Blas Zambrano 1874-1938 Artículos, relatos y otros escritos

Crepúsculo en Segovia
Nuevos Horizontes, 1923, páginas 135-137

 

El crepúsculo, que va lentamente hacia la noche como hacia la muerte una larga vida, clara, suave y silenciosa, y que parece diluirse en la sombra, como en la nada la vida, tiene el sublime encanto inefable de todos los grandes fenómenos y de todos los accidentes formidables de la naturaleza. La poesía del paisaje y del ambiente, está condenada, más que otras especies de poesía, a perpetuo silencio en el fondo del alma, o a expresarse, con harta imperfección, en balbuceos sugirientes(sic), o en derivaciones episódicas, o en exclamaciones de asombro, que, pretendiendo decirlo todo, no dicen sino «estoy asombrado».

¿Pero qué es el asombro y ese asombro y qué matices tiene el suyo, poeta? ¿Qué sientes? ¿Te parece bella la sierra cárdena, y delicadísimos los tonos verdes, azules y rosados del cielo en el poniente? Los altos álamos en fila a lo largo del río semejan una gran parada de mudos gigantes, que aguardan el paso de un rey sideral. Acércate, y verás que sus hojas, agitadas por el viento, parecen labios fraternos, que se besan repetidamente con igual ternura cándida, y sus ramas, alargadas, brazos extendidos para estrecharse; las copas agudas se inclinan en recíproco saludo; a veces, se juntan y cuchichean misteriosamente, irguiéndose luego, en leves sacudidas, como si despidieran hacia el cielo, grave e impasible, pero atento a la tierra, un fluido sutil, mensaje de oración o de reproche, que las cosas profundas o calladas trasmitieran al suelo y éste, luego de acrecentarlo, al cordaje de las raíces, extendiéndose en invisible corriente por los enhiestos troncos, haciéndose murmullos de una lengua ignorada en las puntas de las ramas elásticas y las láminas de oro de las hojas, en las que el murmullo termina en un suspiro de muerte. ¿Llegará a tí, más intensa, por estar reforzada con la blanda melancolía del ambiente, la triste poesía de las viejas murallas, y percibes mejor, por el contraste, la idea de fuerza perenne, bella, serena y altiva, esto es, noble, que encarna en la masa ingente de la Catedral, con su rotunda cúpula soberbia y su torre de suprema elegancia? ¿te sugiere sutiles reflexiones la emoción simple e intensa de las lomas sin árboles, palimpsestos, sin la nueva escritura?

¿Pero cómo podrás expresar lo que sientes? Hablando, no; componiendo música, tampoco; pintando, todavía no.

Acrecienta el tesoro de tu amor a todas las cosas. Ese es el mejor poema y la expresión más directa de la emoción ante la naturaleza.

<<< >>>

La phi simboliza la filosofía de tradición helénica, la ñ la lengua española Proyecto filosofía en español
© 2001 filosofia.org
  Edición de José Luis Mora
Badajoz 1998, páginas 273-274