Filosofía en español 
Filosofía en español

José Vissarionovich Stalin

José Vissarionovich Stalin

Stalin es el genial teórico y guía del proletariado mundial, gran compañero de armas y amigo de Lenin, continuador de la doctrina y de la causa de Marx, Engels y Lenin. Nació el 21 de diciembre de 1879 en el pueblo de Gory, provincia de Tiflis. Su padre, campesino de origen, pero zapatero de profesión, fue posteriormente obrero de una fábrica de calzado. Stalin recibió su instrucción primaria en la escuela eclesiástica de Gory, ingresando después (1894) en el Seminario eclesiástico de Tiflis. Se inició en el movimiento revolucionario a la edad de 15 años, vinculándose con los grupos clandestinos de los marxistas rusos que actuaban en la Transcaucasia, y en 1898 se hizo miembro de la organización de Tiflis del Partido Obrero Social-Demócrata Ruso. En el grupo “Mesame-Dasy”, primera organización socialdemócrata georgiana, junto con Ketzjoveli y Tsulukidze, Stalin representaba la corriente del marxismo revolucionario, oponiéndose a la mayoría oportunista del “Mesame-Dasy”. Ya en ese tiempo, Stalin era un marxista formado y propagaba magistralmente la teoría marxista entre los círculos obreros. Por la propaganda del marxismo fue expulsado del Seminario. Desenvolviendo su actuación revolucionaria, Stalin se manifestó en seguida como fervoroso partidario de la Iskra leninista. A iniciativa de Stalin y de Ketzjoveli comenzó a editarse el primer periódico socialdemócrata georgiano ilegal Brdsola (“Lucha”). En 1901, Stalin fue electo miembro del Comité de Tiflis del P.O.S.D.R., por cuyo encargo, poco después, se trasladó a Batum, donde se puso en contacto con los obreros avanzados, creó y dirigió círculos, instaló una imprenta ilegal, escribía volantes, dirigía las huelgas en las fábricas de Batum y, el 9 de marzo de 1902, organizó la famosa demostración política de los obreros de Batum. El 5 de abril del mismo año, fue detenido y recluido en la cárcel de Batum y, a fines de noviembre de 1903, desterrado por tres años a Siberia Oriental, a la aldea de Novaia Uda del distrito de Balagan, provincia de Irkutsk. Tampoco en la cárcel ni en el destierro suspendió Stalin su labor revolucionaria. Estando en el destierro, en 1903, recibió la primera carta de Lenin. Después de su huida del destierro, desplegó una enorme energía para realizar el plan leninista de construir un partido marxista de nuevo tipo y llevó una lucha tenaz contra los mencheviques y los que se conciliaban con ellos. En diciembre de 1904, Stalin dirigió la grandiosa huelga de los obreros de Bakú, que fue “en vísperas de la gran tempestad revolucionaria, como el rayo que precede a la tormenta” (Historia del P. C. (b) de la U.R.S.S., Compendio). Al mismo tiempo que realizaba un inmenso trabajo en la prensa, en plena conformidad con la línea de Lenin, organizó la lucha por el III Congreso. Creó el periódico Lucha del Proletariado, órgano de la Federación Caucasiana del P.O.S.D.R., que apareció en tres idiomas: ruso, georgiano y armenio. Lenin apreciaba muy altamente este periódico. En algunos de sus trabajos: “¿Cómo entiende la socialdemocracia el problema nacional”, “La clase de los proletarios y el partido de los proletarios”, “Algo sobre las discrepancias en el Partido”, y en el artículo “Respuesta a un socialdemócrata”, del que Lenin dijo que da “un planteamiento formidable del problema sobre la famosa 'introducción de la conciencia desde fuera'”, Stalin interviene en defensa de los principios ideológicos y organizativos leninistas del Partido de nuevo tipo. Durante los años de la primera revolución rusa (1905-1907), Stalin encabeza la lucha de los bolcheviques del Transcáucaso por la estrategia y la táctica leninistas, contra los mencheviques, los social-revolucionarios y los partidos nacionalistas pequeñoburgueses. En diciembre de 1905, Stalin es delegado de los bolcheviques transcaucasianos a la I Conferencia bolchevique de toda Rusia en Tammerfors (Finlandia). Allí conoció por primera vez personalmente a Lenin. En una serie de artículos de 1905 y, particularmente, en el titulado “La insurrección armada y nuestra táctica” y en “La reacción se acrecienta”, así como en “Anotaciones de un delegado”, escritos por Stalin después de su regreso del V Congreso (Londres), se da una defensa magistral de las posiciones tácticas del bolchevismo. En 1906-1907, bajo el título general de “Anarquismo o socialismo” (ver), se