Revista Cubana de Filosofía La Habana, junio-julio de 1946 |
Vol. 1, número 1 páginas 14-17 |
Boris GoldenbergEl Todo, la Conexión, la Gestalt y la Forma(Nota semántica) I La concepción «gestaltista» ligada a los nombres de Max Wertheimer, Wolfgang Koehler y Kurt Koffka, es una corriente particular dentro de aquella más general y surgida en las últimas décadas que se opone a la interpretación atomista y mecanicista de los siglos XVIII y XIX y ahínca en la importancia del «todo» frente a las «partes» ... (El vitalismo de Driesch, Uexkuell y otros en la biología; el «organicismo» de Worms, Schaeffle, Spann, en la sociología; el «holism» de Smuts, la «filosofía de la vida» de Dilthey, la fenomenología del tipo de Scheler en la filosofía, &c.). Dada la multiplicidad de semejanzas entre estas corrientes, frecuentemente empero, muy distintas: cierta ambigüedad del mismo término «Gestalt» y —last not least— la falta de una terminología estandardizada en la traducción al castellano de términos alemanes, frecuentemente multívocos ellos mismos, nos parece hacer necesaria una exposición y delimitación «semántica» de los términos empleados, como inevitable paso previo a toda eventual discusión de la misma teoría. Esta exposición semántica, que no puede realizarse sin referencia a ciertos hechos históricos y unas observaciones «fenomenológicas» (sit venia verbi, respecto a las modestas líneas que siguen), es ella misma provisional. Casi cada frase de las que escribimos entraña problemas generales que no pretendemos solucionar. II Lo que se quiere expresar por el término «Gestalt» es una «especie» de «todos» más particularmente dicho, una especie de «todos existenciales». Designamos como «todo existencial» cualquier «unidad» finita y limitada que contenga «partes» más o menos independientes, y que se da en la realidad temporal o espacio-temporal.{1} «Todo existencial» será pues «Unidad finita» en la cual existen «partes»{2}. De este modo habremos delimitado a esta clase de «todos» de conceptos ideales como aquel del «conjunto» de la matemática,{3} término castellano que traduce la palabra alemana «Menge», la francesa «ensemble» y la inglesa «set». Una vez fijado el sentido del término «conjunto» en la matemática actual, deberíamos abstenernos, en aras de una mayor claridad, de utilizarlo respecto a objetos distintos. «Todo existencial» se delimita al mismo tiempo frente al «todo esencial apriórico» del que trata verbigracia Husserl. La palabra «Gestalt» tiene varías acepciones. Según el ya antiguo diccionario de M. Heyne («Deutsches Woerterbuch», Leipzig, 1890) significa: 1) cualidad o esencia de un objeto, sentido que ya no tiene en el siglo XIX; 2) apariencia, índole, con particular ahínco en cómo algo se ve y se percibe. De aquí deriva un tercer sentido: 3) forma, figura externa de una persona o cosa. El término designa tanto la forma externa, como la estructura interna de un objeto. El caso límite de nuestro concepto de todo «existencial» lo forman aquello «agregados subjetivos» que forma, por ejemplo, el estadístico al hablar de «todos los recién nacidos de agosto de 1922» o de los «casos de mortandad por tuberculosis en La Habana». Son todos «ideales», no «existenciales», no intuibles como «todos» ni son «todos» en los cuales los elementos particulares tengan cualquier conexión objetiva uno con el otro. Pero se dan «agregados subjetivos' de otra clase: aquellos «todos» donde una pluralidad de elementos, cercanos en el espacio y tiempo uno al otro, aunque no conectados objetivamente (uno con el otro) aparecen como unidos en la percepción del observador; un juego de tazas sobre la mesa, de muebles en una casa, &c. Aquí tenemos un estado de hecho muy distinto –aunque «objetivamente» no haya más que elementos dispares, «subjetivamente» existe una «configuración», una «Gestalt» perceptual. Podemos incluso decir cuándo y en qué caso lo que son «objetos distintos, y que acaso aparecen como distintos, pueden «cobrar» el carácter de una «Gestalt», una «configuración»: cuando los elementos son semejantes, cuando están cercanos uno al otro, cuando tienen el mismo «destino» (por ejemplo: cuando se mueven juntos [15] respecto a otros elementos que no comparten el movimiento) –para no mencionar más que tres de las «leyes de organización» de Wertheimer. Aquí no se trata ya de un todo subjetivo «arbitrario», sino de un «todo» fenomenal, perceptual, existencial– aunque a la «Gestalt» perceptual no corresponde ningún todo físico, transfenomenal. III Llamaremos «conexiones» (traduciendo el vocablo alemán «Zusammenhang») los todos existenciales en sentido estricto. Los elementos o «pedazos» de este todo son interconectados. Podemos enfocar el carácter mismo del nexo, y veremos que éste puede ser «meramente» subjetivo fundado en la percepción sensorial, o bien físico, «objetivo», como en el caso de una cadena que consiste de eslabones. (Veremos en seguida que el término «Gestalt» es independiente de esta distinción). Pero podemos enfocar también el grado de vinculación entre las partes del todo. En este caso podemos distinguir, moviéndonos desde la conexión más «floja» a la más «fuerte»: a) «conexiones externas» –donde las partes del todo son individualizadas y mutuamente independientes (ejemplo: la cadena). b) «conexiones funcionales» donde las partes, aunque distintas, desempeñan una «función» dentro del todo, y tienen su carácter peculiar a causa de esta función (ejemplo: una máquina). c) «Gestalt objetiva» llamaremos aquella conexión objetiva, en la que las partes aparecen como «miembros» interdependientes de un todo y donde éste ni puede concebirse en su esencia como una «suma» de sus partes. Cada tal «Gestalt» puede contener «sub-configuraciones» –como en el organismo vivo, son sub-configuraciones sus miembros, mientras que el mismo organismo es la «Gestalt» o «configuración» más amplía. (Ejemplo: al lado del organismo –la melodía, o «la sonata» o «la sinfonía»– la melodía es dentro de la configuración total de la sonata o sinfonía, una «sub-Gestalt» que ya no puede descomponerse en otras). Cuando Dilthey emplea el término «conexión estructural anímica» expresa, aunque a veces de modo muy vago, lo que los Gestaltistas llaman «Gestalt». Una vivencia, por ejemplo la del duelo acerca de la muerte de una persona querida es una Gestalt que comprende «momentos» entrelazados («la vinculación estructural de un dolor con una percepción o representación, referida a un objeto, acerca del cual siento dolor, es una vivencia, delimitada de otras vivencias porque se verifica como conexión estructurada de dolor, de representación y de lo que causa el dolor... un todo separable inmanentemente teológico» (Ges. Werke, Bd. VI, 314). Un interpretador autorizado nos explica acerca de esta unidad vivencial que «es separable, por diferenciarse a causa de su significado de otras; teleológica... por ser dirigida hacia ésta su significación... inmanentemente teleológica, porque el telos no está situado fuera de la misma vivencia: un todo, porque contiene partes constitutivas fusionadas en una unidad por la teología inmanente».{4} Acaso tendríamos que distinguir dentro del ámbito de la «Gestalt objetiva» aquella clase de todos que ni siquiera «consisten» de partes, sino que sólo tienen «momentos» –para designarlas con un término particular que caracterizaría el grado más íntimo de «conexión». La definición más general de «Gestalt» es la que da Wertheimer, con palabras que pondremos en alemán para traducirlas del modo más literal posible: «Es gibt Zusammenhaenge, bei denen nicht, was im Ganzen geschieht, sich daraus herleitet, wie die einzelnen Stuecke sind und sich zusammensetzen, sondern Zumgekehrt, wo –im praegnanten Fall– sich das, was an einem Teil dieses Ganzen geschicht, bestmmt von inneren Strukturgesetzen dieses Ganzen».