Filosofía en español 
Filosofía en español


El Diario del Pueblo

El Diario del Pueblo, que se precia de cortés y bien criado, empieza su tarea política saludando a las lectoras. No se crea por esto que trate de interesar al bello sexo en los embrollados negocios de la política española, ni que aspire a la emancipación de la mujer: antes al contrario, cree que ésta ha nacido para gobernar su casa, y no pedirá jamás que se conceda el derecho electoral a las nodrizas.

Cuando el sentido común no se presenta en público, fuerza es buscarle en el fondo de las casas, o desesperar de encontrarle sobre la tierra.

No somos, por ventura, pesimistas, y contra los vicios públicos, sabemos que existen grandes virtudes ignoradas. Contra la ostentación del mal, hay una protesta continua en el círculo de las familias.

Por eso, al levantar la bandera del sentido común, empezamos por saludar a la mujer, depositaria de esa ciencia que no se aprende aunque se olvida. Y prometemos, en obsequio del bello sexo, no caer en la tentación de escribir artículos doctrinales, ni limitarnos a la árida relación de los hechos, dada sin comentarios, y tenerle tan presente en nuestros escritos, que sea nuestro mayor temor incurrir en su desagrado o causarle un solo memento de fastidio.

*

Nada más bello que un país cuyos habitantes comprendieran a fondo sus derechos y estuviesen decididos a practicar escrupulosamente sus deberes. Nada más consolador que un pueblo en el que, sin haber esclavos, todos fueran amos; donde, sin haber camareros, todos comieran en fonda, y en el cual, sin haber contribuyentes, las arcas públicas rebosasen de oro destinado a pagar nóminas.

Creemos, sin embargo, que aún no se ha descubierto la receta de hacer felices a los pueblos; los que buscan el mejor de los gobiernos, son los alquimistas del siglo XIX: los que prometen resucitar la Edad de oro, son como aquellos sabios del siglo XVI, que ofrecían sus servicios para la fabricación del oro y empobrecían a los cándidos que se fiaban de su ciencia.

Nosotros desearíamos para el pueblo, no un Gobierno barato, sino gratuito, y convertir a los pobres de solemnidad en ricos propietarios; pero no nos atrevemos a ofrecerlo: ¡cuántos políticos no verían en ello inconveniente, si tuvieran probabilidad de ser creídos!

Busquen otros el Gobierno mejor, mientras nos limitamos a desear el menos malo.

*

¿Somos independientes?

Íbamos a contestar de un modo afirmativo, pero no nos atrevemos: acaso seamos esclavos del error; no engañemos al público ocultando la falta; tenemos la preocupación de no ser ministeriales.

Esto nos evita hallarnos en la situación de Presaspes, el héroe y el decano de los ministeriales, cuyo nombre conserva la historia.

Y va que hemos tenido la debilidad de hacer la cita, recordemos el hecho a que se refiere.

El conquistador Cambises bebía con exceso en sus comidas, lo cual producía murmuraciones en el pueblo. A la conclusión de un banquete, Presaspes, en su calidad de primer ministro, se atrevió a indicar a su señor las quejas de sus súbditos.

—Para probarte que después de comer estoy sereno, dijo Cambises, haz que venga tu hijo.

Cuando entró el muchacho, le hizo colocar a buena distancia, y Cambises exclamó apuntándole con una flecha.

—¡Tiro al corazón!

Y en efecto, la flecha quedó clavada en el corazón del hijo de Presaspes, al cual dijo el soberano:

—Ve a contar a mi pueblo lo que has visto: después de mis banquetes más abundantes, ni aún me tiembla el pulso.

—Así lo haré: contestó Presaspes sonriendo. A existir periódicos en aquel tiempo, Presaspes hubiera tenido que escribir un artículo de fondo en elogio de Cambises.

*

Rectifiquemos lo dicho anteriormente.

Somos ministeriales y aspiramos a una subvención.

Pero queremos ser ministeriales del país, y merecer que el público nos subvencione.

Para conseguirlo no encontramos otro medio que decir con franqueza la verdad a nuestros adversarios, y no ocultarla ni aun por complacer a nuestros amigos más queridos.

Procuraremos presentar a los lectores la verdadera sociedad que nos rodea, en vez del mundo ficticio de oradores eminentes, distinguidos funcionarios, aplaudidos escritores y consecuentes liberales, creado por la imaginación de nuestros dignos compañeros en la prensa.

Nuestro mundo no por eso quedará deshabitado, lo cual sería triste, hoy que los astrónomos suponen habitantes hasta en el mismo sol, los cuales serán tal vez hombres de amianto.

Comprendemos, sin embargo, la sorpresa de nuestros lectores de provincias cuando hallen convertidas en figurillas, estatuas de gran tamaño, y sepan que los personajes que veían a lo lejos, eran sombras chinescas, iluminadas por el resplandor da una linterna.

*

¿Es indispensable dar al público todos los días, una gran dosis de política, en las columnas del periódico? En esta parte seremos homeópatas.

Además, no siempre la política llama la atención, y preocupa los ánimos: vaya V. a disertar sobre los derechos individuales, ante un público afectado con la muerte de un torero, la aparición de un cometa, una revelación espiritista, o el descubrimiento de una máquina para seducir a las señoras.

Lo importante para nosotros, es no aburrir al público, y esto no podríamos conseguirlo, hablándole de cosas que son indiferentes, cuando despiertan su curiosidad otras de género distinto.

Hacemos esta advertencia, para que nadie se escandalice, si algún día convertimos nuestra primera sección en una revista amena o insertamos en ella la biografía de una tiple, o la descripción de un entierro, o los rasgos más brillantes de un libro notable.

*

Los hombres políticos, los literates y los artistas, han acaparado la prensa de tal modo, que esta tiene el censo de ocuparse casi exclusivamente de sus personas: especialmente los primeros, anuncian por medios indirectos sus más leves indisposiciones, sus salidas de Madrid y sus menores movimientos.

En cambio nadie suele acordarse del industrial que hace una mejora, del comerciante laborioso, del profesor ilustrado, del párroco caritativo, del militar pundonoroso, y sólo se acuerdan del obrero, para explotar su sencillez, y subir sobre sus hombros.

Nos proponemos ser indiferentes con los que no tienen más títulos de consideración que el abuso con que sus nombres han sido repetidos por la prensa. Haremos lo posible para sacar de la oscuridad otros nombres, acreedores a la estimación pública, por servicios prestados al país en todas las esferas del trabajo.

