Filosofía en español 
Filosofía en español

Comisión española del Congreso por la Libertad de la Cultura

Coloquio Cataluña-Castilla

La Ametlla del Vallés, 5-6 de diciembre de 1964

Intervenciones de Pablo Martí Zaro

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MARTÍ ZARO (nº 30)

En las dos sesiones de ayer se abordaron aquí los dos aspectos principales del problema. Primero el de la lengua, sobre el que se habrá de volver para precisar más, para ahondar más en las determinaciones sociológicas de este problema. Y segundo sobre la vertiente ya puramente política de la cuestión, sobre la cual se dijeron ayer cosas bastante sustanciosas.

Quizá en esta segunda parte del diálogo aún en este estado un poco preliminar –y admitiendo que hemos de volver de nuevo sobre estos problemas con estudios, nuevos diálogos y sobre la base de una composición más representativa de la parte no catalana– deberíamos pasar a pensar un poco en qué es lo que se puede hacer parar desarrollar estas dos partes del problema con vistas a una nueva reunión que debería celebrarse dentro de unos meses en algún lugar próximo a Madrid.

En este sentido tenemos que limitar un poco nuestras ambiciones, nuestros propósitos a un programa de trabajo algo concreto, a, en fin, quizá unos estudios sociológicos, una exploración de puntos de vista políticos, &c. En cualquier caso es algo a lo que creo que debemos dedicar la jornada de hoy.

 
[ Transcripción de un folio mecanografiado. Archivo Pablo Martí Zaro-FPI. ]
 

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MARTÍ ZARO (nº 34)

Yo, en fin, sugeriría a Albert y a los demás amigos catalanes que, siguiendo la sugerencia de Ridruejo empezasen a suprimir de su vocabulario esa expresión que me parece absolutamente inexacta de “imperialismo peninsular castellano”. Yo creo que si utilizamos esos conceptos empezaremos a no entendernos, no porque sea injusta, ni porque sea hiriente, sino porque no responde a la realidad.

La nacionalidad catalana y otras nacionalidades se sienten oprimidas por esta concepción unitaria de la península. Pero esto realmente no es un imperialismo, esto es el fenómeno que se da en todos los estados europeos. El fenómeno por otra parte que en cada una de las nacionalidades que componen los estados mayores se da también. Porque es muy posible que alguna comarca de Cataluña o de Euskadi o de cualquier otra de estas nacionalidades pudiese sentirse antes o después oprimida por un imperialismo. Es, en fin, la concepción, la idea de formar una totalidad –acertada o errónea, esa es otra cuestión– lo que produce eso. Pero eso es distinto del imperialismo e insisto que es una expresión que confunde.

Quiero decir también que lo que ha sugerido Dionisio una vez más es que el nacionalismo siempre es no solamente la manifestación de una dignidad herida, de unos derechos olvidados, sino también un proyecto, una afirmación, una voluntad de constituirse una comunidad de una manera determinada. La sugerencia de Dionisio de relativizar nuestros respectivos nacionalismos implica también que el nacionalismo catalán se proyecte, defina su voluntad de ser, dentro del seno de este conjunto al que de hecho y por varios siglos de historia pertenece, dentro de la perspectiva de que, como ha dicho Dionisio, se trata de renovar, de reconvertir ese conjunto de países, ese conjunto de pueblos, ese conjunto de hombres, para que puedan vivir en libertad y en dignidad.

 
[ Transcripción de un folio mecanografiado. Archivo Pablo Martí Zaro-FPI. ]
 

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MARTÍ ZARO (nº 36)

A las sugerencias que acaba de hacer Aranguren quiero añadir noticias sobre otras actividades posibles. El Sr. Sáenz de Bujanda me dijo que él se comprometía a hacer un estudio monográfico sobre la política fiscal y la administración provincial, &c. Creo que [en] este sentido también se podrían emprender algunos trabajos. Yo les invito a Vds. a proponer otros trabajos en este sentido.

