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Ideas de persona con significado
crítico-filosófico en el presente
Los dieciséis tipos de ideas de persona (o de ideas homólogas) representados en la tabla no pueden ponerse en un mismo plano cuando nos situamos en una perspectiva filosófico crítica. Para que la tabla alcance esa función crítico filosófica será preciso agregarle algunas premisas especiales que tengan un carácter general (a sus cuadros), es decir, que no vayan referidas ad hoc a algún cuadro en particular. Las “premisas críticas” que, por nuestra parte, utilizaremos, serán las dos siguientes:
(i) No puede atribuirse hoy (en el “presente”) significado filosófico a aquellas ideas de persona que se mantengan al margen de una perspectiva histórico-evolutiva [282]. Ello nos obliga a excluir del horizonte filosófico a cualquier análisis del campo de las personas que se mantenga al margen de ese principio, aun cuando entre los cuadros excluidos figuren nombres de la tradición filosófica doxográfica más ilustre, por ejemplo, el nombre de Descartes. Según esta premisa (i) dejaremos de lado a las ocho “filas” rotuladas con (a) de la tabla.
(ii) Tampoco atribuiremos significación filosófica a los cuadros englobados en las columnas (p) [283], al menos en los casos en que esta característica intersecte con los cuadros (I) [280]. En efecto, si una determinada concepción de la persona considera el conjunto de personas praeterhumanas y humanas (I) como estando además totalizado atributivamente (p), es porque propone la “reabsorción” de las personas humanas en una suerte de “Pleroma” sobrehumano; con ello, una tal concepción estaría conculcando la posibilidad misma de la “autonomía” ética, moral y jurídica de la persona humana. La premisa (ii) nos lleva a apartar la columna (I,p), con sus cuatro cuadros. Los cuadros de la columna (II,p), en cambio, pueden mantenerse a salvo de nuestras premisas críticas, puesto que la totalización T llevada a efecto en el ámbito del eje circular no compromete la autonomía relativa de la persona humana respecto de las no humanas que venimos considerando como requisito imprescindible de una perspectiva filosófica o crítica.
Si sumamos los ocho cuadros contenidos en las filas (a) de la tabla a los cuatro cuadros contenidos en la columna (I,p) –teniendo en cuenta además que los cuadros (1) y (4) se cuentan dos veces en este cómputo– obtendremos como resultado 16-[(8+4)-2)] = 6 cuadros que permanecen “inmunes” a nuestras premisas críticas (i) y (ii), a saber, los cuadros (que en la tabla aparecen sombreados): (6), (10), (14), (8), (12), (16). Nos referiremos a ellos respectivamente por medio de las siguientes denominaciones (a falta de otras mejores): Idea “cósmica” de Persona, Idea “holista”, Idea “suprematista”, Idea “espiritualista”, Idea “evolucionista” e Idea “individualista” de Persona. Estas seis Ideas de Persona son las que, de acuerdo con nuestras premisas críticas, podrían ser consideradas, dentro de la tabla general, como los seis tipos de concepciones de la persona que, en principio, cabría tomar en cuenta en un sistema polémico mantenido en el terreno filosófico del presente. El sistema de las seis Ideas de Persona con significado filosófico en el presente contiene, en todo caso, ideas de persona que pueden ser adscritas a las dos opciones de cada uno de los criterios disyuntivos utilizados, exceptuando las opciones (a), las ahistóricas, del tercer criterio. Tanto la opción I (ideas 6 y 8) como la opción II (ideas 10, 14, 12, 16); tanto la opción A (ideas 6, 10, 14) como la opción B (ideas 8, 12, 16) [281]; por último tanto la opción (p) (ideas 10, 12) como la opción (q) (ideas 6, 8, 14, 16). {SV 155-157}