Previsión científica
Previsión científica significa la previsión de fenómenos, sucesos y procesos que pueden o deben surgir en el futuro. La posibilidad de la previsión científica se basa en el conocimiento de las conexiones internas necesarias de las cosas y de los procesos, de su condicionamiento mutuo, de las tendencias que llevan implícitas, en el conocimiento de las leyes que rigen el desarrollo de la realidad. Las ciencias naturales y sociales dan múltiples ejemplos de previsión. Así, por ejemplo, el famoso químico ruso Mendeleev (ver), partiendo del análisis de la tabla de los elementos químicos, supuso la existencia de tres elementos aún no hallados, determinando además sus propiedades, su peso atómico, &c.; previsión que fue plenamente confirmada después por el descubrimiento de los elementos: germanio, galio y escandio. Sobre el conocimiento de las leyes que rigen el desarrollo de los organismos se basa la previsión del nacimiento de nuevas especies vegetales, artificialmente creadas por los seleccionadores. En el terreno de la vida social, los pronósticos científicos históricos se han hecho posibles desde el momento en que Marx y Engels crearon la ciencia sobre las leyes que rigen la evolución social. “Marx, escribe Lenin, plantea el problema del comunismo como el naturalista plantearía, por ejemplo, el problema del desarrollo de una nueva especie biológica; sabiendo que ha surgido de tal y tal modo y se modifica en tal y tal dirección determinada”. Sobre la base del ulterior desarrollo del marxismo aplicado a la nueva época histórica y sobre el conocimiento de las leyes del desarrollo del imperialismo, Lenin y Stalin hicieron una serie de previsiones científicas, brillantemente confirmadas en el curso de la revolución proletaria. Tal es la genial previsión de Lenin sobre la posibilidad, bajo las condiciones del imperialismo, del triunfo del socialismo primeramente en un solo país; tal es la previsión stalinista sobre las rutas del desarrollo y del triunfo de la colectivización de la economía rural en la URSS, &c. El conocimiento de las leyes del desarrollo social da la posibilidad de prever, no sólo el rumbo general y el resultado del movimiento, sino también la de fijar con mayor o menor aproximación los propios plazos de la sucesión de los acontecimientos, aunque en el terreno de la vida social esta previsión es inmensamente más complicada que en el terreno de las ciencias naturales. En la astronomía, por ejemplo, se puede predecir cien años antes la fecha de un eclipse solar. Sin embargo, el conocimiento de las leyes del desarrollo social da también la posibilidad de prever, en el terreno de la vida social, el momento de sucesión de determinados acontecimientos históricos. Como lo confirma la historia del Partido Bolchevique, el conocimiento de las leyes de la dialéctica, el conocimiento de las leyes de la evolución social, de las leyes de la revolución y de la lucha política, ha permitido al Partido del proletariado determinar inequívocamente los momentos de la acción histórica. La elección correcta de tales momentos es una de las condiciones más importantes para llevar con éxito la dirección estratégica. “El incumplimiento de esta condición, enseña Stalin, conduce a un error peligroso, llamado ‘la pérdida del ritmo’”. La realización de la insurrección armada de Octubre de 1917 representa un formidable y claro ejemplo de la elección correcta del momento, científicamente exacta. El Partido Bolchevique triunfó también porque en su lucha se alumbraba el camino con la doctrina revolucionaria de Marx, Engels, Lenin y Stalin, que da una previsión científica del curso y del desenlace de los acontecimientos.
Diccionario filosófico marxista · 1946:245-246
Previsión científica
Previsión fundada en el conocimiento de las leyes objetivas de la ciencia, de los fenómenos, acontecimientos y procesos que pueden o deben producirse. Sólo el conocimiento de las leyes objetivas de la realidad permite ver el desarrollo de los acontecimientos no sólo en el presente, sino también en el porvenir. Quienes niegan el carácter objetivo de las leyes, niegan también la posibilidad de previsión científica. Las ciencias de la naturaleza y las ciencias sociales, suministran numerosos ejemplos de previsión. Así, el eminente químico ruso Mendeleiev (ver), fundándose en la ley periódica que había descubierto, supuso que existían tres elementos todavía desconocidos y definió sus propiedades (peso atómico, &c.), previsión enteramente confirmada por el descubrimiento del germanio, el galio y el escandio. Cuando se conocen las leyes del desarrollo de los organismos, se puede prever la aparición de nuevas variedades de plantas creadas artificialmente por el seleccionador. En la vida social, los pronósticos sobre la marcha de la historia se hicieron posibles una vez que Marx y Engels hubieron fundado la ciencia de las leyes del desarrollo de la sociedad. El marxismo refuta las teorías reaccionarias de los sociólogos burgueses que niegan la posibilidad de prever los acontecimientos históricos con una precisión científica. Marx no sólo predijo que la sociedad comunista reemplazaría al capitalismo, sino que previó los rasgos esenciales de la sociedad futura. Al predecir la desaparición ineluctable del capitalismo y la victoria de un orden social superior, el socialismo, Marx se apoyaba en la ley objetiva que había descubierto: la ley de la correspondencia necesaria entre las relaciones de producción y el carácter de las fuerzas productivas (ver). En cierto nivel del desarrollo del capitalismo, surge una contradicción entre el carácter social de las fuerzas productivas y las antiguas relaciones de producción burguesas. Esta contradicción tiene que ser eliminada poniendo en concordancia las relaciones de producción con el nuevo carácter de las fuerzas productivas. La revolución socialista hace cumplir esta necesidad histórica. Al desarrollar la doctrina marxista y al adaptarla a una nueva época histórica, la del imperialismo y de las revoluciones proletarias, Lenin previó genialmente la posibilidad de la victoria del socialismo en un país aislado. Esta previsión ha sido ampliamente confirmada por la experiencia de la edificación del socialismo en la U.R.S.S.