publicaron los artículos de Stalin dedicados a la defensa y a la ulterior elaboración de los fundamentos de la concepción filosófica del partido marxista: el materialismo dialéctico y el materialismo histórico. Durante los años de la reacción después de la derrota de la revolución de 1905-1907, Stalin desplegó un inmenso trabajo para la construcción y consolidación de la organización ilegal del Partido y para la preparación del nuevo ascenso revolucionario. El centro de su actuación en ese período era Bakú, donde organizó con éxito la lucha por la conquista de las masas obreras bajo la bandera del bolchevismo y por el desplazamiento de los mencheviques. El 25 de marzo de 1908, Stalin fue detenido y, después de estar preso durante ocho meses, deportado por dos años a la provincia de Vologod, en Solvichegodsk. Pero el 24 de junio de 1909 se escapó del destierro y regresó Bakú, al trabajo ilegal. El 23 de marzo de 1910, fuá otra vez detenido y tras seis meses de cárcel, desterrado de nuevo a Solvichegodsk. En el verano de 1911, Stalin se fugó nuevamente del destierro y llegó a Petersburgo, donde llevó la lucha contra los liquidadores y los trotskistas, cohesionando y consolidando la organización bolchevique. El 9 de setiembre de 1911, Stalin fue detenido y deportado a la provincia de Vologod. La Conferencia del Partido de toda Rusia celebrada en Praga, que expulsó del Partido a los mencheviques y formalizó la existencia autónoma del Partido Bolchevique, a propuesta de Lenin, eligió a Stalin, en su ausencia, como miembro del C. C. y creó el Bureau Ruso del C. C., cuya dirección fue encargada a Stalin. El 29 de febrero de 1912, Stalin, huyó del destierro de Vologod, visitó por encargo del C. C. las regiones más importantes de Rusia, preparó el 19 de mayo de dicho año, escribió el conocido manifiesto del C. C. para el 19 de Mayo, dirigió el periódico Estrella. Bajo su dirección se preparó el primer número del periódico Pravda, que se creó por su iniciativa de acuerdo con la indicación de Lenin. Pero la labor de Stalin en la “libertad” fue poco después interrumpida nuevamente por otro arresto, que tuvo lugar el 22 de abril de 1912. En la cárcel permaneció recluido varios meses, al cabo de los cuales fue deportado al territorio de Narim, por tres años. El 19 de setiembre de 1912, Stalin huyó del destierro, regresó a Petersburgo, donde dirigió los periódicos Estrella y Pravda, y la actividad de los bolcheviques en la campaña electoral a la V Duma del Estado, intervino en los mítines obreros y escribió el famoso “Mandato de los obreros de Petersburgo a su diputado obrero”, que Lenin calificó como un documento “sumamente importante”. Todo el trabajo de Stalin se realizó en íntimo contacto con Lenin. En 1912-1913, Stalin escribió su obra “El marxismo y el problema nacional”, de la cual Lenin escribía, que en la literatura teórica marxista, dedicada al problema nacional, “en primera línea... se destacan los artículos de Stalin”. El 23 de febrero de 1913, Stalin fue nuevamente detenido y desterrado por cuatro años al territorio de Turujan. Pero también en este lejano destierro, Stalin resuelve de una manera leninista todos los problemas esenciales de la guerra, de la paz y de la revolución. En diciembre de 1916, Stalin fue trasladado, por etapas, a Krasnoiarsk, y después a Achinsk, donde recibió la noticia de la revolución de febrero y de donde se marchó a Petrogrado. En una serie de artículos, Stalin fijó las tareas planteadas ante los bolcheviques, defendió la política de desconfianza hacia el Gobierno Provisional, se manifestó contra el defensismo, llamaba a la lucha activa contra la guerra imperialista y contra el oportunismo. En Petrogrado, Stalin, junto con Lenin, al regresar éste de la emigración, encabezó la lucha de los bolcheviques en la nueva etapa histórica. En la Conferencia de Abril, fijaron ambos la orientación de la lucha por la transformación de la revolución democrático-burguesa en revolución socialista, luchando contra la posición traidora de Kamenev, Rikov y Bujarin. En la Conferencia intervino Stalin como informante sobre el problema nacional. En mayo de 1917, Stalin fue elegido miembro del Bureau Político del C. C. creado entonces, siendo reelegido invariablemente desde aquella fecha. El período que corre entre la revolución democrático-burguesa de Febrero y la Gran Revolución Socialista de Octubre fue el período de la labor más intensa de Stalin. Bajo su