*

Estos son nuestros proyectos; si no los realizamos, el público nos castigará con su desaire: si realizándolos el público no quiere escucharnos, tendremos siquiera la honra de haber intentado la pacífica revolución del buen sentido.

Juan Pló.




Acaso padezcamos un error deplorable; pero hace mucho tiempo que abrigamos la idea de que un periódico desapasionado y tranquilo, que no vea, como los ministeriales, de color de rosa todos los actos del gobierno, ni mire, como los oposicionistas, por el lado oscuro todos los acuerdos que del poder emanan, ha de encontrar amistosa acogida en el hogar de la inmensa mayoría de los españoles, que, ajenos a las luchas ardientes de partido, les sofoca el incienso ministerial y les irrita la acritud de las oposiciones.

Un periódico poco impresionable, que no se irrite ni se entusiasme en frío, y que juzgue todas las cosas como son de suyo y no como se desea que aparezcan.

Un periódico, en fin, sin nervios.

Siendo, como es natural, nuestro propósito agradar a la inmensa mayoría de los españoles, no hay para qué anunciar que nos proponemos seguir la conducta que, en nuestro concepto, ha de satisfacer mejor sus deseos.

El ingenio y travesura de los ministeriales en los trabajos preparatorios de las elecciones, han alarmado a las oposiciones, que se preparan para la eventualidad da una derrota. La irritación de los radicales llega al extremo, y la violencia con que se expresan sus periódicos, es pura mansedumbre comparada con lo que dicen en sus conversaciones los hombres de acción de este partido. Hay una atmósfera política completamente revolucionaria. Si triunfa la oposición en las elecciones, el Gobierno presentará la batalla en las calles; si vence en aquellas el Gobierno, las oposiciones preparan barricadas.

En tanto, el país espera inquieto el resultado de la lucha, resignándose a ser la verdadera víctima de tan opuestas y desastrosas ambiciones. La situación actual de España puede muy bien definirse en esta frase:

Está oscuro y huele a pólvora.

Realmente es triste el porvenir de este país en cuyo seno se agitan hoy siete partidos con tendencias encontradas y distintas: cualquiera que sea nuestro punto de vista, no podemos olvidarnos que somos españoles y tenemos que deplorar amargamente que, al romperse la tradición y al lanzarnos en el camino de lo desconocido, no se haya edificado nada serio, logrando únicamente que las ambiciones que antes se desarrollaban para ser presidente del Consejo, se pongan hoy en juego para aspirar a la Corona. Si el buen juicio de todos no lo remedia, lejos de mejorarse las condiciones de ninguna clase, llegaremos a una situación parecida a la de Méjico. No hay que hacerse ilusiones; por las revueltas y los trastornos se va siempre a la disminución de la riqueza pública, y cuando esta no aumenta y el trabajo no cunde, no hay Gobierno en el mundo que pueda hacer feliz al pueblo.

La relación del escandaloso robo del tren de Andalucía, hecha por los periódicos de anoche y oída a los mismos viajeros que fueron víctimas del atentado, continúa causando gran sensación en Madrid, y es el objeto preferente de las conversaciones. No se concibe cómo se han atrevido los criminales a ejecutar tan temeraria empresa, en un sitio tan próximo a Manzanares, punto de intersección cesión de varias líneas, y en el cual siempre ha habido fuerzas numerosas. Algunos achacaban el descuido quizás a la concentración de la Guardia civil sobre ciertos pueblos, con motivo de las elecciones: creemos que esto es un rumor cuyo fundamento es el abuso que han hecho casi todos los gobiernos de aquel utilísimo Cuerpo para objetos que no son de interés general. Sea falta de vigilancia, o verdadero arrojo de los malhechores, resulta que ha estado a punto de perecer gran número de viajeros, y que la opinión pública reclama un severo y pronto castigo, para un crimen que debe considerarse como uno de los más enormes que hoy pueden cometerse. Ya que la autoridad ha sido sorprendida por los criminales, satisfágase la ansiedad pública, consiguiendo la captura inmediata de aquellos forajidos.

La Correspondencia de anoche publica un suelto, asegurando que el Gobierno conoce los planes de los alfonsinos, que estos conspiran de una manera activa, y que el poder está decidido a hacer un ejemplar. Hemos procurado enterarnos de lo que hay respecto a esta alarmante noticia, y, según nos aseguran los que parecen bien informados; no hay noticia en el campo alfonsino de ningún género de conspiración armada. Sin duda el Gobierno, que ve perdidas las elecciones, añaden los hombree importantes de este partido, quiere en estos días dar un espectáculo, y procura excitar a [2] las oposiciones, que, prevenidas como están, no le darán ese placer.

De todos modos, lo importante para los que, en primer término, pensamos en las clases que producen y trabajan, es que el orden no se altere.

En el caso dudoso aún de que el gobierno tenga mayoría en las próximas Cortes, será esta pequeña y mal avenida. Algún radical que con disfraz de sagastino ha alcanzado el apoyo del gobierno, algún unionista que se halla desatendido y que oculta su despecho hasta coger el acta, y algún político, en fin, de los que siempre se encuentran dispuestos a buscar el calor del sol que nace, abandonarán a la primera ocasión, los bancos ministeriales.



Ecos parlamentarios.

Un radical de los más caracterizados, aseguraba esta tarde en el Salón de conferencias, que entre el ministro de la Gobernación y un gobernador, ha mediado el siguiente diálogo telegráfico.

M.— ¿Venceremos en toda la línea?

G.— Lo dudo, si V. no me remite dinero y no se compromete a realizar las promesas que haga.

M.— Prometa V. cuanto quiera hasta ganar las elecciones, que después le trasladaré a otra provincia para evitar compromisos. (sic.)

—Señor D. Fulano, decía hoy un amigo nuestro al jefe de un partido avanzado, ¿con que la coalición irá más allá de las elecciones?

Y el interpelado respondió.

—Esa es una voz que hacen correr los ministeriales para asustarse a sí mismos.

—Se aseguraba esta tarde, que se han pagado en Madrid algunos votos a doscientos reales.

Verdaderamente estos ya no son votos, sino ternos secos.

Y lo más grave del caso, es que, estos votos los pagan los ministeriales que tienen perdidas en Madrid las elecciones.

Esto es como comprar billetes de una lotería, que no tuviese premios.

—Preguntaban ayer a un ex-diputado independiente, en el sentido recto de la frase.