 
[ Transcripción de un folio mecanografiado. Archivo Pablo Martí Zaro-FPI. ]
 

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MARTÍ ZARO (nº 47)

Voy a recapitular por mi parte las propuestas que Dionisio ha expresado de una forma tan precisa y concreta.

Empezaré por la última, que es la que se refiere a la próxima reunión. Yo, salvo la mejor opinión de los que están presentes, difiero un poco de la propuesta que ha formulado Ridruejo en el sentido de incorporar ya a la próxima reunión representantes de otras etnias. Porque creo que aquí hemos avanzado mucho, pero todavía queda mucho por avanzar. Es evidente que aquí no hay una representación suficiente de la parte no catalana y conviene que en la próxima reunión haya otras personas que quizá aporten otros puntos de vista e incluso muestren nuevos caminos, y creo que la empresa puede dar tantos mejores resultados cuanto mejor maduremos esta primera fase que hemos comenzado entre madrileños y catalanes. Ello no excluye que se invite a título individual, no como representación, a algunos gallegos y vascos para que se vayan incorporando a este clima.

El lugar de la próxima reunión debe ser Madrid o un lugar próximo a Madrid que se decidirá de acuerdo con las circunstancias. Con respecto a la fecha puede ser en la próxima primavera o en el otoño, según las posibilidades y las conveniencias de todos.

En cuanto a la representación catalana, yo me atrevería a sugerir que fuesen los mismos que aquí están, más algunas otras personas. Ya que en la parte catalana es también necesario que se incorporen algunas personas de las que están más alejadas o más temerosas.

Esta reunión la ha financiado el Congreso por la Libertad de la Cultura. Este no ha adquirido el compromiso de financiar las siguientes, aunque esto se le planteó como algo que debería repetirse. Yo creo que quedan a la espera de los resultados de esta primera reunión. Como el resultado ha sido satisfactorio es de prever que el Congreso nos siga prestando el apoyo económico necesario. En caso de que no fuese así, creo que debería celebrarse de todas maneras, buscando la ayuda donde fuera.

Los otros proyectos, que también parecen de enorme interés, quedan de momento fuera del área de posibilidades económicas que ofrece el Congreso. Con lo cual no es que yo descarte esa ayuda. En este sentido, para poder solicitarla, o para solicitar cualquier otra, el trabajo que van a hacer Caro y Badía es indispensable porque es el primer instrumento de negociación. De todos modos yo pienso que, aun cuando contemos con la ayuda del Congreso, por principio de política, se debería interesar económicamente en esa empresa a grupos españoles, porque ya va siendo hora de que la sociedad española empiece a financiar un poco este tipo de cosas.

En cuanto a las conferencias de intelectuales catalanes en Madrid, creo que sí podríamos obtener ayuda del Congreso, puesto que esto corresponde a un tipo de actividades que es normal en él. Respecto a las traducciones, esto ya es cuestión de que trabajemos con las Editoriales de Madrid y de que hagamos una referencia sistemática en las publicaciones en que colaboramos a las publicaciones catalanas.

Yo, por mi parte, no tengo más que decir. Unicamente expresar mi agradecimiento más conmovido, más sincero de todos nosotros y del Congreso a nuestro amigo Millet que ha hecho posibles estas reuniones y que las ha alentado con su hospitalidad y su cordialidad. Dar las gracias a los amigos catalanes que nos han acogido en su tierra y que han hecho posibles estas conversaciones, en las que no ha habido ningún sacrificio ni abnegación por nuestra parte, ya que nos interesan tanto como a ellos. Y nada más que felicitarnos por el desarrollo que han tenido y expresar mi esperanza, que es la de todos los que estamos aquí, de que vuelvan a repetirse con el mismo éxito.

 
[ Transcripción de dos folio mecanografiados. Archivo Pablo Martí Zaro-FPI. ]