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  El Basilisco (Oviedo), nº 21, 1996, páginas 39-40
  Actas de las II Jornadas de Hispanismo Filosófico (1995)

José del Perojo y Figueras (1850-1908)
Neokantismo y reformismo


María Dolores Díaz Regadera
Madrid
 

En el contexto histórico-cultural de finales del pasado siglo y comienzos del presente, destaca un buen número de intelectuales hispanos de relevancia. No obstante esta diversidad enriquecedora, la historiografía continúa en gran medida centrando sus investigaciones en autores considerados de «primera fila», como Unamuno u Ortega y Gasset, a la vez que descuida otras figuras que, no por ser menos conocidas, carecen de interés. Entre ellas merece una atención especial José del Perojo y Figueras, cuyo caso produce una cierta perplejidad, puesto que resulta sorprendente que carezca hasta el momento de una monografía quien fue el introductor del neokantismo en España y facilitó a sus conciudadanos el conocimiento de autores y tendencias de pensamiento vigentes en Europa.

Precisamente con el objetivo de conceder a Perojo un estudio amplio y detenido que nunca ha sido realizado, nos propusimos la elaboración de esta Tesis Doctoral que aspira a poner de manifiesto el valor de este filósofo en su época y a buscar el significado de su amplia labor cultural y política. Para ello, hemos dividido nuestro trabajo en cuatro partes:

— Primeramente, reconstruimos la accidentada biografía de este autor cubano, materia apropiada para una novela o, mejor aún, para una película. Según parece, su hijo más joven, el renombrado Benito, debió percibirlo así y supo sacar rendimiento en sus producciones cinematográficas a algunos detalles biográficos, particularmente a aquéllos que le llegaron a afectar más profundamente, en relación con el reconocimiento de paternidad por parte de su progenitor.

Esta primera tarea que hemos realizado, ha sido ciertamente ardua, dada la ausencia de datos que ha rodeado de tinieblas la vida de Perojo. En realidad, no ha sido fácil encadenar los distintos episodios sueltos que han llegado a nuestro conocimiento a través de archivos históricos, prensa y libros varios. Sin embargo, a pesar de estos obstáculos, hemos de indicar que los resultados obtenidos han superado las expectativas que inicialmente nos habíamos forjado y que la fortuna ha acompañado nuestro esfuerzo. Así, tras sucesivas indagaciones, hemos podido presentar una reconstrucción biográfica coherente y bastante completa, que es la primera aportación de esta Tesis Doctoral.

Tras este necesario esbozo biográfico, nuestra investigación se reparte en distintos bloques que atienden a tres niveles complementarios, centrados respectivamente, aunque no con exclusividad, en la filosofía, la política y la pedagogía. A la hora de establecer esta división hemos procurado respetar el orden cronológico y poner de relieve la consistencia apreciada en los diferentes textos de Perojo, en los cuales los diferentes temas se entremezclan y prestan mutuo apoyo:

1) La primera etapa de su actividad pública es fácil de separar y se extiende entre los años 1875 y 1879, durante los cuales revela la multiplicidad de fuentes de las que se nutre su pensamiento filosófico. En este período hemos examinado su libro más conocido, Ensayos sobre el movimiento intelectual en Alemania (1875), en busca de su adscripción al neokantismo y de sus más tempranas manifestaciones de rechazo a la escuela krausista y a favor de la libertad de pensamiento.

También nos hemos acercado a aquélla de sus publicaciones periódicas que goza de mayor fama, ganada a pulso, la Revista Contemporánea, cuyo análisis profundo daría por sí solo motivo para redactar otra Tesis Doctoral. Sin querer limitarnos a estas dos obras, encontramos en esta época otros textos editados en prensa, de los cuales también damos noticia, así como de la casa editorial que impulsa este antillano emprendedor con la cooperación de su hermano Emilio. Por último, hemos descubierto una segunda revista de sugerente título, La Naturaleza, que hasta hoy había permanecido ignorada sin que se vinculara su nombre al apellido Perojo.

2) Después de acercarnos a la formación intelectual de Perojo y al asombroso despliegue cultural que lleva a cabo, en la segunda parte de nuestro trabajo nos ocupamos de su carrera e ideas políticas y establecemos en ellas la siguiente división:

— 1879-1898: a lo largo de estas dos décadas, sus preocupaciones se reparten entre Santander y, sobre todo, los territorios coloniales, especialmente Cuba. Sin embargo, en este lapso de tiempo no descuida el político otros asuntos y escribe sobre temas tan variados como la corriente pesimista, los avances tecnológicos en Amsterdam, el socialismo científico o cuestiones económicas y financieras.

— Una segunda fase no se abre hasta 1905 y se extiende hasta la muerte del diputado. En ella descubrimos su defensa de otras dos localidades: Cataluña y Las Palmas de Gran Canaria, circunscripción esta última por la cual resulta elegido en las Cortes de 1905 y 1907.

Los dos retos más significativos que nos hemos propuesto al analizar este nivel han consistido, por una parte, en recomponer su carrera política, inaugurada en el año 79 con su candidatura por el Partido Liberal Cubano, debida principalmente a su amistad con Rafael Montoro. Para esclarecer su trayectoria política, el Diario de las sesiones de las Cortes ha supuesto una ayuda esencial y ha servido para completar el conocimiento de las gestiones y propuestas de este pensador cubano que enseguida militó en el Partido Fusionista de Sagasta, se decidió en los años noventa por la opción autonomista y terminó, a principios de siglo, por seguir los pasos de Maura, cuando éste se puso al frente de los conservadores.

