Filosofía en español 
Filosofía en español

Idea

Idea

(Del griego: “idea” - forma, apariencia; de “ideín” - ver). La idea es el reflejo de la realidad en la conciencia humana que caracteriza la relación de los hombres con el mundo que los circunda; sus percepciones acerca de ese mundo. Cualquier idea está siempre determinada por el carácter del régimen social y por las condiciones materiales de la vida de los hombres. En la sociedad dividida en clases, las ideas tienen siempre un carácter de clase y sirven como expresión ideológica de los intereses materiales de las clases sociales. La afirmación idealista acerca de la existencia de ideas eternas, inmutables, acerca de la independencia de las ideas respecto a la realidad, no es científica; es falsa. La doctrina sobre las ideas eternas, al margen de las clases, sólo encubre la aspiración de las clases explotadoras al dominio eterno sobre las clases oprimidas. El marxismo-leninismo enseña que las ideas tienen una enorme importancia en la historia de la humanidad. Hay ideas que desempeñan un papel negativo y reaccionario, y las hay que desempeñan un papel positivo y revolucionario. Hay ideas que defienden a la sociedad caduca, al régimen y a las clases agonizantes, ideas que ya no responden más a las exigencias materiales del desarrollo social; éstas son las reaccionarias que frenan la marcha progresiva de la sociedad. En cambio, las ideas que están dirigidas contra el viejo régimen caduco, que expresan las nuevas exigencias de la sociedad, desempeñan un papel progresista y revolucionario. “Las nuevas ideas y teorías sociales sólo surgen después que el desarrollo de la vida material de la sociedad plantea a éstas nuevas tareas. Pero después de surgir se convierten en una fuerza importante, que facilita la ejecución de estas nuevas tareas planteadas por el desarrollo de la vida material de la sociedad, que facilita los progresos de ésta. Es aquí, precisamente, donde se acusa la formidable importancia organizadora, movilizadora y transformadora de las nuevas ideas, de las nuevas teorías y de las nuevas concepciones políticas, de las nuevas instituciones políticas. Por eso, las nuevas ideas y teorías sociales surgen en rigor, porque son necesarias para la sociedad, porque sin su labor organizadora, movilizadora y transformadora sería imposible llevar a cabo las tareas que plantea el desarrollo de la vida material de la sociedad y que están ya en sazón de ser cumplidas” (Stalin).

Diccionario filosófico marxista · 1946:146-147

Idea

(del griego, ἰδέα: imagen.) Reflejo de la realidad en la conciencia, que traduce el comportamiento de los hombres hacia el mundo que los rodea. Las ideas se hallan siempre determinadas por el carácter del régimen social, las condiciones de la vida material de los hombres. Es preciso buscar la substancia de las ideas no en ellas mismas, sino en la estructura económica de la sociedad, en las condiciones de la vida material de la sociedad, en la existencia social que ellas reflejan.

En la sociedad de clases, las ideas tienen siempre un carácter de clase: son la expresión de los intereses materiales de las clases sociales. Las afirmaciones idealistas sobre la existencia de ideas eternas e inmutables, independientes del mundo real, son anticientíficas y falsas. La propaganda relativa a las ideas eternas, independientes de las clases, sólo sirve para disimular la tendencia de las clases explotadoras a perpetuar su predominio sobre las clases oprimidas. El marxismo-leninismo pone de relieve el alcance inmenso de las ideas en la historia humana, las cuales pueden desempeñar tanto un papel negativo y reaccionario como un papel positivo y revolucionario. Cuando asumen la defensa de un régimen social agonizante o de las clases moribundas, cuando no corresponden a las necesidades materiales del desarrollo social, las ideas son reaccionarias y retardan el progreso. Ejemplo: las ideas de la burguesía moderna. Por el contrario, cuando están dirigidas contra el régimen antiguo, en vías de perecer, cuando expresan las necesidades nuevas de la sociedad, aparecidas en el curso de su desarrollo histórico, su papel es progresivo, revolucionario. Tales las ideas del comunismo. “Las nuevas ideas y teorías sociales, sólo surgen después que el desarrollo de la vida material de la sociedad plantea a ésta nuevas tareas. Pero después de surgir, se convierten en una fuerza importante, que facilita la ejecución de estas nuevas tareas planteadas por el desarrollo de la vida material de la sociedad, que facilita los progresos de ésta. Es aquí, precisamente, donde se revela la formidable importancia organizadora y transformadora de las nuevas ideas, de las nuevas instituciones políticas. Por eso, las nuevas ideas y teorías sociales surgen en rigor, porque son necesarias para la sociedad, porque sin su labor organizadora, movilizadora y transformadora sería imposible llevar a cabo las tareas que plantea el desarrollo de la vida material de la sociedad y que están ya en sazón de ser cumplidas”. (Stalin, “Sobre el materialismo dialéctico...”, en Cuestiones del leninismo, pp. 648 y 649, Ed. esp., Moscú, 1941).

