Revista Cubana de Filosofía
La Habana, junio-julio de 1946
Vol. 1, número 1
páginas 39-40

Notas

La muerte simbólica de Xirau

El miércoles diez de abril se cerró una vía en la marcha del Espíritu por la Tierra. Moría en Méjico el pensador y maestro español Joaquín Xirau a consecuencia de las heridas que recibiera al ser arrollado por un tranvía.

Con la trágica muerte de Xirau, pierde el pensamiento español e hispanoamericano uno de sus protagonistas más destacados y en quien más esperanzas ponía gran parte de la juventud. Xirau estuvo dos veces en Cuba hace poco tiempo y ofreció cursos sobre Introducción a la Filosofía y sobre Kant y en ellos tuvo la virtud de producir en sus discípulos excepcional entusiasmo, interés y pasión por los estudios filosóficos. Con su magisterio vivaz, entusiasta, magnético y generoso supo ganarse el corazón y fecundar de ideas las cabezas del grupo de estudiantes que asistió a sus cursos en los que sembró la simiente de lo que con el tiempo se convertiría en una sociedad de estudios filosóficos.

Aunque la muerte de los hombres ejemplares siempre suscita cierta irritación y tristeza por la fugacidad de la vida, la muerte de Xirau provoca en los que convivimos con él como discípulos y amigos una irritación y tristeza especiales: las que produce la muerte de un hombre empeñado a través de su vida y de su filosofía en buscar y fundamentar lo eterno en lo fugaz, lo permanente en el devenir, continuando así la noble aspiración metafísica de todos los tiempos. Un resabio de «lo fugaz» y del devenir, nos lo llevó, dejando una pérdida irreparable.

Combatió a todas las filosofías llamadas «vitalistas», filosofías de «lo fugaz». Les señalaba el error fundamental de definir a la vida como el valor supremo. Enseñaba que la vida tiene el valor de medio o instrumento para la consecución de un fin y que sólo llega a la plenitud y adquiere el valor supremo si se pone al servicio de algo que la ilumine.

La vitalidad primaria –como la energía atómica– no es en sí misma ni buena ni mala. Todo depende del sentido, de la orientación que se le de. La vida debe ponerse al servicio de los valores superiores, espirituales, Verdad, Bien, Belleza, Justicia... Sólo así es «vida eterna». El hombre debe encaminar, dirigir, transformar las cosas, de como son a como deben ser, debe orientarlas en el sentido de los valores. Sólo son dignos de llamarse «valores» los que tienen un sentido para la vida y son aptos para enardecerla y exigir su sumisión y su entrega.

Para el pensador español, el hombre se eleva a la Humanidad por su entrega incondicional a una idealidad que nutre y da sentido a su vida. El valor de la vida depende de la riqueza y la calidad de los bienes y valores que incorpora. Sólo vale la pena de ser vivida una vida consagrada al ideal. La dignidad vital –la vida en suma, la verdadera vida, la «otra vida»– exige en múltiples ocasiones la sumisión y aún el sacrificio de la vida. Sólo así llega a su plenitud. Sólo es posible ganar la vida mediante su entrega incondicional a los valores superiores. Sólo quien perdiera la vida por amor, la ganará...

La muerte accidentada del maestro Xirau tiene un alto valor simbólico. En ella se simboliza la actitud y el estilo de vida filosóficos en general y también la doctrina personal del filósofo español, en particular.

El pensamiento filosófico tiene también sus héroes, sus apóstoles. La trágica muerte de Xirau simboliza la actitud del filósofo desentendido, desasido, abstraído del contorno real y concreto y ensimismado en su intimidad. Pero no significa esto falta de interés y preocupación por la realidad, sino al revés, un profundo y apasionado interés por conocerla a fondo, por explicarla de un modo esencial y claro. Esto exige que se abstraiga del mundo real y se retire a sí mismo para teorizar sobre el mundo para comprenderlo mejor, más profundamente y poder en consecuencia actuar sobre él de un modo más certero y eficaz.

Luego no se olvida de la acción, no se desinteresa por la vida, sino que se retira y ensimisma, se abstrae, para aclarárselas y verlas mejor. Pero, parece –pensando antropomórficamente– que la realidad concreta, multiforme, ruda se venga a veces de esos grandes queredores de su secreto esencial y como en el mito de Prometeo, pagan su apasionado anhelo de saber las esencias con el golpe, con el castigo rudo, cruel, ciego de la realidad bruta y resistente.

Este es el simbolismo general que vemos en la muerte del querido maestro. Pero también se encarna en ella, como metáfora trágica, su doctrina inconforme e inadaptada con la realidad y su ferviente afán de incorporar lo ideal, y lo valioso, a la vida, a lo real. «Sólo vale la pena de ser vivida –decía– una vida consagrada al ideal».

Gustavo Torroella.

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El grupo de Estudios Filosóficos.