Por otra parte, no ha sido sencillo rescatar diversos artículos desperdigados en prensa, cuando en ocasiones no disponíamos en principio de ninguna pista que orientara nuestra búsqueda. Muchas veces, todo lo más que había llegado a nuestros oídos era su colaboración en un periódico concreto o su papel de director al frente de algún diario, sin que se indicara la fecha exacta en que estos acontecimientos tuvieron lugar. Además de examinar su segundo volumen, publicado en 1885 con el título de Ensayos sobre política colonial, ha sido preciso rastrear las huellas de Perojo en publicaciones como El Progreso, El Imparcial, El Liberal, La Ilustración Española y Americana, Revista de España, Gaceta Universal, La Opinión y, por supuesto, (El) Nuevo Mundo, otra de sus revistas de mayor éxito, nacida bajo un criterio autonomista con el cometido de diagnosticar los males que aquejaban a las colonias y prevenir su pérdida.

Todo este material de Perojo que hemos conseguido reunir evidencia la continuidad y relación mutua existente entre sus ideas filosóficas y políticas. De hecho, la coherencia entre las sucesivas etapas de su vida se demuestra en un ejemplo revelador, como es la decisión de publicar de nuevo, en 1884, uno de sus ensayos del año 75, titulado «Teoría de los partidos políticos». De otro lado, no se puede olvidar que la influencia de la doctrina darwinista a la que Perojo fue sensible, alcanza su mayor intensidad cuando en los años ochenta la aplica resueltamente al ámbito político.

3) Una vez cumplida la aproximación a las concepciones filosóficas y políticas de este dinámico pensador hispano, hemos creído oportuno abordar en otra sección sus últimas empresas culturales dominadas por sus reflexiones pedagógicas, siguiendo la corriente mayoritaria del nuevo siglo.

Decepcionado por el Desastre del 98 y convencido de que sus advertencias y cooperación no habían cosechado el éxito esperado, se retiró temporalmente de la actividad parlamentaria para encontrar refugio en el periodismo, otra de las actividades a las que se dedicó ampliamente. En este último capítulo hemos estudiado las tres revistas de las cuales fue fundador y cuyo rumbo dirigió con éxito: Nuevo Mundo, Por Esos Mundos y El Teatro. Nuestra investigación constata que son publicaciones aptas para un público no especializado en algún campo de la cultura en particular y que el mismo afán popularizador que late en ellas es palpable en su último tomo de ensayos, de 1907: Ensayos sobre Educación.

* * *

Por lo que se refiere a los objetivos que han guiado nuestra monografía, pueden resumirse en descubrir a un autor de enorme repercusión en su momento histórico. Hemos tratado de proporcionar la mayor información que ha sido posible obtener sobre su biografía y sus numerosos trabajos publicados bien en prensa, bien en libros, sin olvidar los elocuentes discursos pronunciados en las Cortes.

Con el apoyo que brinda este vasto material, fundamentalmente de carácter primario como es de suponer, hemos perfilado una imagen de José del Perojo caracterizada por unos atributos que permiten situar a este polifacético y excepcional personaje al lado de otros coetáneos suyos con equivalentes inquietudes por eliminar las condiciones que mantenían el atraso de España, tanto a nivel cultural, como político o educativo:

— La primera impresión que suscita el estudio de este filósofo, es que nos hallamos ante un gran divulgador de pensamientos ajenos sin que, desde luego, se agote su función en esta interesante faceta.

— Su carácter emprendedor y dinámico, que lo convierte en un luchador infatigable, es perfectamente comprensible si nos fijamos en una conexión en absoluto casual que el análisis de Perojo pone de manifiesto: nos referimos a la relación entre sus simpatías por el neokantismo (impregnado de positivismo o darwinismo) y el reformismo que preside toda su vida y hace de él un filósofo con voluntad de ofrecer constantemente soluciones prácticas.

— Su tendencia europeizadora explica que se enamore de un Continente que sigue otros derroteros que la aletargada España, rasgo éste que se ilustra incluso en un detalle aparentemente tan trivial como es la adopción del modo de vestir inglés.

— Al lado de estas peculiaridades, se advierte que Perojo se conforma con «lo fenoménico», esto es, con el terreno donde operan las ciencias particulares, al tiempo que desprecia las explicaciones de sabor metafísico.

Esta sana intención de hallar remedios viables concede al autor un valor y una actualidad singulares y hace de sus escritos interesantes objetos de reflexión en nuestros días, ya que nos ayudan a entender el complejo período histórico que le tocó vivir. Así mismo, a la luz de la vida y obra de Perojo se comprende mejor el cambio de mentalidad operado a finales del siglo XIX y del que fue, en buena medida, responsable, en la doble función de partícipe directo y promotor, animando a otros a seguir su ejemplo.

El mensaje reiterativo de este «liberal reformista», como él mismo se define, consiste en que las mejoras son posibles porque los males que afectan al país son relativos y en absoluto inherentes a una pretendida «esencia» del pueblo español, contra la cual no tendría sentido luchar porque sería imposible modificarla, por definición. Cabe atribuir a Perojo este mensaje que alimenta la esperanza en un futuro próspero para España y que parece desprenderse de sus propuestas, entre las cuales hay que excluir, obviamente, el pernicioso influjo alcanzado por el darwinismo social.

No queremos concluir sin reafirmar que, si dejamos al margen ciertos desafortunados textos inspirados por ideas derivadas de la corriente positivista, podremos considerar a Perojo junto a otros pensadores españoles que no han sido escuchados como merecían y que nos advierten que no debemos incurrir en el error de adoptar una actitud pesimista -y aún derrotista- que explique las deficiencias apreciadas en España, apelando a diferencias intrínsecas entre el carácter de la sociedad española y el de otras sociedades más avanzadas, de modo que se cerraría la puerta a la posibilidad de cambio y, en definitiva, se negaría la propia libertad humana.

 

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