dirección inmediata, a indicación de Lenin, se realizó la labor del VI Congreso, que orientó al Partido hacia la insurrección armada, hacia la revolución socialista. En este Congreso, Stalin se pronunció enérgicamente contra la proposición traidora de Kamenev, Rikov y Trotski sobre la comparecencia de Lenin ante el tribunal de la contrarrevolución; el VI Congreso apoyó la opinión de Stalin, y la vida de Lenin fue salvada. En el Congreso, Stalin refutó a los trotskistas, que plantearon la tesis contrarrevolucionaria de la imposibilidad del triunfo del socialismo en la U.R.S.S. En las sesiones históricas del C. C. del Partido del 10 al 16 de octubre, Stalin se pronunció contra Kamenev y Zinoviev, defendiendo la resolución presentada por Lenin sobre la insurrección armada. Stalin encabeza el centro elegido por el Comité Central para dirigir la insurrección. Bajo su dirección se elaboró el plan de la insurrección. Junto con Lenin, Stalin fue el organizador de la Gran Revolución Socialista de Octubre. Después de su triunfo, Stalin formó parte del primer Consejo de Comisarios del Pueblo, encabezado por Lenin. La nueva etapa en la historia del Partido Comunista (bolchevique), comenzando desde el advenimiento de los bolcheviques al Poder, está relacionada con las nuevas páginas extraordinariamente luminosas de actuación de Stalin como organizador de los triunfos en los frentes de la guerra civil, como teórico del Partido y jefe de pueblos, como gran estadista y genial transformador del país. Desde los primeros días de existencia del Gobierno Soviético, Stalin ocupó, pues, los puestos de mayor responsabilidad en el trabajo del Estado, desempeñando, ya en el primer Consejo de Comisarios del Pueblo el cargo de Comisario de Asuntos de las Nacionalidades, y desde 1919, también el de Comisario del Pueblo del Control del Estado. Junto con Lenin, intervino en los días de Brest Litovsk, contra los traidores Trotski y Bujarin, defendiendo la paz a fin de consolidar la República Soviética. Extraordinariamente grandes son los méritos de Stalin en la creación y construcción del Ejército Rojo y en la organización del aplastamiento de los intervencionistas y de la contrarrevolución interior durante los años de la guerra civil. Con el nombre de Stalin están vinculados los triunfos del Ejército Rojo en todos los frentes decisivos: la defensa de Tsaritsin, la derrota de Kolchak y de Denikin, realizada en plena conformidad con el plan estratégico propuesto por Stalin; la defensa de Petrogrado, el triunfo sobre los “panis” polacos y la destrucción de Wrangel. A iniciativa de Lenin, Stalin fue premiado en 1919 con la orden de la Bandera Roja por la lucha abnegada en los frentes de la guerra civil. En 1922, Stalin es elegido a propuesta de Lenin, Secretario General del Comité Central del Partido Comunista (bolchevique) de la U.R.S.S. y desde entonces ocupa este puesto. Enormes méritos pertenecen también a Stalin en cuanto a la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. La decisión histórica sobre la formación de la Unión de R.S.S. fue adoptada a propuesta de Lenin y Stalin (30 de diciembre de 1922 en el I Congreso de los Soviets de toda Rusia). Después de la muerte de Lenin (21 de enero de 1924), el núcleo leninista del Comité Central y todo el Partido Bolchevique se unen en torno a Stalin, el más fiel y firme continuador de la obra de Lenin. En nombre del Partido Bolchevique, Stalin hizo sobre la tumba de Lenin el juramento de cumplir sus legados. En una lucha tenaz contra los trotskistas, Stalin unió al Partido bajo la bandera del leninismo. Una importancia extraordinaria tiene el libro de Stalin, publicado en 1924, “Fundamentos del leninismo” (ver), que es “una exposición magistral y una fundamentación teórica muy seria del leninismo, que pertrechó entonces y sigue pertrechando hoy a los bolcheviques del mundo entero con el arma aguzada de la teoría marxista-leninista” (Historia del P. C. (b) de la U.R.S.S. Compendio). Para el aplastamiento del trotskismo tuvo una importancia enorme el trabajo de Stalin, aparecido en el mismo año, “La revolución de Octubre y la táctica de los comunistas rusos”, donde se da una síntesis teórica de las experiencias de la Gran Revolución Socialista de Octubre. En dicho trabajo, Stalin sigue desarrollando la teoría leninista de la posibilidad del triunfo del socialismo en la U.R.S.S., examinando los dos aspectos de este problema: el de las condiciones