—¿Cómo no se presenta V. a luchar en su distrito?

—Es muy sencillo, contestó; las elecciones actuales, sin el apoyo del gobierno, son muy caras: mi fortuna es corta, y no estoy en el caso de perder mi independencia, para ser diputado independiente.

Las elecciones presentan un aspecto belicoso.

Se mueven tropas en varias direcciones.

Y se distribuyen cartuchos a los electores.

El polvorín está en el Banco.



Noticias
Nuevos detalles sobre el robo del tren de Andalucía

He aquí los pormenores que nos dicta uno de los viajeros que venían en el tren descarrilado, y en los cuales omitimos lo que ya sabe el público por relación de otros periódicos.

«Al rumor de los tiros, y a la angustiosa sensación del peligro, se añadió la de una cruel incertidumbre. En el mismo coche en que yo me encontraba, venía la huérfana de uno de nuestros hombres políticos que más figuraron en los últimos veinte años, un inglés, y otras cinco personas: cuando ya estuvimos ciertos de la causa que motivaba la detención, nuestros temores, en vez de disminuir, aumentaron, temiendo un registro de los viajeros, que hubiera sido productivo para los ladrones, pues sólo en nuestro coche, llevábamos de tres a cuatro mil duros en alhajas, y dinero.

Esta circunstancia y la de tener rewolvers varios de nuestros compañeros de viaje, nos determinaron a resistirnos al despojo, si éramos atacados directamente; pero el aislamiento en que nos encontramos, y el temor de ser asesinados al intentar salir del carruaje, nos impidieron, como a otros muchos viajeros de los demás coches, prestar auxilio a los Guardias que se defendían.

Una sola cabeza, la de la joven, se atrevió a asomarse por una ventanilla.

—¿Ve V. algo? exclamamos a un tiempo dos o tres viajeros.

—Nada absolutamente, contestó la linda e intrépida joven, retirándose con viveza.

—¡Oh, señor! En Inglaterra no suceden estas cosas, repetía el extranjero muy alarmado.

—¿Serán secuestradores? exclamaba uno.

—¿Habrán empezado las partidas? decía otro.

Sonaron nuevos tiros, y todos permanecimos inmóviles y callados. El inglés respiraba fuertemente, y ocultaba su cartera de viaje.

Así pasamos algún tiempo: aterrados, avergonzados y silenciosos.

—Ya se puedo salir, gritaron de repente algunas voces desde fuera.

—¡Los ladrones se han marchado!

Permanecimos, sin embargo, en la misma postura, por precaución, durante algunos instantes, hasta que abrieron nuestra puerta. Entonces nos precipitamos fuera del coche, y presenciamos un espectáculo animado y triste al mismo tiempo; los viajeros corrían de un lado a otro, pidiendo noticias, contándose sus mutuas sensaciones, y reprobando aquel horrible crimen; por un lado la alegría de haber salvado la vida y los equipajes; por otra, el horror de las desgracias ocurridas, que se exageraron al principio.

Corro a examinar los heridos, pero la gente que los rodeaba y las reflexiones de algunas personas para que se les causasen las menores molestias posibles, me impidieron contemplarlos de cerca. Sin embargo, pude ver al actor Ibáñez, pálido como un cadáver y con los ojos vidriosos y apagados. El guardia civil herido, con las manos apoyadas sobre el rostro, demostraba sufrir horriblemente, pero con heroica entereza. El oficial estaba tranquilo, y a su rededor, tiodo eran muestras de consideración y simpatías.

En tanto se buscaba agua para las señoras, cambiándose mutuamente ese pequeño socorro; se ofrecían cordiales, vendas y trapos para los heridos, y se hacían fogosos comentarios y se pronunciaban acalorados discursos.

El guardia civil ileso, envidiaba la suerte de los heridos, y sus palabras demostraban gran deseo de vengarse.

Hacia los furgones, muchos se ocupaban en buscar rastro de los criminales; yo solo pude ver una carabina en buen estado, y una lata de comida.

—¡Yo he visto al jefe! decía en voz alta una señora.

—Yo he oído repetir esta palabra: ¡Capitán! ¡capitán!

—El jefe no tenía pelo de barba y representaba apenas veinte años.

—Me han dicho que exclamaron los ladrones: «¡Hemos errado el golpe! ¡Esto es una miseria!»

—Ayer vino en el tren una conducta de dinero, de siete u ocho millones, custodiada por una partida de civiles.

—Lástima que no se hayan encontrado los bandidos siquiera con ocho o diez guardias.

Estas y otras voces recuerdo haber oído en aquella Babel de preguntas, lamentos y gritos discordantes.

Concluiré con un detalle sin interés, pero que me hizo cierta gracia.

Un gallego, que venía en un coche de tercera, suplicó al médico que le proporcionase una purga rápida y activa.

Para librarlas de los ladrones, se había tragado dos monedas de oro, y quería recobrar su capital lo más pronto posible.



Toros. Corrida extraordinaria del 31 de marzo

La tarde fría y desapacible.

Sardoal en la presidencia.

D. Amadeo en el palco real.

La entrada un lleno. La gente alegra y la cuadrilla animada.

A las cuatro y media, después de la señal de costumbre, se presentaron en la plaza Cayetano, Frascuelo y Machío, con sus correspondientes cuadrillas.

Lagartijo estaba en otro punto lidiando; por eso no pareció.

El primer toro se llamaba Boticario.

Era listón, berrendo, negro, bolinero.

Calderón y Agujetas le picaron; Domingo y Pastor lo banderillearon, y Cayetano Sanz, después de nueve pases y tres estocadas, lo despaviló.

El toro lo brindó a D. Amadeo, y no vimos ninguna petaca por el aire.

El segundo era Cariñoso, su carácter debió ser así, puesto que, por lo pronto, despachó los violines que montaban Calderón y Agujetas.

Cuco y Pablo le plantaron varios pares de rehiletes en los medios y Frascuelo se encargó de despacharle después de cinco pases y una estocada, en que se atracó de toro.

Sobre todo, se llamaba el tercero; negro, meano, bien puesto, y fue un sobre todo para tres caballos que dejó tendidos en tierra; los jinetes cayeron a toda costilla.

Torrijos y Sánchez le cargaron de rehiletes, y Machío salió a darle mulé.

El bicho se entableró, pero el torero lo sacó a campo raso, donde le dio una estocada algo tendida, descabellándolo después a la primera intentona.

El cuarto se llamaba Vencedor, y era de más trapío, aunque negro y cornicorto.

