Mi Comunión de María
El encargo de Belén y del Sagrario
ANTES
Guiados por la estrella, los Magos han encontrado a Jesús contigo, Madre querida.
Admirada y conmovida, Tú has oído las ternuras que le han dicho, has visto los obsequios que le han ofrecido y, el Evangelio no lo dice, pero mi corazón lo adivina, Tú has hablado por tu Niño que aún no habla, y les has pagado en su nombre dándoles a besar sus pies y sus manos…
¡Qué paga tan buena, tan espléndida!
¡Besar los pies de tu Jesús después de oírte a Tí hablar de Él! ¡Oírte hablar de Él!…
Pienso en esta escena y… ¡siento una envidia de los Magos!…
…………
Madre, yo no soy Mago, ni me guía una estrella, ni traigo dones ricos… soy una pobre María a quien la pena de ver tan solo a tu Jesús la lleva muchas veces al Sagrario a ofrecerle la compañía de sus lágrimas… ¡por ella, que no siempre fue fiel, y por los que no van!…
¡Si mi Comunión de hoy se pareciera a aquella escena!
¿Quieres, Madre?
Háblame sin ruido de palabras de Él, y háblale de mí y así, presentados por Tí, déjanos estar mucho, mucho tiempo juntos…
DESPUÉS
¿Que me vuelva por otro camino? ¿No es ese el encargo a los Magos y a mí?
¡Cuántas veces en mis visitas al Sagrario silencioso y en mis ratos de conversación con Jesús callado, siempre callado, me ha parecido adivinar que el camino por donde yo ando no es el camino por donde anda Él en su vida de Sagrario! Él va dando mucho y no exigiendo nada, yo… exigiendo mucho y dando muy poco o nada; Él haciendo siempre y siempre callando; yo… hablando mucho y haciendo apenas nada; Él haciéndose hostia; yo… buscando placer; Él, vivo y la Vida misma muriendo místicamente para enseñarme a morir a mí mismo, y yo… vivo para todo lo mío y muerto o como muerto para lo suyo…
Madre mía, yo quiero cumplir el encargo, yo quiero entrar en el otro camino por donde va Él tan solo, tan solo…
…………
FLORECILLA DE MI COMUNIÓN
Corazón de mí Jesús Sacramentado, ¿me concedes acompañarte en tu camino de Sagrario silencioso?
[ versión en Mi Comunión de María. Hostia por hostia (1924), 5ª, págs. 151-153. ]
El encargo de Belén y del Sagrario
ANTES
Guiados por la estrella, los Magos han encontrado a Jesús contigo, Madre querida.
Admirada y conmovida, Tú has oído las ternuras que le han dicho, has visto los obsequios que le han ofrecido y, el Evangelio no lo dice, pero mi corazón lo adivina, Tú has hablado por tu Niño que aún no habla, y les has pagado en su nombre dándoles a besar sus pies y sus manos…
¡Qué paga tan buena, tan espléndida!
¡Besar los pies de tu Jesús después de oírte a Tí hablar de Él! ¡Oírte hablar de Él!…
Pienso en esta escena y… ¡siento una envidia de los Magos!…
…………
Madre, yo no soy Mago, ni me guía una estrella, ni traigo dones ricos… soy una pobre María a quien la pena de ver tan solo a tu Jesús la lleva muchas veces al Sagrario a ofrecerle la compañía de sus lágrimas… ¡por ella, que no siempre fue fiel, y por los que no van!…
¡Si mi Comunión de hoy se pareciera a aquella escena! ¿Quieres, Madre?
Háblame sin ruido de palabras de Él, y háblale de mí y así, presentados por Tí, déjanos estar mucho, mucho tiempo juntos…
DESPUÉS
¿Que me vuelva por otro camino? ¿No es ese el encargo a los Magos y a mí?
¡Cuántas veces en mis visitas al Sagrario silencioso y en mis ratos de conversación con Jesús callado, siempre callado, me ha parecido adivinar que el camino por donde yo ando no es el camino por donde anda Él en su vida de Sagrario! Él va dando mucho y no exigiendo nada, yo… exigiendo mucho y dando muy poco o nada; Él haciendo siempre y siempre callando; yo… hablando mucho y haciendo apenas nada; Él haciéndose hostia; yo… buscando placer; Él, vivo y la Vida misma muriendo místicamente para enseñarme a morir a mí mismo, y yo… vivo para todo lo mío y muerto o como muerto para lo suyo…
Madre mía, yo quiero cumplir el encargo, yo quiero entrar en el otro camino por donde va Él tan solo, tan solo…
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FLORECILLA DE MI COMUNIÓN
Corazón de mí Jesús Sacramentado, ¿me concedes acompañarte en tu camino de Sagrario silencioso?