internas que dan la posibilidad de construir la sociedad socialista en la U.R.S.S., y el de las condiciones externas de las que depende la victoria definitiva del socialismo en la U.R.S.S. Pero Stalin no sólo dio una fundamentación teórica completa de la posibilidad del triunfo del socialismo en la U.R.S.S., sino que también fijó los caminos y medios para lograrlo. Desenvolvió las ideas de Lenin sobre la industrialización socialista del país y la colectivización de la economía rural, elaborando los planes concretos para tan gigantescas tareas. Defendió la idea de la industrialización y de la colectivización en una lucha resuelta contra los trotskistas y bujarinistas que ofrecieron una resistencia furiosa a la política del Partido. Bajo la dirección de Stalin, el Partido resolvió con éxito la tarea de crear las bases de la economía socialista. En febrero de 1930, a propuesta de los obreros y campesinos, Stalin fue premiado con la segunda orden de la Bandera Roja por sus enormes méritos en el frente de la edificación socialista. Stalin es el creador de la Constitución de la sociedad socialista, cuya gran importancia está esbozada claramente en su informe ante el VIII Congreso Extraordinario de los Soviets de la U.R.S.S. La nueva Constitución de la U.R.S.S. era la expresión del hecho, de que la U.R.S.S. había entrado en una nueva fase de su desarrollo, la fase del término de la construcción de la sociedad socialista sin clases y del paso paulatino hacia el comunismo. Estas conquistas de significación histórica universal, que convirtieron el socialismo en una realidad viva, fueron alcanzadas bajo la dirección de Stalin. En la educación ideológica de los cuadros del Partido y del Estado corresponde un enorme papel al “Compendio de Historia del P. C. (b) de la U.R.S.S.” (ver), publicado a iniciativa de Stalin y con su participación directa, y que dotó al Partido de la experiencia genialmente sintetizada de toda su historia más rica. El trabajo Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico (ver), escrito por Stalin para dicha Historia, eleva a un grado nuevo, superior, el materialismo dialéctico. En consonancia con la nueva fase de desarrollo en que había entrado la U.R.S.S., Stalin desenvolvió en su informe ante el XVIII Congreso del P. C. (b) de la U.R.S.S. el grandioso programa de lucha por la realización del paso paulatino a la fase superior del comunismo; planteó la tarea de alcanzar y de sobrepasar en los próximos 10-15 años a los países capitalistas más desarrollados también en el aspecto económico; fundamentó la posibilidad de construir el comunismo en la U.R.S.S. en las condiciones del cerco capitalista, continuó desarrollando la teoría de Marx, Engels y Lenin sobre el Estado. En sus trabajos teóricos desarrolló e impulsó todas las partes integrantes del marxismo-leninismo: la filosofía, la economía política, el comunismo científico. Enriqueció el materialismo dialéctico y el materialismo histórico con una síntesis filosófica de la gigantesca práctica histórica de fines del siglo XIX y primera mitad del XX, con la síntesis de la gran experiencia de muchos años de lucha del Partido Bolchevique. Extraordinariamente grande es el aporte teórico de Stalin a la teoría leninista sobre el imperialismo y sobre la posibilidad del triunfo del socialismo en un solo país y la imposibilidad de su triunfo simultáneo en todos los países. Dio un profundo análisis de las nuevas formas de lucha de clases, engendradas por la época de la dictadura proletaria, señaló un genial modelo de dirección de la política exterior del Estado Socialista en las condiciones del cerco capitalista, pertrechó al Partido con el conocimiento de las leyes de la lucha política, de la construcción del comunismo. Stalin desarrolló la teoría leninista sobre el Partido; puso al descubierto las leyes que rigen su desarrollo interno; elevó a una nueva altura la idea de Lenin acerca de la democracia interna del Partido, acerca del papel y el significado de sus cuadros; elaboró profundamente la ciencia leninista sobre la dirección de las masas, sobre las relaciones del Partido con el pueblo. En el día de su 60 cumpleaños, por la voluntad de los pueblos de la U.R.S.S., el Presídium del Soviet Supremo de la U.R.S.S. otorgó a Stalin el título de Héroe del Trabajo Socialista y la Orden de Lenin, por sus grandes e inapreciables méritos, ante los pueblos de la Unión Soviética y ante la humanidad trabajadora.

