masa iba a oponerse durante años, la voluntad tenaz de ciertos jefes, preocupados de arruinar a la I.T.E., ensayando ya la escisión, ya la confusión.

Primeras tentativas contra la unidad

En el mes de diciembre de 1922, con ocasión del Congreso de la Paz reunido en la Haya, se proyecta la creación de un Secretariado Profesional de la Enseñanza, interior, dentro de la Internacional de Ámsterdam, sin retroceder ante la tarea de separar de la I.T.E. las secciones de Luxemburgo y de España que dependen de Ámsterdam.

Luego, en la conferencia celebrada en Osnabruck, en octubre de 1923, se decide convocar a un Congreso constitutivo de una nueva Internacional, que debía reunirse en diciembre de 1924, en Leipzig: el fracaso de la tentativa fue tal, que las invitaciones tuvieron que ser anuladas. En el verano de 1924, la Central Ámsterdamiana de Bélgica se adhiere a la I.T.E.: ¡los líderes de Ámsterdam se ven obligados a renunciar provisoriamente a la escisión!

Pero entonces se intentan otros medios de mejor éxito: sembrar la confusión. Así, del 11 al 16 de mayo de 1925 se crea en París la Federación Internacional de Funcionarios y de Maestros, organización híbrida que pretende unir a los ferroviarios con los empleados de correos y con los maestros, &c. y que se revela, desde un comienzo, incapaz de defender los intereses de los maestros (100.000 miembros maestros solamente, de los cuales 72.000 pertenecientes al Sindicato Nacional). ¡Sin titubear se había admitido a la Sociedad General de Funcionarios Públicos de Rumania, cuyo Consejo de Administración contaba cinco representantes del gobierno rumano, nada más porque el gobierno había prestado a la Sociedad una suma equivalente a un millón de francos! Que se juzgue, por este detalle, el valor sindicalista de la máquina de guerra instalada contra nuestra I.T.E.

Al fracaso de estas maniobras corresponde justamente un reforzamiento de la I.T.E.: es cierto que ella perdía su sección búlgara, diezmada por el terror y fusionada con la organización reformista de Bulgaria, pero, en cambio una sección inglesa, la Liga de los Educadores Laboristas (Teachers' Labour Ligue) se adhería a la Internacional el 29 de diciembre de 1925.

Segunda maniobra escisionista: el Secretariado Profesional Internacional

El fracaso lamentable de la Federación internacional de los Funcionarios y de los maestros, maniobra de evidente confusionismo, hacía necesaria una nueva arma contra la I.T.E. Se revino entonces a la táctica escisionista, se comenzó de nuevo el ensayo de arrancar a la I.T.E. sus secciones belga, luxemburguesa y española. El 1º de agosto de 1926, Sassembach, Secretario de la Internacional de Ámsterdam, presidía en París una conferencia en la que participaban:

–El Sindicato Nacional de Francia.

–La Volkslehrer Gewerkschaft de Alemania (Sindicato de maestros primarios: 1.000 miembros).

–La Freilehrer Gewerkschaft de Austria (Sindicato libre de maestros: 6.000 miembros).

–El Bond Holandés.

De las dos secciones invitadas a la conferencia, pertenecientes a la I.T.E., una, la de Luxemburgo, fue para invitar a las organizaciones presentes a adherirse a nuestra Internacional; la otra, la de Bélgica, no respondió a la invitación y se abstuvo.

A pesar de esta poco favorable acogida, los escisionistas, que temían las decisiones del congreso de diciembre de la central belga y que deseaban colocarla ante el hecho consumado, convocaron a una segunda conferencia en Bruselas, para el 27 de noviembre.

Como una ducha fría cayó sobre aquella asamblea la resolución del Comité Ejecutivo de la Central Belga, que “se oponía enérgicamente a la formación de organismos tales que pudieran poner en peligro la existencia y el desenvolvimiento de la Internacional existente” e “invitaba a los grupos de maestros, cuya acción está basada sobre la lucha de clases, a sumarse a las filas de la I.T.E.”

Por esta vez, la maniobra escisionista había fracasado.

