Vida Joven
Llamarse hombre resulta sencillo; serlo es difícil. No basta con decirse a sí mismo “hombre” y decorar el cuerpo. Faltan, además, ideas claras de una finalidad genérica y de una conducta social.
Kiergaan decía que era filisteo quien no sentía lo que hacía ni hacía lo que sentía; que era un esteta quien sentía lo que debía hacer, pero no hacía lo que sentía, y que sólo era un hombre, todo un hombre, quien coordinaba sentimiento y acción, acción y sentimiento.
La acción de un hombre pleno evidencia su riqueza espiritual; la acción de la juventud nueva va diciendo que es humana en ese sentido preciso.
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Además, nuestra juventud ha de serlo, y lo es, de “su tiempo”.
Ser hombre de nuestro tiempo es ser dueño de un tiempo fecundo en posibilidades e imperativo en deberes. Es ser guía de él; conducirlo hasta donde tenga alientos de llegar, o sobrepasar su empuje con el aliento de los hombres. Rienda y espuela al mismo tiempo. Es no frustrar un tiempo por no haber encontrado hombres que lo hayan sabido interpretar y aprovechar.
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Atender a los imperativos de nuestro tiempo es saber que es tiempo de paz y no de guerra; de democracias y no de autocracias; de internacionalismo en su más alto grado.
El patriotismo europeo –Europa como unidad política– es la expresión del sentido del deber y solidaridad entre los pueblos, que nace en la postguerra.
Los dos trabajadores
Se habla, y con razón, frecuentemente del divorcio espiritual que existe en nuestro país entre trabajadores manuales e intelectuales. Se achaca a la incomprensión de unos o la afectada petulancia de otros, y se aboga repetidamente por una compenetración indispensable. Pero la tal aspiración ha sido elevada a la categoría de tópico, y se usa indistintamente por éstos y por aquéllos para justificar en determinados momentos ciertas actitudes.
En realidad, nada práctico se ha hecho para remediar el mal; más bien se ha tratado subrepticiamente por algunos de ahondar diferencias y fomentar suspicacias. La juventud de hoy no puede, en manera alguna, desatenderse de ese problema, que consideramos vital.
Y necesariamente ha de buscarle una solución y aplicarla sin aplazamientos. Para nosotros está fuera de toda duda que las distancias que separan a unos de otros se deben más que nada a falta de mutuo conocimiento. Este conocimiento no puede ser obra de un día ni hijo de una voluntad que lo imponga sin apelación posible. Precisa del tiempo y del trato frecuente. No es misión de madurez, porque ésta no puede desandar lo andado; es tarea de juventud, ante la cual todos los caminos están abiertos y puede escoger aquel que más convenga a sus designios.
Nuestros hombres representativos
Francisco Giner, Pablo Iglesias, Ganivet
El deber de todo hombre representativo, exista o no una opinión en su pueblo, no está en cruzarse de brazos, ahogando la ineficacia de las actividades individuales. ¿Que hay peligros para caminar? “Una vida sin peligros no merece la pena de ser vivida.” Si la opinión existe, hay que organizarla en partidos políticos. Esta apreciación es de todos en el Mundo.
Francisco Giner
Hay un Francisco Giner de estudio: el de los trabajos jurídicos. Hay otro Francisco Giner egregio: el pedagogo. Este enseña a España el tacto de la educación y la nueva forma de vivir a las claras. Al frente de la Institución Libre de Enseñanza trazó rumbos, creó hombres aptos; de él es espíritu mucho de lo filtrado en nuestra vida joven. Discípulos que no conoció se unen sin cesar con lo que él formaba. Toda nuestra mejor enseñanza viene del camino de Francisco Giner. Pero aún queda el hombre. Hombre de su tiempo y de hoy y de siempre: sensible a los problemas civiles de España. El ejemplo de este Francisco Giner nos estremece y anima: jamás se dejó vencer; del presidio vuelve por defender la libertad de cátedra; no estaría de más que nuestros catedráticos le miraran de vez en vez.
La personalidad de Francisco Giner, como su pensamiento, está hoy más en España que cuando él vivió: le tiene la juventud.