Diccionario filosófico marxista · 1946:286-291

Iosif Vissarionovich Stalin (Dzhugashvili) (1879-1953)

José Stalin

Destacado dirigente del movimiento obrero revolucionario ruso e internacional, del Partido Comunista de la Unión Soviética y del Estado soviético, notable teórico del marxismo-leninismo. Nació el 21 de diciembre de 1879, en la ciudad de Gori, gobernación de Tiflis, en la familia de un artesano zapatero. Terminados sus estudios en el Colegio eclesiástico de Gori, pasó a estudiar al Seminario eclesiástico de Tiflis.

En Rusia, a fines del siglo XIX, crecía el movimiento obrero y se difundían las ideas marxistas. La “Unión de lucha por la emancipación de la clase obrera”, creada por Lenin en 1895, estimuló el desarrollo del movimiento socialdemócrata en todo el país, incluso en Transcaucasia. Influido por los social-demócratas rusos y georgianos, Stalin comenzó a participar en el movimiento revolucionario; en 1898 ingresó en la organización de Tiflis del Partido Obrero Social-demócrata Ruso y se dedicó a la propaganda revolucionaria en los talleres ferroviarios. En 1899 fue expulsado del Seminario eclesiástico por propagandista del marxismo, pasó a la ilegalidad y se convirtió en revolucionario profesional. Desde setiembre de 1901 participa junto con Ketsjoveli en la publicación del periódico social-demócrata georgiano, ilegal, de tendencia leninista-iskrista Brdzola (“La lucha”). En noviembre de 1901 es elegido miembro del Comité de Tiflis del P.O.S.D.R. Fue enviado a Batumi, donde se dedicó a la labor revolucionaria y participó en la constitución de la organización socialdemócrata de dicha ciudad. En abril de 1902 fue detenido y, después de permanecer un año y medio en la cárcel, se le desterró a Siberia Oriental, de donde al poco tiempo logró huir. Al regresar a Transcaucasia, se incorporó al trabajo de la organización bolchevique, integró junto con Tsjakaia, Shaumian, Knunianta, Majaradze y otros, el Comité Caucasiano unido del P.O.S.D.R., y participó en la labor de redacción del periódico “Proletariatis Brdzola” y en la lucha de los bolcheviques por la convocatoria del Tercer Congreso del Partido.

Durante la Primera Revolución Rusa (1905-1907) así como en los años de la reacción, Stalin, que era uno de los dirigentes en Transcaucasia, desplegó una gran labor organizativa e ideológica, defendió en los periódicos bolcheviques las ideas leninistas a propósito de la hegemonía del proletariado y de la insurrección armada, combatió la táctica oportunista de los mencheviques, nacionalistas y anarquistas. Fue delegado a la Primera Conferencia Bolchevique Panrusa en Tammerfors (1905), al IV Congreso del P.O.S.D.R. (1906) y al V Congreso del Partido (1907). Desde junio de 1907, hallándose en Bakú, Stalin junto con Shaumian, Dzhaparidze, Ordzhonikidze, Spandarian, Asisbekov, Voroshilov, Fioletov y otros trabajó en la organización partidaria local, colaboró activamente en las publicaciones bolcheviques y luchó contra los mencheviques. En 1908, 1910 y 1912 sufrió detenciones y destierros, pero todas las veces huyó del destierro para incorporarse nuevamente al trabajo partidario. En enero de 1912, en la reunión del Comité Central electo en la VI Conferencia del Partido (Praga), Stalin, ausente, es designado miembro del Comité. Central y del Buró Ruso del mismo. Participó en la labor de redacción de los diarios legales Zviezda y Pravda y en la dirección de la actividad de los bolcheviques durante la campaña para elegir la IV Duma de Estado. A fines de 1912 y comienzos de 1913, escribió su conocida obra El marxismo y la cuestión nacional, en la que defendió el programa leninista en el problema nacional.