4º Congreso: Viena 1926. Congreso de masa y de unidad

La victoria de la I.T.E. era efectiva, después de la magnífica demostración de fuerza y de unidad que fue el Congreso de Viena, en agosto de 1926. Congreso de masas donde estuvieron representados cuarenta países, desde Annam (Camarada Vânh) hasta los Estados Unidos (camarada Dorothy Gary). Congreso de masas, Congreso sindical que se siente lo suficientemente fuerte para obligar a Austria Católica y reaccionaria a otorgar el visa del pasaporte a los delegados rusos. Congreso de trabajadores en lucha, que vota, después de un largo examen de la situación de todos los países, un programa corporativo internacional que ningún militante debería perder de vista, y cuya simple existencia demuestra terminantemente el carácter internacional de las reivindicaciones sindicales y la necesidad de una Internacional sindical; Congreso de educadores que enfocan los puntos siguientes: Escuela Moral. Escuela y Religión. Lucha contra el chauvinismo y contra el imperialismo; resoluciones pedagógicas francas y enérgicas, expresión del progreso de la filosofía revolucionaria en el seno de las Secciones de la Internacional. Y sobre todo, congreso de unidad que, por unanimidad, “lamenta vivamente” las maniobras de escisión que se desarrollan. Congreso en el cual se presenció y se tuvo un instante de profunda emoción cuando la delegación rusa, descendiendo de un avión, entró en la sala del Congreso, siendo saludada por el camarada Peters, Ámsterdamiano, quien encontró en ese momento, un símbolo de la unidad en la presidencia del Congreso. Congreso de unidad tan imponente y tan fuerte, que al día siguiente la prensa sindicalista unitaria de Viena decía: “¡Lehret von ren Lehren!” (“A la escuela, los maestros de escuela”). “¡Obreros destrozados y paralizados por la escisión, comprended la lección que acaba de daros la Internacional Unitaria de los Trabajadores de la Enseñanza!”

Segunda maniobra confusionista: la Federación Internacional de las Asociaciones de Maestros (F.I.A.I.)

Como era ya tradicional entre los sectores de nuestros adversarios, al fracaso de la organización escisionista siguió el plan de la organización confusionista. El 25 de junio de 1926, en vísperas de nuestro Congreso internacional de Viena, nuestros colegas Lapierre y Dumas, del Sindicato Nacional de Francia, se ponían en contacto con las representantes del Deutscher Lehrerverein (Unión de los Maestros alemanes. No sindical). El 25 y 26 de setiembre del mismo año, se realizaba una conferencia en el Instituto Internacional de Cooperación Intelectual, en París, con los delegados de la National Union of Teachers (Federación Nacional de Educadores) (no sindical), la que se adhirió el 17 de noviembre. Finalmente, el 22 y 23 de abril de 1927 se celebraba en Londres la conferencia constitutiva de un organismo que agrupaba los representantes de Inglaterra, de Alemania, de Francia, de Holanda, de Suecia y de los países bálticos...: ¡La Internacional pacifista había nacido! Parece (Dumas dixit) que ella surgía fuera de todo patronato oficial, financiero o político. ¡Qué lástima que el delegado sueco –según su propia declaración– no haya podido asistir y trasladarse a Londres sino a EXPENSAS DE SU GOBIERNO! Después de la burguesía rumana, la burguesía sueca colabora así en los esfuerzos intentados contra nuestra Internacional unitaria de lucha de clase.

¿Con qué fines se pretende que ha sido fundada la F.I.A.I.? “Para establecer la colaboración pedagógica y para preparar la paz mediante la colaboración de los pueblos” dice textualmente el artículo 1º de sus Estatutos. Como si para preparar la paz la cuestión esencial fuera establecer “la colaboración pedagógica”. Como si las guerras actuales no fueran, todas, guerras imperialistas, que no se abolirán sino aboliendo el imperialismo y el capitalismo, condenados –según la inolvidable expresión de Jaurès– a llevar la guerra en sus flancos, “como la nube lleva la tempestad”.

La Internacional de los Trabajadores de la Enseñanza lo expresó así cuando se dirigió al Congreso de la Paz por la Escuela celebrado en Praga, en abril de 1927, bajo los auspicios de la Liga de las Naciones: “No es el niño, ni es el educador quienes darán la paz al mundo; es el puño armado del trabajador.”