{5} «Hay conexiones, en las cuales lo que ocurre en el todo no se deriva de cómo son y cómo se componen los pedazos individuales, sino, al revés, donde –en el caso más destacado– lo que ocurre en una parte de este todo se determina por las leyes estructurales de este todo». «En el caso más destacado» indica que «Gestalt» es aquí un «tipo ideal» un «concepto límite» que no suele realizarse enteramente en la realidad. Como lo dice el mismo Wertheimer: «Lo dado es configurado (gestalten) en mayor o menor grado. Nos son dados «todos» o «procesos totales» (traducimos por «totales» el adjetivo «ganzheitlich» cuya traducción por el adjetivo «totalitario» llevaría, acaso, hoy en día, a confusión. BG) más o menos estructurados, más o menos delimitados, con cualidades «del todo» (Ganz-Eigenschaften) a veces muy concretas, con legalidades (Gezetzlichkeiten) intrínsecas, con tendencias hacia el todo... En la Gestalt todas las partes se fundamentan mutuamente; cambios ocurridos en una parte no pueden menos de influenciar la entera Gestalt.{6} Kurt Koffka explica: «hemos sacado el concepto de Gestalt... de la misma observación del estado de hecho fenoménico, intentando tan sólo describir, sin prejuicios, este estado de hecho.»{7} [16] Se trata, pues, en su origen de un concepto «descriptivo». Pero una «configuración» clara y nítida no es siempre posible en la percepción, y el término designa algo intermedio entre el puro «caos» (percepción más primitiva, como la tiene acaso el niño muy pequeño{8} o nosotros al despertarnos o al estar muy cansados) por un lado, y por el otro lado, «elementos aislados», separados, que sólo ligamos después dentro de un «todo sumativo»: la «y–conexión» como dicen los Gestaltistas acerca de semejante agregado sumativo («este objeto y el otro y el tercero, &c.) «lo que nos viene dado en realidad siempre será algo intermediario entre «Gestalt» y «caos» o bien, entre «Gestalt» y mera «y-conexión».{9} Explica Koehler: «Fenoménicamente, el mundo no es ni un mosaico indiferente, ni un continuo indiferenciado. Manifiesta unidades definidamente segregadas, conexiones de la más variada complejidad, articulación y claridad. Tales unidades manifiestan propiedades que ellas tienen como conexiones o sistemas. Una melodía es una tal conexión. Si se trata de una melodía en la-bemol, «bemol» es una propiedad que pertenece al sistema, no a una nota cualquiera como tal».{10} Nacido en la psicología, ante todo en la psicología de la percepción, y en lucha contra el asociacionismo atomista antiguo, el concepto de «Gestalt» se nos presenta, pues, en las citas hasta aquí mencionadas como concepto–«límite», descriptivo, en relación con los fenómenos de la percepción sensorial. Pero –nacido en la psicología perceptiva humana– el Gestaltismo pronto rebasó este campo, para describir con el mismo concepto todos los fenómenos más esenciales de la psicología humana y animal (con el libro de Koehler sobre los monos) y penetrar, después, en otros campos del saber. Un paso decisivo fue, en este respecto otro libro de Koehler sobre las «configuraciones físicas», mientras neurólogos como Gelb y Goldstein elaboraban la concepción «gestaltísta» en la biología.{11} Este desenvolvimiento hace comprensible ciertas aseveraciones en el último gran libro de Koffka{12} así como la siguiente definición de W. Koehler: «Esto es, en efecto, el concepto más general de la teoría de la Gestalt: dondequiera un proceso se distribuye y se regula espontáneamente, determinado por la situación actual en un campo global, este proceso... sigue principios de la teoría de la Gestalt. En todos los casos de este tipo el proceso tendrá características que solo existen en un área extendida, de modo que no comprenderemos su naturaleza al considerar únicamente puntos locales».{13} Para comprender este desarrollo del concepto, precisa darse cuenta que la teoría de la «Gestalt» no solo combate a) contra los «asociacionistas-atomistas» de la psicología tradicional, sino también b) contra el «idealismo» epistemológico y c) contra el vitalismo. Si frente a los primeros afirma la existencia primitiva de «configuraciones» que no surgirían ex post de la asociación de «sensaciones» atómicas –ni como lo afirman los «empiristas», con ayuda de hábitos, ni, tampoco, como explican «idealistas», con ayuda de formas aprióricas innatas–, afirma de este modo, además, contra el «idealismo» que el «orden» que encontramos en nuestro mundo vivencial no es producto de fuerzas subjetivas, sino que el mundo es configurado y ordenado «en sí», mientras que contra los vitalistas, mantiene que este orden existe aún en lo inanimado, como producto de «fuerzas» naturales, sin