Con pocas ganas de habérselas con los naipes montados, recibió algunos pares y murió a manos de Cayetano, que salió de estampía varias veces coger el olivo, y que, por fin, a la estocada cuarta lo acabó, en compañía del puntillero.

Francés se llamaba el quinto, negro como una sotana, y blando como la cera; se conocía que no estuvo en Sedán.

Se hizo amigo de la caballería, tomó para probar dos pares y medio de Pablo y Cuco, y fue escabechado por Frascuelo, después de siete pases y uno de pecho. Una estocada en todo lo alto, después de dos cortas, dieron fin de este gabacho.

El sexto se llamaba Cuadrao. Era un bicho buen mozo, berrendo en negro: tomó algunas varas y aunque se fue a los medios, allí lo banderillearon Torrijos y Sánchez, acabándolo Machío de varias estocadas de pespunte.

Resumen; caballos muertos, diez: varas, cuarenta y dos; pares, diez y seis.



Noticias

—El Gobernador de Madrid, Sr. Albareda ha publicado un bando, encargando el mayor orden en las elecciones, y citando los artículos de la ley que se han de tener presente en las mismas.

—Ayer llovió en Segovia solamente.

—En la Tesorería central se pagarán mañana las carpetas 1107 a 1141, del cupón vencido en diciembre: les carpetas 143 y 144 de bonos del Tesoro, y los billetes del Tesoro, facturas 091 a 775.

—La subasta del tercer trozo de la carretera de Lorca a Lumbreras, se verificará el día 20 de abril.

—Hasta ahora no se han recibido noticias alarmantes de ninguna provincia; sin embargo, es innegable que en Valencia, Andalucía y algunos puntos de Aragón y Cataluña, el Gobierno toma medidas de precaución.

Según dicen los que pasan por bien informados, no tardará en publicarse un manifiesto, del que algunos colegas han hablado, y cuya publicación parece que no ha estado completamente acordada hasta ayer por la noche.

—Lo mismo los carlistas que los republicanos más caracterizados, niegan abiertamente que se piense en ningún movimiento de fuerza, y añaden que sería absurdo, tomar por ahora, este camino, cuando las oposiciones tienen asegurado el triunfo en los comicios.

—Llama la atención en los círculos políticos, la llegada a Madrid de un personaje italiano, que se supone llamado por telégrafo: hay quien dice que este viaje se relaciona con la situación en que se hallaría el Rey en el caso de que, como algunos suponen, viniese a las Cortes una mayoría antidinástica, toda vez que, con arreglo a la Constitución, las Cámaras no podrían disolverse.

—Cincuenta carlistas, 40 republicanos, 45 radicales, 30 alfonsinos y 35 independientes o embozados, en total 200 diputados de oposición, calculan los más pesimistas que vendrán al Congreso. Si las oposiciones llegan a esta cifra, no es muy fácil que funcione con regularidad la nave del Estado.

—Muchos periódicos de provincias publican telegramas de Madrid, diciendo que vuelve a hablarse de la candidatura Hohenzollern. Hay quien cree, cuando menos, que es prematura esta noticia, y no falta quien atribuya su origen al partido radical.

—En la vida puramente oficial y de cabildeos políticos que se hace en Madrid, solemos no ocuparnos mucho de los intereses de nuestras provincias; nosotros nos proponemos tratarlos con la preferencia que merecen, y rogamos a nuestros colegas de provincias que nos visiten a la posible brevedad.

A LOS AMIGOS. Les rogamos encarecidamente que no nos remitan bombos, porque El Diario del Pueblo se propone no publicarlos: para nosotros los banqueros serán banqueros, (sin ser opulentos), los escritores, escritores, (sin distinguidos) y en una palabra, suprimiremos todos los adjetivos de digno, consecuente, joven simpático, ventajosamente conocido y la frase, «tenemos las mejores noticias» y otros excesos.

—Según nuestras noticias, no es exacto que a Cataluña haya llegado ningún comisionado de la Internacional, y aun creemos poder añadir que esta Asociación se propone no mezclarse para nada en las elecciones.

Que el joven auxiliar de Estadística D. Roberto López haya representado a la perfección el papel de D. Pedro el Cruel, en casa de la señora de Gómez, y que la señorita de Fernández haya o no cantado el aria de la Traviata en casa del Sr. Corino, no creemos que haya de interesar mucho a los lectores, sobre todo en provincias: por consecuencia, aunque daremos revistas de salones, nos abstendremos de esos sueltos que generalmente acaban: «a las dos se disolvió aquella agradable reunión, pintándose en el rostro de todos los concurrentes el deseo de que el Sr. Corino vuelva a abrir sus salones de la calle de Tudescos».

—Estos últimos días han salido del ministerio de la Gobernación más de cien mil cartas electorales, autografiadas en la casa y firmadas por el Sr. Santa Cruz, Montejo y otros.

El Sr. Sagasta, por no influir en la lucha electoral, no ha firmado ninguna, limitándose a remitir un B. L. M. y 500 cartas a cada Gobernador, rogándole que las reparta entre sus amigos.

—Se hacen muchos comentarios sobre los dos viajes que, en menos de un mes, han hecho a París los Sres. Castelar y Figueras.

Algunos atribuyen a estos viajes la retirada de la política del segundo, y las declaraciones que esperan haga el primero.

—La creencia general que hay respecto a las elecciones de Madrid, es que el Gobierno no presentará gran resistencia, concretando todos sus esfuerzos al triunfo de Sagasta y a la derrota de Ruiz Zorrilla.

—A pesar de que el gobierno ha recogido los cuadros premiados en la Exposición, y los ha colocado en los ministerios y museos, esta es la hora que no ha abonado su importe a los autores. No sabemos si estos cobrarán cuando cobren los curas y los maestros de escuela.

—Hemos oído decir que la candidatura del general Serrano para diputado a Cortes por Jaén, encuentra graves dificultades para su triunfo, siendo necesario que gaste muchas influencias para salir airoso de la empresa.

—Parece que parte del ejército se está destinando a formar la guardia de los colegios electorales, con cuyo motivo están llegando compañías de infantería y secciones de caballería a los pueblos en que se cree va a estar empeñada la lucha entre el Gobierno y las oposiciones.

—Según cartas de Valencia, ocho estanqueros de la provincia han sido declarados cesantes con motivo de las elecciones.