Sentado este principio, ¿no es evidente que lo primordial para los educadores es unirse en forma íntima, orgánica, al movimiento obrero, y esto tanto en el plano nacional como en el plano internacional? Formar una Internacional SINDICAL de la Enseñanza, pronunciándose no contra toda fórmula política y social (como lo proclama con un poco de habilidad y mucho de hipocresía el artículo 2º de la nueva organización, políticamente sometida objetivamente a la Liga de las Naciones, justamente calificada de Peste de las Naciones) sino, al contrario, por una fórmula social, y una sola, la fórmula sindical; he aquí el único medio para los educadores de luchar eficazmente contra la guerra, ya se trate de la preparación a la resistencia efectiva, ya de acciones más modestas, tales como el boycot de los libros chauvinistas; he aquí la única fórmula que permite permanecer fiel al consejo y obedecer la insinuación de Anatole France. “Que pronto venga a reunirse dentro de la Internacional una delegación de los maestros de todas las naciones”. Esto no fue sino un deseo apasionado en la boca del maestro desaparecido, pero ahora es un hecho consumado y realizado. A pesar de todas las maniobras, la Internacional obrera, sindical, de los Trabajadores de la Enseñanza existe y persistirá.

Leipzig 1928. La I.T.E. celebra sus “Jornadas Pedagógicas” y su V Congreso

Por la primera vez, en Leipzig, abril de 1928, una organización de Trabajadores de la Enseñanza, planteaba las reivindicaciones pedagógicas principales que son específicamente conformes a los ideales de la clase obrera en lucha por su emancipación.

Las “Jornadas Pedagógicas” debían ser y fueron jornadas de ciencia. Esta ciencia debía ser puesta y fue puesta al servicio exclusivo de las necesidades de nuestra clase y, en primer lugar, al servicio de la infancia proletaria.

En la Exposición Internacional, una de cuyas finalidades primordiales fue la de confrontar el desarrollo pedagógico de una ciudad alemana que pasa universalmente por ser amiga de la escuela y del progreso escolar, con el desarrollo pedagógico de la U. R. S. S. Más de cinco mil visitantes pudieron comprobar lo que es la escuela soviética, mediante los abundantes elementos de información y de apreciación; si no pudieron obtener informes directos de los delegados de la Unión Soviética, fue porque se les había rehusado el visa de sus pasaportes.

El Congreso que siguió debía ser y lo fue, un Congreso sindical concebido como un acto de lucha de clase para la defensa y la emancipación integral del proletariado.

El Congreso ratificó la adhesión de dos Secciones nacionales (la Scottish Socialist Teachers' Society y la Federación de los Trabajadores de las Escuelas Obreras de Houpeh, China) y aceptó la adhesión del Sindicato de Maestros del Uruguay.

Por la primera vez, nuestros trabajos se desarrollaron ante una enorme concurrencia: Las Jornadas Pedagógicas alcanzaron el fin propuesto: demostrar nuestra convicción general de que en el seno de la I.T.E. se estudia y se trata de dominar todos los problemas pedagógicos por el bienestar del niño proletario.

Nada de pedagogía fuera de la realidad, es decir, fuera de las clases sociales; liberación de la Escuela por la liberación del proletariado, tales son las conclusiones esenciales de las “Jornadas Pedagógicas de Leipzig”.

La Memoria completa de Leipzig, bajo el título

“PEDAGOGIA PROLETARIA”,

ha podido ya ser editada en francés, en alemán y en español. En el informe presentado ante el V Congreso, la I.T.E. ha estimado de su deber demostrar, por la existencia de sus 39 secciones nacionales, grupos y comités de Amigos de África, América, Asia, Australia y Europa, la vaciedad, la inanidad de una Internacional “europea” (como la F.I.A.I. y el S.P.I.).

