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Comentarios críticos al Diccionario soviético de filosofía

Bien y mal

Bien y mal en el Diccionario soviético de filosofía


 

Bien y mal · Carmen Baños Pino · 24 de junio de 2019

1. En las versiones de 1965 y 1984 del Diccionario soviético de filosofía aparecen los términos Bien / Mal tratados como contrapuestos. La explicación que allí se nos da de los dos conceptos desglosa los siguientes asuntos:

1º) Definición general de bien como aquello que responde a los intereses que tienen un sentido positivo para la sociedad, siendo el mal lo contrario.

2º) Diferencia entre bienes materiales y espirituales.

3º) Como categorías de la ética, el bien y el mal remiten a la conducta de las personas: el bien sería lo moral, lo digno de imitar, mientras que el mal sería lo que hay que evitar.

4º) Los sistemas morales que dentro de la Historia de la filosofía han tratado sobre el Bien y el Mal se organizan según la distinción entre una ética idealista y otra materialista. El idealismo de Kant pone el bien como imperativo de la ley moral. En cambio, la dirección materialista que parte del hedonismo de Aristipo y Epicuro, y llega a los materialistas franceses del siglo XVIII, identifica el bien con el placer.

5º) Contraponen la ética burguesa moderna, que niega los criterios objetivos de bien y mal, a la ética marxista que, a su juicio, daría la primera fundamentación científica de los conceptos de bien y de mal. En la moral comunista el bien y mal se expresan a través de un conjunto de requisitos morales concretos contenidos en el código moral del P.C.U.S (código moral del constructor del comunismo), superándose así la interpretación metafísica de la ética premarxista que veía el bien y el mal como ideas eternas

2. Lo primero que podemos comentar es que, el Diccionario sólo remite a la perspectiva ético-moral en la que se inscriben los conceptos de bien y mal y no aborda otras perspectivas sobre el tratamiento que estas ideas han tenido en la Historia del pensamiento. Convendría recordar, en este sentido, que la idea de Bien se ha interpretado desde dos perspectivas fundamentales: la de las teorías metafísicas que lo identifican con una realidad perfecta o suprema y las teorías subjetivas que lo ven como lo deseable. Para las primeras, siguiendo a Platón, el Bien es una Idea absoluta. En esta línea hay doctrinas espiritualistas que identifican el Bien con Dios, definido como summum bonum (Santo Tomás, S. Th., I, q. 6, a. 4) e idealistas, que como la de Hegel identifican el Bien con “la libertad realizada, el absoluto fin del mundo” (Filosofía del Derecho, párr. 129). El Mal, como idea metafísica correlativa a la versión espiritualista sería identificado con el No–Ser, con el pecado (San Agustín) y desde el idealismo de Hegel se entiende como una mala voluntad (Enciclopedia, párr. 512).

Otras doctrinas metafísicas proponen un dualismo radical entre el bien y el mal: ambos serían dos principios antagónicos del universo, el Bien representaría una serie de entidades buenas o valores positivos, y al Mal le corresponderían las entidades malas o valores negativos. Modelos de esta concepción los encontramos en el zoroastrismo, que oponía a la divinidad una antidivinidad, en el maniqueímo, en el gnosticismo y en la tabla de oposiciones de los pitagóricos. Estos dualismos muchas veces han sustancializado el Mal y en ocasiones hasta lo han personificado (Luzbel, Satán, Mefistófeles).

Las teorías subjetivas sobre el bien, lo identifican con lo deseable. En contrapartida con las doctrinas metafísicas, no ven que el bien sea deseado porque sea realidad o perfección, sino que es perfección y realidad porque es deseado. Es, por ejemplo, el caso de Spinoza cuando dice que “juzgamos que algo es bueno porque nos esforzamos por ello, lo queremos, apetecemos y deseamos” (Eth., III, 9, scol.). De manera correlativa, estas doctrinas verán al mal como el objeto de un apetito o de un juicio negativo, como ocurre en las concepciones de Hobbes, Spinoza y Locke que entienden el mal como objeto negativo de deseo.