En febrero de 1913, Stalin fue detenido y desterrado a la región de Turujansk. Después de la revolución democrático-burguesa de Febrero, regresó a Petrogrado, donde fue incorporado al Presidium del Buró del Comité Central así como a la redacción del diario Pravda. En la VII Conferencia Panrusa de los bolcheviques (Abril de 1917) presentó el informe sobre el problema nacional. En el VI Congreso del Partido (julio-agosto de 1917), que Lenin, por hallarse en la ilegalidad, dirigió a través de sus camaradas de lucha, Stalin, por encargo del C.C., pronunció el informe sobre la actividad del C.C. y el referente a la situación política, en el que expuso la tesis leninista a propósito de la insurrección armada y la conquista de la dictadura del proletariado. En los días de Octubre de 1917, Stalin formó parte del Centro Militar Revolucionario encargado de dirigir la insurrección, creado por el Comité Central, y cuya actividad era orientada por Lenin.

En el II Congreso Panruso de los Soviets, el 6 de Octubre (8 de noviembre) de 1917, Stalin fue elegido miembro del Comité Ejecutivo Central Panruso y designado Comisario del Pueblo de las nacionalidades; desde marzo de 1919 fue simultáneamente Comisario del Pueblo de Control Estatal, cargo que posteriormente fue reorganizado como Comisariado del Pueblo de Inspección obrero-campesina. Durante los años de la intervención militar extranjera y la guerra civil, fue miembro del Consejo Revolucionario de la República y cumplió importantes misiones encomendadas por el Comité Central del Partido y el Gobierno Soviético en varios frentes (en el sector de Tsaritsin del frente Sur y en los frentes Este, Sur y Suroeste). En abril de 1922 fue elegido Secretario General del Comité Central del Partido. Participó en el trabajo de la Comisión que dirigió todo lo relativo a la organización de la URSS.

Después de la muerte de Lenin, el Partido Comunista bajo la dirección del Comité Central encabezado por Stalin, rechazando a los capituladores, condujo firme y decididamente al pueblo soviético por el camino de la realización de los legados de Lenin, por el camino de la construcción del socialismo. En la tarea de propagar el leninismo y derrotar ideológicamente a las corrientes enemigas, desempeñaron un gran papel las obras de Stalin Los fundamentos del leninismo (1924) y Los problemas del leninismo (1926). Los informes de Stalin “Sobre la desviación socialdemócrata en nuestro Partido”, “Sobre la desviación de derecha”, “Una vez más sobre la desviación socialdemócrata en nuestro Partido” y otros fueron muy importantes para la unión del Partido bajo la bandera de las ideas leninistas y para el desenmascaramiento de los trotskistas, zinovievistas y bujarinistas. Partiendo de la teoría leninista sobre la posibilidad de la victoria del socialismo al principio en un solo país, sobre la posibilidad de la construcción del socialismo en la URSS, Stalin expuso en el XIV Congreso del Partido Comunista (b) de la URSS (1925) la línea del Partido dirigida a la industrialización socialista del país. En el informe del Comité Central al XV Congreso del Partido, pronunciado por Stalin, fue fijado el objetivo de la transformación socialista de la agricultura. Los problemas referentes a la ofensiva general del socialismo contra los elementos capitalistas y a los éxitos de la construcción socialista fueron clarificados en los informes del Comité Central al XVI y al XVII Congresos del Partido, pronunciados por Stalin.

En 1938 Stalin escribió la obra Sobre el materialismo dialéctico e histórico, en la que se exponen brevemente las bases de la filosofía marxista-leninista y se señala su importancia en la actividad práctica del Partido.

En el informe al XVIII Congreso del P.C. (b) de la URSS, (marzo de 1939), Stalin expuso el programa, elaborado por el C.C., para la lucha del Partido y del pueblo soviético, por dar cima a la edificación de la sociedad socialista y pasar gradualmente del socialismo al comunismo.

El 6 de mayo de 1941 Stalin fue designado Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo. Al comienzo de la Gran Guerra Patria de la Unión Soviética, Stalin fue designado Presidente del Comité de Estado de la Defensa, Comisario del Pueblo de la Defensa, Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas de la URSS y permaneció en estos puestos hasta el fin victorioso de la guerra. La gran victoria sobre la coalición hitleriana fue lograda por el pueblo soviético bajo la dirección del Partido Comunista y su Comité Central, encabezado por Stalin.

En los años de guerra, Stalin participó como jefe del gobierno soviético, en las conferencias de los dirigentes de las tres potencias: URSS, EE.UU. y Gran Bretaña, en Teherán (1943), Yalta y Berlín (1945). Durante esos años Stalin mantuvo una activa correspondencia con los Presidentes de los EE.UU. y Primeros Ministros de Gran Bretaña, a través de la cual luchó persistentemente por el fortalecimiento de la coalición antihitleriana y defendió consecuentemente los intereses nacionales de los pueblos de los países víctimas de la agresión hitleriana.

