Citius Altius Fortius
Madrid, 1959
 
tomo I, fascículo 1
páginas 5-6

José Antonio Elola-Olaso

Presentación

El Comité Olímpico Español patrocina esta publicación que se asoma a la luz con el título de CITIUS ALTIUS FORTIUS y que pretende despertar nobles inquietudes intelectuales acerca de todo aquello que, más o menos directamente, se relaciona con el deporte.

El auge que en los actuales tiempos han adquirido las manifestaciones deportivas, nos obliga a meditar un poco sobre este fenómeno bio-psico-social que atrae y apasiona, muy especialmente a nuestra juventud. De otra parte, éste es un tema que, desde hace algún tiempo, está abierto a la polémica.

Hay quienes únicamente consideran el deporte como un espectáculo, que, si apasiona a unos con exceso, otros lo repudian, precisamente, porque produce efectos pasionales contrarios a los mismos fines deportivos. Se discute y se protesta, hasta airadamente, por las proporciones desmesuradas que ha adquirido, por el profesionalismo que le invade y por la atracción verdaderamente absorbente que ejerce sobre las multitudes.

Pero, aparte de que el mismo espectáculo deportivo tiene unas características propias que le distinguen de otros espectáculos y que será curioso analizar en su día, el deporte tiene más hondas raíces que el de un nuevo espectáculo. Es preciso estudiar, ver y admitir la conveniencia del deporte en sí, o como instrumento educativo, o como una de las más bellas expresiones de la actividad corporal. Y debe considerarse además que, quiérase o no, el deporte constituye una situación de hecho, un fenómeno con repercusiones universales en la actualidad. Es más, se puede afirmar que el desarrollo y progreso del deporte en sus tan varias y distintas manifestaciones, está en razón directa del grado de civilización del pueblo que lo practica. Y en la hora actual el deporte viene a ser un exponente –de más o menos trascendencia, pero importante– de ese grado de civilización. Y, además, un exponente movido por muy fuerte propaganda. [6]

Importa, por tanto, mucho más que el vituperio o el repudio airado, la meditación serena y la discusión noble y abierta sobre este tema, sus raíces y sus consecuencias. Importa que nuestros estudiosos se preocupen en ahondar y descubrir las distintas vetas de ese hecho social importante en la problemática actual. Importa, sobre todo, que la Universidad, con la amplia base humana que la caracteriza, nos informe y aleccione sobre este tema que es consustancial al hombre y que, si tiene palpitante actualidad, no deja de tener Historia que tiene, además, relación íntima con una variadísima gama de disciplinas universitarias: Filosofía, Derecho, Medicina, Arte, Sociología, Pedagogía, &c.

CITIUS ALTIUS FORTIUS abre las páginas de una publicación anual en fascículos, invitando a todos aquellos que tengan una vinculación intelectual o una preocupación científica, cultural, artística o moral, relacionadas con el deporte, a que manifiesten su opinión, su estudio y sus enseñanzas. El lema de las modernas Olimpíadas, elegido como título, quiere significar que damos cita a los atletas de la inteligencia para que disputen una prueba más sobre la imaginaria pista de una hoja blanca de papel. La meta está en conseguir una elevación moral e intelectual del concepto y de la manifestación o actividad deportiva. Lo que, a la postre, vendrá en servicio de la elevación moral, física e intelectual del hombre.

Con este único fin, el Comité Olímpico Español patrocina y hace realidad la idea, surgida de un reducido grupo de intelectuales aficionados o preocupados por el deporte, de fundar una publicación de este género y con este ambicioso empeño. El prestigio de los nombres que constituyen el Consejo de Redacción y la escogida lista de colaboradores avala la solvencia de la publicación; mas, como se ha dicho, la puerta está abierta a todas las colaboraciones.

Este es el deseo y, a la vez, el llamamiento del Comité Olímpico Español, que, además de responsabilizarse de la obra, agradece de antemano a los fundadores y a los que vengan a colaborar, el esfuerzo y la utilidad que pongan en dar vida a este nuevo brote que nace para dar el buen fruto de una mayor comprensión y de una mejora del deporte, que, si puede adolecer de defectos, de deformaciones o hipertrofias –como adolece todo lo humano–, produce, en cambio, indudables beneficios al hombre y a la sociedad.

José Antonio Elola-Olaso
Presidente del Comité Olímpico Español

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