Filosofía en español 
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Otoño Caliente · C. L. Maestu

“Gay Power” en España

Afeminados en la política española los hubo en todos los tiempos. Algunos, sobradamente reconocidos, ocuparon posiciones preeminentes. Sin embargo, ahora, según un editorial de Blanco y Negro, la revista que dirige Luis María Ansón, secretario de la Oficina de Prensa del Conde de Barcelona, el problema no es de individualidades aisladas, sino que empieza a perfilarse un movimiento de base, cuyas consecuencias serían difíciles de prever. «Pues bien –dice B y N–, creíamos que el “Gay Power”, el “Poder Homosexual”, tardaría en organizarse en esta España del machismo ibérico y del imperio hacia Dios, en la que tras la guerra civil se rindió culto a la virilidad. Sin embargo, casi de repente, y con motivo del estreno en un teatro madrileño de una comedia cuyos personajes son nueve sarasas, el “Gay Power” español se ha desmelenado. Docenas de invertidos, haciendo alarde de su condición, asistieron al estreno... En nuestra opinión –añadía el periódico de Ansón–, lo que ocurrió la otra noche en el teatro Barceló no es una anécdota pasajera, sino la primera manifestación pública del “Gay Power” español.» Y Pilar Narvión, al calor de la actualidad del tema, comentaba en el diario Pueblo: «Lo lamentable es que hayamos caído en tan curiosa picardía, en tierras del machismo –el 80 por 100 de los españoles han declarado su hostilidad total a la homosexualidad, según Guadiana–, y es que (proseguía Pilar, miembro de la Junta Directiva de la Asociación de la Prensa de Madrid) los periodistas no tenemos remedio, somos peligrosísimos, nos callan por un lado y reventamos por otro, y si no toman cartas en este asunto del sucedáneo terminaremos lanzando el rumor –a falta de otros rumores de más fuste– de que somos treinta y cinco millones de españoles de la acera de enfrente.»

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