De todo el Francisco Giner no se conoce bien por no haber libros. La única persona hoy capaz de hacerlo –por igualdad– es Manuel Cosío, que es otro hombre.
Pablo Iglesias
Pablo Iglesias fue de los pocos seres que ven lo suyo, lo que debía de hacer. Conoció al trabajador nuestro porque él lo era –y lo articuló. Fue el hombre más fuerte y comprensivo de su generación. El socialismo de hace quince años, en España, era una antorcha de miedo, y un solo hombre tuvo la soberanía de sostenerla. Pablo Iglesias es una lección de energía, siendo el único hombre de acción que en esta tierra nuestra ha triunfado. En la gran obra de Pablo Iglesias tiene la Juventud una mira de lo que es construir entre tanta ruina.
A Pablo Iglesias le faltó el fin: unos compañeros capaces de unificar la obra económica con la politicosocial; la entrada del obrero en la vida pública. Este hombre grande no deja discípulos; es sólo su obra lo que queda. Los directores actuales del socialismo son los que menos han comprendido el camino que les marcaba para el futuro Pablo Iglesias.
Ganivet
¿Qué fué Ganivet? Ganivet fue sólo para él; pero nos dejó un “idearium” y la vida de un hombre.
La vulgaridad de la vida española y su inercia le dieron el empujón fuera del Mundo. Desde que salió de nuestro suelo, su pensar le hace que esté siempre a dos dedos de caer en el abismo. Tiene a su cuenta todo aquello que negaba, porque él era un héroe. Ganivet se da cuenta de su soledad y del paralelo entre la vida de España y la de Europa, suicidándose.
El peso de su cerebro encuentra un libro: Ideariunm español, y lo lanza para que quede siempre disperso y calme a los hombres con vida; hoy lo tiene la nueva juventud.
De todos
Opiniones ingenuas
Desde el arca provinciana, donde pasamos los días de nuestra existencia joven; desde este rincón de tierra andaluza, seguimos con atención el movimiento iniciado por otros jóvenes, con miras a sacudir la vida interna del país. Como jóvenes por los años, tratamos de serlo de espíritu, andar por vibraciones enérgicas de nuestra psiquis en un apasionamiento desinteresado hacia lo noble, lo nuevo y lo elevado.
A nuevas mentalidades corresponde nueva estructuración de la vida toda, y en lo político, nuevos partidos. Los históricos de turno en nuestro país no pueden llenar el vacío existente en la juventud, entre la realidad y sus apetencias ideales de reconstrucción económica y social. La actualidad de los problemas es circunstancial, y éstos se desplazan con los motivos que los ocasionan. La democracia es hoy una realidad política en los pueblos cultos, y la tiene el que la merece por su esfuerzo. No así una solución racional a los problemas sociales, de rango fundamental en los Estados modernos.
Los viejos partidos los deshizo la Historia. Sus intereses eran de clase y no generales; sus aspiraciones no hacían sitio a las del mundo obrero y proletario, del campo y la ciudad, que se estaba madurando.
Nuestra juventud aporta otro caudal de ideas. Cara a la vida, frente al porvenir, tendemos muchos brazos a todos y aguardamos las sorpresas de la unión.
El gesto de los hermanos Alba nos fue simpático. Así, los jóvenes que aspiramos con nuestra acción a la eficacia, no podemos complicarnos con los procedimientos de los partidos viejos cuando abandonan las normas de su creación. Un hermano Alba escribe: “Conservaremos nuestra independencia hasta tanto que los que pueden y deben hacerlo se decidan a constituir un nuevo partido socialista independiente del actual que sepa recoger la pureza de los principios y darles la orientación que de manera tan clara y precisa consignaron Marx y Engels en el Manifiesto comunista.”
¿Deber? Todos tenemos el deber y la obligación de hacer aquello que nos grita la conciencia. Y poder, ¿quién mejor que nosotros?
Invitamos a todos para que lo mediten.– Mario Fuentes (obrero campesino de las riberas héticas. Espejo.)