Los Cuentos de Salón, publicados por los Sres. Frontaura y Guerrero, merecen la favorable acogida que el público les viene dispensando. Estas, como todas las producciones en que colabora el ilustrado director de El Cascabel, encierran una sana moral, y son de alta conveniencia para los padres de familia.

—Por cartas de Orense, sabemos que reina allí mucha agitación: los candidatos del Gobierno no son del agrado ni aun de los mismos ministeriales.

—Se está haciendo una gran propaganda del último folleto del Sr. D. Juan de Dios Mora, La coalición anti-constitucional.

—Los agentes electorales del Gobierno en el distrito del Centro, dan por seguro su triunfo en la lucha. Los radicales confían el buen éxito, al efecto que allí han producido las últimas reuniones de los ministeriales, y los republicanos tienen mucha esperanza de derrotar a los unos y a los otros.

—Dícese que la opinión se subleva en la provincia de Córdoba, con motivo de la traslación de los jueces de Rute y Priego, y algunas otras disposiciones preliminares adoptadas por el celoso gobernador.

—En la provincia de Murcia las elecciones prometen ser tan reñidas, que, según dicen, no ha de quedar muy satisfecho el gobernador, Sr. Adán y Castillejo, a pesar de haberse hecho la ilusión de triunfar en siete distritos, de los diez que constituyen la provincia.

—Ha sido muy mal recibido por el público, y, sobre todo, por los constantes aficionados a las corridas de toros, el aumento de precio en las localidades. Parece ser que la empresa se funda en que los tres espadas contratados son de primera, y a esta razón, contestan los aficionados, que el domingo no van a lidiar maestros en cuestión, y por consiguiente, debía rebajarse el precio para dicha corrida.

—El ayuntamiento republicano de Santander, ha sido amenazado de suspensión, al decir de El Montañés.

—Parece que hay alarma en Vinaroz con motivo de la suspensión del alcalde, Sr. Ayguals de Izco, cuya medida ha sido muy mal recibida por el pueblo, por comprender es un ardid electoral.

—Dícese que a la sesión que celebró el ayuntamiento el viernes en la noche, asistieron diez o doce comandantes de voluntarios, que coincidieron en ideas con los concejales.

—Por cuestiones electorales, resultó ayer herido grave en el brazo izquierdo, un sujeto, de oficio albañil, que conducido, por de pronto, a la casa de Socorro del tercer distrito, fue trasportado después al hospital.

La herida es de alguna gravedad, hecha con arma cortante y presenta más de una pulgada de profundidad.

—Ha fallecido en Murcia D. Francisco Bolarín, arquitecto, bajo cuya dirección se han construido el Casino, la Fábrica de pólvora y otros edificios muy notables.

—Según nuestras noticias, el haberse suspendido anoche la inauguración de la compañía de ópera en el teatro de la Zarzuela, fue porque no había llegado el equipaje de alguno de los artistas que debían tomar parte en la función.

—Anoche se estrenó en el teatro del Príncipe una comedia en un acto, titulada: Un cuarto desalquilado. Esta producción, original del Sr. Ramos Carrión, está escrita con mucha gracia. Mario la interpretó bien.

—No es cierto, como ha dicho algún periódico, que el Sr. Vico esté ajustado para la temporada cómica venidera en el teatro del Príncipe.

La Discusión ha sido denunciado por un artículo titulado: Habrá sangre.

Es natural.

Debió haber dicho: Ha habido sangre.

—Ayer parece que ha sido llamado tres veces el marqués de Sardoal al Consejo de Ministros, para ver si podía hacerse transacción en la cuestión de los marinos. El marqués de Sardoal no se ha prestado a ninguna clase de avenencia fuera de la ley.

—No es cierto que haya sido preso en Castrogeriz el candidato carlista D. Santiago Liniers, cuando recorría los pueblos del distrito. Los rumores partieron de una carta de Burgos, que se referían también a otros rumores desprovistos de fundamento.

—Han llamado mucho la atención en Madrid los nuevos anuncios luminosos, con cuadros disolventes, introducidos en España por primera vez para anunciar nuestro periódico. El público se agolpaba en la Puerta del Sol para contemplar esta novedad, y pedía la repetición de algunas vistas, y sobre todo la continuación del espectáculo.

La empresa de El Diario del Pueblo ha pedido el correspondiente privilegio.

—Se han puesto en circulación unas cajas de fósforos, cuya viñeta representa un perro que va a todo correr por el camino de Italia, con una cacerola atada al rabo.

Lo más grave es que la cabeza del perro se parece extraordinariamente a una persona que ocupa hoy una altísima posición en España.

La autoridad, que denuncia diariamente los artículos y caricaturas de los periódicos, no se fija, sin duda, en las cajas de fósforos.

Por nuestra parte, confesamos que nos duele ver circular caricaturas de esta índole, porque desprestigian una institución muy respetable.

—Uno de los pocos edificios públicos que se iluminaron anoche, para solemnizar los días de D. Amadeo, fue el que ocupan las oficinas de la Deuda.

A pesar de estas iluminaciones, los acreedores del Estado siguen no viendo claro.

—El autor de la Capilla de Lanuza, Sr. Zapata, ha terminado ¡por fin! su nuevo drama con destino al teatro Español.

—Antes de estar elegidos los diputados que han de constituir el próximo Congreso, empieza a dibujarse una disidencia en el seno del partido unionista.

Se dice que en esta fracción figurarán los señores Guijarro, Peñuelas y Merelles, si Dios o los ministros no lo remedian.

—El pueblo de Churriana (Granada), ha elevado una exposición al ministerio de Gracia y Justicia, con más de 4.000 firmas, pidiendo el indulto de José Centeno, condenado a muerte.

—Dos nuevos periódicos han aparecido en Santander: El Montañés y La Crónica Electoral.

—Organizados por completo los 80 batallones de provinciales, han pasado todos en el día de hoy la revista del presente mes.

—Anoche se cometió un robo de alguna consideración en la calle de Barrio-Nuevo, número 20, principal. El juzgado de guardia, que se constituyó inmediatamente en el sitio de la ocurrencia, principió a instruir las diligencias sumarias.

—Sabemos que en Madrid se han tomado algunas precauciones militares, redoblando las guardias en las horas de la noche, y otras cosas.

—Nuestro particular amigo señor marqués de Campo-Sagrado, se encuentra gravemente enfermo en su posesión de Mieres, Asturias.

—La Capitanía general de Burgos, que acaba de restablecerse, ha quedado instalada y principiado a funcionar en el día de hoy.