Más o menos a un año de la fecha en que escribimos, tuvo efecto la constitución de un grupo [40] de estudiosos de los problemas de la filosofía en sus múltiples aspectos, con el inicial propósito de llevar a cabo una investigación lo más extensiva posible de la tendencia filosófica denominada Pragmatismo. El grupo, encabezado por el doctor José María Velázquez, Profesor de Psicología del Instituto del Vedado, reducíase entonces a una docena de personas. Empero, lo que, en sus comienzos, fue callada labor de un pequeño grupo sobre un determinado tema filosófico, ha acabado convirtiéndose en una organización que cuenta en su seno, no sólo a personas interesadas en los problemas filosóficos, sino también, a especialistas de la matemática y la física. Y, todavía más, el Grupo confía en poder incorporar a sus actividades a estudiosos de otras disciplinas, tales como la Biología, las Ciencias Sociales, etc., etc.. Y para que el lector pueda juzgar el auge alcanzado por esta novel institución, damos, aún a riesgo de resultar prolijos, la relación de los miembros de número que actualmente la integran, y los que pueden clasificarse de la siguiente manera. Filosofía (en sus diversas ramas): José María Velázquez, Raúl Gutiérrez Serrano, Rafael García Bárcena, Humberto Piñera Llera, Aníbal Rodríguez, Rosario Rexach, Justo Nicola, José I. Lasaga, Gustavo Torroella, Boris Goldenberg, Máximo Castro, Mercedes y Rosaura García Tudurí. Matemáticas y Física: Mario O. González, Lino Gutiérrez, Dulce María Escalona y Bernardo Gundlach.

A causa de la ininterrumpida ampliación del grupo inicial, se ha estimado conveniente reorganizarse de modo que queden claramente especificados tanto los fines que se propone alcanzar cuanto las tareas a realizar para la consecución de esos fines, siendo dichas tareas las siguientes: 1) Trabajo de discusión de cuestiones filosóficas contemporáneas. En esta sesiones intervendrán todos los miembros del grupo. 2) Conferencias públicas quincenales, por miembros del Grupo o personas invitadas al efecto. Al finalizar cada conferencia se abrirá un debate en el que tomarán parte los miembros del Grupo y las personas que éste tenga a bien invitar para ello. 3) Trabajos de índole seminarística, sobre diversas materias de carácter filosófico o científico, con los jóvenes interesados en las mismas. A este respecto, hay que consignar que ya el Grupo cuenta con un regular número de aspirantes al ingreso en los mencionados Seminarios.

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Conferencias

El día 18 de febrero tuvo lugar en el Aula Magna de la Universidad la conferencia que con el título de ¿Es posible una filosofía cubana? dictara el doctor Rafael García Bárcena, invitado por la Asociación Phi-Lambda (Graduados en Filosofía y Letras del curso 1944-45), a los efectos de conmemorar el centenario de la muerte del Presbítero Félix Varela y Morales. Presidió el acto el señor Rector, acompañado del Vicerrector, profesores de diversas Facultades y miembros de la mencionada Asociación.

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El día 7 de marzo, a las nueve de la noche, en el local social de la Institución Hispano Cubana de Cultura, dictó una conferencia con el título de Esquema de una nueva cosmovisión, el doctor Humberto Piñera, miembro del Grupo de Estudios Filosóficos-científicos, dando así inicio a una de las actividades que se propone desarrollar dicho Grupo.

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Con el título de Los orígenes del pensamiento filosófico-científico en Grecia. Sus fuentes psíquicas y sus raíces sociales, viene desarrollando un curso en el Instituto Universitario de Investigaciones Científicas y de Ampliación de Estudios el doctor Boris Goldenberg, de la Universidad de Heidelberg, quien desde hace varios años comparte con entusiasmo y tesón sus conocimientos y actividades con la gente de nuestro medio filosófico. El mencionado curso consta de unas veinte lecciones, a base de una sesión semanal de dos horas.

El día trece de mayo, a las nueve de la noche, la Sociedad de Estudios Filosóficos-científicos celebró una sesión solemne en honor del gran profesor español de Filosofía, don Joaquín Xirau, recientemente fallecido en México, víctima de un accidente de tránsito. El programa del acto se desarrolló del modo siguiente: Palabras de apertura por el doctor Raúl Roa; Evocación de Xirau, por la doctora Rosario Rexach; Como ve Xirau al hombre actual, por el doctor Justo Nicola, y Joaquín Xirau: Persona y Obra, por el doctor Humberto Piñera. Al acto asistieron un gran número de amigos y simpatizantes del desaparecido, entre los que se contaban profesores universitarios y de la segunda enseñanza; también representaciones de la Casa de la Cultura y del Círculo Republicano Español. Al recordarle, como lo hizo, la Sociedad de Estudios Filosófico-científicos rindió sincero y fervoroso homenaje a quien, como el profesor Xirau, dejó entre nosotros para siempre la huella de su irrecusable magisterio filosófico.

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