3. Como estamos viendo, las nociones de bien y mal son muy vagas e indeterminadas y tienen sentidos muy diferentes. El Diamat, frente al formalismo ético que apela a la conciencia, estaría defendiendo una noción de bien desde una ética material que se ajusta a los valores morales del comunismo según el Programa de 1961. Sin embargo, desde la mera axiología no se llega a una construcción material de las ideas de bien y de mal.

El materialismo filosófico, en cambio, si ofrece una aproximación sistemática a las ideas de bien y mal asociándolas a un proceso causal. El materialismo filosófico rechazando las propuestas metafísicas y teológicas de las ideas de bien y de mal, no trata estas ideas ni al modo doxográfico, recurriendo al repertorio de doctrinas sobre el bien y el mal, ni al modo en que lo haría una filosofía analítica, discutiendo los contenidos semánticos de los dos términos. El materialismo filosófico parte de unos conceptos positivos, operatorios y prácticos, de bienes y males que se dan en situaciones precisas aunque en categorías muy diversas: por ejemplo, en biología se hablará de “bien” cuando un organismo tenga todas las condiciones favorables para su reproducción, sostenibilidad y supervivencia, y se estimarán como “mal” todas aquellas malformaciones que lo lleven a extinguirse; en categorías sociales, se verá como “bien” una educación que forme a ciudadanos responsables, y se reconocerá como un “mal” todo aquello que los lleve a la drogadicción.

La cuestión es si los diferentes bienes y males que tienen lugar en categorías tan diversas tienen algo en común y, sobre todo, que alcance tienen en el contexto de la realidad. El materialismo filosófico establece como conexión fundamental en el análisis del bien y el mal la que tiene lugar en el contexto de una relación causal en la que intervienen unos sujetos operatorios que van a tener efectos sobre otros sujetos y objetos. El materialismo filosófico entiende la relación entre causa y efecto{1} no como una relación binaria, sino como una relación ternaria en la que media un esquema material de identidad, definiéndose el efecto como la interrupción, ruptura, alteración o desviación de ese esquema material procesual de identidad{2}. Así, desde la idea de influencia causal se construye la idea de mal al atribuir al esquema material de identidad la condición de un bien definido en un contexto axiológico. Como la causalidad la hemos definido por la ruptura de un esquema material de identidad (que señalamos como efecto), el mal lo asociamos como la misma causalidad, no porque los procesos causales supongan un mal, sino porque éste implica siempre un proceso causal. De esta manera, entre las ideas de bien y de mal hay una circularidad dialéctica, porque sólo si el efecto que consiste en la desviación del esquema material de identidad es malo, podremos asegurar que tal esquema procesual de referencia es bueno.

Los esquemas materiales de identidad considerados como buenos, se determinan en el ámbito del espacio antropológico, lo cual permite clasificar también los diferentes tipos de maldad según los tres ejes: a la maldad circular corresponderán todas aquellas rupturas de un bien social que se positivicen en todo tipo de infamias, traiciones, crímenes, injusticias, etc. La maldad radial se positivizaría en catástrofes naturales y la maldad angular tendría su positivización en todas aquellas conductas que entrañan crueldad para con los animales

Notas

{1} Vid., Gustavo Bueno, “En torno a la doctrina filosófica de la causalidad”, en La filosofía de Gustavo Bueno, Edit. Complutense, 1992, págs. 207-227.

{2} Los esquemas materiales de identidad son contenidos que han resultado de operaciones recurrentes y que son constitutivos de una unidad isológica realizada sobre multiplicidades vinculadas sinalógicamente.

Carmen Baños Pino

 
→ Edición conjunta del Diccionario soviético de filosofía · índice de artículos del DSF
Las cuatro versiones soviéticas del Diccionario filosófico de Rosental e Iudin
Diccionario filosófico marxista · Rosental & Iudin · Montevideo 1946
Diccionario de filosofía y sociología marxista · Iudin & Rosental · Buenos Aires 1959
Diccionario filosófico abreviado · Rosental & Iudin · Montevideo 1959
Diccionario filosófico · Rosental & Iudin · Montevideo 1965
Diccionario marxista de filosofía · Blauberg · México 1971
Diccionario de comunismo científico · Rumiántsev · Moscú 1981
Diccionario de filosofía · Frolov · Moscú 1984