Yera Moreno Sainz-Ezquerra 1980
Doctora española en filosofía (Universidad Complutense, Madrid 2016), ideóloga y artista, coautora de “Breve decálogo de ideas para una escuela feminista” (publicado en el número 364, febrero 2018, de la revista Trabajadores/as de la Enseñanza, de Comisiones Obreras).
Como doctora pertenece, en calidad de tataranieta, a la estirpe de Santiago Montero Díaz, una de las tres líneas genealógicas principales de doctores en filosofía formadas durante el franquismo: su tesis doctoral de 2016 fue dirigida por Ángeles Jiménez Perona, doctora en 1990 con una tesis dirigida por Jacobo Muñoz Veiga, doctor en 1973 con una tesis dirigida por Emilio Lledó Iñigo, doctor en 1956 con una tesis dirigida por Santiago Montero Díaz.
Mientras cursaba la licenciatura de filosofía en la Universidad Autónoma de Madrid (1998-2003), fue beneficiaria de una beca del Programa Español de Ayudas para la Movilidad de Estudiantes “Séneca”, para una estancia de nueve meses en la Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea (BOE, jueves 12 septiembre 2002, página 32658). Magistra en Feminismo y Género por el Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense (Madrid, 2005-2007).
Junto con Eva Garrido constituye el colectivo artístico Colektivof, habiendo expuesto en la Galería Off Limits (Madrid), Factoría de Arte y Desarrollo (Madrid), Goodman Arts Center Gallery (Singapur) y Supermarket Art Fair (Estocolmo). Forma parte del Grupo de Investigación y Experimentación Somateca 2.0., cuya actividad se desarrolla en el marco del Museo Reina Sofía, del Grupo de Investigación y Acción acerca de Educación, Arte y Prácticas Culturales Las Lindes, del CA2M (Centro de Arte 2 de Mayo), &c.
La tesis doctoral de Yera Moreno Sainz-Ezquerra lleva por título Reformulando la noción de sujeto desde el feminismo. De las propuestas teóricas a las prácticas artísticas, dirigida por Ángeles Jiménez Perona, presentada en el Departamento Filosofía IV de la Universidad Complutense de Madrid, y defendida el 10 de febrero de 2016 ante un tribunal formado por José Luis Pardo Torío, Nuria Sánchez Madrid, Sonia Reverter Bañón, Virginia Villaplana Ruiz y Elvira Burgos Díaz. «Resumen. La presente tesis se ocupa de la reformulación de la noción de sujeto a partir de las propuestas teóricas de Chantal Mouffe y Judith Butler, así como de diferentes prácticas artísticas que, situadas en el contexto español y durante los últimos 25 años, proponen también una reformulación de la subjetividad y la identidad desde una perspectiva antiesencialista. El objetivo de esta aproximación a la reformulación de la subjetividad, desde puntos de vista feministas y antiesencialistas, tanto en el campo teórico como en el de la práctica artística, radica en atender a las posibilidades que dichas reformulaciones pueden abrir para la transformación social, prestando especial atención al cuestionamiento de las normas de género, sexo y sexualidad que estas propuestas conllevan. En este sentido uno de los objetivos principales de esta tesis ha estado puesto en visibilizar, por un lado, las implicaciones políticas de la reformulación sobre la noción de sujeto que teóricas feministas y antiesencialistas como J. Butler y C. Mouffe han llevado a cabo y, por otro, visibilizar también la capacidad de acción política del arte en tanto que en él, y a través de propuestas y prácticas diversas, se producen nuevos modelos de sujetos e identidades contrahegemónicos desde perspectivas igualmente antiesencialistas. Para ello hemos dividido la tesis en dos partes, con el objetivo de ocuparnos en la primera del análisis de las propuestas teóricas y, durante la segunda, centrar nuestra reflexión en el campo del arte. A pesar de esta separación analítica, el interés de esta tesis está puesto en subrayar las constantes interrelaciones entre teoría y práctica, entendiendo que ambos territorios se retroalimentan mutuamente y que contribuyen, en su reformulación del sujeto y la identidad, a la transformación social» (página 1 del texto de esta tesis, T 37459, 9/425 del pdf).
Breve decálogo de ideas para una escuela feminista
Yera Moreno y Melani Penna
Dice bell hooks, una autora querida y maestra feminista de la que aprendemos, que el feminismo “es un movimiento para acabar con el sexismo, la explotación sexista y la opresión” (hooks, 2017, “El feminismo es para todo el mundo”).
