Filosofía en español 
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Crónica americana

Reivindicación histórica de España

El año pasado, en homenaje a España, el doctor Irigoyen, presidente de la República Argentina, decretó feriado el 12 de Octubre, cual Día de la Raza.

Con tal motivo se celebró allá, en dicho día y en el teatro Colón, una fiesta solemne, a la que asistió personalmente el presidente de la República, acompañado de todo el Gobierno, y en la que el discurso de homenaje corrió a cargo de una de las personalidades más prestigiosas de aquel país, del catedrático de las Universidades de Buenos Aires y de la Plata, señor Amuchástegui, quien, durante su disertación, propuso al Gobierno creara en los centros oficiales de enseñanza una cátedra de “Historia de España”, que expusiera el exacto origen de las leyes argentinas y depurase la multitud de falsedades y errores que se vienen divulgando por muchos profesores y publicistas sobre la colonización de España en América.

El presidente de la República, y, en general, todo el Gobierno, acogió con simpatía la propuesta hecha y dispuso que seguidamente se tramitase el expediente oportuno.

Pues bien: como quiera que el resultado apetecido pudiera malograrse, pues a pesar del tiempo desde entonces transcurrido no ha llegado a la Argentina noticia alguna de que en España haya interesado este asunto, la colonia española, representada por todas sus Asociaciones más importantes, o sea por “Asociación Patriótica Española”, “Centro Gallego”, “Federación Agraria”, “Casa de Galicia”, &c., ha acordado enviar a España un delegado que forme estado de opinión y de a conocer directamente al rey y al Gobierno español los anteriores sucesos. Al principio se pensó que el delegado fuese el propio ministro de España en Argentina, señor Guardiola y Soler, ya que éste tenía por entonces que venir con licencia a la Península; pero luego se decidió que para dar más relieve a las gestiones, lo fuera un argentino hispanófilo, con carácter de comisionado especial.

El nombramiento recayó en el presidente de la Asociación “Pro mejoramiento de la vida”, señor Brea Abades, quien ahora, tras breve estancia en la corte, por tener que ausentarse de ésta y por así estimarlo de conveniencia para las gestiones a él encomendadas, ha delegado el poder de las Asociaciones españolas, de que viene investido, en el catedrático de Madrid, ex comisionado oficial en América del Norte y del Sur y fundador que ha sido de las Cámaras oficiales españolas de Comercio, de Méjico y de La Habana, don Antonio Bartolomé y Mas.

El señor Bartolomé y Mas, según nos hacen saber, proyecta cumplir seguidamente la misión de que le han hecho cargo, visitando al efecto al presidente del Consejo de ministros, a los señores Espada y marqués de Lema, como a ministros de Instrucción Pública y Estado; al ministro de la Gobernación, señor Bergamín, como a presidente del Consejo de Instrucción Pública y ex ministro, que creó el Centro de Estudios históricos americanistas de Sevilla; al conde de Romanones y a don Rafael Altamira, como a presidente y secretario respectivo de la Sociedad española constituida con motivo de la Liga de las Naciones, para actuar en las finalidades internacionales que interesen a España, y a los presidentes de los organismos hispanoamericanos de mayor significación y relieve. Además, tratará de este asunto en la Real Academia Hispanoamericana de Ciencias y Artes, de la que forma parte como académico de número.

El señor Brea Abades, una vez regrese a Madrid, irá a Palacio, acompañado del señor Bartolomé y Mas, y quizás de algunas otras personas, para hacer entrega al rey del Mensaje escrito de las Asociaciones españolas, de que es portador.