Crónica americana
El idioma español en Norte América
En los Estados Unidos, el estudio del español ha adquirido gran desarrollo, y actualmente ocupa el primer lugar entre los idiomas extranjeros que se estudian en las escuelas de segunda enseñanza, colegios y universidades.
En la Academia Naval de los Estados Unidos, la lengua española ha sido colocada como materia de primera importancia, extendiéndose el tiempo de su estudio de dos a cuatro años. Hace ya seis que un profesor español, expresamente invitado para ello, pudo dar en castellano una conferencia a los guardias marinas de esa misma Academia y fue perfectamente entendido por todos.
En la Academia militar Culvert, Estado de Indiana, había en 1913 tres cátedras de español; el año pasado, en la misma institución, hubo 12 contra 10 de francés y seis de alemán.
Todos los datos que hemos dado denotan un cambio completo en el modo de pensar del pueblo de los Estados Unidos, pues hasta hace unos años la teoría dominante era la de que la lengua inglesa se había de difundir un día por todo el mundo y que con ella había suficiente. Se decía que era deber de los demás aprender el inglés, y de esta manera conseguir las mayores ventajas para el presente y el futuro. En 1912, los presidentes de las Universidades de Harvard y Columbia no podían sostener una conversación seguida más que en su idioma patrio.
Las cosas han cambiado ya.
“Dos grandes idiomas dominantes –escribe un publicista norteamericano– son los que se hablan en el continente americano: español e inglés. En cuanto al lugar que ocupa el español, basta recordar que 18 Repúblicas del Nuevo Mundo tienen por lengua materna ese idioma, y es apoyándose en esta razón poderosa por lo que los abogados que la prohíjan aconsejan que el español sea la primera lengua moderna extranjera en el sistema de la educación de los Estados Unidos”.
En el periodo de 1900 hasta el año en que estalló la guerra en Europa, las importaciones de las Repúblicas sudamericanas han aumentado en un 227 por 100 contra nuestra ganancia de 107 por 100 en el mismo tiempo. Durante esos mismos años, la población de la América latina ha crecido de 38 a 60 millones, aumento de 58 por 100, mientras que los Estados Unidos sólo han tenido un 28 por 100.
“Pocas personas –prosigue el articulista– se dan cuenta en este país de la extensión de las naciones de Sud América, y por esa razón no comprenden lo vasto de sus recursos no desarrollados. Dentro del Brasil caben todos los Estados Unidos, exceptuando Alaska, y se asegura que en dicha nación hay más territorio sin explotar que en ningún otro país del mundo. Chile, si se le extendiera a través de los Estados Unidos, abarcaría de Nueva York a San Francisco. El Perú es más grande que Alemania, España y Francia juntas.
Nuestros Estados del Oeste nos han dado ejemplos extraordinarios de rápido aumento de población; pero la Argentina en los cinco años anteriores a la guerra aumentó en población más rápidamente en proporción que lo han hecho en los últimos cincuenta años Yova e Illinois. Buenos Aires, la capital de la Argentina, tiene una población actualmente de 1.650.163 habitantes, y al paso de su presente crecimiento sobrepasará a Chicago en el año 1930.
Tiempo llegará en que la mitad Sur del continente poseerá la mayor población, y la necesidad de un acercamiento más estrecho y una inteligencia o comprensión simpática entre Norte y Sud América serán más evidentes, no sólo en el orden comercial, sino también en el social y el político.
Nada puede acercar más a los pueblos que el conocimiento de la lengua, y es de esta manera como se estiman y aprecian las buenas cualidades. El español será nuestro lazo de unión con las hijas de España, como el mayor conocimiento del inglés en las Repúblicas hermanas del continente hará que éstas nos comprendan mejor y se den plena cuenta de los deseos que abrigamos de vivir en amistad con ellas y cooperar a la mayor prosperidad de cuantos habitamos estas tierras nuevas.”