Nuevos asaltos contra la Internacional Roja de la Enseñanza

El boletín de la I.T.E. (marzo-abril 1927) ha reproducido los fragmentos de una carta de Sabline a De Giers, de fecha 15 de diciembre de 1926, carta hecha pública con gran sorpresa de su autor como de su destinatario: ambos son antiguos embajadores del zar Nicolás II, y las relaciones de Sabline con el Ministro del Interior de su Majestad Británica son bastante bien conocidas. ¡Quien hubiera podido pensar que tales personajes se preocupaban de la I.T.E.! Y, con todo, la carta en cuestión es de las más explícitas. “La idea de organizar la propaganda contra la Internacional Roja de la Enseñanza me parece particularmente interesante. Es evidente que los métodos de esta propaganda deberían adaptarse en todas partes a las condiciones locales y, por lo menos en Inglaterra, deberá operar sobre la opinión pública por intermedio de la prensa del país y de los amigos que allí contamos.”

En Ginebra, sede de la Liga de las Naciones, de la Oficina Internacional del Trabajo, de la Oficina Internacional de Educación; en Ginebra, allí donde en julio de 1929 se celebrará el IV Congreso de la World Federation of Education Associations (W. F. E. A.) se ha instalado también la Oficina permanente de la Entente Internacional contra la III Internacional, 13, rue de la Corraterie. En una de las recientes publicaciones de esta oficina (Cuadros de las organizaciones soviéticas que trabajan por la revolución en todos los países) se incluye, en cuatro oportunidades, a la I.T.E.

De todos los lados, la contra-revolución llama, pues, a la lucha contra nosotros. No se puede negar que ella ha sido obedecida.

El 24 de marzo de 1929, cediendo a la presión escisionista ejercida, desde hace varios años –como lo hemos demostrado más arriba,– por la Internacional de Ámsterdam, el Comité Nacional de la Central Socialista belga ha votado la desafiliación de la I.T.E. por 2.207 votos contra 1.253, con 60 abstenciones. El congreso precedente de diciembre 1928 no había discutido sobre el fondo de las cuestiones internacionales sino solamente sobre su inscripción en el orden del día de la sesión del Comité Nacional; pero, en el seno de este Comité Nacional, la discusión misma ha sido ahogada por la nueva mayoría que no ha permitido a la minoría unitaria sino rápidas “explicaciones de voto”, sin debate. Fuera de los alegatos rituales sobre el carácter “comunista” de la I. T. E, no se ha aportado ninguna prueba, ninguna demostración.

La falsedad de estos alegatos había sido reconocida ya, desde hace tiempo, por el mismo secretario del S.P.I. (Secretariado Profesional Internacional) de Ámsterdam, en la reunión general de esta organización en Viena, en diciembre de 1928, en donde se vio obligado a hacer la siguiente declaración, que figura en el proceso verbal oficial de la sesión: “Decir que la I.T.E. es comunista... es insuficiente: decirlo es una cosa, probarlo es otra.”

En cuanto a la presión mecánica de Ámsterdam, ni siquiera es disimulada por la prensa social-demócrata; testimonio evidente, el diario de Madrid, El Socialista, que da cuenta de los acontecimientos en estos términos: “Los maestros belgas se han visto obligados, por disciplina, a separarse de la I.T.E.”

El mismo día en que nuestros colegas socialistas abandonaban la I.T.E. para obedecer a la presión de la Internacional de Ámsterdam y a las maniobras del Partido Obrero Belga (al cual se hallan afiliados igualmente) ellos han tenido que protestar oficialmente contra el abandono de su defensa –tanto desde el punto de vista de sus intereses materiales como en lo que se refiere a sus justas libertades– por parte de los representantes responsables de aquel Partido.

Hay, sin duda, una victoria obtenida el 24 de marzo de 1929, pero ésta es una victoria de las fuerzas del capital y de la contra-revolución que quieren impedir a todo precio la realización de la unidad obrera y que la sabotean donde quiera que haya sido realizada.

Es una victoria que hace el juego de la burguesía y de la reacción, cada vez más cínica.

Es una victoria que servirá en particular a la ofensiva contra la situación material y contra los derechos morales y jurídicos del personal docente. Es una derrota de la central de los maestros belgas. Es una derrota de los obreros belgas.