Las Juventudes socialistas
En el semanario La Lucha de Clases, de Bilbao, leemos que en la reunión plenaria de la Juventud socialista de Vizcaya se aprobó por unanimidad la gestión del Comité ejecutivo relacionada con la dimisión y baja del presidente de la Federación Nacional, camarada Ricardo Alba, enviando telegramas y comunicaciones de protesta a la sección de Madrid y al Comité Nacional, en los que se consignaba el disgusto de dicha entidad vizcaína ante la actitud poco democrática de la organización juvenil madrileña.
Celebramos muy de veras que los jóvenes obreros vascos reivindiquen la democracia socialista, trabajando sin descanso por el imperio de la razón y la justicia y acabando de una vez con las camarillas centralistas que estorban la eficaz actuación de los jóvenes trabajadores.
Colaboración espontánea
Por falta de espacio no podemos dar hoy algún trabajo más de los recibidos para Vida joven. En el próximo número daremos “Horizontes”, de Manuel Sancho, y “Apoliticismo”, de Carmelo Morales.
Como estimamos de buen interés para la juventud toda una carta que nos llega del soldado Juan Manini, de Melilla, Vida joven cree procedente publicarla íntegra en el próximo número, con lo cual hace patente el criterio tan amplio que la anima al enfocar todos los aspectos de la juventud.
Universitarias
Instituto-Escuela
El más subido exponente de la enseñanza secundaria en nuestro país sufre el rudo embate de una crítica sectaria. Quizá por eso, por ser sectaria, no le mortifica.
Simplemente porque enseña bien, porque en su cátedra se forma una generación resuelta, piden que desaparezca. La vida, la alegría, una educación optimista ha de estar vedada siempre al niño español, como si no mereciera otra que la ruda disciplina de los Centros clericales. Porque el niño canta y juega, y tiene campos de deportes y hace excursiones por España, y se le enseña música y tiene laboratorios, y aprende pintura y dibujo, talla y modelado, y tiene a su lado un profesorado competente durante siete horas diarias que le instruye y le educa sin bedeles ni ayos que enturbian la enseñanza, debe modificarse su régimen hasta desquiciarlo. ¡Son muchas pesetas 200.000 para el presupuesto español, aunque beneficien largamente a mil niños!
No interesa secundar ni prodigar su ejemplo brillante, según se deduce de los alegatos de la reacción, levantados entre gran polvareda.
Pero el Instituto-Escuela no puede desaparecer, porque la Juventud le quiere, le aprecia cada vez más, tanto la que en él se va forjando como la que de lejos percibe su fecundidad. A ésta nos anima el aliento que viene de esos muchachos capacitados para una vida eficaz que transciende a todo el país, y éste ha de ayudarle en un momento preciso.
Pedagógicamente es un acierto; culturalmente lo es también; la crítica no pasa de ser un revuelo de sotanas, agitadas por vientos de reacción.
Los Congresos de Chartres y París
Obviadas las dificultades que a ello se oponían, los estudiantes españoles han tenido la satisfacción de verse representados en los Congresos estudiantiles de Chartres y París, recientemente celebrados.
El Sr. Sbert Massenet, en representación de las Federaciones Universitarias de Madrid, hispanoamericana, Murcia, Zaragoza y Valladolid, Asociaciones y Grupos constituyentes de Salamanca, Barcelona, Bilbao, Santiago, Oviedo, Almería, Sevilla, Cádiz, San Sebastián, Canarias, &c., &c., asistió a la Conferencia de la Interayuda Universitaria, siendo nombrado ponente de un Subcomité encargado de reglamentar la organización de la misma, labor que realizó a plena satisfacción.
Se puede afirmar que, como consecuencia de ella, el próximo curso comenzará a funcionar la División Española de la International Student Service (nombre que adopta la Interayuda Universitaria), subvencionada por la Unión Federal de Estudiantes Hispanos.
En el Congreso que actualmente celebra en París la C. I. E., la representación española está confiada al citado Sr. Sbert y a don Rodolfo Barón de Castro, perteneciente este último a la Federación Hispanoamericana. Oportunamente daremos cuenta de los acuerdos que se adopten.
La Facultad de Derecho de la U. C., a propuesta del catedrático Sr. Sánchez Román, concedió a la F. U. E. un donativo de 500 pesetas para contribuir a los gastos originados por la asistencia a estos comicios de los delegados españoles.– Eduardo Gilabert.