Filosofía en español 
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Reportajes de actualidad

España consume menos carbón que otras naciones
En cambio el esfuerzo en su producción es superado por muy pocas


Seis millones trescientas mil toneladas es, en números redondos la producción nacional de combustibles. Esta producción la absorbe por completo el mercado nacional importándose, además, cerca de un millón de toneladas de diferentes clases de carbón. Se prefieren estos últimos en algunas industrias por determinadas características de los mismos. Tanto la producción como el consumo es muy exiguo si se compara con cifras, a su lado fabulosas, de otras naciones. La producción mundial se eleva a 1.322 millones de toneladas. ¿Qué significan a su lado los seis millones y medio que produce España? Estados Unidos por ejemplo, alcanza el máximum de la producción con 320 millones de toneladas; Inglaterra le sigue con 212; Alemania con 104 millones; Rusia con 49 y Francia con 48 millones. Y sin embargo el esfuerzo productor de España, en constante alza, equivale hoy a un 180% de su producción en 1913. Ocupa el segundo lugar en la intensificación de la industria del carbón pues todas las naciones, a partir de la gran guerra, han marcado una línea de descenso en el gráfico de su producción. Así Estados Unidos, a pesar de lo fabuloso de su producción que en 1932 ascendía a 320 millones de toneladas no era sino la mitad de lo que sus minas producían en 1920. A partir de 1926 con un total de 594 millones y medio de toneladas empieza su franca decadencia. Hoy no produce sino el 62% con relación a 1913. Las demás naciones han seguido la misma línea de descenso. En cambio, las minas españolas de carbón trabajan muchísimo más que en aquella fecha, aun cuando en estos últimos años se ha notado una baja en más de un millón de toneladas.

La extracción de los seis millones y medio de toneladas que produce España representan en las minas 25 millones de jornales por un total de más de 187 millones de pesetas. Luego hay que contar el acarreo a la estación de embarque, su transporte y distribución a almacenistas y pequeñas carbonerías hasta llegar a las casas. ¡Cuántas manos, al arrancarlo de la tierra y transportarlo luego hasta el hogar doméstico, han encontrado lo necesario para la vida!

Principales centros productores en España.

Generalizando, puede decirse que casi toda España posee centros productores de carbón en mayor o menor cuantía. En cuanto a las mayores cifras las proporcionan Asturias y León. La producción de esta alcanza la suma de 304.000 toneladas de antracita y la de Asturias se eleva a 3 millones 789 mil toneladas de hulla anuales. León posee también minas de hulla las cuales producen 677.000 toneladas. A Asturias y León le siguen Ciudad Real, Córdoba, Palencia y Sevilla en la producción de hulla. En las antracitas después de León, que es la primera, viene Córdoba, Palencia y Oviedo.

Estas minas junto con las de lignito de escaso desarrollo abastecen el mercado nacional mensual con una producción media mensual de más de medio millón de toneladas.

Su distribución

El consumo de carbón va cada día en aumento a pesar de la intromisión de los aceites pesados que ya en el año pasado habían arrebatado al carbón una venta de 150.000 toneladas. La crisis que en todas las industrias va dejando su huella no puede por menos de afectar a una que es el principal motor de todas. El apogeo de la industria del carbón lo marca el año 1929 con siete millones y medio de toneladas. Mas a pesar de la crisis y de algunos otros factores como los aceites y la electricidad que substituyen el uso del carbón, los productores esperan intensificar su mayor venta.

Su principal cliente son los ferrocarriles. Algo nublado ven sus proveedores el horizonte, pues la electrificación de estos significaría una importante merma a su negocio. El consumo hecho por los ferrocarriles se eleva a 1.993.758 toneladas de carbón de diferentes calidades.

Luego viene la industria y por último la economía doméstica. Cualquier país gasta más que España en usos domésticos. Las estadísticas señalan 4 toneladas y media de consumo de carbón por habitante y año en Bélgica. Es el país de mayor consumo. Francia llega a la mitad, 2,27 toneladas; mientras que en España no se consume ni media tonelada por habitante. Sin embargo su incremento es cada día mayor, sobre todo en lo que se refiere a calefacciones. En las nuevas construcciones no se prescinde como antes de los últimos adelantos.

El principal mercado está en Madrid. Parece extraño que sea ésta la capital de mayor consumo de combustibles, cuando en Madrid no pueden señalarse esas grandes industrias que caracteriza a la región catalana, por ejemplo. Madrid gasta dos millones de toneladas de carbón al año, mientras Barcelona no llega al millón de toneladas. Le siguen Vizcaya y Oviedo. El consumo de las demás provincias españolas es casi uniforme.

Hemos señalado a los ferrocarriles como el principal cliente de la industria carbonera. Debemos añadir que el dinero vuelve a sus manos debido a los transportes. Pueden señalarse grandes explotaciones ferroviarias que no tienen otro objeto que el arrastre de carbón. Después de esto todas las redes españolas obtienen un gran beneficio por su transporte.

Son pues incalculables las ventajas que se derivan de la industria del carbón en todos los órdenes de la economía nacional. En su incremento y desarrollo está la prosperidad de innumerables familias.

Rafael Burgos

(Prohibida la reproducción.)