Podríamos elegir muchas otras definiciones de feminismo, nos gusta la de hooks porque al hablar de sexismo y de opresión señala, radicalmente, a esas estructuras sociales patriarcales que nos atraviesan a todas, a todos, a todes, con las que hemos aprendido y en las que hemos sido socializadas. Nadie está a salvo de ellas, y esos prejuicios sexistas, aun cuando nos creamos a salvo, emergen en cada una de nosotras cuando menos lo esperamos. La escuela no es una excepción. Como dispositivo de poder-saber que es, eligiendo la terminología de Foucault, la escuela es una institución atravesada por el sexismo, al igual que por el racismo, el clasismo, y un largo etcétera plagado de “ismos”. En cuanto que tiene un papel de reproducción y legitimación de ciertas normas sociales, en tanto que somos educadas en y con dichas normas, la escuela nos enseña cómo comportarnos, cómo relacionarnos con otras personas y con nosotras mismas, cómo entender el mundo y nuestra posición en él. Y lo hace bajo esos mismos parámetros sociales que legitima y reproduce y que, por tanto, son sexistas, racistas, clasistas, colonialistas, capacitistas.
Pero la escuela también es, puede ser y debería ser, un espacio para la revolución social, para la transformación y la subversión, para cuestionar y cuestionarnos, para preguntarnos por qué las cosas son de ciertas formas y cómo podrían ser distintas, para desechar todos esos prejuicios y normas que nos dañan y nos excluyen, para pensarnos otras y pensar el mundo y sus lecciones de maneras distintas y mejores. Por eso, creemos en el potencial revolucionario de la escuela, en su poder de transformación y subversión. En unas pedagogías radicales, feministas, queer, que vuelvan la escuela un lugar extraño, alejado de la normalidad en la que está inmersa.
Toda revolución empieza siendo pequeña. Nunca dejaremos de imaginar un mundo mejor. No nos conformamos con lo que tenemos, por eso proponemos este breve decálogo con algunas ideas para imaginar juntas una escuela feminista. Para soñarla y ponerla en pie. Y como imaginar, que diría Marina Garcés, es aprender a imaginar, y ese aprender ha de ser una acción colectiva, te invitamos a que pienses con nosotras cómo te imaginas una escuela feminista, ¿cómo quieres que sea? Hagámosla juntas.
(Si no entiendes alguna de estas propuestas o no estás de acuerdo con ellas, te sugerimos que leas autoras feministas que te ayudarán a entenderlas. Para empezar, te animamos a que leas a Remedios Zafra, bell hooks, Ángela Davis, Emma Goldman, Virgine Despentes, Chimamanda Ngozi Adichie, Judith Butler, Virginia Woolf, Gloria Anzaldúa, valeria ÿores, Audre Lorde, entre otras. Si después de leerlas sigues sin entenderlas, te animamos a que te centres en los propios prejuicios sexistas que te atraviesan, échalos fuera y empieza a pensar de otra manera).
1. Formar al profesorado de los centros en feminismo. Un programa básico de formación del profesorado en feminismo debería incluir, al menos, los siguientes contenidos: historia del feminismo; importancia del lenguaje inclusivo; uso de un lenguaje no excluyente; desaprendizaje de la competitividad, el machismo y el heterosexismo; consentimiento y maneras de relacionarse positivamente; toma de la palabra desde la escucha y el diálogo; cuidados y afectos.
2. Emplear en el centro por el conjunto del profesorado un lenguaje no machista, usando el femenino para hablar o el género neutro con la “e”, por ejemplo, “todes”.
3. Incluir, al menos, la misma cantidad de libros escritos por mujeres que por hombres en el currículum de Lengua y Literatura, porque la cantidad importa. Ejemplos de libros y/o autoras clásicas y modernas a incluir: Virginia Wolf, María Zambrano, Emily Dickinson, Marta Sanz, Jeannet Winterson, Ali Smith, Clarice Linspector, Sarah Waters, Alice Walker, Margaret Atwood, Alice Munro…
4. Incluir, al menos, la misma cantidad de mujeres filósofas que de hombres filósofos en el temario de Historia de la Filosofía (de nuevo, la cantidad importa). Ejemplos de mujeres filósofas a incluir: Marina Garcés, Judith Butler, Donna Haraway, María Zambrano, Hipatia de Alejandría, Mary Wollstonecraft, Hannah Arendt, Chantal Mouffe…
5. Feminizar la historia del arte y la cultura: existen artistas, cineastas, historiadoras del arte, fotógrafas. Nómbralas, da a conocer su trabajo. Aquí algunos nombres, para empezar: Dora Maar, Artemisia Gentileschi, Sofonisba Anguissola, Mary Cassatt, Claude Cahun, Esther Ferrer, Adriane Pipper, Zoe Leonard, Camille Claudel, Ana Mendieta, Tamara de Lempicka.