—Parece que se ha mandado reconcentrar la fuerza de la Guardia civil de esta provincia, a las inmediaciones de Madrid. Lo mismo se ha hecho ya en casi todas las provincias.

—El joven actor, que fue herido gravemente por los ladrones que robaron antes de anoche al tren de Andalucía, falleció ayer tarde, según noticias recibidas anoche.

—Debemos advertir que no es culpa nuestra que ayer se vendieran prospectos de El Diario del Pueblo, engañando al público que, al oírlo vocear, juzgaba que se le ofrecía el primer número de nuestro periódico.

Nosotros entregamos los prospectos para que se repartieran gratis; pero algún repartidor, que no sabemos si era andaluz, se le ocurrió la idea peregrina de sacar un sobresueldo, vendiendo lo que nada le había costado.

Procuraremos que en adelante no se repitan estos abusos.

—Sabemos positivamente que en el distrito del Hospicio, se hacen esfuerzos de todas clases, para sacar a flote la candidatura del señor Sagasta.

—Al retirar la lista que se puso ayer en Palacio para que se apuntaran las personas que fueron a felicitar a D. Amadeo, se notó la falta de los nombres de muchos personajes políticos que, no hace mucho, ocupaban altos destinos.

—En la contaduría de la Diputación provincial, se pagarán mañana las carpetas números 1 y 2 de intereses, y 1 de acciones amortizadas del empréstito de carreteras de 1857.

—Ha ocurrido en Oviedo un gran incendio en el Fontán, siendo destruidas varias casas, y teniendo que lamentarse algunas desgracias personales entre los obreros que trabajaban en la extinción del siniestro.

—Los federales han dado parte al juez del partido y gobernador de Zaragoza, de quo el juez municipal de Sallur ha hecho arrancar varios carteles electorales. Este hecho tiene analogía con otro ocurrido en Madrid en el distrito del Hospicio.

—La empresa de la plaza de toros ha comprado sesenta y dos bichos a los ganaderos de Andalucía, Sres. Concha Sierra, Lafil, Anastasio, Martínez, Lesaca, Saltillo y Miura. Esta tropa está ya en la dehesa, cerca de Madrid.



Estado sanitario

—Marzo se ha despedido haciendo de las suyas: mientras en los primeros 20 días hizo un temporal bonacible y primaveral con ligeras brisas y suaves vientos, en la tercera decena cambió aquel, poniéndose lluvioso, duro, frío y nuboso. Y tan es así, que los vientos más o menos fuertes y huracanados, tan pronto soplaros del N., N. E., O, N. O, como del S., O. y O. S. O., levantando alguno de ellos, cuando reinó, no sólo lluvias, sino nieve y granizo. La columna termométrica llegó a descender hasta el grado de congelación, y no pasó de 18; y la barométrica en la lluvia y revuelto, descendiendo hasta 25 pulgadas y 11 líneas.

También se aumentaron las enfermedades reinantes en esta última semana del mes, sobresaliendo, entre otras, las afecciones catarrales y reumáticas, que se han exacerbado resistiéndose a las medicaciones más activas. Abundaron las calenturas gástricas, las nerviosas y las tifoideas, los dolores artríticos y nerviosos, las neurosis del tubo digestivo y las de la matriz.

Hubo bastantes flegmasías de las membranas serosa y mucosa y del parenquima pulmonar. Aunque escasos, se observaron varios casos de flujos sanguíneos, de vesanias y de dolencias que procedían del cerebro o de la médula espinal.

Los exantemas febriles han seguido en la misma proporción que en los días anteriores, sucediendo lo mismo con el crup, con la coqueluche y con las herpes.

La mortandad fue mayor que en la anterior semana, pues varios enfermos de dolencias crónicas no pudieron soportar un temporal tan duro y riguroso.



Extranjero

En nuestro prospecto lo hemos dicho y hoy lo repetimos: no nos proponemos publicar esas largas cartas con que algunos periódicos llenan sus columnas.

Nosotros, que únicamente deseamos dar el mayor número de noticias posibles, condensaremos las nuestras de manera que el público no se fatigue, enterándose, sin embargo, de cuanto ocurre en la política exterior.

—No hay noticia en Alemania de la que se ha echado a volar en España, respecto a la candidatura Hohenzollern.

—Cuanto se ha dicho respecto a uno restauración napoleónica, carece por completo de fundamento. El emperador cree que su hijo será rey de Francia, pero lo espera todo de las exageraciones e impericia de sus adversarios.

—El gabinete de Berlín ha remitido notas importantes a los de Windsor, Viena, París y Madrid, a propósito de la Internacional, y el Foreign Office se ocupa da redactar una memoria que piensa remitir a todos los de Europa.

Los ingleses, a pesar de todas sus libertades, esencialmente prácticos, no olvidan que el día que el capital y el trabajo se divorcien, habrá concluido la producción en Europa.

—Llama la atención de los sabios de Europa, la frecuencia con que, en ciertos climas y dentro de determinadas latitudes, se repiten los temblores de tierra.

El Journal de Savants publica, a propósito de este asunto, un importante artículo, sobre el que llamamos la atención de nuestros lectores.

—M. Thiers se propone, si logra tener mayoría en la renovación de las Cámaras, plantear la república de una manera definitiva, pero reglamentando cada materia por una ley especial.

—También en Portugal la Internacional trabaja de una manera activa, y se anuncia la publicación de un periódico exclusivamente destinado a defender los intereses de esta sociedad.



Despachos telegráficos

París 29 (recibido con notable retraso a causa de los temporales).–La deuda de Túnez será canjeada el 15 de Abril por títulos definitivos.

Todos los cónsules con residencia en aquel punto, han consentido en el aumento de los derechos de importación de 3 a 8 por 100.

Londres 30 (recibido con retraso). La asociación titulada «Unión de los trabajadores agrícolas,» se ha inaugurado hoy con un gran meeting, al cual han asistido un considerable número de personas.

Nueva York 29 (recibido con retraso).Reina una grande anarquía en el Norte de Méjico. Los rebeldes fueron derrotados; pero habiendo recibido refuerzos, tomaron de nuevo la ofensiva ocupando a Tacataia.

Bruselas 30 (recibido con retraso). El «Diario Oficial» anuncia que Francia, usando da las facultades que le concede el art. 40 del tratado de comercio con Bélgica, le ha denunciado, y que, por lo tanto, dejará de regir desde el día 28 de Marzo de 1873. Fabra.