El conocimiento de las leyes del desarrollo social, permite no sólo prever la tendencia general y el resultado final del movimiento, sino determinar con una exactitud más o menos grande el momento en que los acontecimientos se desenvuelven. Es infinitamente más difícil situar de antemano los acontecimientos en el dominio de la vida social que en el de las ciencias de la naturaleza. En astronomía, por ejemplo, se puede predecir un eclipse solar con varios siglos de anticipación. Sin embargo, el conocimiento de las leyes objetivas del desarrollo de la sociedad, permite prever el momento en que debe tener lugar tal o cual acontecimiento histórico, y luchar por su realización. El marxismo-leninismo enseña que no es suficiente prever el porvenir, sino que es preciso conquistarlo. La historia del Partido Comunista de la Unión Soviética muestra que el conocimiento de las leyes del desarrollo social, de las leyes de la revolución y de la lucha política le ha permitido determinar sin error el momento de actuar. La elección juiciosa de un momento semejante constituye una de las condiciones esenciales para el éxito en la dirección estratégica de las operaciones. La preparación de la insurrección armada de Octubre y su realización, constituyen un excelente ejemplo de elección juiciosa y científicamente exacta del momento de la acción. Si el Partido Comunista resultó victorioso fue precisamente porque en su lucha se inspiraba en la doctrina revolucionaria del marxismo-leninismo, que permite prever científicamente el curso y el resultado final de los acontecimientos.
En la época actual, apoyándose en el conocimiento de las leyes objetivas del socialismo, el Partido Comunista muestra al pueblo soviético el camino de la coronación de la edificación socialista y de la construcción gradual del comunismo integral en la U.R.S.S.
Diccionario filosófico abreviado · 1959:419-420
Previsión científica
Predicción de fenómenos de la naturaleza y de la sociedad –no observados ni establecidos aún experimentalmente– basada en la generalización de datos teóricos y experimentales y en la consideración de las leyes objetivas del desarrollo. Las previsiones científicas pueden ser de dos tipos: 1) relativas a fenómenos desconocidos, no registrados en la experiencia, pero existentes (verbigracia, la predicción de las antipartículas, la de nuevos elementos químicos, &c.); 2) relativas a fenómenos que han de surgir en el futuro si se dan determinadas condiciones (verbigracia, la predicción de Marx y Engels sobre la inevitabilidad del hundimiento del capitalismo y de la victoria de la formación comunista, la conclusión de Lenin acerca de la posibilidad de que el socialismo se edificase en un solo país, las tesis del programa del P.C.U.S. sobre los rasgos fundamentales del futuro régimen comunista y los caminos para alcanzarlo). La previsión científica siempre se basa en hacer extensivas leyes conocidas de la naturaleza y de la sociedad a una esfera de fenómenos desconocidos o aún sin aparecer, donde las leyes en cuestión han de conservar su vigencia. La previsión científica también contiene, inevitablemente, elementos de conjeturas de probabilidad, ante todo en relación con los acontecimientos concretos del futuro y sus plazos. Ello está condicionado por la aparición –en el proceso de desarrollo– de nexos causales cualitativamente nuevos y de posibilidades no existentes con anterioridad; en lo que respecta a la sociedad, se halla condicionado por la singular complejidad de los procesos de su desarrollo, ya que en la sociedad actúan hombres dotados de conciencia, caracteres individuales, &c., lo cual da origen a situaciones inesperadas. El criterio ultimo para determinar el acierto de una previsión científica es siempre la práctica. Negar las leyes objetivas de la realidad (agnosticismo, escepticismo) lleva también a negar la previsión científica, lo cual se encuentra inevitablemente ligado a las teorías idealistas del desarrollo social. Por el contrario, el reconocimiento de la previsión científica se apoya en la concepción materialista de la historia.
Diccionario filosófico · 1965:373-374
Previsión científica
Predicción –basada en la sintetización de los datos teóricos y experimentales y en la consideración de las regularidades objetivas del desarrollo– de los fenómenos de la naturaleza y la sociedad, que no se observan o no se han establecido todavía por vía experimental. La previsión científica puede ser de dos géneros: 1) respecto a los fenómenos desconocidos, no registrados en el experimento, pero existentes (por ejemplo, predicción de las antipartículas, de nuevos elementos químicos, de yacimientos de minerales, &c.) y 2) respecto a los fenómenos que aún deben surgir en el futuro si se dan determinadas condiciones (por ejemplo, la predicción por Marx y Engels de la inevitabilidad del hundimiento del capitalismo y el triunfo del comunismo, la deducción de Lenin acerca de la posibilidad de construir el socialismo en un solo país). La previsión científica siempre se asienta en la extensión de las leyes conocidas de la naturaleza y la sociedad al dominio de los fenómenos desconocidos o que aún no han surgido, donde dichas leyes deben mantener su vigor. En la previsión científica figuran inevitablemente también elementos de las suposiciones probabilísticas, sobre todo con respecto a los acontecimientos concretos del futuro y sus plazos. Esto se condiciona por el surgimiento, en el proceso de desarrollo, de conexiones causales y posibilidades cualitativamente nuevas que no existían antes, y en lo relativo a la sociedad, por la complejidad especial de sus procesos de desarrollo. La práctica siempre es, en última instancia, el criterio de la justeza de la previsión científica. La negación de las regularidades objetivas de la realidad (agnosticismo, escepticismo) conduce también a la negación de la previsión científica, lo cual está enlazado inevitablemente con las teorías idealistas del desarrollo social. Por el contrario, el reconocimiento de la previsión científica se basa en la comprensión materialista de la historia.
Diccionario de filosofía · 1984:346