La I.T.E. avanza

Al mismo tiempo que recibíamos la comunicación de la separación de la Sección belga, recibíamos también una serie de informaciones sobre el desenvolvimiento de nuestros Grupos y sobre el trabajo de nuestros corresponsales en los países siguientes: Japón, Australia, África Austral, el Paraguay.

La I.T.E. es la única Internacional de la Enseñanza que agrupa en su seno a los maestros de los países coloniales y semi-coloniales. Por esta razón Lapierre, dirigente de la F.I.A.I. la acusa de querer oponer criminalmente dos civilizaciones, la una contra la otra, la oriental y la occidental (Asamblea de los maestros de Tours, 1927). Otros dirigentes pequeño-burgueses del movimiento de la enseñanza se divierten riendo de nuestros esfuerzos para llamar a nuestras filas al personal chino, por ejemplo. No les opondremos, por nuestra parte, sino un texto, la carta de Liu-Yeng-Chi, maestro primario, antiguo secretario de nuestra sección china: “Me siento orgulloso de recibir la misión de organizar, lo más pronto posible, a los maestros, en China, con el fin de realizar nuestra tarea común y hacer factible nuestra colaboración con la Internacional. Considero y estoy persuadido de que mi deber estricto es trabajar en este sentido. Yo haré todo lo posible por obtener éxito, pero, en este momento, es casi imposible hacer algo. Tan luego como las fuerzas militares reaccionarias hayan sido abatidas, consagraré todo mi tiempo a esta tarea. Saludos revolucionarios. (firmado) Liu-Yen-Chi”.

Los traidores de Europa pueden sonreír de esta carta. Su autor fue ahorcado por los agentes del imperialismo a quienes ellos sirven, antes de que esta carta hubiese llegado a nuestras manos.

La I.T.E. no solamente es la única Internacional que defiende a los coloniales; es también la única que tiene un Programa Corporativo Internacional para los jóvenes y para los maestros-alumnos y la única en cuyo seno funciona una Comisión Internacional de Mujeres.

* * *

Ella denuncia sin debilidad a las otras organizaciones internacionales de la Enseñanza: Federación Mundial de las Asociaciones Pedagógicas (San Francisco) abiertamente creada y sostenida con los dólares de los grandes capitalistas yanquis, agente del imperialismo norteamericano, Federación Internacional de las Asociaciones de Maestros (Londres) organización burguesa y francamente reaccionaria a sueldo del bloc anglo-francés, que en su Congreso de Bellinzona (1929) ni siguiera adoptó la moción del delegado checo Vlasak sobre la escuela laica y preconizó la escuela interconfesional, es decir la enseñanza religiosa dentro de la escuela, en fin, el Secretariado Profesional de Ámsterdam, simple sucursal de la organización burguesa precedente, para el uso de los maestros de tendencia sindicalista: no se olvidará, en efecto, que, a pesar de la prohibición de pura forma emitida por la autoridad suprema del S.P.I. en Viena, en 1928, una serie de asociaciones del S.P.I. han permanecido o han devenido miembros adherentes de la F.I.A.I. como sucede con el Sindicato Nacional de Francia, con el Bond Holandés, con el centro vienés del Sindicato Austriaco. No se olvidará tampoco que esta vinculación entre la Internacional que se llama “neutra” y el Secretariado que se quiere denominar de “lucha de clase” se hace exclusivamente en beneficio y provecho de la primera de estas organizaciones; esto es tan evidente que los temas mismos de los Congresos de uno y otro son prestados por el S.P.I. a la F.I.A.I. (abril 1929).

La línea de demarcación entre el movimiento burgués y el movimiento sindical del personal docente pasa, sin duda alguna, entre la I.T.E. de un lado, y todas las demás organizaciones, del otro. En 1929, la I.T.E. queda sola luchando contra la guerra, el fascismo y el capitalismo, sobre un terreno de clase. Ella ha sido y permanece siendo la Internacional Sindicalista Única de los educadores. Ella no ha faltado a la tarea que se impuso en 1919. En el próximo Congreso de la Sección francesa, en agosto de 1929, la I.T.E. podrá dar cuenta estricta de su misión. Ella os invita a todos a saludar este Congreso de su décimo aniversario.

El Secretariado general.

[Pedagogía Proletaria, París 1930, páginas 219-227.]