Variedades

La Festividad de la Pascua.

Comienza nuestro pequeño periódico en un gran día. Hoy cesan los cantos lúgubres; desaparecen las ropas de luto; el altar despojado, de sus adornos, vuelve a engalanarse; las velas apagadas vuelven a encenderse; los ministros se despojan de sus ornamentos negros, y las campanas, que habían permanecido en silencio en lo alto de las torres de los templos cristianos, vuelven a empezar su alegre concierto. A los acentos de maldición y de tristeza que la iglesia tomaba de los profetas de la ley antigua, suceden las sencillas narraciones de los evangelistas y los cantos de gratitud. ¡Aleluya! exclama el linaje humano. La grande obra de la regeneración ha llegado a su término, la muerte está vencida, la esperanza está asentada sobre una base inmortal. Cristo ha resucitado; su resurrección es el triunfo de Dios, el triunfo de la Iglesia, el triunfo del Cristiano. Este es el dogma más importante del Catolicismo.

Por eso el apóstol S. Pablo exclamaba: «Cristo ha resucitado de entre los muertos. La muerte ha sido absorbida y anonadada en esta victoria. ¿Dónde está ¡oh muerte! tu victoria? ¿Dónde está? ¿Qué has hecho de tu fatal aguijón?»

Estos poéticos pasajes de los libros sagrados son maravillosamente propios para explicar la alegría de la iglesia en este gran día. La casta esposa había derramado lágrimas muy amargas sobre su triste viudez. El esposo, al cabo de tres días, sacude el polvo del sepulcro; se lanza de él radiante, llevando en su mano, todavía apenas cicatrizada, el labarum de su triunfo. ¿Dó están esos doctores, esos escribas, esos fariseos burlones que decían a Jesús clavado en la cruz: «Si eres el hijo de Dios muéstranos tu poder y baja de la Cruz.» ¡Insensatos! Ha hecho todavía más; vuestra loca rabia, vuestro ciego furor no podía pedir un prodigio más brillante que aquel por el que el Salvador hubiera podido sustraerse a la muerte. Ha sufrido esa muerte: la piedra del sepulcro ha cubierto su cuerpo; intrépidos centinelas han velado para que los discípulos no arrebatasen su ensangrentado despojo. Pero ved que apenas la aurora del tercer día ha iluminado el horizonte, cuando ni la piedra, ni las guardias pueden detener el impulso de aquel vencedor de la muerte. Cristo resucita; se muestra a las santas mujeres; después a algunos discípulos; después todavía a todos los apóstoles, y, en fin, a más de quinientos de aquellos generosos hombres que se habían hecho dignos, por su perseverante docilidad, de seguirle antes de la muerte.

Durante muchos siglos, la semana de la Pascua, toda entera, era de fiesta. Estaba prohibido todo trabajo, y emprender viajes en ella. Las poblaciones se agolpaban en el templo santo para entregarse a una santa alegría. Más tarde, sólo el lunes y el martes de esta semana fueron festivos, y los demás fueron días de trabajo.

En la edad media, en ciertss iglesias se representaban una especie de dramas sagrados en la mañana de este día, dramas sencillos en que se figuraba la Resurrección del Salvador, y se llamaban misterios. Muchos de ellos estaban escritos en latín, y terminaban siempre con el Te Deum y una procesión que se hacía por la mañana, la cual se conserva aún en algunas iglesias. Hoy se han suprimido dramas sagrados, y en su lugar se cantan los maitines y laudes del día de Pascua, en presencia del Santísimo Sacramento expuesto en el tabernáculo.

Nada en la religión es insignificante ni estéril. Todas las solemnidades, risueñas o alegres, todas tienen su voz, todas tienen su enseñanzas. Las fiestas son como otras tantas paradas en que el corazón y el entendimiento deben detenerse para contemplar y gustar las verdades eternas: son como alturas, desde cuyas cimas debe el peregrino tender sus miradas a lo lejos para prever los escollos de que está sembrado su camino. Por medio de estas conmemoraciones, tristes o consoladoras, es como se despierta la fe; es como se consolida la esperanza; como se inflama el amor, como todas las virtudes se reavivan, en fin, y robustecen. Quítenseles sus fiestas a la Religión, quedará reducida a una seca y árida teoría. Pronto la mente tan versátil del hombre habrá olvidado o confundido algunos dogmas abstractos, que ninguna forma exterior le hará sensible, y su fe morirá de languidez, como una lámpara sin aceite, como una planta ahogada, a quien le falta el aire.

A los que critiquen las costumbres religiosas de la edad media en esta festividad, los preguntaremos solamente:

¿Qué hemos ganado nosotros con nuestra prosaica y funesta indiferencia?

Nada!!!

El Conde de Frabraquer.




Sección religiosa

Santos del día 2.– San Francisco de Paula, conf. y Sta. María Egipciaca, penitente.

San Francisco nació en Paula, pequeña ciudad en la Calabria, de una pobre familia, pero piadosa, por los años de 1416. Muy joven era cuando fundó la orden de los Mínimos, cuya regla tiene por fundamento la penitencia, la humildad y la caridad. Obligó también a sus discípulos a guardar una cuaresma perpetua. Murió el año 1507. León X le canonizó en 1519 y Sixto V en 1585 concedió el rezo de doble para toda la iglesia.

Santa María Egipciaca, fue austera penitente en los desiertos de la Palestina, donde murió el año 529.

Diario doméstico.

Nos proponemos en esta modesta sección del periódico, insertar noticias útiles a las familias, ya sobre el modo de preparar una mesa o condimentar ciertos manjares, ya sobre las precauciones que deben tomarse para evitar enfermedades a los niños, a los socorros que deben administrarse en caso de envenenamiento hasta que llegue el facultativo; tenemos recetas de tocador, y divulgaremos ciertos secretos para conservar la frescura del rostro y teñir el cabello, sin recurrir al perfumista. Asimismo, enseñaremos el arto de construir lazos y trampas para cazar toda clase de aves y cuadrúpedos, el de cebar los animales con poco coste, y daremos noticias sobre floricultura, mejoramiento de vinos, repostería, higiene, arte de adornar y amueblar las habitaciones, y cuanto pueda ser útil para el arreglo interior de una casa, y la comodidad, recreo, conveniencia y prosperidad de las familias juiciosas y ordenadas.

