[ Filibusterismo Democrático ]
Exterior
De la Abeja de Nueva Orleans de 6 de Octubre tomamos lo que sigue:
«Filibusterismo Democrático.
Leemos en el Courrier des Etats-Unis.
El filibusterismo nos amenaza con llegar a ser una enfermedad crónica en el partido demócrata, si es necesario admitir como diagnósticos, los errores de la actual presidencia, los compromisos de su candidato para la presidencia futura, los partes de sus enviados extraordinarios, y los discursos de sus oradores de propaganda. Se ve muy bien el manifiesto de Ostende, como una bala de cañón que Mr. Buchanan va arrastrando tras sí en el palenque electoral, y los desaciertos de Mr. Pierce en materia de política extranjera, como un escollo señalado a su sucesor. Pero esta es una manera de ver las cosas que parece estar lejos de penetrar en la política real del partido. Para los iniciados como para los que las causan, las discordias intestinas no bastan, es menester acumular a ellas los peligros exteriores, y enturbiar la agua por todas partes sin duda para pescar con más comodidad. El pasado no es más que una lección para el presente, no es más que un preludio para lo futuro…
…Extraemos del último de Mr. Keitt, el amigo particularmente íntimo de Mr. Preston Brooks, y el orador sobre asuntos políticos de la Carolina del Sur… Extraemos de su último discurso el párrafo siguiente, que no deja duda alguna sobre los principios del partido que se imagina servir.
“Tenemos dos razas –la raza latina, y la raza anglo-sajona–, y con semejantes elementos componentes de la población de nuestro país, nuestro destino debe ser noble y elevado. Ellas aman el progreso, y el primer paso en este sentido debe ser la adquisición de la isla de Cuba. (Aplausos entusiastas.) Colocada ante nuestras costas del Sur, como la centinela avanzada de nuestras torres, debe pertenecemos o el Sur quedará expuesto a una invasión. Sí, debe pertenecemos, “y no hay objeción que se oponga a que los filibusteros se apoderen de ella. (Bravo). Tomadla, más tarde daremos lo que vale. (Hurrahs aturdidores). Tomadla, no importa de qué manera, y entonces la inundaremos con un torrente de población del Sur, que hará de ella la perla de las Antillas. Guardada interiormente, protegida por la naturaleza; pobladla con vuestra gente del Sur, y todas las fuerzas navales de la tierra podrán amenazar sus playas; pero será en vano. (Ruidosa aprobación) …El partido demócrata puede tomarla y la tomará”.»
Para en lo de adelante sabemos positivamente a qué atenernos en cuanto al programa exterior del partido demócrata, abierto en Ostende, ensayado en Nicaragua, resucitado en el itsmo de Panamá, y dirigiendo sus baterías ahora contra la isla de Cuba. ¡Pobre Mr. Buchanan! Cuando ha renunciado ya por tanta sumisión a su individualismo, para hacerse tabla pasiva en la plataforma de Cincinnati, ¿preveía pues, todos los martillazos que tenía que recibir para que lo clavasen?