Diccionario filosófico abreviado · 1959:244-245

Idea

(del griego ἰδέα: literalmente, “lo que se ve”, forma, imagen). Término filosófico que designa “sentido”, “significación”, “esencia” y se halla estrechamente vinculado a las categorías del pensar y del ser. En la historia de la filosofía, la categoría de “idea” se usa en distintos sentidos. Cuando la idea se examina sólo como existente en la conciencia, designa: 1) imagen sensorial, surgida en la conciencia como reflejo de los objetos percibidos (Realismo ingenuo); 2) “sentido” o “esencia” de las cosas reducibles a sensaciones e impresiones del sujeto o a un principio creador que engendra el mundo (Idealismo subjetivo). En algunos sistemas filosóficos, la idea designaba también un principio materialista (así, Demócrito denominaba “ideas” a sus átomos). En los sistemas del idealismo objetivo, la idea se considera cómo esencia objetivamente existente de todas las cosas (Idea objetiva). En Hegel, por ejemplo, la idea –sentido y creador de todas las cosas–, al desarrollarse de un modo puramente lógico, pasa por los estadios objetivo, subjetivo y absoluto. La resolución del problema concerniente a la idea depende de que se plantee acertadamente el de la relación entre el pensar y el ser. Sólo en el materialismo dialéctico este problema se halla elaborado con un criterio consecuentemente científico; en él, la idea se considera como reflejo de la realidad objetiva. Al mismo tiempo se subraya el influjo inverso de la idea sobre el desarrollo de la realidad material con vistas a la transformación de la misma. También se entiende por idea una de las formas o procedimientos de la cognición, forma o procedimiento cuyo sentido estriba en formular un principio teórico generalizado que explique la esencia, la ley de los fenómenos. Tales son, por ejemplo, las ideas sobre la materialidad del mundo, sobre el carácter doble (corpuscular y ondulatorio) de la substancia y del campo.

Diccionario filosófico · 1965:227

Idea

(gr. idea: literalmente “lo que se ve”, imagen.) Término filosófico que designa el “sentido”, la “significación”, la “esencia” y está vinculado estrechamente con las categorías de pensamiento y ser. En la historia de la filosofía, la categoría “idea” se emplea en distintos sentidos. Al considerarse únicamente como existente en la conciencia, la idea significa: 1) la imagen sensorial que surge en la conciencia como reflejo de los objetos sensibles (Realismo ingenuo); 2) el “sentido” o “esencia” de las cosas que se reducen a las sensaciones e impresiones del sujeto o al principio creador que da origen al mundo (Idealismo subjetivo). En algunos sistemas filosóficos, la idea designaba también un principio materialista (por ejemplo, Demócrito llama “ideas” a sus átomos). En los sistemas del idealismo objetivo, la idea se considera como esencia objetivamente existente de todas las cosas (Idea objetiva). En Hegel, por ejemplo, la idea es el sentido y el creador de todas las cosas, que se desarrolla de modo puramente lógico y atraviesa las fases objetiva, subjetiva y absoluta. La solución del problema de la idea depende del planteamiento correcto del problema de la relación del pensamiento respecto al ser. Este problema está elaborado de modo consecuentemente científico sólo en el materialismo dialéctico, que enfoca la idea como reflejo de la realidad objetiva. Al mismo tiempo, se subraya también la influencia inversa de la idea sobre el desarrollo de la realidad material con el fin de su transformación. Se entiende por idea asimismo una de las formas del conocimiento, cuyo sentido estriba en formular el principio teórico sintetizado que explica la esencia, la ley de los fenómenos. Tales son, por ejemplo, las ideas de la materialidad del mundo, &c.

Diccionario de filosofía · 1984:217