6. Cambiar el currículum en Ciencias, habla de ellas, de sus investigaciones y aportaciones a la física, la matemática, la medicina, la astronomía. Porque Marie Curie, Ada Lovelace, Rachel Carson, y otras muchas, existieron.
7. Eliminar libros escritos por autores machistas y misóginos entre las posibles lecturas obligatorias para el alumnado. Ejemplos de libros y/o autores machistas a eliminar de los temarios: Pablo Neruda (Veinte poemas de amor y una canción desesperada), Arturo Pérez Reverte y Javier Marías (cualquiera de sus libros). Habla de la faceta misógina de ciertos autores legitimados como hegemónicos: explica qué dijeron acerca de las mujeres autores como Rousseau, Kant, Nietzsche, entre otros. Nos ayudará a tener otra perspectiva de la Historia y sus valores. Añade a tus currículo autores que apoyaron la igualdad y el movimiento feminista, Poullain de la Barre, J. Stuart Mill…
8. No separar los baños entre hombres y mujeres. Los baños pueden ser espacios comunes si se nos enseña a que lo sean. Pensemos los espacios de otras formas, no estigmatizándolos y convirtiéndolos en lugares posibles de conflicto.
9. El currículum de Educación Física debe ser común al conjunto del alumnado. Los criterios de evaluación podrán ser diferentes en función de muchos factores pero, en ningún caso, porque la persona que vaya a ser evaluada sea mujer u hombre (supuestamente). Incluyamos otras formas de entender el cuerpo y de vivirlo.
10. Desheterosexualizar la escuela. No des la heterosexualidad por supuesta, plantéate que el mundo es enormemente diverso, y una escuela también.
11. Tener asignaturas específicas de educación sexual, así como de equidad de género en todos los cursos de todas las etapas. Estas asignaturas específicas contemplarán, además, la formación obligatoria del profesorado en estas materias. Porque los prejuicios y los estereotipos también nos atraviesan en tanto que docentes. Porque somos parte fundamental en la perpetuación y legitimación de un sistema patriarcal y heterosexista.
12. Prohibir el fútbol en los patios de recreo. Hagamos del patio un espacio amigable, donde todo el mundo pueda ocupar, transitar y habitar ese espacio común. Dejemos fuera esos juegos competitivos que monopolizan los espacios y excluyen a quienes no participan en ellos. ¿Por qué pistas de fútbol y no pistas de baile?
13. Eliminar los códigos de vestimenta. Enseñar, mediante talleres y en las clases, tanto al profesorado como al alumnado, a respetar a las personas, independientemente de cómo vayan vestidas. Desechemos ese prejuicio misógino de pensar que ciertas personas visten para provocar a otras. Entiende que la vestimenta, y lo que hagamos con nuestros cuerpos, forma parte de la libertad individual de cada cual, y no tiene nada que ver contigo. Asúmelo.
14. Eliminar la asignatura de Religión católica, porque una escuela feminista es una escuela, necesariamente, laica.
15. Cambiar el currículum de Historia, que ha de contar la historia de las mujeres y los colectivos minorizados. ¿Dónde están esas otras historias que no nos cuentan?
16. Prohibir las canciones machistas en la banda musical del centro. Porque la misoginia, el sexismo y la homofobia son insultos, no deben tener presencia en nuestros centros.
17. Emplear música feminista en los centros de enseñanza. Por ejemplo, se pueden escuchar cantantes como Rebeca Lane, Crudas Cubensi, Kumbia Queers, Viruta, Alicia Ramos, La Tía Julia (busca más en Youtube, Spotify, pregunta, escucha, aprende).
18. Cambiar los nombres de los centros educativos. Eliminar todos aquellos nombres de centros que sean católicos o hagan referencias a militares, políticos o juristas y sustituirlos por nombres de mujeres representativas del movimiento feminista o por nombres de elementos de la naturaleza. ¿Qué tal si empezamos a encontrarnos un mundo donde los nombres de ellas cuenten, donde estén presentes?