En los años de postguerra, Stalin publicó sus obras El marxismo y los problemas de la lingüística (1950) y Los problemas económicos del socialismo en la URSS (1952), en las que se abordan importantes problemas de la teoría marxista-leninista. La obra Los problemas económicos del socialismo en la URSS ejerció una gran influencia en la elaboración de algunas tesis de la economía política del socialismo. Al mismo tiempo, hay en esta obra una serie de tesis erróneas y discutibles (por ejemplo: la afirmación de que la circulación mercantil comienza a frenar el desarrollo de las fuerzas productivas del país y que se impone un pasaje gradual al intercambio directo de productos; la subestimación de la acción de la ley del valor en la esfera de la producción, particularmente en lo que se refiere a los medios de producción; la afirmación de que es inevitable la reducción de la producción capitalista después de la segunda guerra mundial y de que en las condiciones actuales son inevitables las guerras entre los países capitalistas).

En octubre de 1952 se realizó el XIX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética. En la sesión de clausura del Congreso, Stalin pronunció un discurso. El Pleno del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, celebrado después del Congreso, eligió a Stalin miembro del Presidium del Comité Central y Secretario del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética.

Stalin falleció el 5 de marzo de 1953 después de una penosa enfermedad.

A lo largo de muchos años, Stalin trabajó como dirigente del Partido y del Estado. Como notable revolucionario proletario,  desempeñó un gran papel en la organización de la lucha del proletariado de Rusia contra el zarismo, los terratenientes y la burguesía, en la preparación y realización de la revolución socialista en Rusia, en la lucha contra los guardias blancos e invasores extranjeros en los años de la guerra civil, en la ejecución del plan leninista de industrialización del país y colectivización de la agricultura, en la lucha por la construcción del socialismo, por la independencia del País de los Soviets, por la consolidación de la paz. Son grandes los méritos de Stalin en la lucha ideológica contra los enemigos del leninismo, los trotskistas, oportunistas de derecha, nacionalistas burgueses y toda clase de revisionistas. En sus obras teóricas, defendiendo el leninismo, desarrolló de manera creadora la teoría marxista-leninista, aplicada a la construcción del socialismo en la URSS, lo que tuvo un gran significado para todo el movimiento obrero y comunista internacional. Por su fidelidad a la clase obrera, su lucha abnegada por el socialismo y por el marxismo-leninismo, Stalin adquirió fama mundial y un gran prestigio en el Partido y dentro del pueblo.

Al mismo tiempo, en la actuación de Stalin, particularmente durante el último período de su vida, hubo serios errores. En medio de los grandes éxitos en la construcción del socialismo en la URSS se comenzó a vincular erróneamente con el nombre de Stalin todas las conquistas logradas por el pueblo soviético bajo la dirección del Partido Comunista. Los elogios a Stalin, que él alentaba, se le subieron a la cabeza; en estas condiciones comenzó a formarse gradualmente el culto de la personalidad de Stalin.

El desarrollo del culto de la personalidad fue favorecido considerablemente por algunas cualidades negativas del propio Stalin, ya señaladas por Lenin en la “Carta al Congreso” (diciembre de 1922-enero de 1923): grosería, volubilidad, deslealtad, insuficiente atención hacia los camaradas, falta de la necesaria prudencia en la utilización del poder que concentró en sus manos. En el período inmediatamente posterior a la muerte de Lenin, Stalin tuvo en cuenta sus observaciones; pero, posteriormente, sobreestimando con exceso sus méritos, comenzó a creer en su propia infalibilidad. Ciertas limitaciones de la democracia interna del Partido y de la democracia soviética, inevitables en las condiciones de la lucha encarnizada con el enemigo de clase, y más tarde en las condiciones de la guerra contra los invasores germano-fascistas, comenzaron a ser transformadas por Stalin en norma de la vida del Partido y del Estado, violando groseramente los principios leninistas de dirección. Mientras que la actividad de las organizaciones partidarias locales se desarrollaba normalmente, de acuerdo con los Estatutos del Partido, los Plenos del Comité Central y los Congresos del Partido se convocaban con irregularidad, y después dejaron de convocarse por muchos años. Stalin quedó de hecho al margen de toda crítica.

