Filosofía en español 
Filosofía en español


Cartas de Italia

La simultaneidad en la literatura y en la vida


El amigo Marinetti me envía su último libro con una dedicatoria amable: «España veloz y el toro futurista» (Spagna veloce e toro futurista). Publicación extremadamente de actualidad en estos días de hispanismo político y de intensos comentarios al margen de los acontecimientos españoles, en los periódicos de la Península.

«España veloz...». El título es ya un programa político y una voz mesiánica. Según la definición misma del autor, es un «poema de palabras en libertad». Se inicia con el testamento de Negro II, toro de Andalucía («escrito dos minutos antes de morir, con la pata, en las arenas ensangrentadas de la Plaza de Toros de Barcelona, después de haber derribado a cornadas tres banderilleros y dos peones»). Las últimas voluntades de «Negro II» son peticiones de reformas de carácter radical, Muy radical.

1) Os pido que en cada corrida, a lo menos, tres aficionados bajen a la arena.

2) Os pido que en cada corrida haya un jurado mixto de aficionados y de toros. Vivos, heridos, muertos, los toros, antes de batirse y después, formarán parte del Jurado.

3) Os pido salvación, vida libre, heno escogido, hierbas salinas y gloria para los toros que hayan derribado a cornadas dos adversarios en la arena.

4) Os pido que los toros vencedores sean alistados para la próxima guerra y, organizados en piaras de despanzurramiento, ataquen con furiosos setos vivos los carros de asalto enemigos.

5) Os pido que los toros vencedores sean admitidos en los Consejos políticos y artísticos a fin de que a las solitas, dos cuernos del dilema, sea añadida la destripante.

6) Os pido que sea concedido a los toros vencidos un cortejo fúnebre, solemne y pomposo de toros, hombres y caballos enjaezados de oro en un mediodía andaluz, embalsamados con sal luciente, con algas apretadas y les sea dada una vasta tumba de granito, igual que la de los Bueyes Sagrados Egipcios».

El escritor empieza después la descripción de su viaje real y simbólico de Barcelona a Madrid, 700 quilómetros, «contra el viento áspero del pasado». Descripción futurista: «Una campanillita de una pequeña estación, casi comida por la sombra, llama al refectorio el último frailito de México, clavado a Dios por la oración seral y por los fusiles anticlericales».

El viaje continúa. Son «músicas españolas de ruedas sobre las cuerdas volitivas de la ruta guitarra».

Y continúan también las greguerías de este poema «parolibero» declamado a los madrileños «mientras el antiguo Viento Áspero geométrico amante del Escorial, acompaña, con sus quilométricas piernas, a Castilla»: —«Dinamismo plástico de un aeroplano que vuela sobre el cubismo del Escorial».

El atrevimiento de las imágenes, la rebelión contra todas las convenciones sin tácticas, esta especie de hecho personal que el futurismo emplea contra las policiacas pequeñeces de las formas de madera de la literatura oleográfica son aún más evidentes en la descripción de la corrida.

El tema me atrae. En la literatura italiana contemporánea hay también unas páginas mías de carácter realista sobre esta misa roja y cromática que la hipócrita y, verdaderamente ruda gente inglesa, sobre el error de combatir. Y nada más interesante que comparar las virtudes de los diferentes medios de expresión en un mismo tema de arte.

Escribe Marinetti:

«…Sobre las gradas, en la pulpa ecuatorial del público cortadas en lonjas por el sol cortante, se aprieta un tactilismo viscoso de hálitos fuertes, de olores espasmódicos, de codos nerviosos y de almohadas sudadas»,

«Pesadamente avanza en la arena el primer picador. Metálico. Cuerudo. Monumental, con las falsas trenzas y el sombrero galoneado de sol, el caballero va incrustado en su esquelético caballo de madera. Místico, libro patudo con broches y cerraduras sentencias de Torquemada, la fúnebre lluvia de los siglos engualdrapa aquel Don Quijote, lanzas en puño a lo largo de la historia» (Espacio blanco y al final de la página). «Eternidad».

Así es descrito el pathos circense del momento en que precede a la muerte del toro: «Silencio. Pesas y medidas de la Fatalidad. A los ojos de un aviador que viajaba a 1.000 metros sobre Barcelona, el toro pareció una misteriosa lágrima negra en un plato de oro, cuyos bordes floreados temblaban al viento de la tarde».

La parte hispanista concluye con la «teoría de las palabras en libertad», ya conocida, y con una ideología interesantísima sobre la simultaneidad en la vida y en la literatura.

La fórmula de la Simultaneidad fue ideada por el futurista y heroico compañero de aviación, Fedele Azari, una de las almas más prometéicas de la Italia moderna. Hoy ha triunfado, sobre todo, por Pirandello, en el campo vivo del arte. La aparición de la modista señora Pace, en la comedia pirandelliana. «Seis personajes...», obligada por la presencia en la escena misma de un guardarropa lleno de sombreritos es una aplicación literaria del principio de simultaneidad. En la vida contemporánea, la simultaneidad nos es impuesta por el progresivo y eléctrico desarrollo de nuestros medios, por las enormes velocidades que han alcanzado nuestras posibilidades de comunicación. También los que no tienen un cerebro cósmico y por esto, la posibilidad de ponerse realmente en contacto con los mundos más lejanos, hoy advierten, hay un insólito contacto, una misteriosa comunicación, una invisible y constante telefonía sin hilos y sin aparatos, con seres y vidas lejanas. Telefonemas ocultos de almas a almas, casi realización del alma cósmica de los Vedas.

En la vida cotidiana, la simultaneidad se realiza haciendo a la vez dos, tres, cuatro cosas distintas, así como hacía Napoleón dictando varias cartas a varios secretarios distintos, alternando rápidamente las frases. Prácticamente es la única manera para rivalizar con la velocidad-luz y para adecuarse a todas las múltiples manifestaciones de la vida.

En conclusión: la sincronía sería el secreto moderno, el nuevo hechizo para llevar la personalidad a sus últimas perfecciones.

Otro día hablaremos detenidamente del libro de Benedetta, escritora y pintora futurista, bella esposa de Marinetti: «El viaje de Garará» que, con sus páginas más estereométricas, musicadas por el maestro Franco Casavola, constituye, sin duda, un noble esfuerzo para libertarnos del pantano de las literaturas litúrgicas.

Stefano Molle

Roma-Mayo.