Filosofía en español 
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Medicina homœopática

Venta de algunos medicamentos homœopáticos

Los profesores del arte de curar tienen preparadas en la botica de la Puerta del Sol, enfrente al Vivac, las medicinas homœopáticas siguientes: acidum nitricum; acidum sulfuricum; aconitum napellus; allium sativum; ammonium carbonicum; anacardum orientales; angelica sativa; augustura cortex; anisum stellalum; antimonium crudum; argentum foliatum; arnica montana; arsenicum album; artemisa absinthium ; artemisa vulgaris; arum menculatura; asafœetida; asarum europeum; aurum foliatum; belladona; brionia alba; camphora; cancer fluviatilis; canabis sativa; cantarides; capsicum annum; carbo animalis; carbo vegetalis; cascarilla causticum; chamomilla; cheledonium majus; china; cina; cinabaris; cinamomum; climatis creta; coccinilla; coculus; colchicum autumnale; coloquintis; conum maculatum; copaiba balsamum; crocus sativus; digitalis purpurea; dileris odorata; dulcamara; euphorbium; fragaria vesca; guaci gumi; thelevorus niger; hyosciamus niger; jalappa; ignatia amara indigofera tintoria; hipecacuana; lactuca virosa; lycoperdon bovista; chereurius vivus; natrum muriaticum; nerium oleander; nux moscata; nux vovica; opium; peonia oficinalis; petroselinum; phosphorus; pulsatilla; ratania; rheum; rula; sabadilla; sabina; samburus; sassafras; sassaparrilla; squila maritima; spongia tosca; senna; serpentaria; solanum nigrum; stannum; staphisagria; stramonium; sulphur; tabacuno; taraxacum; thea viridis; tuya occidentalis; uva ursi; valeriana; verectrum album; virea minor, viola odorata; zin metalicum; zingiver.

Estos medicamentos se venden sueltos, y en cajas de ochenta y cien medicamentos en dosis, si se piden por recetas y tubos para los facultativos para que puedan usarlos a la cabecera del enfermo.

Señores redactores, desearía que tuviesen ustedes la bondad de poner en su apreciable periódico la lista de estos medicamentos y el adjunto caso curado con dichos medicamentos. Gracia que espera de la justificación de ustedes su seguro servidor y comprofesor. = Licenciado José María Sánchez.

Aviso a los enfermos y a los profesores del arte de curar

Las pulmonías catarrales y otras enfermedades agudas se cortan en veinte y cuatro horas (administrando el aconitum napellus, preparado homœopáticamente en dosis de uno o dos glóbulos, reiteradas de seis en seis horas; pasados estos plazos se ve al enfermo quedarse sin calentura y libre del mal; tres dosis suelen bastar. El médico seguirá después el tratamiento homœopático que convenga, conforme a sus observaciones y estudio.

Doña Paula García Prieto de la Torre, que vive en Madrid, calle de la Merced, número 1.º, cuarto principal de la derecha, ha sido curada en este año de una pulmonía; dos dosis de aconitum quitaron la calentura en el primer día; y una de brionia hizo desaparecer un residuo de ronquera en el segundo, quedando la curación completa en cuarenta y ocho horas sin otras resultas, bajo la dirección del profesor don Luis Beltrán, de quien hay noticia haber hecho desaparecer en dos horas una angina, y que está haciendo una colección de casos. Estos se multiplicarían, si los enfermos curados con tal brevedad de males tan terribles premiaran a los médicos estudiosos, cual corresponde al beneficio de verse en cuarenta y ocho horas libres de unas enfermedades que privan de la vida en cinco o seis días, y si no abarrancan a una casa, molestan al paciente y su familia por veinte o más, y dejan por último al enfermo expuesto a una convalecencia de dos meses, en que por lo regular perece.

Las curaciones homœopáticas son radicales y sin resultas, sin padecimientos, sin sangrías, sin sanguijuelas, cantáridas &c., sin convalecencia; y por último, con la décima parte de gastos cuando menos.

Somos testigos de que el aconitum nupellus es a propósito para romper todo tratamieolo homœopático por tener la propiedad de modificar la circulación sin acudir a emisiones sanguíneas de ninguna clase.

Así éste medicamento como los demás homœopáticos se han tomado en la Puerta del Sol de Madrid, en frente al Vivac, botica del licenciado Sánchez.

Señores redactores del Boletín de Medicina, Cirugía y Farmacia: suplicamos a ustedes que en beneficio de la humanidad se sirvan insertar en su periódico el aviso que antecede, para que los que se vean acometidos de las enfermedades que en él se citan, sepan que hay remedios y médicos que las curan en dos días. La estación prodigará males de los dichos, y muchos agradecerán el aviso por no dejarse morir tan sin remedio como hasta aquí. = L. P.

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Hemos publicado este y otros artículos relativos a la homœpatía con el fin de poner a nuestros lectores al corriente de la marcha de esta nueva Medicina, y seguiremos haciendo lo mismo con los que nos parezcan oportunos al mismo objeto; pero no podemos menos de hacer algunas observaciones al presente aviso publicado también en el Diario de Avisos de Madrid.

La suposición gratuita de su autor, de que se multiplicarían los casos de curaciones homœopáticas si los enfermos curados con tal brevedad de males tan terribles premiaran a los médicos estudiosos cual corresponde, ataca de un modo demasiado grosero el decoro de los profesores de la ciencia de curar para que lo dejemos circular libremente. Todos los hijos de Esculapio tanto nacionales como extranjeros están dando continuamente las más decididas pruebas de buscar la mayor rapidez y seguridad en la curación de todas las enfermedades sin siquiera acordarse de la mezquindad del premio; y hombres que están todos los días ofreciendo hasta su vida en beneficio de la humanidad doliente sin esperanzas de más premio que la ingratitud y el olvido ¿no despreciarán mejor el vil interés del oro?

La escasez de casos homœopáticos es debida solo a los pocos médicos que se hallan hasta el presente convencidos de las ventajas de esta doctrina. Nosotros tenemos la humildad de confesarnos incluidos en el número de los muchos; y el aviso en cuestión, es a la verdad un instrumento muy pequeño para convencer a los enfermos y a los profesores. Sin embargo aseguramos bajo nuestra palabra que deseamos ardientemente el ser convencidos para proporcionar a nuestros enfermos todas las ventajas posibles; y a este efecto conjuramos a los señores homœópatas para que en el momento que vayan a emprender la curación de alguna de las terribles enfermedades que cita el aviso u otras, nos llamen a cualquiera de los editores de este periódico para que seamos testigos de los milagrosos efectos de su práctica, puesto que hasta ahora hemos tenido la torpeza de no poder concebir su teoría: en la inteligencia de que con la mejor fe del mundo y la imparcialidad que nos caracteriza daremos conocimiento extenso a nuestros lectores de todo el resultado de nuestras observaciones homœopáticas; pero mientras llega este caso apetecido, suplicamos a los discípulos de Hahnemann que sean más corteses y tolerantes con sus comprofesores de distintos principios prácticos de lo que muchos de ellos lo han sido hasta aquí, porque no es este el mejor medio de adquirir amigos y prosélitos. Lean y mediten el capítulo del gran Baglivio De falsis medicorum idolis, y no extrañarán que desconfiemos de unos hechos tan enteramente opuestos a nuestras propias observaciones. LL. RR.

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El encargado de la redacción, Manuel Cordorniu.
Madrid. Imprenta que fue de Fuentenebro.
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