El culto a la personalidad de Stalin trajo graves consecuencias para el Partido y para el Estado. Stalin comenzó a violar el principio leninista de dirección colectiva del Partido, cometió arbitrariedades y abusos de poder, graves violaciones de la legalidad socialista, cometió errores en la organización de la preparación del país para hacer frente a los invasores fascistas. En los años de postguerra adoptaba a menudo decisiones personales erróneas sobre problemas económicos y rechazaba la aplicación de nuevas medidas que se imponían con toda evidencia, así como las proposiciones que hacían otros miembros del Comité Central. Esto perjudicaba a la economía nacional, particularmente en el terreno de la agricultura. Stalin cometió serios errores también en algunos problemas de la política exterior del Estado Soviético (por ejemplo, la ruptura con Yugoslavia).

Después de la muerte de Stalin, los enemigos del socialismo en todo el mundo esperaban que cundiría la confusión en las filas del Partido Comunista de la Unión Soviética. En base a estos cálculos, cifraban esperanzas en el debilitamiento del Estado Soviético, lo que ellos aprovecharían para desviar al pueblo soviético del camino socialista. Pero todos los cálculos de los enemigos del socialismo resultaron fallidos, porque a la cabeza del Partido y del Estado Soviético se hallaba y se halla el Comité Central, inconmoviblemente fiel al leninismo, que interpreta bien las necesidades actuales del país, tanto en el terreno de la política interior, como exterior, que conduce firmemente al pueblo soviético por el camino leninista.

Con rectitud y decisión leninistas, el Partido condenó los errores cometidos por Stalin en el último período de su vida, para hacer imposible su repetición en el futuro. El Partido criticó duramente la violación de las normas leninistas de dirección colectiva y democracia partidaria, la violación de la legalidad socialista. La liquidación de estas violaciones fortaleció al Partido Comunista de la Unión Soviética, elevó aun más su autoridad entre las masas trabajadoras y creó todas las condiciones para la consolidación y el desarrollo sucesivo de la democracia socialista en la URSS.

Los ideólogos del imperialismo y demás enemigos del socialismo, con el fin de apartar del socialismo a los trabajadores de sus países, se esfuerzan por demostrar que el culto de la personalidad con todas sus consecuencias, sería engendrado por la naturaleza misma del régimen social y estatal socialista. En realidad, el culto de la personalidad se halla en contradicción flagrante con el régimen socialista soviético y con la teoría marxista-leninista. Justamente por esto, el Partido Comunista de la Unión Soviética, por su propia iniciativa, desarrolló una lucha resuelta por la liquidación del culto de la personalidad y sus consecuencias.

El culto de la personalidad de Stalin y los errores cometidos por él en el último período de su vida frenaban, sin duda, en cierta medida el desarrollo de la sociedad soviética, pero no podían paralizar este desarrollo, y menos cambiar la naturaleza del régimen soviético.

El pueblo soviético y los partidos comunistas de todos los países apoyaron y aprobaron las decisiones del XX Congreso del Partido, en las que se señala el programa de la construcción del comunismo y la elevación ininterrumpida del nivel de vida de los trabajadores de la URSS, y se indica la línea de lucha consecuente por la preservación y consolidación de la paz, por el reforzamiento de la unidad de los países socialistas, por el fortalecimiento de los lazos fraternales internacionales entre los partidos comunistas y obreros de todos los países. En las decisiones del XX Congreso fue asimismo revelado el daño infligido al Partido y al Estado por el culto de la personalidad de Stalin y se indicaron los caminos para la superación de sus consecuencias.

Durante un largo período Stalin ocupó una relevante posición dirigente en el seno del Comité Central del Partido Comunista. Toda su actividad está vinculada a la realización de grandes transformaciones socialistas en el País de los Soviets. El Partido Comunista y el pueblo soviético recordarán siempre a Stalin y le harán justicia. Su nombre es inseparable del marxismo-leninismo y sería una grosera violación de la verdad histórica extender los errores cometidos por Stalin en el último período de su vida a toda su larga actividad partidaria y estatal. La cruzada emprendida por los círculos reaccionarios imperialistas contra el llamado “stalinismo”, por ellos mismos inventado, es en realidad una cruzada contra el movimiento obrero revolucionario. Los pronunciamientos de los revisionistas contra el llamado “stalinismo” no dejan asimismo de ser en esencia una forma de lucha contra las tesis básicas del marxismo-leninismo.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:478-483

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Diccionario filosófico · 1965

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Diccionario de filosofía · 1984