que sea preciso invocar cualquier «elan vital» o «entelequia» para explicar su aparición en los fenómenos de la vida. Se comprende, pues, que la «Gestalt» tiende a hacerse «filosofía» y que Koffka pueda definir el concepto «Gestalt» del modo siguiente: «El término Gestalt es un breve nombre para una categoría del pensar, comparable a otras categorías generales como sustancia, causalidad, función. Pero Gestalt puede ser considerado como algo más que mera adición a principios conceptuales previamente existentes; su generalidad es tan grande que uno se ve forzado a preguntar si «causalidad» y «sustancia» no caen legítimamente bajo este concepto... el principal contenido de la categoría de «Gestalt» es la consideración de la relación entre partes y todos, implicando el reconocimiento de propiedades del todo (whole-properties) dinámicas, reales e intrínsecas».{14} Mientras la «psicología de la Gestalt» se transforma en una «teoría general de la Gestalt», en pleno proceso de desarrollo, el término «Gestalt» mismo aparece, como acaso se verá después de las citas presentadas, un tanto ambiguo y aún poco satisfactorio. No es una casualidad que psicólogos estrechamente ligados con los «Gestaltistas» abandonan el vocablo para sustituirlo con «campo de fuerzas».{15} Entre tanto [17] el particular modo de conceptuación de los «Gestaltistas» se emplea en muchos casos por investigadores, enteramente independientes de ellos: así en la genética, donde ya T. H. Morgan vino a declarar que la teoría de la gene «no postula más que dentro de un ambiente dado tales y cuáles efectos deben ser esperados como resultado de la genes en presencia»{16} y hoy en día, R. Goldschmidt declara: «el plasma germinal como un todo controla un determinado sistema reactivo que no es, pues, un mosaico de efectos separados sino un solo sistema de desenvolvimiento controlado como un todo».{17} Lo mismo en la antropología moderna, donde prevalece la concepción propugnada por Ruth Benedict en sus «patterns of culture», según la cual los elementos particulares de una cultura deben comprenderse a partir del todo de esta cultura.{18} Tendencias dentro del Marxismo (Georg v. Lukács p.ej.) y del Hegelianismo han echado por el mismo camino y en la economía moderna vemos, por ejemplo, como un autor dice «La Gestalt de cualquier futura sociedad económica hará necesaria una teoría para explicarla».{19} Por fin mencionaremos que en la filosofía de la historia moderna aparecen tendencias semejantes, a saber, las de considerar las naciones particulares como meros miembros de una sociedad o civilización más amplia a partir de la cual debemos comprenderlas y que debe formar el «campo de investigación» del historiador. Así se expresa, verbigracia A. Toynbee, al decir: «En cada caso debemos plantearnos el problema en términos del todo y no partiendo de las partes; tenemos que enfocar los capítulos de la historia como acontecimientos en la vida de la sociedad y no en la existencia de uno de sus miembros particulares. El desenvolvimiento de los miembros no debe considerarse separadamente, sino como variación del mismo tema, como contribución dentro de una orquesta, que no tiene significado en calidad de series de notas separadas».{20} Las palabras «sistema», «pattern», «campo» acaso que no significan para los distintos autores exactamente lo mismo: así «campo», especialmente en la expresión «campo de fuerzas», parece sacado de la física moderna y entraña, por lo tanto una significación más dinámica que los demás conceptos, siendo aquel de «Gestalt» neutro respecto a la distinción entre «estática» y «dinámica». Todos estos conceptos tienen, sin embargo, algo de común, algo que nos revela la influencia del «Zeitgeist» de la época y que connota el término «Gestalt». La palabra «forma» con la que suele traducirse ahora «Gestalt» nos parece poco apropiada y aún peligrosa. Si en francés, acaso, no había más remedio que decir «forme», porque la palabra «figure» designa el rostro{21} esta desventaja no existe en español. Mientras tanto, «forma» hace pensar, casi inescapablemente, en «materia» como su contrarío, distinción que precisamente va en contra