Como el estómago ejerce una tiranía cruel sobre todos, y es la fuente de la salud del cuerpo, creemos que se le deben grandes cuidados, y tratarle con cariño especial, obsequiándole en lo posible. Empezamos, por lo tanto, indicando la manera de servir una mesa, de modo que impresione agradablemente los sentidos y honre a la dueña de la casa, y deje satisfechos a los señores convidados.

Método para preparar y servir una mesa.– Colocase en el centro de la mesa un canastillo de la forma más elegante, ya de loza, de cristal, bronce o de cualquiera otra materia; se adorna con flores o frutas, y se colocan con simetría postres rociados, alternando con adornos de cristal y porcelana. Si los convidados son pocos, basta una mesa de cuatro pies de largo y dos de ancho para colocar los objetos de servido y trinchar, usándose dos de estas mesas en los ángulos opuestos del comedor, si los convidados llegan a cuarenta.

Estos dos objetos, los cucharones y los trinchantes se colocarán en la mesilla, así como una lista de los platos de la comida y orden del servicio, para que no cometan equivocaciones los criados.

El tamaño de la mesa decide el número de los aparadores, y estos se colocarán a los costados de la mesa para que estén al alcance de los sirvientes.

El número de los platos es variable: pueden ponerse seis y un plato sopero por persona, para no mudarlos con frecuencia; pero como es incómodo tener delante tantos platos, no se pueden establecer reglas fijas.

(Se continuará.)

Última hora.

—Sabemos que hasta los gobernadores militares han pedido al gobierno con la mayor premura, se les envíe dinero, si han de hacer algo que pueda ser provechoso a la situación, en la lucha electoral que da principio mañana.

—En los distritos militares de Sevilla y Granada, se han formado algunas columnas de fuerza del ejército, que recorren varias poblaciones, con el santo fin de levantar el espíritu ministerial, muy abatido en estos días por los rudos combates que viene sufriendo de los huracanes de españolismo, que cada vez se presentan más importantes.

—A última hora no se tienen noticias de que haya sido cogido ninguno de los ladrones que robaron el tren de Andalucía. Es natural, porque no eran más que unos treinta que se esconderán con facilidad, incluso los treinta caballos.

—El Ayuntamiento popular de Igualada, ha sido suspendido. El candidato ministerial por aquel distrito es D. Federico Gomis.

—Hoy ha llegado con seis horas de retraso el tren correo de Valencia. La causa parece ha sido un descarrilamiento casual; es decir, que no ha habido ladrones ni cosa que lo valga.

—El Sr. Álvarez Borbolla, que se presentaba candidato independiente por el distrito de Oviedo, ha retirado su candidatura.

—Parece que es un hecho la dimisión del Sr. Mochales.

—Dícese que hace días se encuentra en Madrid la dimisión del Sr. Giménez Agius, intendente de Filipinas.

La causa de no haberse publicado, cuentan que es el haberla hecho prisionera de guerra un exministro radical.

—Hoy, a primera hora, se decía que estaban cortados todos los hilos telegráficos del Sur, y el Gobierna sin comunicación con las estaciones de Andalucía.

—Hemos oído decir a personas amigas del Gobierno, que hay suficientes motivos para creer en una alteración del orden, más o menos leve, en alguna de las capitales de Andalucía.

—Catorce presbíteros se presentan candidatos por diferentes distritos.

Solamente la provincia de Orense, presenta tres canónigos y un párroco de la capital.

—Como preludios del drama electoral que va a desarrollarse, y Dios quiera que tranquilamente, en estos días, citamos un hecho tragicómico, capaz de dar idea de la exacerbación de los ánimos en los pequeños lugares.

En Chinchón, como avisos elocuentes, dispararon a la puerta de la botica, cuyo dueño está considerado como entusiasta sagastino, una multitud de petardos, que produjeron un choque nada agradable entre todos sus cacharros, que vinieron al suelo hechos pedacitos; y un vecino de los más acomodados y adictos a la presente situación, hallóse con que, por vía de regalo, habían penetrado hasta su misma alcoba once balas, y de no muy amistosa manera. Estas recomendaciones no hay duda que serán más eficaces que el intencionado ¿Duermes, Bruto? que arrojaban al héroe romano.

—Mañana 2 de Abril, concluye el plazo concedido para la provisión de las cátedras de Historia universal y Literatura general, de la universidad de Vitoria, que tan útiles servicios está rindiendo a las ciencias y a las letras españolas.

Entre los aspirantes figura el políglota y filólogo, D. Juan Jorge Braunsan, conocido por sus muchas obras.

—El general Baldrich, Capitán general de Castilla la Vieja, ha regresado hoy a Valladolid.

—Según telegramas recibidos por el Gobierno, en Loja ha estallado una fuerte colisión por disidencias políticas, y de ella han resultado algunos muertos y heridos.

A la hora de cerrar nuestra edición, no hay más detalles.

—Las noticias que el gobierno ha recibido en todo el día de hoy de algunas provincias parece que no son muy satisfactorias, ni para su triunfo electoral, ni para el orden.

—Las autoridades militares de Barcelona, Valencia y Granada, según noticias recibidas hoy, han tomado las más severas medidas, en vista del estado de excitación de los ánimos. Las tropas duermen en sus cuarteles, y las guardias se han reforzado.

Estafeta.

Sr. D. R. de la T.– Ayer tuve el gusto de ver a V. con el gabán y el pantalón que todavía no ha pagado. Supongo que pronto necesitará V. ropa de entretiempo, y le suplico que siga honrando esta su casa, pues todo lo prefiero a perder tan excelente parroquiano.– J.

A. P. P.– Si enciendo en el balcón una cerilla, vamos a Eslava: si enciendo dos, al Recreo: si enciendo tres, a casa de la coronela: si gasto toda la caja es de rabia porque no vamos a ninguna parte.– P. Pita.

A la señora del mantón a cuadros, pelo rubio y cejas negras, a cuyo lado estuve en un coche de la tranvía, y que se bajó cerca del Suizo. Sírvase V. decirme en dónde la entrego el guante con que me quedé por un olvido.– El del carrik.

Sr. D. Práxedes Mateo Sagasta.– Tenga V. la bondad de decirme quién le peina, para no llamar nunca a ese peluquero.– Juan Félix Calvo.

A los poetas.– Un padre de familias que tiene un argumento para un drama, y que no sabe hacer versos, necesita un poeta que llene las escenas, a precios arreglados; se preferirá un ajuste por horas, y si se presentasen muchas proposiciones, se sacará a subasta este trabajo.

En la redacción de El Diario del Pueblo se escriben memoriales.