Filosofía en español 
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Carlos Barutell y Power

El cinematógrafo culto

El cine, el ponderado y frecuentado cine, el discutido y a veces difamado cine, podía ser todo lo que es actualmente, sin perder ninguno de sus alicientes, y a la vez un poderoso instrumento de cultura para el público de buena fe, que es la mayoría. Bastaría organizar las sesiones, en el desarrollo de su programa, de modo regular y definido; y con ello, los mismos fabricantes, los que se ven negros, como suele decirse, para buscar asuntos emocionantes, los que abonan a un D'Annunzzio, 10.000 francos por un tema para desarrollarlo en películas de gran amplitud, fácil, sencilla y cómodamente, encontrarían siempre el camino de agradar al público y de interesarle.

La duración de las sesiones de cinematógrafo suele ser de tres cuartos a una hora; menos, saben a poco, y más, cansan el ánimo y la vista. Estos cuarenta y cinco minutos se pueden descomponer en períodos de siete, y consagrar cada sección a los siguientes asuntos, todos diferentes y todos amenos:

1.º Cuadro histórico. En este tema encaja la reproducción de pasajes de la Historia, o la representación figurada de novelas de fama general. Afortunadamente, este género va abriéndose paso, y algunas obras clásicas están reproducidas con todo vigor dramático y rigor histórico.

2.º Cuadro pintoresco. Las vistas escogidas y tomadas desde tren o en tranvía en marcha, o en vapores en navegación de costa, son siempre acogidas con verdadero agrado por todo el público. Son variadísimas. Lo mismo los paisajes abruptos que los de espléndida vegetación, que los bravíos de mar y costa, sirven admirablemente para recrear la vista ante la magna supremacía artística de la madre Naturaleza.

3.º Cuadro industrial. El proceso metódico de una fabricación; los pasos sucesivos de una obra desde sus comienzos; los atrevimientos de la moderna ingeniería; todo ello se presta con exceso a ser fotografiado en ejecución, legando con ello a la posteridad precisos documentos gráficos sobre nuestros adelantos y sobre nuestros medios.

4.º Cuadro monumental. Visita a los museos naturales y arqueológicos, monumentos, estatuas, jardines y edificios de las grandes poblaciones; a los soberbios palacios, a las construcciones inmortales, maravillas del mundo, de las cuales en España hay tan abundantes y gloriosas muestras, como El Escorial, Granada, Sevilla, Toledo y Barcelona.

5.º Cuadro de actualidad. La casa Pathé ha inaugurado esta preciosa serie de películas, en que se exponen sucesivamente las grandes novedades y acontecimientos de la semana. Es de esperar que perdure en sus trabajos, pues tiene valor incalculable de ilustración.

6.º Cuadro de deporte o cómico, tendiendo, a ser posible a historias ingeniosas y de buen gusto, como unas recientes que ridiculizan las modas.

De este modo organizadas las sesiones de cinematógrafo, no cansarían nunca e ilustrarían siempre. Se dejaría de estar en vilo, pensando lo que sucederá al eterno niño robado por bandidos, apaches o pieles rojas; los consabidos robos, crímenes, suicidios y traiciones. No se bostezaría, presa del más horrible aburrimiento, viendo al vendedor que todo lo atropella, que con cestos rompe puertas y ventanas; que deshace los andamiajes mejor estudiados con estrépito y caída de morteros sobre guardias siempre gordos y siempre de piernas que tropiezan, que lleva la confusión a los veladores callejeros de los cafés, que arrastran a la inevitable niñera o bebé, y que como consecuencia final, ocasiona la marcha precipitada de todo el público tras de Calino o de Tontolmí hasta la paliza de rigor.

De seguir explotándose estos asuntos, el cine no encontrará otro apoyo, con el tiempo, que el que se le asigna por ciertas personas; y de adoptar estos caminos, u otros, pero de orientación análoga, en arte y en instrucción, vivirá cada vez mejor, y grandes y chicos encontrarán en él alicientes de distracción y elementos de cultura.