de las tendencias antidualistas de la teoría de la Gestalt. Hablando de las «formas» perceptivas puede conllevar la tendencia de considerar, precisamente como lo hacía el «atomismo-asociacionista», la configuración como formación segundaria a base de la «materia» dada por sensaciones aisladas primitivas. Si el término «estructura» no puede utilizarse por razones históricas (la escuela asociacionista de Titchener en los Estados Unidos y la psicología alemana de Spranger se llaman, ambas, por distintas que sean «psicología de la estructura»), lo mejor sería emplear el término «configuración'', que a veces ya se empleó para traducir «Gestalt».{22} Que «figura» o «configuración» es aún más exacto que «estructura» resulta de que el primer término designa tanto el arreglo ordenado de las partes de un todo, como el resultado de este arreglo –la «forma»–, mientras que el segundo solo enfoca el orden, la distribución de las partes sin incluir la figura resultante. Así encontramos en el «Diccionario General Etimológico de la Lengua Española», de Roque Barcia: Configuración: «la disposición de las partes que componen un cuerpo y le dan cierta forma o figura». Estructura : «Distribución y orden de las partes de un edificio. Dícese también de la distribución de las partes del cuerpo». —— {1} Una investigación fenomenológica de la esencia de «todo» se encuentra en la primera parte del tercer tomo de las «Investigaciones lógicas» de Husserl. Nuestra tarea es mucho más modesta. {2} «Lo continuo y limitado es un todo, cuando es una unidad que consiste de varias partes, en particular cuando éstas están presentes sólo potencialmente, pero aún cuando sean presentes en actualidad» (Aristóteles, Met. V, 26, 1026 C, 34-36). {3} «Para Cantor el conjunto no es nada más que una reunión de elementos de la cual solamente se sabe que dado un elemento cualquiera, se puede reconocer, o por lo menos, afirmar, que este elemento pertenece al conjunto» L. Brunnschvicg «Las Etapas de la Filosofía Matemática», Buenos Aires, 1945, p. 420. {4} Bollnow «Dilthey-Eine Einfuehrung in seine Philosophie» Leipzig-Berlín, 1936, p. 97. {5} «Ueber Gestalttheorie», Erlangen, 1925, citado de W. D. Ellis «Source-Book of Gestalt-Theory», London, 1938. {6} Citado en K. Koffka «Psychologie» en «Die Philosophie in ihren Einzelgebieten» herausg, von M. Dessoir, Berlín, 1925, p. 549. {7} Ibidem, p. 547. {8} Véase W. Stern «Psychology of Early Childhood», N. York, 1930, p. 102. {9} Koffka l. c., p. 547. {10} W. Koehler «The Place of Value in a World of Facts», N. York, 1938, p. 85. {11} Véase K. Goldstein «Organism», N. York, 1939. {12} K. Koffka «Principles of Gestalt Psychology», N. York, 1935. {13} W. Koehler «Gestalt-Psychology», N. York, 1929, p. 193. {14} Art. «Gestalt» en «Encyclopedy of Social Sciences». {15} Así Kurt Lewin, véase su «A Dynamic Theory of Personality», N. York, 1935 y «Principles of Topologic Psychology», N. York, 1936. {16} T. H. Morgan «The Theory of the Gene», rev. edition, Yale Univ. Pr. 1928, p. 261. {17} R. Goldschmidt «The Material Basis of Evolution», 1940, p. 218. {18} R. Benedict «El Hombre y la Cultura», tr. esp. Buenos Aires, 1939. Para citar otro autor: «En el totemismo podemos ver un buen ejemplo de la aplicabilidad del punto de vista de la Gestalt o configuración. Como configuración, el totemismo nos aparece como una cosa claramente delimitada. Como tal no puede ser probada sino solo apercibida». A. Goldenweiser «Anthropology», N. York, 1937, p. 327, nota. {19} E. Heimann «History of Economic Doctrines», N. York, 1935, p. 241 (Notes). {20} A. Toynbee, «A Study of History», Oxford Univ. Pr. 1934-39, Tomo I, pág. 23. {21} Guillaume «Psychologie de la forme», París, 1937, un excelente resumen de las ideas principales se encuentra en la revista del libro por Ch. Blondel, en «Revue Philosophique», 1938, p. 213 ff. {22} En la traducción de las «Investigaciones lógicas» de Husserl, Revista de Occidente, t. III, p. 18, donde las «Gestalt-Qualitaeten» de Ehrenfels, mencionadas por Husserl se traducen, por parte de G. Morente y J. Gaos por «cualidades de figura». |
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