19. Haz tu propia biblioteca feminista en tu centro. Lee el libro Una habitación Propia, de Virginia Woolf, y lo entenderás. Compra libros escritos y protagonizados por mujeres. Establecer a través del claustro que en el plazo de tres cursos académicos tiene que haber una cantidad similar de libros escritos y protagonizados por mujeres que de protagonizados por hombres en la biblioteca del centro.
Este es un decálogo abierto, envíanos tus propuestas y las añadiremos. Imaginemos juntas la escuela feminista que queremos.
[Revista Trabajadores/as de la Enseñanza, Comisiones Obreras, nº 364, Madrid, febrero 2018.]
Este Breve decálogo, publicado en la revista TE CCOO, sirvió de base para que la Secretaría de Mujer, Políticas de Igualdad y Políticas de LGTBIQ [Lesbianas Gays Transgéneros Bisexuales Intersexuales Queer] de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras de España, publicase un opúsculo de diez páginas titulado: “Ideas para una escuela con perspectiva de género: haciendo de la escuela un espacio feminista”, que se reconoce «Extraído del artículo “Breve decálogo de ideas para una escuela feminista”, de Melani Penna y Yera Moreno, publicado en TE, nº 364». Un mes después, tras la sorprendida recepción de estas propuestas por la prensa (“Eliminar a Neruda o prohibir el fútbol en el recreo, entre las ideas del Decálogo para una escuela feminista de CC.OO.”, Heraldo de Aragón; “Prohibir el fútbol en el patio o eliminar a Neruda, el Decálogo para una escuela feminista de CCOO”, El Independiente; “Las feministas de CCOO piden prohibir los libros de Reverte, Marías y Neruda”, El Español, 13 marzo 2018; “Prohibir el fútbol y los libros de Neruda, Reverte y Marías, ideas para una escuela feminista de CC.OO.”, ABC; “Un decálogo feminista prohíbe leer a Neruda y jugar al fútbol en las escuelas. Una propuesta avalada por Comisiones Obreras desata una ola de críticas al plantear baños unisex en los centros y desterrar el uso del masculino plural”, Faro de Vigo, 14 marzo 2018, &c.), el sindicato Comisiones Obreras difunde el siguiente comunicado:
«El sindicato propone abrir el debate sobre la presencia de las mujeres en la escuela. Publica un material en el que aboga por centros educativos libres de sexismos. El sindicato reflexiona sobre la necesidad de equilibrar la presencia de mujeres y hombres en los diferentes contenidos curriculares y no comparte algunos de los planteamientos expresados por las autoras que han participado en el dosier publicado en el número 364 de TE, una revista abierta a todo tipo de opiniones.
La Federación de Enseñanza de CCOO publicó el pasado 9 de febrero el documento titulado “Ideas para una escuela con perspectiva de género: haciendo de la escuela un espacio feminista”, en el que propone, a través de 21 puntos, abrir el debate sobre la presencia de las mujeres en los centros educativos. Este material se incluye dentro de las propuestas realizadas por CCOO en el marco del 8 de marzo y reivindica la escuela como un espacio para la transformación social, invitando a lectores y lectoras a imaginar un mundo mejor y a pensar de forma conjunta propuestas para una escuela feminista.
CCOO recuerda la importancia de recuperar una asignatura sobre valores éticos para seguir avanzando en la igualdad y, sin censurar ninguna obra ni autor, sugiere equilibrar el número de mujeres y hombres en el currículum de Lengua y Literatura; hablar de las aportaciones de las mujeres a la ciencia; dar a conocer el trabajo de artistas, cineastas, historiadoras, filósofas, etc. Además, pone el énfasis en la necesidad de abrir las zonas comunes a todo el alumnado, de forma que se conviertan en espacios seguros y amigables, y niños y niñas puedan practicar todo tipo de deportes y juegos, no solo los hegemónicos.
Por otro lado, inicia el debate sobre la necesidad de eliminar los nombres de centros que se salgan fuera de lo establecido en la Ley de Memoria Histórica. Coincidiendo con el 8M, la Federación de Enseñanza de CCOO ha editado otros materiales, como un monográfico publicado en su revista Trabajadores/as de la Enseñanza en el que diversas autoras defienden sus puntos de vista sobre la educación en femenino y el binomio mujer y poder. CCOO recuerda que la revista TE respeta la libertad de expresión de las personas que colaboran con la publicación y no censura los contenidos, con independencia de que los suscriba o no. Asimismo, subraya que está abierta a las ideas que ayuden a enriquecer la reflexión y el debate.» (Comunicado de Comisiones Obreras Enseñanza, España, 14 de marzo de 2018, www.fe.ccoo.es)